133.- miss missing you
ANTES DE LEER: BASADO EN LOS CÓMICS (CON CIERTOS CAMBIOS)
LEERLO CON LA CANCIÓN QUE DEJÉ ARRIBA.
(* * *)
Todo se había salido de control, el nuevo grupo que se hacían llamar ''Los Susurradores'' habían puesto a prueba a la reconstruida Alexandria trayendo a una manada de grandes dimensiones de caminantes. Todos los habitantes salían nerviosos de sus casas para poder saber que sucedía y de qué manera podían ayudar a que la comunidad no cayera –otra vez- ante la amenaza de un grupo.
— ¿Qué harás? —Michonne me miraba extrañada.
—Tenemos que desviarlos de alguna manera, en las carreteras hay algunos lugares donde los podríamos llevar con esas cosas que construyó Eugene —dije mientras alistaba uno de los caballos.
Michonne suspiró y asintió mientras ella también se disponía a preparar un caballo; Eugene, Tara, Rosita, Daryl y otros habitantes de Alexandria repetían mis acciones con todo lo que tenían en la mano.
—Lo ideal es desviarlos por esta carretera, de esa manera no afectaran ninguna de los lugares que nos sirven —Eugene y Daryl se estaban encargando de traspasar a las personas.
— ¿Qué haces? —Rick se acercó con su bastón, por su rostro se veía realmente alarmado.
—Desviar a los caminantes —respondí.
— ¿Estás loca? Estamos rodeados de ellos, los pueden matar...
—La distracción que necesitamos para poder salir rápidamente ya está lista —respondió Eugene.
—Si te sucede al... —lo corté antes de que siguiera.
—Hemos pasado cosas peores amor —sonreí tratando tranquilizarlo y de alguna manera tranquilizarme a mí misma—. Somos los que vivimos ¿lo recuerdas?
—Sí... —murmuró.
—Deja de ser el héroe alguna vez Grimes —sonreí y acaricie su rostro—, deja lucirnos alguna vez.
—Es un momento serio __________ —reí levemente y deje un breve beso en sus labios.
—Estaré bien —dije y me subí al caballo seguido de los demás.
Nos comenzamos a alejar, cuando el grupo estuvo delante de la puerta los caminantes ya se encontraban distraídos. Una señal y las puertas se abrieron para que todos pudiéramos salir de manera rápida.
De pronto Alexandria se iba haciendo más pequeña y solo un par de caminantes quedaban en sus puertas, mientras que la horda se encontraba siguiéndonos a nosotros.
— ¡Grupo A! —gritó Daryl y se desvió con algunos Alexandrinos y Rosita.
— ¡Grupo B! —Michonne levantó la mano y me dio una última mirada antes de alejarse con Tara y más habitantes de Alexandria.
— ¡Grupo C! —grité y desvié hacia una carretera junto a Eugene y los últimas personas que quedaban.
Suspiré tratando de controlar mis nervios, observé el alrededor del área al darme cuenta que nuestro grupo era bastante menos a los demás y la cantidad de caminantes que nos siguieron nos sobrepasaban de una manera impresionante. Eugene me devolvió la mirada con algo de pánico al darse cuenta que la carretera también se encontraba con algunos caminantes.
—Podemos con ellos —dije tratando de darnos ánimos.
Pero ni de eso estaba segura.
De un momento a otro todo se salió de control y nos vimos rodeados por caminantes, como pude logré matar a los que me obstruían el paso y comencé a alejarme.
Hasta que un grito me hizo devolver la mirada, Eugene se encontraba en problemas.
—Maldito seas Eugene —murmuré antes de volver junto al resto del grupo.
Los disparos hacían eco entre los gruñidos de los caminantes, nuestros disparos se vieron acompañados con los del grupo de Michonne y Daryl.
Acaricié al caballo luego de acabar con algunos caminantes junto a mi machete mientras que los demás terminabas con los que tenían más cerca; todos suspiramos tranquilos cuando ningún caminante quedó en pie.
—_____________... —Tara murmuró con dolor apenas me vio.
Mierda.
Mierda.
Y más mierda.
Palpé mi hombro y mi mano se llenó de sangre.
Sangre de una mordedura.
—Nadie dirá nada hasta que lleguemos a Alexandria —dije con dureza y todos asintieron.
—P-Pero Rick... —Eugene comenzó
—Nadie —repetí y me subí a mi caballo. Si disponía de unos últimos momentos antes de que todo acabara, prefería pasarlos junto a él.
Las puertas de Alexandria se abrieron, algunos nos miraban esperando que alguno dijera algo pero todos nos encontrábamos en silencio, no sé si era por el hecho de que en un par de horas más yo no estaría con ellos o por el simple cansancio.
— ¿Dónde está Rick? —pregunté.
—En la sala de juntas —respondió Gabriel—, ¿te encuentras bien?
Asentí, no tenía ganas de seguir desperdiciando tiempo y el hecho de que la adrenalina poco a poco iba desvaneciéndose y los dolores junto a la leve fiebre ya se estaban haciendo presente en mi cuerpo.
Entre a la sala que habían armado tiempo atrás para que todos los Alexandrinos nos juntáramos para hablar sobre lo que necesitaba la comunidad, Rick se encontraba con la cabeza entre sus manos.
—Hey —saludé.
El ojiazul se levantó de manera rápida y avanzó de la misma manera –dentro de lo qué podía- a mi dirección, mientras más cerca estaba, más difuso se volvía mi vista y el dolor se iba intensificando.
— ¿C-Como salió todo? —sonreí levemente antes de mover el paño que me había pasado Daryl dejando ver la mordedura —. No... no, no, no, no —negó mientras que las lágrimas se apoderaban de sus maravillosos ojos.
—Lo siento —murmuré antes de caerme. Rick se tiró junto a mí mientras gritaba por ayuda.
(* * *)
Las despedidas no eran lo mío, pero me sentía realmente agradecida de por lo menos tener la posibilidad de poder despedirme de todas las personas que alguna vez fueron parte de mi familia. Algunos habitantes de Hilltop –entre ellos Carl, Maggie y Jesús- habían venido para poder despedirse, mientras que desde el Reino habían venido Ezekiel, Carol, Jerry y algunos otros.
Luego de miles de despedidas o más bien ''hasta pronto'', Rick se acostó a mi lado acariciando mi cabello. Él sería mi última despedida.
—Rompiste tu promesa —murmuró.
—Lo sé —reí levemente—, pero lo qué el mundo necesita es a Rick Grimes.
—Pero Rick Grimes ya no es nadie sin ti —respondió aguantándose las lágrimas.
—Sabías liderar antes de qué estuviéramos juntos —tomé su mano—, confió en ti y en todo lo que has logrado junto a Alexandria.
—Y junto a ti...
—Saldrás adelante, siempre lo haces cariño.
Rick se calló y se dedicó a observarme detenidamente,
—Necesito que tú seas el que acabe con esto... —él negó.
—No puedo hacerlo __________, y-yo realmente no puedo.
—Por favor —murmuré.
—Te amo —dijo cambiando el tema—, ¿lo sabes verdad?
—Yo también te amo.
Me apoyé mejor en la cama mientras apretaba el agarre de su mano, Rick se acercó para depositar un beso.
—Confió en ti y en todo lo que has podido hacer Rick —dije—, necesito que prometas que seguirás adelante y seguirás siendo la persona que liderará este lugar. Carl por más que demuestre qué es grande, por dentro sigue siendo un niño que necesita a su padre —él asintió—, necesito que lo digas Rick.
—L-Lo prometo.
Asentí y solté un suspiro tratando de relajar mi cuerpo. Miré a Rick y lo besé con la misma intensidad que había sido nuestro primer beso demasiado tiempo atrás.
Solo qué ahora era nuestro último beso.
Sonreí.
Y luego ya no sentí nada.
(* * *)
[Rick pov...]
Unos gruñidos salieron de su boca y fue cuando me di cuenta que ella ya no se encontraba aquí, por lo menos no su esencia. Me alejé tomando la pistola que previamente ella misma me había entregado.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver su rostro –ahora sin vida-, sus ojos verdes ya no formaban parte de ella; negué mientras trataba de disparar, simplemente no podía. ¿Cómo podía matar a la persona por la que podría recibir un disparo?
''Ella ya no es esa persona, ahora solo es un caminante'' una voz llegó a mi cerebro como si ella se hubiera apoderado de él.
La empuje y cayó de la cama entre gruñidos; mi cara ya se encontraba empapada de lágrimas. Murmuré un ''lo siento''.
Y jalé el gatillo.
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