parte única
── Así que, Tzuyu viene.
Sana asintió mientras terminaba de arreglarse el cabello oscuro. Sus ojos azules ni siquiera tenían que moverse de su peinado, ella sabía que Mina estaba confundida.
Claro que era una sorpresa. Para todos. Menos para Sana.
Cambiarse de escuela a sólo unos meses de su graduación había resultado en rumores de todo tipo en JYP. Sin embargo, la realidad no era otra que: Japón se estaba volviendo aburrido para los Minatozaki. Eran una familia un tanto rara, pero todos coincidían en que ese país ya no era interesante. Normalmente viajan en vacaciones a otro lugar que no hayan visitado cuando eso sucede, pero la locura de los padres de Sana los llevó a tomar la decisión de dejar atrás su mansión y oficinas por algo nuevo. Algo más llamativo.
Pero la menor todavía tenía que terminar sus estudios básicos. Así que decidieron estar en Corea mientras tanto.
Mina, su mejor amiga de la infancia, la siguió hasta allí. Normalmente dirían que es su hermana de tanto tiempo que llevan juntas, mas Mina es hija de la niñera de Sana. Mujer que estuvo a su lado toda la vida hasta hace unos meses, cuando su enfermedad por la avanzada edad pudo con ella. Mina estuvo devastada. Sana igual. Pero encontraron apoyo en la otra. Y ahora que Mina es mayor de edad, acompañó a la familia a su nueva aventura.
Por supuesto, Mina escuchó todo lo que Tzuyu era por parte de Sana.
Una niña rica. Una mimada y obsesionada con tener el control. Pero, una hermosa chica caliente.
Tzuyu había notado su presencia la tercer semana desde que ingresó como nueva estudiante. Todo fue porque Sana se equivocó de salón y encontró a Tzuyu besando a una chica, no le importaba quien. Le interesó que la correcta chica simplemente rompiera una de sus reglas; nada de besos ni coqueteos o cualquiera de esas cosas en la escuela, deberían respetar la institución.
Desde entonces, la relación de Sana con Tzuyu se iba modificando. Hasta el punto que ya no la "odiaba" sino que quería tenerla en las sábanas de su cama. Le encantaba como se mordía los labios que tenían su rosa natural, sus ojos oscuros juzgando todo lo que hacía, sus manos abrazar con fuerza los libros, su cabello castaño con el que juega cuando está concentrada estudiando. Sí, Sana estaba en la misma clase, así que pasaba sus horas sólo mirando lo hermosa que Tzuyu es.
¿Sentimientos? Tal vez los había. Tal vez le gustaba Tzuyu de una forma más fuerte. Tal vez cayó por esa sonrisa amable que sólo ella vió, por lo rojo de sus mejillas cuando está avergonzada de ser atrapada mirándola, por su forma de controlarla, por todo lo que no le mostraba a nadie más. Bueno, tal vez no. Sí había caído por ella. Pero, ¿puede alguien juzgar eso? Tzuyu es increíblemente hermosa por donde la mires.
Tenía 18 y tenía las hormonas de adolescente. Por supuesto que pensó en cómo se vería sobre ella. Saltando y pidiendo más. Oh, Sana se enamoró de esa visión.
──No sé por qué te sorprende, te conté todo sobre nosotras── murmura Sana alejándose del espejo.
──Sí, pero, ¿por qué ahora acepta verse en público?── pregunta Mina mientras toma su turno en peinarse su cabello rubio.
──¿Porque ya nos graduamos?── dijo obvia, terminando de atar sus Jordan──. Ya sabes, la graduación fue ayer y vendrán todos a celebrar. Finalmente no es "La Presidenta" sino sólo Tzuyu. Es nuestra oportunidad, Mina. Después de meses de sólo besos, podré, ya sabes, hacer algo más.
──Ugh──se tapó los oídos y escuchó la risa de Sana──. Sólo no tengan hijos todavía. Tienen la vida resuelta, lo sé, pero no es momento.
──¿No quieres una "Mini yo"?── jugó mirándose al espejo con Mina, acomodando su camisa──. Una Sana pequeña que puedas mimar.
──Ya puedo hacer eso contigo── dejó el cepillo para peinar en su lugar y se abalanzó sobre Sana, dejando besos con su labial sobre sus mejillas.
──¡Yah! ¡Mina!
──¡Vamos, pequeña Sana, bésame!
Mientras el par se comenzaba a reír por cosquillas y el juego, escucharon a alguien aclararse la garganta. Las dos japonesas pararon su "pelea" al ver a la castaña.
──Oh, T-Tzuyu, bienvenida── habló Sana con claros nervios al notar en sus ojos esa mirada dura. Rápidamente se alejó de su amiga y tosió.
──Bien, las dejo a solas un momento── dijo Sana poniéndose de pie y llegando a la puerta. En todo ese momento, Tzuyu ni siquiera la miró. ── ¿No necesitan condo-
──¡Estamos bien!── casi gritó Sana al mismo tiempo que caminaba hasta llegar a ella y cerrar la puerta, no quería seguir pasando pena.
Tzuyu levantó una ceja por un segundo.
──Es... es una sorpresa que hayas llegado temprano, ¿usaste la puerta principal?
──Por supuesto que lo hice, ya no tengo nada que ocultar, ¿y tú?
──T-tampoco.
──¿Por qué tartamudeas tanto?
──No l-lo hago, ¿q-qué dices?
Tzuyu volvió a levantar la ceja. Pero no duró mucho, ya que le resultaba totalmente adorable como Sana no la quería mirar y jugaba con sus dedos. Así que levantó sus manos tocando las suyas, luego sonrió como sólo lo hacía cuando estaban juntas.
──Sana.
──¿S-sí, Tzuyu?
──Mírame── pidió. Por supuesto, la mayor le hizo caso── ¿Crees que voy a regañarte o algo así?
──Es que tu cara da miedo.
Tzuyu soltó una risita y acarició su mejilla.
──Estoy jugando contigo── confesó acercándose más a ella ──. No tienes que ponerte mal por jugar con tu casi hermana.
──Oh, bien── suspiró relajada y bajando ligeramente los hombros.
──Pero sólo yo puedo marcarte── afirmó y lamió su propio dedo para limpiar el labial de Mina de su mejilla ──. No es tu color.
Ahora usando ambas manos, giró su rostro haciendo que su mejilla izquierda estuviera frente a ella. Sin decir nada, se acercó hasta que sus labios tocaron la piel rojiza y caliente. Estuvo unos segundos hasta que se separó sonoramente.
──Mejor.
Y Sana tenía una sonrisa boba al mirar sus ojos de nuevo. Oh, Tzuyu, ¿qué estás haciendo con su corazón?
──¿Qué?── preguntó la castaña al notar esa mirada y sonrisa.
──Estás hermosa── dijo lo primero que se le cruzó por la mente. Ambas tenían las mejillas rojas ahora.
──Y tú-
No dijeron nada más ya que escucharon como la gente comenzaba a llegar. Tzuyu sonrió y dejó un piquito en los labios de Sana antes de irse a ver quienes eran.
Durante las dos primeras horas, Sana se quedó saludando y hablando con sus conocidos. Aunque la fiesta fuera para celebrar su graduación, la realidad es que todos estaban invitados. Así que pronto empezó a llegar gente que no conocía y sólo los aceptó porque traían más diversión y alcohol (sobre todo alcohol).
Tzuyu tenía sus propias amigas de las que no se separó. Dahyun y Momo eran una pareja muy bonita y todo, siempre fueron buenas amigas, pero comenzaba a sentir que sobraba ahí. Necesitaba a su propia novia. Aunque no lo fuera oficialmente, para Tzuyu, Sana era "su chica" sin importar qué.
Esa chica que le importa una mierda el mundo y aún así se preocupa por ella. La chica que le resultó molesta al principio y que ahora la quiere cerca todo el tiempo. Sí, esa Sana que la enamoró.
No va a mentir. Tzuyu estaba muy enamorada de ella.
La misma que... Un momento, ¿la misma que está ebria y bailando sola?
Han pasado varias horas desde la medianoche, así que Sana no era la única en ese estado. Hasta estaban otros en peor situación, pero Tzuyu aún era capaz de concentrarse en ella.
No era buena bebiendo, así que sólo aceptó un par de copas de vino, nada más. Estuvo gran parte de la noche esperando que Sana la besara, o tocara, o mirara, algo. Pero su chica solamente estaba distraída con sus amigos.
──Ugh.
Dejó todo lo que hacía para acercarse a Sana. Quién sonrió en grande al verla, luego tomó sus manos y comenzó a bailar con ella. Tzuyu no se negó.
Olía a alcohol y estaba un poco mareada, pero Sana aún era... Sana. Aún estaba consciente, para su suerte.
La canción cambió. Tzuyu tenía bastante conocimiento en música, y sonrió cuando reconoció la canción. Die For You comenzó a sonar y ella usó todo su conocimiento de películas y videos musicales en sus movimientos.
