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051: Inseparables.

Sus brazos no pudieron soportar más el peso y cayó luego de dar un paso más que el día anterior, sumando hoy ocho pasos consecutivos. Afortunadamente Seungmin alcanzó a sujetarlo a modo de que el pelinegro no cayera al suelo, y tras llevarlo de nueva cuenta a su silla de ruedas ambos tomaron asiento.

— Gracias. —dijo el menor— Sigo sin poder caminar bien, ¿y si jamás logro hacerlo? —su tono de voz emitía preocupación.

— Volverás a caminar, hoy hiciste un avance, y poco a poco lo lograrás, Jeongin. —respondió tratando de darle un poco más de apoyo.

Poco más de dos meses habían pasado, el contrato finalmente terminaría en tres días y aún no había rastro alguno de Hyunjin o Felix, por supuesto que sus amigos y familiares sabían, pero ante la prensa era como si hubieran desaparecido, incluso el castaño le había dado sus tarjetas a Hwang para que pudiera hacer compras y su madre no se diera cuenta. Durante ese tiempo Seungmin vistió todos los días a Jeongin, logrando hablar también con otro alter.

— Quise conseguirte un poco de esos chocolates que me dijiste, pero sólo los venden en cierta temporada ya que los tienen que enviar desde Estados Unidos. —entró a la habitación y se detuvo al ver al pelinegro sentado en el sofá.

— ¿De qué chocolates hablas? —le sonrió confundido.

De inmediato se dio cuenta que no era "Jeongin", no sólo porque estaba sentado en el sofá, sino también porque se sentía en su aura y en su expresión.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó el mayor.

Ese alter aún no tenía conocimiento de lo que sucedía, y ciertamente decirle no era lo más apropiado ya que prefería dejar eso en manos de la doctora.

— Me siento bien, ¿pero tú estás bien? Estamos en un hospital. —miró a sus alrededores— ¿O quién está enfermo?

Sin embargo, sí tenía que averiguar quién era.

— A Felix le dio un poco de fiebre. —mintió— Y sabes cómo es Hyunjin, se preocupa de todo así que lo trajo.

— ¿De verdad? —se rió un poco—. Que adorable es Hyunjin cuando está enamorado, ¿no?

No era el "malo".

— ¿Y qué me dices de ti? —con un poco más de confianza (y especialmente tranquilidad) se acercó a sentarse a su lado—. Se sintió una química en ti y Minho.

— ¿Hablas del beso? —sonrió ampliamente antes de negar y reír—. Por supuesto que no, sólo fue un juego. ¡Es decir, es guapo y bastante atractivo tanto físicamente como en personalidad! Pero no me interesa nadie.

Seungmin pudo conocer a ese alter que era agradable, no estaba enamorado de nadie, parecía no tener enemigos, y era ese alter quien también sabía de los sentimientos de Seungmin por Felix, al parecer fue el primero en enterarse aquella vez en el comedor.

Lo cual también le recordaba aquellas veces que lo puso incómodo tras acercarse indebidamente, así que se disculpó.

— ¿Sabes algo de Felix y Hyunjin?

Regresando al tiempo actual, Jeongin tampoco sabía algo sobre ellos dos; entre todos estaban de acuerdo en no decirle nada para no comprometer su objetivo ya que, si ese alter malvado se enteraba del plan entonces estaría todo arruinado. Hasta la fecha seguía sin "aparecer" el alter malvado, según la doctora, éste había caído en un sueño profundo tras la última confrontación que había tenido, aún así, no se querían arriesgar.

— Aún no. —contestó.

La expresión de Jeongin cambió a una de tristeza, odiaba estar ahí, odiaba que su vida quedó arruinada, odiaba haberse quedado totalmente atrás... Y Seungmin se daba cuenta de ello.

— Estarán bien. —se apresuró a decir cuando notó las lágrimas en el rostro ajeno— Todo estará bien.

— ¡No es justo! —finalmente ya no pudo soportarlo—. ¡¿Por qué me tiene que pasar esto?! ¡Mi relación con Hyunjin, mis amigos, tú, y ahora mi vida entera quedó arruinada por culpa de él!

Apretó las ruedas de su silla al sentirse muy impotente, enojado y triste.

— ¡Claro que no me arrepiento de haberme enamorado de ti, no estoy diciendo eso, es sólo que...! —tomo un respiro—. ¡Quería a Hyunjin, de verdad lo quise y sé que él me quiso a mí, nuestra relación era preciosa, íbamos a nuestro ritmo cuando todo se vio arruinado! ¡Luego perdí a mis amigos, me quedé solo! —sorbió su nariz—. ¡Y cuando volví a tener algo bonito, cuando volví a enamorarme y cuando realmente amé a alguien, —se refería al castaño— también lo arruina! ... Y mis piernas. —sollozó— Mi vida entera, Seungmin... Arruinó mi vida entera...

— Tienes que calmarte. —se acercó a él al punto de agacharse para estar a su altura.

— ¡No quiero vivir así! —gritó cerrando sus ojos, tras eso sintió un leve espasmo en su cuello que le hizo quejarse del dolor.

— ¡Yo sé que no quieres vivir, nadie quiere vivir así! —también gritó para que el menor entrara en razón.

Seungmin sabía que decirle que se calme era muy fácil, pero no sabía que otra cosa pedirle. Si su tristeza o enojo se hacían más fuertes entonces corría el riesgo de explotar y caer en un sueño profundo, no quería eso, no iba a arriesgarse a perderlo.

— No mereces esto, Jeongin. —le tomó del rostro para que lo mirara— Tú sólo querías ser feliz, querías vivir tu vida pero alguien más decidió cómo vivirla, ¡y por supuesto que no es justo! Pero ahora debes seguir avanzando, no hay manera de regresar e impedirlo, ahora tienes que enfrentar esto y aprender a vivir con ellos.

Jeongin le miró con mucha tristeza y puso sus manos encima de las del castaño, apretando éstas con fuerza.

— No me hubiera importado que me separara de Hyunjin, tampoco me hubiera importado que me dejara sin amigos o si me hubiera dejado en silla de ruedas para siempre... Si tan sólo me hubiera dejado estar contigo. —confesó con dolor.

Seungmin suspiró.

— Lo hubiera podido soportar, Seungmin... —continuó hablando a pesar de su tono de voz cortado— Hubiera enfrentado todo si tan sólo no te hubiera quitado de mi lado... Pero, ¿ahora qué me queda? Yo sé que no quieres estar conmigo, ¿qué puedo ofrecerte? No puedo caminar, ya no tengo ningún tipo de poder en la Galería, y además tengo este problema...

— Ya te dije que no es por tu trastorno, mucho menos por tu condición física o tú posición económica. —poco a poco se separó para ponerse de pie, soltando un fuerte suspiro.

¿Debería decirle la verdad? ¿Era lo mejor? En un estado así no estaba seguro... Jeongin ya estaba sufriendo muchísimo, no quería causarle otro tormento a su corazón, sin embargo; Seungmin también tenía que dejarle en claro que no era por Jeongin.

El menor permaneció en silencio y esperó a que el castaño volviera a hablar ya que se veía con intenciones de hacerlo.

— Hay alguien más. —confesó.

Jeongin ni siquiera levantó el rostro para mirarle, tampoco dijo algo, la sorpresa fue tan grande que no alcanzó a procesarlo para cuando el mayor siguió hablando.

— Fue inevitable, sinceramente hubiera preferido no enamorarme de esa persona. —retrocedió un poco para tomar asiento— No por mis sentimientos por ti, aunque eran dolorosos, sino por ser precisamente esa persona.

No tenía intenciones de decirle que era Felix, no quería que comenzara a compararse tal y como lo hizo el pecoso por culpa de ese alter.

— Decepcionarte es la forma más rápida y eficiente de olvidar a alguien. —miró al pelinegro aunque este no hiciera lo mismo— Claro que no fue culpa, no pienses eso.

— Encontraste en otra persona lo que no encontraste en mí. —musitó con tristeza— ¿Verdad? —al fin levantó el rostro para mirarlo.

— No fue tu culpa, no eras tú.

Jeongin retrocedió y limpió sus lágrimas luego de sorber su nariz.

— Es mejor si te vas ahora. —se apartó de él, dirigiéndose con su silla casi al otro lado de la habitación.

