Prólogo.
La clase alta nunca va cambiar. Las personas decían que el tiempo cambia a las personas, incluso las nuevas generaciones prometieron no ser iguales a como la gente solía ser en el pasado pero, ¿Realmente lo estaban cumpliendo? Algunos no comprendían porqué se repetían las mismas acciones y actitudes, ¿Acaso era algo hereditario? No, era algo aprendido, esa era la respuesta más lógica.
La clase alta humilla, crítica, juzga, ordena... No importa hacia quienes van dirigidas sus palabras; Creían tener autoridad sólo por tener dinero. ¿La clase baja? Ellos no tenían permitido ni respirar cerca de ellos, creían. ¿La clase media? Eran personas que sólo querían hacerse pasar por los verdaderos reyes, o sea la clase alta.
Ni hereditario ni aprendido, el hijo podía ignorar por completo los prejuicios y enseñanzas de sus padres; Y Hwang Hyunjin era la más grande prueba de eso, junto a...
- ¿Te encuentras bien? -preguntó al otro lado de la puerta. ni siquiera necesitó una respuesta, los simples sollozos de su amigo le dejaban en claro que no.
- Hey, Lix. -el mejor amigo del nombrado (el cual estaba metido en el baño), apartó a Jisung de la puerta para tener libre acceso a ella, y que así su pequeño pecoso pudiera oírlo mejor-. Está bien... No tienes que pasar por esto solo.
- Debes saber que me siento pésimo el saber que estás mal y que no estoy haciendo nada para cambiarlo, mejorarlo o siquiera distraerlo. -comentó otro castaño parado a unos metros de los otros dos chicos, quienes lo miraron con lo que se llamaría "una mirada asesina" por lo que dijo.
- Seungmin vamos... -murmuró el de mofletes grandes acercándose a su compañero-. Es obvio que no sirves para consolar. -sin poderlo evitar rió.
La risa contagio a Seungmin y luego de unos segundos a Chan, quien se esforzaba más por retener la risa ya que no quería que Felix se sintiera mal al escucharlos reír pero afortunadamente no fue así ya que lograron oír reír a su pequeño amigo también, lo cual les tranquilizó.
No tardó en abrir la puerta, lanzándose de inmediato a los brazos de Seungmin quien se sorprendió al principio pero al reaccionar le devolvió el abrazo con fuerza, sonriendo aliviado al tenerlo tan cerca.
- Entiendo que Seungmin te hizo reír, ¿Pero para mí no hay nada? -cuestionó Jisung tras abrir sus brazos esperando un abrazo por parte del pecoso.
Félix miró con una sonrisa al castaño, el dolor en su pecho había desaparecido y aunque la razón del porqué lloraba la seguía teniendo presente en su mente, luego de ver sonreír a Jisung le calmó. Rápidamente abrazó al ya mencionado con fuerza, acurrucandose en él durante largos segundos, mientras Chan movía su pie con rapidez contra el suelo, indicando impaciencia.
- Tenemos que irnos a clases.
- Chan tiene razón, ya llamamos la atención al salir todos tras de Felix, seguramente ahora nos harán preguntas. -continuó Seungmin. tomó su mochila que estaba en el suelo y la colgó sobre su hombro, dándole una señal a sus amigos para que se fueran juntos de ahí.
- Vayan ustedes primero. -volvió a hablar Chan pero esta vez sujetó al menor de los cuatro por el brazo, dándole a entender así que no se moviera-. Quiero hablar un momento con Lix.
- Bien, pero no se tarden.
Tras decir eso, Jisung salió detrás de Seungmin, regresando ambos a su salón de clases. Mientras, Chan esperó a que no estuvieran cerca para soltar al pecoso, no tenía intenciones de regañarlo, si eso es lo que había aparentado. Se recargó en la columna de la puerta del baño y se cruzó de brazos, haciendo contacto visual con el chico frente a él.
- ¿Ahora qué hice mal? -cuestionó sintiéndose intimidado y gracias a ésto bajó su mirada y se encogió de hombros-. Sé que debí controlarme pero no pude hacerlo, perdón por eso...
Chan negó.
- No es eso. -ante esas palabras el menor volvió su vista a él-. Han pasado dos meses desde que terminaste con Changbin, sé que te duele aún pero también sé que la manera en la que Jisung y tú se miran no es normal, Lix. -una ligera sonrisa (para tranquilizar a su acompañante) se formó en sus labios.
- Te diste cuenta... -murmuró.
- ¿Cómo no darme cuenta? Ambos son muy obvios, y no me molesta, hey... Al contrario. -se acercó al menor para tomar sus manos y acariciar las mismas con delicadeza-. Deberías intentar algo con él.
- ¿Tú lo crees? -alzó su mirada cuando el mayor se acercó-. ¿Crees que esté bien? No quiero equivocarme, no quiero que las cosas salgan mal... Jisung es muy importante para mí como persona y amigo, no quiero perderlo si llega a fallar una relación con él. -poco a poco el tono de su voz disminuyó.
- ¿No te gusta lo suficiente?
- No es eso... Es un chico maravilloso, incluso creo que podría enamorarme de él si nos proponemos tener algo serio... -no pudo evitar sonreír de tan sólo imaginarlo- Es sólo que...
- No crees que es el indicado. -Chan completó la oración que Felix no pudo.
- No lo sé... -confesó-. Quiero creer que sí pero, ¿Y si no es así? No quiero que Jisung pierda su tiempo conmigo, ¿Me entiendes? -su mejor amigo asintió-. Probablemente el indicado esté allá afuera y simplemente aún no lo conozca...
Las puertas se abrieron gracias a dos guardias de seguridad. Los Hwang caminaron hasta llegar al centro, en todo el trayecto los invitados no habían dejado de mirarlos, algunos incluso murmuraban cosas. Todos ahí estaban impactados con el increíble visual y esencia que el señor y señora Hwang traían encima.
Sin embargo; como siempre, de inmediato notaron la ausencia de alguien, el hijo de la familia, el quizás próximo heredero de la Galería de Arte más grande de Corea del Sur. Aunque habían dos candidatos más para heredar eso, todos sabían que Hwang Hyunjin era la mejor opción no sólo por ser el mayor; Era educado, inteligente y honesto; Era casi seguro que él sería el elegido aunque éste ya se había negado públicamente en una reciente reunión.
A comparación de sus padres, Hyunjin no era un chico que se interesara por lo material ni por las apariencias como todas las personas dentro de su círculo social (a excepción de una persona más pero no era alguien a quien Hwang quisiera mencionar). En aquella reunión rechazó completamente la Galería y de igual forma a su fortuna, si eso era lo único que necesitaba para vivir una vida tranquila eso haría.
Obviamente sus padres y otros de los dueños de la misma galería no estaban de acuerdo, incluso habían intentado de todo para que Hwang se volviera un chico "de su clase social", o como el resto de gente describiría; Arrogante, insensible, materialista y superficial.
Pero, ¿Realmente eso era lo que Hyunjin quería? ¿Vivir una vida rodeado de gente superficial que juzga a primera vista? No lo creía. Sí, se consideraba alguien educado, inteligente y honesto, pero también era sincero con lo que sentía, y en ese momento sentía que no estaba donde pertenecía ni con quién debería estar; Refiriéndose a un pelinegro frente a él.
- Eres el indicado, Hyunjin.
Escuchó decir por parte de su acompañante.
- Lo sé. -respondió con una sonrisa.
A pesar de saberlo, no estaba de acuerdo, seguía firme con su decisión de no heredar la Galería ni mucho menos, convertirse en un superficial más. Sin embargo; Sus padres tenían un plan más para su querido hijo.
PRÓXIMAMENTE.
© CB97ONEB
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro