«Registrarse»
Sopeso si continuar o no, apreciando la página de inicio durante varios minutos. ¿Pueden juzgarme? Estoy nervioso, nunca he tenido la necesidad de abrirme un perfíl de citas.
«Aunque Grindr no es una app para citas específicamente hablando» me recuerdo, llegando a mi mente la curiosa descripción que me dió mi mejor amigo.
No soy mojigato, para nada. Tengo una vida sexual bastante activa. ¿Entonces para que crearme un perfíl en Grindr? Pues porque no tengo tiempo para establecer todo ese ritual previo al acto; que si la salida a bares o fiestas, que si la presentación, que si el coqueteo, que si el cuadre... Pfff. Horita tengo mi rutina ocupada para perder valiosas horas del día solo para, tal vez, tener sexo casual. La universidad me absorbe y me exige. Y yo soy una persona que prioriza su educación, su futuro.
Sin embargo, la falta de coito me está haciendo estragos en el cuerpo y en la mente. Me perturba.
Casi dieciocho (18) meses sin ingresos ni fricción interna de cualquier tipo. ¡Una cifra inaudita para un jovencito hambriento como yo! No hallo satisfacción. Ya masturbarme duele, se me irrita incluso y esos sueños húmedos, recurrentes, me joden, odio amanecer manchado, como si tuviera el puto período.
Además, el Twitter empeora mi condición y no logro concentrarme en lo que debería, en mis clases. Estoy como una computadora con Window XP: Loading. Debido a ésto, he salido regular en mis exámenes, no excelentes como acostumbro. ¡Oh, mis notas!
¡No puedo seguir con esta calentura! Arde. Desespera. Definitivamente voy acudir a bomberos para que me apaguen el fuego.
Observo la página de inicio y más seguro que hace unos minutos, presiono «registrarse». Acepto los «Términos de Servicio» sin el mínimo interés en leer toda esa absurda cantidad de palabras y hago lo mismo con las «Políticas de Privacidad». Posteriormente, agrego la fecha de mi nacimiento. Después de haber ingresado datos como mi correo (el cuál recién aperturé) y la contraseña, complete el fastidioso capchat junto a una serie de tediosos pasos más, ¡Y ZAS!
Siguiendo el consejo de mi bestie, no coloque mi nombre real. «Tú Pasiva 🤤» me llamé, sólo mi rol, nada original lo sé, aunque el emoji le da su encanto, ¿A poco no? Finalmente agregué una fotito mía, simple, sencilla, yo. Incongruente si pretendía disque proteger mi privacidad. Bueno, guardé y... ¡Wow! ¿Uno? ¿Dos? ¿Tres mensajes?
¡Ay, ésto ya me gustó!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro