Pasaron los días y con ella varios sucesos, Nana tuvo un funeral con sus amigos del bingo y personas del barrio que mostraban su respeto hacia la adolecente en luto junto al ataúd, el dolor en el pecho no se iba, cada vez que veía la foto junto al arreglo de flores se sentía peor, las miradas de pena solo la ponían de mal humor, aún más cuando la llevaron con una terapeuta que intentaba hablar con ella sobre todo lo que estaba sucediendo, pero la peor parte es que no la dejarían entrar a la academia hasta que la psicóloga certificara que ella estaba bien mental y emocionalmente.

A lo lejos se encontraba Mike vigilando a la chica, el se había ofrecido a cuidarla mientras el estado le buscaba una familia temporal, otro de sus más grandes problemas, pues aunque no lo dijera, quería quedarse con él. Una vez se fueron todas las personas la morena se acercó al ataúd para despedirse antes que fuera cerrado.

— Nana... Cuánto lo siento, debí obedecer y no salir de casa, -admitió con una sonrisa entre lágrimas- estaré bien, te lo prometo, así que puedes descansar, te quiero.

Se puso de pie notando la presencia de Mike a su lado, vistiendo un traje negro, agradecido el pañuelo que le extendió mientras el féretro era bajado, lloró durante cada segundo mientras el agujero se cerraba y repetía constantemente para sí misma que jamás la olvidaría.

— Creo que es hora de irnos. -Mike por fin rompió el silencio- ¿O quieres quedarte un poco más?

— No, deberíamos irnos, -el atardecer sobre ellos pintaba el cielo en un anaranjado con rayos dorados y nubes suaves distraían los pensamientos oscuros que rondaban en su cabeza- ¿Cuánto tiempo estaré contigo...?

— Pues eso depende de ti, -explicó abriendo la puerta del auto al llegar a el- si te sientes mejor en una casa con padres temporales dímelo y se lo comunicaré a servicios sociales.

— ¿Y... Si no quiero eso? -preguntó antes de subir, mirando los ojos que desde un principio la convencieron para creer en él.

— Vamos por una hamburguesa, y seguiremos con esto. -ofreció con una sonrisa llevándola a subir al auto para luego ir a su asiento- ¿Conoces al jefe?

— ¿Jefe...? -cuestionó curiosa abrocharse el cinturón, notando una mirada sorprendida de Mike.

Quién negó diciendo que ya lo comprendería, encendió el auto para ir rumbo al Downtown Miami, la noche traía su magia habitual con las brillantes luces neón, música por todos lados y personas disfrutando de una calurosa tarde mientras se divertían, en todos sus años en Miami nunca había sentido envidia por aquello, se decía que en algún momento disfrutaría de aquello pero se sentía tan distante que comenzaba a parecer imposible.

Mientras veía los edificios pasar y pasar suspiraba con ganas de irse pronto a... ¿Casa? Más bien el departamento de Mike, pero era lo más cercano a un lugar seguro que tenía en ese momento, recordó el entusiasmo de su parte para hacerla sentir mejor, el día siguiente la llevó a una tienda para que comprara las cosas que necesitara mientas podían ir a la casa de Laura por lo que le pertenecía, valoraba la intension de mantenerla adelante con el duelo y sus decisiones.

El sonido de la puerta de Mike la obligó a volver en sí y seguirlo, habían llegado a un parque de foodtruck's, habían varias opciones entre comida japonesa, mexicana, halal y el más atractivo entre esos era un camión con tonos amarillos y azules con un cartel de luces neón "Chessy Boss." Sonrió mientras se acercaban a él, el hombre que lo atendía era alto, de piel morena y cabello castaño debajo de una gorro de los Marlins de Miami.

— ¡Nico, mi amigo! -saludó Mike al saludar al "jefe."

— Mike Lowery, ha pasado un tiempo.

— Sí, sin Marcus por aquí estuve más ocupado que en el trabajo, -respondió girándose para tomar el hombro de la pelinegra- Ella es Tn.

— ¿Tienes una hija? -preguntó el hombre sorprendido dejando su trabajo a un lado- Sabía que algún día aparecería un hijo tuyo por ahí, demasiadas chicas de una noche.

— No... Tn se quedará conmigo por un tiempo, -explicó el oficial con un tono de nerviosismo notorio causándole una risita a la pelinegra- tuvimos un caso complicado y Tn se quedará conmigo un tiempo.

Luego de un momento algo incómodo, Mike compró un par de hamburguesas y refrescos para despedirse de su amigo, indicando a la morena seguirlo camino a la bahía a unos metros, la luz de luna brillando sobre el agua del río Miami que bailaba en una suave corriente dejada por los botes que pasaban, del otro lado se veía el distrito Brickell pero al menos el ruido de los autos y la ciudad se ahogaban entre el movimiento del río y la música a la distancia.

— ¿Qué pasa por tu mente? -preguntó él viendo a la chica de reojo mientras abría su hamburguesa.

— Mi mente... -murmuró perdida en el paisaje- No hay nada interesante, solo me siento desconectada de todo, como si...

— Tus emociones se hubieran ido de vacaciones. -completó Mike luego de tragar el primer mordisco- Te entiendo, me sentí igual cuando mis padres murieron.

— Sí... -tomó un suspiro para imitar al mayor y probar la hamburguesa en su manos, la explosión de sabor en su boca logró sacarla del mal momento que estaba pasando.

El pan estaba suave y esponjoso, la carne era jugosa acompañada de un delicioso aderezo y sin olvidar el queso americano derretido siendo el puente entre todos aquellos sabores. Disfrutó comer en silencio mientras observaban las estrellas que brillaban evitando ser difuminadas por las luces de la ciudad.

— Matarlo no te regresará a Laura. -soltó él causando que la morena se ahogara con la comida.

Luego de toser y respirar con normalidad se giró para encararlo.- ¿Qué dijiste? -preguntó escéptica obteniendo un encogimiento de hombros.

— Soy detective, y estoy seguro que no te detendrás hasta que hayas llegado a Melrose. -él había visto el odio en los ojos de la chica cuando sacaron al mencionado del astillero, conocía ese fuego interior de odio y deseo de matar- ¿Sabes lo que es un amigo de palo?

— ¿A qué viene eso? -preguntó confundida dejando la comida a un lado.

— Te explico, es cuando tienes a alguien que está dispuesto a enterrar a la persona que mataste, lleva palas y te ayuda a ocultarlo.

— ¿Mike...?

— Quieres vengarte, y no dejaré que lo hagas sola. -explicó con paciencia para ponerse de pie extendiendo su mano a la adolescente- Vamos, tenemos algo que hacer.

Aún sin comprender, la morena tomó su mano para ponerse de pie y seguirlo, pronto todas las ideas negativas que rondaban en su cabeza desde días anteriores volvían a ella, la muerte de Laura fue algo que la apartó de su vida anterior, dejando el barrio atrás y su hogar. Pero si Mike estaba dispuesto a ayudarla en algo tan difícil como lo que estaban haciendo, toda duda en la veracidad sobre su venganza se esfumó al estar frente al departamento de policía donde estaba detenido Melrose.

Buenas tardes, perdón por haber desaparecido, estuve en entrevistas para un trabajo y estoy feliz por que me contrataron, por ello me alejé un poco de la plataforma pero volvía para decirles que después del siguiente capítulo (que va a ser algo corto) comenzaré con Bad Boys For Life, comenzando con la verdadera historia y este un pequeño preludio antes de todo.

Por cierto, gracias por votar y darle una oportunidad a la historia. Se les quiere mucho <3

¿Quiénes vieron la velada? Robertocein estuvo muy guapo, para GOGOGOGOGOG 🫣