Sana la siguió en su baile, y escuchó atentamente como su voz sonaba bajo cantando la canción. Sana cantando esa canción de The Weeknd había provocado algo en ella. Algo que recorrió todo su cuerpo y llegó a cierto lugar.
Poco a poco no importaba nadie. Sintió lo que Sana sentía siempre. No le interesaba la opinión, las miradas, los comentarios. Sólo ella y Sana. El mundo era de ellas solas. No estaba La Presidenta ni la niña rica. Solamente Tzuyu queriendo a Sana. Sana enamorándose más de Tzuyu.
Y el calor aumentando después de cada canción. Tres o cuatro. Tal vez cinco. Tzuyu sentía que le dolían los pies pero Sana tenía unos ojos que la atraparon por completo.
Tzuyu no lo soportó más, se acercó a besarla con intensidad.
Podía sentir el sabor del vodka todavía en la boca de Sana. Pero sobre todo, sentía la pasión por ella. Como sus manos comenzaron a buscar su piel, como tocaba su cintura con las manos bajo su blusa, el roce de sus lenguas, las respiraciones, todo. Todo se sentía mil veces mejor con ella.
No era virgen, ninguna, mas tenían una pequeña inseguridad sobre eso. Sana la miró a los ojos después de un par de besos y dijo:
──Te deseo, Chewy.
Tzuyu pasó su lengua por sus labios, incapaz de hacer o pensar otra cosa. Se acomodó el cabello y tomó la mano de Sana, guiandola, aunque fuera su casa, a la habitación.
No necesitaron mucho para volver a unir sus bocas. Después de asegurarse cerrar la puerta, se volvieron a encontrar. Con hambre y pasión.
──A la cama── ordenó Tzuyu.
A la chica que le gusta controlarlo todo, ¿por qué negarse a ella ahora? Sana adoraba como la mandaba, como siempre era a la manera de Tzuyu, como sabía tenerla deseando más. Tzuyu podía ser dominante y Sana su sumisa sin problemas.
Le hizo caso. Se sentó en la cama de sábanas de seda, para luego recibir a Tzuyu en su regazo. Los muslos gruesos de la menor la rodeaban, mientras podía sentir como ambos sexos se rozaban.
Sana estaba dura, muy dura ahora. Quería tanto esto, quería tanto que Tzuyu se lo ordenara.
La castaña continuó sus besos hasta llegar a su cuello y dejar marcas que no se irían fácilmente. No importaba. A Sana le encantaba.
──Mmh, Tzuyu, quiero tocarte más.
Tzuyu entendió. Tomó su mano y la llevó hasta debajo de su falda, donde Sana se encargó de acariciar con lentitud y un poco de fuerza en los lugares adecuados.
Tzuyu gimió un par de veces. Incluso cerró los ojos por un momento. Así que le quitó la camisa a Sana y luego dejó que se la quitara a ella.
──Mierda, Sana── volvió a gemir Tzuyu cuando la mayor usó dos dedos para entrar en ella.
──Te sientes tan bien.
──¿Te gusta?── preguntó mordiendo sus labios y moviéndose ella misma en busca de más placer ──. Te encanta tenerme como a una puta sobre ti.
──Vivo para complacerte── suspiró ──. Dime qué quieres, yo lo haré. Haré todo lo que me pidas.
Tzuyu levantó su famosa ceja.
──Con una condición── agregó Sana.
──D-dime.
──Brincame.
──Mgh, Sana.
Tzuyu se abalanzó a ella en busca de otro de sus besos. Totalmente ida por lo que sus manos hacían, mas no quería llegar todavía, así que paró.
──Fóllame bien.
La ropa desapareció por completo. Las dos desnudas ahora, Sana sentía su polla doler por querer hundirse en Tzuyu. Quería tanto ver la vagina de Tzuyu recibir su pene tan bien como lo hizo con los dedos.
Aún con Tzuyu sobre ella, porque quería cumplir con lo que dijo, Sana usó sus manos para acomodar su polla en la entrada e ir lentamente.
Tzuyu no estaba para jugar, se sentó de una sobre ella, aún si eso causó tal placer que casi llega a dolerle por lo grande que la menor era. Demonios, la polla de Sana estaba partiendo su cuerpo y no había empezado a moverse.
──¿Estás bien?
──Sí, sólo dame un momento.
Tzuyu esperó a estar cómoda, pero se derritió por como Sana acarició su espalda y besó sus hombros con toda la paciencia del mundo.
──¿Quieres matarme?
──¿Eh? No he hecho-
──Sana, ¡eres adorable, no es momento!
Sana frunció el ceño. Totalmente confundida con la actitud de Tzuyu, quien tomó sus mejillas y las apretó.
──Shasha no-
──Fóllame antes de que me arranque el corazón para dártelo.
──Eso es muy violento...
──¡Hazlo!
Y la calló con un beso.
Sana hizo lo que pidió, comenzó a moverse un poco hasta que Tzuyu saltó una vez. Oh, el sonido de sus pieles chocar había sido tan obsceno y delicioso.
Sosteniéndose de los hombros de Sana, Tzuyu saltó una y otra vez. Sentía la polla hundirse más y más, incluso llegando a tocar cierta área totalmente placentera. Tzuyu creyó que no podía llegar ahí tan pronto, pero lo logró, así que sus gritos comenzaron a ser fuertes. Gracias a Dios por la música de afuera.
──Mgh, mi chica, mi chica me f-folla tan rico...
Sana quería cerrar los ojos, mas la forma en que los pechos de Tzuyu rebotaban, como tiró su cabeza hacia atrás con su cuello sudoroso a la vista, como se movía sobre ella... todo eso la hacían volverse loca. Estaba completamente ida por Tzuyu.
La cama se movía por ellas, golpeando la pared. Por suerte los padres de Sana no volverían hasta dentro de mucho, así que no tendría que preocuparse ahora. Sólo se encargó de disfrutar y hacer disfrutar a Tzuyu.
Las paredes le apretaban el pene y hacía que todo fuera mil veces mejor. Sana mordió la piel de su cuello y dejó varias marcas, ella también podía dejar claro que Tzuyu era suya. Mutuamente se tenían.
──S-Sana, vam-mos...
Tzuyu escuchaba los gruñidos de Sana, como estos se volvían más fuertes y altos. Al hablar en voz baja la mayor parte del tiempo, Tzuyu no creyó que ahora dejara todo eso atrás. Hasta podía pensar que las escuchaban en la fiesta aunque la música estuviera a un volumen demasiado alto. Sonrió orgullosa. Sólo ella sería la que escuchara eso ahora.
──Demonios, Tzuyu.
Abrió los ojos con sorpresa. Sana la abrazó y luego la empujó de espaldas contra la cama, aún dentro de ella. Levantó sus piernas hasta los hombros y podía jurar que llegó más profundo dentro de ella ahora.
Tzuyu estaba que se rompía ella y su garganta. Quería tocar a Sana, pero usó sus manos para agarrar la cabecera de la cama y las sábanas, gimiendo más fuerte por los bruscos movimientos.
──N-no te di pe-permiso de hacer eso── se quejó Tzuyu mordiendo sus labios.
Sana sostuvo las caderas de Tzuyu, apoyándose con las rodillas en el colchón siguió embistiendo más duro y lento.
──N-no te vengas hasta q-que te diga── volvió a hablar Tzuyu.
Después de unos movimientos más, Tzuyu sentía que estaba por explotar y llegar al climax. Y sabía que Sana también. Pero Sana había hecho eso sin permiso. Oh, Sana era la chica mala.
Sana amó la vista de Tzuyu brincar sobre ella, pero quería complacerla más. Ella se quería portar mal un momento, sabía que Tzuyu amaría un castigo.
Se agachó hasta estar a la altura de su rostro, aún maltratando su vagina con fuerza. Las dos se gemían en la boca de la otra.
──C-Chewy... Mgh, Tzuyu.
Con ese sonido, Tzuyu logró llegar a su orgasmo tan esperado. Estaba totalmente feliz de hacerlo, de que Sana la hiciera sentir así de bien. Y aún tenía su pene abriendo paso.
Sana las venas marcadas en el cuello de su chica, estaba usando todo de sí para obedecer y no llegar todavía.
──Hazlo, Shasha.
Tan pronto como dió la orden, un par de estocadas más faltaron para que Sana la acompañe. Su semen la llenó y los suspiros se escucharon. Hasta que Sana soltó una risa.
──Olvidé el condón. Maldita sea, Mina debió terminar de decirme dónde estaban.
──Tendremos una mini Sana entonces.
La pelinegra miró a los ojos de la menor, notando como estos brillaban.
──¿De verdad quieres una?
──Sí── asintió y dejó un piquito sobre los labios de Sana ──. Pero no ahora, estoy bromeando. Tomaré las pastillas.
──Eres increíble.
Tzuyu se encogió de hombros. ── Lo sé.
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