— Jeongin, no eras tú. —se puso de pie y trató de acercarse pero al querer dar un paso más, el menor volvió a retroceder.

— Por favor vete. —suplicó.

— No puedo dejarte así, no mientras te sientas así. —ambos sabían a qué se refería.

— Estaré bien. —mordió su labio para evitar volver a llorar— Te lo prometo, mañana seguiré siendo yo... Sólo por favor, vete.

— Jeongin-

— No fue mi culpa, lo sé. —trató de sonreír— Es sólo que... Tengo que descansar.

Seungmin suspiró y asintió, debe ser difícil enterarse de esa manera así que tras una leve sonrisa como despedida salió de la habitación, sonriéndole a la doctora que estaba afuera esperando. Agradeció a la mayor y se marchó de ahí.

Bajó hasta el auto, entrando en la parte trasera y soltando un fuerte suspiro tras sentarse y cerrar sus ojos. Actualmente se estaba haciendo "cargo de todo", en su casa todo era un problema, por ello seguía en el departamento de Minho y Chan, aunque eso no le hacía librarse de las juntas obligatorias para su "evaluación", aunque para ese punto eran innecesarias ya que era el único heredero.

Sin embargo, pronto todo terminaría.

— ¿Todo bien, joven Kim? —preguntó mirándolo por el retrovisor.

— Te he dicho que no me llames así ni que me trates de usted, no hace falta. —abrió sus orbes y la miró— Nos conocemos hace años, Jihyo.

— No puedo acostumbrarme. —sonrió pero asintió— ¿Estás bien?

— Ya lo sabe.

— ¿También que es Felix?

— No, sólo le dije que había alguien más. —volvió a suspirar— ¿Crees que estuvo bien?

— Claro, es mejor así. —encendió el auto— Mientras menos sepa mejor para su salud.

Jihyo se dio cuenta de que el castaño estaba muy pensativo, el haberle confesado eso a Jeongin no era lo único que le preocupaba.

— ¿Pasa algo más? —antes de dar marcha se tomó el atrevimiento de girarse un poco para mirarlo.

— Me enamoré de Jeongin... En aquel tiempo me enamoré por completo de él, de su personalidad, sus gestos, sonrisa, risa... —hizo una pequeña mueca— Y si dejé de quererlo fue porque me decepcioné al creer que estaba jugando con Hyunjin y conmigo.

— Sí.

— Pero ahora sé que no fue así, no era él. —la miró— Por lo que el Jeongin del que me enamoré sigue ahí, es él. —la mayor asintió— Creo que puedo volver a enamorarme de él.

— ¿Qué?

— Fue otra persona de la que me decepcioné, fue otra persona la que hirió mis sentimientos... Mientras el chico del que me enamoré sigue ahí. Yo entiendo eso, sólo tengo que hacer que mi corazón lo entienda. —mostró una leve sonrisa.

— ¿Quieres volver a enamorarte de Jeongin? —quiso confirmar las palabras ajenas.

— ¿Está mal?

— Creo que no... —hizo un ademán con sus hombros— Después de todo fue otra persona quien arruinó su amor.

— Exacto, así que-

Guardó silencio cuando su celular emitió una notificación por lo que lo revisó, viendo en la pantalla un mensaje por parte de su madre, pidiéndole que de inmediato vaya urgentemente a la casa por lo que suspiró.

— ¿Ahora qué pasa? —cuestionó la mayor.

— Mi madre quiere que vaya. —contestó sin ganas de ir a ese lugar— Dice que es urgente.

— Está bien. —se acomodó en su lugar para ponerse en marcha.

Al llegar a la casa ambos bajaron del auto para ir adentro, ambos saludaron a los empleados (o mejor dicho a sus amigos) hasta llegar a la biblioteca, que era el lugar donde le estaban esperando. La puerta de dicha habitación estaba siendo custodiada por dos guardias que de inmediato le prohibieron la entrada a Jihyo.

— Te esperaré aquí. —frunció el ceño mirando a ambos guardias y dio un paso hacia atrás.

— Gracias. —le sonrió antes de entrar.

A Seungmin le molestaba eso, que tratarán a los demás como si no tuvieran derecho. Jihyo llevaba años trabajando para los Hwang, incluso había crecido con Hyunjin y cuidaba de él, no era justo el trato hacia ella.

Entró y vio a la señora Yang y Hwang sentadas, mientras su madre estaba a un costado con una expresión realmente molesta y preocupada.

— ¿Qué sucede? —preguntó apenas estuvo cerca.

— Buenas tardes, Seungmin. —saludó la madre de Hyunjin, mostrándole una sonrisa (por supuesto falsa)— ¿Cómo estás?

— ¿Por qué me pidieron venir? —repitió ahora sintiendo que algo iba mal.

— ¿Ni siquiera vas a regresar el saludo? —ahora habló Yang—. Vaya, que maleducado.

— Ustedes no se han molestado en saludarme en todo el tiempo que llevamos siendo "una familia". —hizo comillas— Así que, ¿qué quieren?

— No deberías hablarle así a tus jefas, Kim. —la sonrisa en el rostro de Hwang desapareció y su tono de voz cambió.

— No por mucho tiempo lo serán. —contestó.

— ¿Eso crees? —la rubia se burló.

Ante eso Seungmin miró a su madre, quien tras suspirar se acercó a él.

— Hijo... —le tomó de las manos— Algo cambió...

— ¿Qué? ¿A qué te refieres?

— Yang y Hwang... —las miró de reojo con una mirada con odio— Han puesto una nueva condición para heredar... Ya que son ellas dos contra mí no puedo interponerme.

— ¿Qué condición? —miró a las dos mujeres, quienes le miraron desafiantes.

— Tenemos que asegurarnos que la Galería siga con un legado por muchos años, ¿no? —dijo Yang—. Obviamente nos preocupamos por el futuro de la Galería.

— Así que ahora sea quien sea el heredero, como condición debe estar casado. —prosiguió Hwang con una amplia sonrisa— Así nos aseguraremos de que la Galería tendrá futuro.

— ¡¿Qué?! —soltó las manos de su madre y se dirigió a la mesa—. ¡Por dios, ¿tengo que casarme?!

— Si quieres heredar entonces sí. —respondió su madre antes de acercarse para poner sus manos sobre los hombros de su hijo— Estas brujas pusieron eso de condición para seguir en el poder más tiempo.

— ¡Eso es...! —la madre de Hyunjin le interrumpió.

— Aunque tu contrato termine no podrás heredar a menos que estés casado, ¡seguiremos siendo tus jefas y por supuesto que seguiremos siendo dueñas de tu imagen, Kim! —se inclinó un poco al castaño—. ¡A menos que me digas en donde está mi hijo, sólo voy a permitir que él herede!

Seungmin apretó los dientes y se alejó luego de bufar molesto, habían tirado dos meses a la basura gracias a esa estúpida condición, ahora sus planes estaban arruinados, ya no podían hacer nada.

Se dio la vuelta y sin decir algo salió de la biblioteca. Jihyo se acercó de inmediato al notar su expresión, sabiendo que algo andaba mal.

El menor se removió un poco sobre la cama y buscó a su lado a Hyunjin, pero al sentir el vacío abrió sus ojos y al no verlo miró toda la habitación, no estaba ahí por lo que se levantó y se vistió de inmediato para salir de la recámara, dirigiéndose hacia donde se escuchaba ruido, encontrando a su novio en la cocina.

— Es muy temprano. —musitó apenas se acercó.

Hyunjin se dio la vuelta para mirarle, sonriendo ampliamente luego de intercambiar miradas.

— Buenos días, bonito. —caminó a él para besar sus labios de forma rápida— Lo lamento, ¿te desperté?

— No, para nada. —sonrió tras el dulce sabor de sus labios— Sólo no te sentí a mi lado.

— ¿Así que ya no puedes estar lejos de mí? —le rodeó por la cintura y lo atrajo a sí mismo.

— Sabes perfectamente que no. —puso sus manos sobre los hombros ajenos.

Ambos se sonrieron antes de compartir un beso más, esta vez un poco más duradero aunque no lo suficiente, ya que pronto Hyunjin regresó a la estufa para apagarle y tapar la olla en la que cocinaba.

— ¿A dónde quieres ir hoy, bonito? —regresó junto al menor tras quitarse el delantal que llevaba—. Aún tenemos dos días para nosotros.

— Mmh... No está en Londres pero —se encogió un poco de hombros y sonrió mirando a su novio—, me gustaría conocer la universidad de Oxford.

— Por supuesto que sí, sólo está a una hora de aquí. —tomó su mano para llevarlo consigo hasta el comedor.

Durante el desayuno intercambiaron opiniones sobre Londres, ya habían visitado la mayoría de lugares a los cuales querían ir, incluyendo los palacios. La vida ahí era bastante diferente, sin mencionar el maravilloso acento de los ingleses. Por suerte Felix podía hacerles competencia con su acento australiano.

Desde que dejaron Corea hicieron bastantes cosas, la primera semana con la familia de Felix fue increíble. Hyunjin rápidamente se ganó a los padres del pecoso y también pudo conocer a los padres de Chan, al igual que a los hermanos del mismo. Hwang jamás había estado en un ambiente tan agradable y hogareño, le había gustado bastante que se habían quedado otra semana más.

Luego de eso llegaron a París, donde estuvieron dos semanas también, esta vez con más calma pudieron visitar los lugares que querían. Y desde ahí se fueron a Londres, usando por supuesto el tren subterráneo.

Finalmente habían pasado poco más de un mes en Londres. Estaban tan felices que no querían regresar, el tiempo solos era increíble, sólo se tenían a ellos dos y no importaba nada más.

— Iré a prepararme, ¿quieres bañarte conmigo? —el menor se levantó de su silla y esperó respuesta de su pareja.

— Claro que sí, bonito. —respondió con una sonrisa.

— Bien, entonces vamos. —de igual forma sonrió y se dio la vuelta para salir.

Pero antes de que Hyunjin pudiera seguirle se detuvo debido a un mensaje. Logró leerlo ya que su celular estaba boca arriba sobre la mesa, era Seungmin:

“Ha sucedido algo realmente grave, necesitamos hablar, llámame en cuanto puedas”.

¿Qué podía ser tan grave? Se preguntó preocupado pero inmediatamente guardó su celular cuando el pecoso le miró.

— ¿Sucede algo? ¿Quién era? —se acercó un poco.

— No te preocupes. —le tomó la mano— Más tarde nos ocuparemos de ello, por ahora vamos a bañarnos.

No quería arruinarle ese día a Felix, si era algo grave entonces evidentemente era algo malo así que al menos quería brindarle un último día (o al menos horas) de tranquilidad al pecoso, también quería pasar por lo menos un rato más con su chico bonito.

— ¡No puede ser, es más bella en persona! —exclamó Felix mirando el gran edificio de la universidad.

— Lo es, además al ser bastante antigua la hace más impresionante. —comentó el mayor dirigiéndose a su lado.

— Admiro bastante los lugares históricos de Reino Unido, sus paredes tienen bastante historia como esta universidad y la universidad de Cambridge, pensar que sin la universidad de Oxford jamás existiría la de Cambridge. —musitó con admiración pero hizo una pequeña pausa— ¡Claro que estoy consiente del robo a los otros países! Aunque me encantó haber conocido el Museo británico reconozco que todo ahí es robado...

Hyunjin soltó una leve risa.

— Es bueno que lo reconozcas, tampoco hay que dejarnos cegar por las maravillas de cada país. —pasó su brazo alrededor de los hombros ajenos— Reino Unido parece perfecto, pero no hay que olvidar que están bajo la corona.

— Me parece muy increíble la corona. —miró a su novio— Sé que también es "mi" —hizo comillas con una mano— rey, ya que soy australiano, pero me parece muy sorprendente y... Terrorífico, ¡tendrán bastantes secretos!

— La corona no ha estado en buenas manos, sé que después de todo tienen que cuidar su imagen pero eso les quita su humanidad. —también miró al pecoso— La reina Isabel ignoró el derrumbe de Gales, dijo que "la corona visita hospitales, no la zona del desastre". Claro que se arrepiente, pero tras eso no aprendió de su error ya que continuó enfocándose solo en lo que la gente decía.

— La princesa Diana hubiera hecho un cambio. —apoyó la cabeza en el pecho ajeno— Ella era una mujer increíble que fue víctima de la reina y del rey Carlos.

