Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•002•

La pelinegra terminaba de apilar una torre de hotcakes cuando escuchó a Mike bajar las escaleras, sonrió al ver la pequeña mesa del comedor con dos batidos de papaya, un bowl de frutas y los hotcakes. Al entrar el oficial a la cocina se detuvo abruptamente dejando a la chica confundida.

— Buenos días... -saludó ella con una sonrisa incómoda.

— Hola, -dió un vistazo rápido a la cocina, viendo que todo estaba limpio y ordenado- olvidé por completo que estabas aquí.

— Ohhh ya veo... Perdón. -se encogió evitando mirarlo.

— No, no... Tú discúlpame, -se regañó mentalmente por incomodar a la chica- ¿Preparaste esto? Todo se ve muy bien. -intentó distraerla al tomar asiento.

— S-Sí... Quería agradecerte lo que haces, -tomó asiento para unirse al desayuno- No sé que prefieras, si quieres otra cosa puedo prepararla.

— De hecho casi nunca desayuno por falta de tiempo, -mencionó al vertir jarabe de Maple en sus hotcakes- suelo tomar un café en la comisaría y nada más.

— Es un trabajo demandante... -murmuró distraída.

— ¿Te asusta? -intentó bromear.

— Oh no, de hecho es perfecto, siempre estoy empujandome al límite, -aceptó cortando sus hotcakes en trozos para luego cubrirlos con Maple- soy algo perfeccionista y me gusta que todo salga bien.

— Justo lo que necesitas para ser un buen oficial.

Siguieron desayunando con pláticas triviales, al terminar la morena recogió los platos para llevarlos al lavavajillas y limpiar la mesa, Mike se despidió dejando su número de teléfono en la nevera y anunciando que podía llamarlo si sucedia algo. Se fue rápidamente dejando a la adolecente sola, que después de terminar con sus "deberes" fue a la sala en busca de hacer algo, encendió la televisión buscando algún programa para distraerse hasta que el teléfono comenzó a sonar, apago la tv para acercarse al teléfono y responder curiosa, ya que podría ser Mike.

— ¿Hola...?

— ¡Hola, niña! -saludó una voz amistosa del otro lado de la línea- ¿Cómo has estado? ¿Mike no ha hecho nada raro, no?

— Yo... -sin saber que responder se quedó pensando un momento- Perdón... ¿Quién habla?

— Oh cierto, soy Marcus, compañero de Mike, -el oficial Burnett explicó sintiéndose tonto al omitir es parte- También soy su mejor amigo, y el Capitán Howard me contó lo que había pasado contigo, y que Mike te cuidaría un tiempo.

— Sí... Espero no incomodarlo y que esto sea por poco tiempo.

— Nah, no te preocupes, le viene bien interactuar con una chica que no se puede ligar... -tras un momento de silencio pensó que había asustado a la chica, hasta que escuchó una carcajada.

— No negaré que si tiene cierto aire de cazanova. -admitió entre risas.

— Oh sí, es un tonto que debería sentar cabeza, -rió negando- por cierto... ¿Como te llamas?

— Tn Hernández, un gusto. -sonrió al ver un anuario en la librera junto al teléfono.

— Yo soy Marcus Burnett, un gusto también, -mencionó al revisar su reloj- oye Tn, debo irme, pero si sigues con Mike cuando vuelva a Miami debes ir a comer a mi casa, seguro te llevarás bien con mi hija Megan.

— G-Gracias, Señor Burnett... -aceptó apenada.

Al colgar dejó el teléfono en su sitio para hojear el anuario, encontrando la página donde estaban Marcus y Mike. Llamó su atención que el oficial Lowery no era ni la sombra de quien fue en la escuela, con lentes y ortodoncia era hasta casi imposible reconocerlo, y saber que fue parte del equipo de geometría y flauta fue algo curioso. Soltó una risita al dejar el anuario en su lugar para ir al sillón junto a la ventana observando los autos y personas ir y venir.

✯✯✯✯✯


Sin sentir el tiempo pasar, la adolecente se quedó dormida en la silla hasta que despertó gracias al sonido insistente del teléfono en la sala, aún con pereza se acercó a el para responder.

— ¡Tn, Soy Mike! -aún con los ojos cerrados pudo reconocer un sentimiento de ansiedad en la voz del oficial.

— Hola... -susurró frotándose los ojos- ¿Todo bien?

— Hubo una filtración en la comisaría, Melrose escapó y sabe que estás en mi departamento. -explicó él desde el auto, dirigiéndose hacia ella a toda velocidad- Sal de ahí ahora mismo. ¿Lo entiendes?

— ¿Melrose...? No estoy entendiendo nada... -cualquier rastro de sueño en ella desapareció tras escuchar aquello, por lo que tomo el teléfono y lo llevó al segundo piso.

— Debes esconderte, están muy cerca... -Mike se encontraba alterado, no sabía que hacer y comenzaba preocuparle la chica- Ve a mi habitación, hay un rastreador en la comoda junto a la cama.

Obedeciendo las instrucciones la morena fue a la habitación del oficial y buscó el pequeño dispositivo del tamaño de una píldora.

— O-Okay... Ya lo tengo.

— Sonará raro, pero, necesito que te lo tragues... -evitando un camión que salió de la nada quedó encerrado en un atasco, sin opciones bajó del auto para seguir el camino a pie- te van a encontrar sin importar donde te escondas, con ese transmisor me harás más fácil encontrarte.

— Me... Me van a encontrar... -ahogó un grito al escuchar un estruendo en la planta baja.

— ¡Tn, trágate esa cosa ya!

— ¡Prometiste que todo saldría bien! -se quejó en voz baja presa del miedo.

— Sé lo que dije, por favor... -casi sin aliento siguió corriendo pensando en lo que podrían hacerle a la chica- ¿Por qué te mentiría?

— Tengo miedo... -sin poder evitarlo, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

— Tn, te juro que no me detendré hasta encontrarte...

Ya sin opciones, la morena se encerró en el baño para ingerir el transmisor escuchando como se acercaban algunas voces, decidió dejar el teléfono escondido bajo una toalla y prepararse para lo que iba a suceder. Mientras una luz aparecía por el filo de la puerta escuchó como una risa tétrica se abría paso en la habitación.

— Conejito, Conejito... -habló una voz profunda- ¿Donde estás?

Al ver el pomo de la puerta girar sintió como el alma se le escapaba del cuerpo, ahí estaba Melrose, sujetando un arma mientras paseaba su vista por la joven asustada, Mike del otro lado de la línea se detuvo sabiendo lo que iba a suceder.

— Ven aquí, zorra. -gruñó el hombre para luego escucharse el grito de Tn.

— ¡NO... SUÉLTAME! -por alguna razón, el chillido de la chica lo hizo sentir enfermo, como si le clavaran un cuchillo en el pecho- ¡MIKE.. AYÚDAME!

— ¡Quédate callada, maldita! -luego de escuchar un golpe seco todo cesó, segundos después la risa de aquel hombre inundó el baño- La vieja dió menos pelea que tú, bastarda.

Tras unos segundos, Mike escuchó como se llevaron a la adolecente mientras él retomó el viaje hasta su departamento, llamando a los oficiales que cuidarían a Laura, pero no sabían nada de la mujer que había salido temprano de su casa y no había regresado. Resignado llegó a su hogar notando el desastre que habían dejado, al llegar a su baño vió gotas de sangre junto a la puerta, seguramente obra del golpe que recibió la chica.



















Se les quiere <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro