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•015•

Marcus desayunaba junto a sus hijos escuchando a lo lejos como Megan conversaba con su esposa sobre la boda, aprovecharían que Reggie aún no había sido desplegado por su permiso para casarse, pero aún así se sentía mal por no tener a su amigo con él.

— ¿Marcus...? -volvió al presente al escuchar la voz de su esposa.

— Lo lamento, estaba algo perdido. -murmuró al dejar de jugar con los cubiertos para comer realmente.

— Megan te preguntaba por Tn, si sabías algo sobre ella.

— Sí, lleva un par de semanas sin venir por aquí. -apoyó su hija la llamando la atención de su padre.

— La última vez que hablamos me dijo que el capitán Howard le había dado vacaciones hasta que el caso avanzara un poco, debido a que Mike fue una víctima y ella podría actuar sin pensar.

— Seguro está bien, -calmó Teresa a su hija mayor- podrías invitarla a cenar para conversar con ella.

Del otro lado de la ciudad se encontraban ambos latinos abrazados uno contra el otro, los cálidos rayos del sol comenzaban a colarse en la habitación al igual que el ruido matutino de la ciudad, Armando despertó para luego abrazar a la chica a su lado, disfrutó el aroma que irradiaba en la habitación, era una mezcla de ambos que flotaba en el ambiente trayéndole paz. Al escuchar un teléfono sonar se puso de pie con cuidado para no despertar a la morena.

Al llegar a la cocina encontró que el teléfono sonando o era el suyo, era el de Tn. Se confundió al escuchar la misma melodía, estaba al lado de su teléfono en la mesa, al girarlo leyó el nombre 'Marcus' que permanecía insistente hasta que respondieran.

— ¿Hola?

— ¿Quién habla? -preguntó el ex oficial confundido.

— Soy Armando. -respondió preguntándose si estaba bien tomar el teléfono de Tn

— Bien, Armando, yo soy Marcus el tío de Tn. -saludó respirando profundo al recordar que no volvería a ser violento- ¿Podrías decirme dónde está ella?

— Ohh ella está durmiendo...

— ¿Podrías despertarla? -preguntó a punto de gritar un par de groserías.

Al estar confundido por el tono amable en la voz de hombre decidió ir a su habitación para encontrarse con la morena despierta buscándolo con la mirada, la sonrisa en sus labios lo derritió completamente, olvidándose de la llamada para acercarse y besarla lentamente, se acomodó sobre ella encontrando un lugar cómodo entre sus piernas y sobre su vientre mientras se permitía disfrutar el tacto de sus piernas desnudas.

— Tienes una llamada. -susurró al pasarle el teléfono para comenzar a besarle el cuello.

— ¡Hola tío! -respondió avergonzada mientras intentaba alejar al moreno- ¿Cómo estás?

— Al parecer menos ocupado que tú, -bromeó mientras golpeteaba el suelo con el pie- llamaba para preguntarte si querías venir a cenar esta noche, pero... ahora quiero conocer a Armando

Oh s-sí... -ahogó un gemido al sentir como el pelinegro amasaba sus muslos como si fuese lo más interesante en el mundo- N-no se si él esté disponible.

— ¿Puedes preguntarle?

Tn apartó el teléfono un segundo dejándolo en la cómoda junto a la cama.— Armando... -al escuchar un gruñido de su parte sintió como la sangre en su cuerpo subía a sus mejillas- ¿Quieres ir a cenar conmigo y mi familia?

— Claro, -susurró para dejar un besito en su frente y ponerse de pie quitándose la camiseta para lanzarla al cesto al lado de la puerta- me daré un baño.

La morena se sentó en la cama sintiéndose acalorada, tomando el teléfono para decirle a Marcus que lo vería esa noche, aprovechó el tiempo para hacer la cama y luego salir de la habitación aún con la camiseta de Armando puesta, al llegar a la cocina comenzó a levantar las cosas para pensar en que podría preparar para desayunar. Se decidió por huevos revueltos y pan tostado.

El pan era el último elemento que le faltaba a la mesa, así que al tener lo demás listo permaneció en la cocina pensando en cómo la hizo sentir Armando esa mañana, la sensación de sus besos y manos recorriéndola la aturdían como si se tratara de una droga que la hacía sentir acalorada y necesitada por, como si no quisiera que se detuviera, sin mencionar la bochornosa humedad entre sus piernas al verlo sin camiseta, eso había sido nuevo. Claro que sabía lo que era el sexo, pero, sentir todo aquello en persona era mucho más estimulante que al ver un video donde ni siquiera había amor.

— ¡Carajo! -al estar distraída casi dejó que el pan se quemara.

— Buenos días, bonita. -habló el dueño de sus fantasías apareciendo por la sala con unos jeans azules y una camiseta blanca- No tenías por qué limpiar.

— Quise hacerlo, -comentó dejando el pan en la mesa para acercarse a él- también preparé el desayu-

Sin dejarla terminar se lanzó a sus labios para levantarla por los muslos sentándola en el reposabrazos del sofá sin romper aquel beso delicado.

— Eres mi invitada, yo debía cocinar para ti.

— Déjame consentirte algunas veces. -murmuró cerca de sus labios volviendo a sentirse acalorada- E-el desayuno se enfriará.

Armando sonrió para tomar sus manos y juntos ir a la mesa, donde tuvieron un desayuno agradable entre caricias y miradas dulces, compartiendo historias de su infancia, más por parte de la morena que de él, que la escuchaba atentamente sin dejar de verla, podría describir su mirada como felina, parecida a la de una pantera que está lista para lanzarse a la gacela que vigila.

— Tn...

— ¿Sí?

— No voy a preguntarlo con un cartel y mariachis, tampoco podré tener un ramo de flores enorme pero... lo que siento por ti es real, -se enderezó en su silla notando la mirada de la pelinegra suavizarse- este tiempo conociéndonos me hizo ver que estoy perdido por ti, nunca había conocido a alguien como tú, lista, espontánea y real. Te daría la luna pero como no puedo hacerlo, moriría por ti, así como mataría a cualquiera que intente tocarte.

— Armando...

— ¿Serías mi novia? -preguntó nervioso, sintiéndose expuesto por primera vez en su vida, con el corazón a mil mientras veía como la morena se ponía de pie para llegar a él y sentarse en sus piernas con una sonrisa.

— Sí, -susurró con una sonrisa- te quiero.

— Te adoro, -dijo antes de besarla lentamente, deseando que ese momento no acabara jamás- nada me va a separar de ti. Ni nadie.














Se les quiere <3

¿Lo de Armando será solo algo que dijo o estará dispuesto a matar por rayita?

Reggie va a conocer a Armando, aquí empieza lo que podría desarrollar como los "Bad Boys" segunda generación. Espero les guste.

¿Ponemos drama al siguiente cap?

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