— Es una pena que no haya recibido el apoyo de nadie dentro del palacio, el amor que le brindó toda la gente alrededor del mundo la condenó. —acarició la cabellera ajena— Claro que también cometió errores, era humana, pero la humillación que recibió por parte de la realeza fue horrible.

Hyunjin no pudo evitar sentirse reflejado en sus palabras, parecía que la Galería era exactamente igual que la corona, su madre y la madre de Jeongin sólo se preocupaban por la imagen, mientras que despreciaban a Felix por ser un chico tan humilde y compasivo. Realmente parecía una enorme coincidencia hablar de eso y encontrar el parecido.

Eso le recordaba que debía decirle sobre el mensaje de Seungmin así que se separó un poco para mirarle.

— Seungmin envió un mensaje. —el menor le miró— Algo ocurrió, así que me pidió que lo llamara.

— ¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste en ese momento? Te lo pregunté. —frunció ligeramente el ceño.

— Dijo que era grave, por lo que es algo malo... Sólo quería que pasáramos un momento más de tranquilidad. —dijo sinceramente.

Felix suspiró y asintió un par de veces. Sin esperar algo más sacó su celular para llamarle al castaño, no era mucha diferencia de horario pero claramente sí se notaba, mientras en Oxford eran apenas las dos de la tarde, en Corea ya eran las ocho de la noche.

Kim no tardó en contestar, viéndolos a ambos puesto que era videollamada.

— Pensé que les tomaría menos tiempo llamarme.

— Lamentamos hacerte esperar, teníamos planes. —respondió Hwang de forma seria.

Seungmin se veía preocupado, bastante preocupado.

— ¿Qué sucede? ¿Todo está bien? —esta vez el pecoso preguntó tras acercarse al celular.

El castaño sólo suspiró.

— Todo nuestro plan se fue a la mierda... Tu madre —se dirigió a Hyunjin— y la señora Yang han puesto una condición para poder heredar, evidentemente mi madre no pudo oponerse, mientras ellas dos trabajen juntas jamás podrá oponerse.

— ¿Cuál condición? —preguntó Hyunjin.

— El heredero tiene que... —suspiró nuevamente al sentirse molesto— El heredero tiene que estar casado.

— ¡¿Qué?! —exclamó Felix sorprendido.

— De esa forma ellas tendrán el poder por muchos años más, y aunque nuestros contratos terminen seguirán siendo dueñas de nuestra imagen. —hizo una pequeña mueca— No hay manera de poder heredar, han ganado... Sólo te dejarán heredar a ti, Hyunjin, pero si haces eso-

El nombrado le interrumpió pero dijo lo que el castaño iba a decir.

— Me alejarán de Felix. —sentenció y el chico al otro lado del celular asintió.

— Lo lamento, chicos. —murmuró al ver sus expresiones— Es mejor si regresan hoy mismo, pensaremos en algo pero los necesito aquí.

—Sí, estoy de acuerdo. —continuó el mayor— Hoy mismo tomaremos el vuelo para Seúl, muchas gracias por avisarnos, Seungmin.

Tras un intercambio de miradas más colgó la llamada y suspiró profundamente. Efectivamente era peor de lo que pudo imaginar. No pensó que su madre sería capaz de hacer algo así, es decir; sabía que era... Malvada, ¿pero poner una condición así? Habían arruinado todo, Seungmin ya no podía heredar, y sólo eso era lo único que Hyunjin pedía y quería.

— Será mejor si nos vamos ahora... —habló Felix desanimado pero aún así tomó la mano de su novio— Jeongin cedió su posición para nada, ni siquiera Seungmin con ambos poderes puede quedarse la Galería.

Hyunjin le miró en silencio por unos segundos tras oírlo atentamente y después acarició la mano ajena con delicadeza, mostrando una amplia sonrisa después.

— Todo estará bien, bonito...

• ¡Holi! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.
Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

Espero que les haya gustado, ahora sí puedo decir, ¿listas para el finaaaaal? Lo estaré terminando en estos días así que esta semana Rich boy finalmente terminará. <3 Quiero agradecerles por todo el apoyo que el libro ha recibido, estoy tan feliz de hasta dónde ha llegado la historia, y en serio me alegra que les guste.

Suspiro, les voy a extrañar muchooo.

¡Una vez más gracias por leer!
¡Hasta luego!

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