038: Consolación.
Entró al departamento e inmediatamente pudo notar la presencia de todos sus amigos a excepción de Seungmin (quien asistiría a la misma cena que Hyunjin). Sin embargo, no les dijo nada aun cuando sintió las miradas sobre él, sólo se apresuró a ir a su habitación, cerrando la puerta fuertemente tras ingresar a la misma.
Los tres chicos en la sala se pusieron de pie y preocupados se acercaron a la habitación del pecoso, pero sólo uno de ellos se atrevió a llamarle.
— Lix, ¿estás bien?
Preguntó Lee Know tras golpear suavemente su puerta, pero no hubo respuesta. Por el otro lado no podían oír nada, ni siquiera sabían si el menor estaba llorando puesto que no le escuchaban sollozar.
— Felix sabes que si necesitas algo aquí estamos, por favor no cargues con todo esto tu solo... —ni siquiera Chan entendía a qué se refería con "todo esto"— Siempre estaremos aquí para ti.
Tampoco respondió. Jisung trató de hablar para darle un poco de ánimos pero no pudo, le destruía la idea de que Felix estuviera mal, pero por otra parte ¿qué podía decirle? No entendía (al igual que Chan y Minho) lo que sucedía, así que prefirió guardar silencio.
Finalmente subió al auto y se abrochó el cinturón, a su lado los dos chicos no dijeron absolutamente nada; el chófer arrancó el auto al destino en un silencio sepulcral, el ambiente se podía sentir demasiado tenso.
— ¿Todo en orden? —preguntó Jeongin tratando de relajar el aire.
— Todo en orden. —respondió inmediatamente Seungmin antes de mirar al de cabellera larga— ¿No es así?
Hyunjin frunció el ceño.
— ¿Por qué me preguntas a mí? —no pudo evitar hablar molesto—. ¿Tienes algo que decirme?
— Cálmate Hyunjin. —el menor de los tres le miró— No te dijo nada, dios...
Seungmin y Hyunjin miraron al pelinegro confundidos y después se miraron a ellos mismos para intercambiar miradas y asegurarse que ambos estaban extrañados por la respuesta ajena. Tras unos segundos cada uno miró en una dirección diferente. Si antes el ambiente estaba tenso, ahora lo estaba aún más.
Llegaron al restaurante y el chófer tras detener el auto y bajarse, le abrió la puerta a los chicos para que bajaran de éste. Miraron el enorme lugar pero ninguno se mostró entusiasmado, sólo avanzaron cuando se les dio la indicación.
Sería una cena de negocios, conocerían a los próximos socios (si es que lograban cerrar el trato) que llevarían la Galería por toda Latinoamérica, no podían echar a perder esa velada.
— Buenas noches, muchas gracias por venir. —la primera en hablar fue la señora Kim— Me gustaría presentarles a nuestros chicos. —se hizo a un lado para que los tres pudieran verse— Mi hijo, Kim Seungmin, y ellos son Hwang Hyunjin, y Yang Jeongin.
Los tres hicieron una reverencia antes de estrechar las manos ajenas.
— Uno de ellos será el jefe de la Galería en el futuro, entonces es importante que los tres tengan conocimiento sobre los eventos que se realizan. —prosiguió con una sonrisa.
— ¡Aunque es obvio quién heredará! —la señora Hwang empujó "suavemente" a la madre de Kim para poder ser el centro de atención—. ¡Mi hijo además de ser el más educado, tiene las mismas o incluso más ambiciones que yo y su padre! Por eso creemos que sería el mejor jefe~.
Antes de que Hyunjin pudiera decir algo, la señora Yang se adelantó.
— Y su futuro esposo o esposa seguro será igual de ambicioso y con las mismas aspiraciones que él, ¿no lo creen? —sonrió ampliamente mirando a su hijo por unos segundos—. Serían una pareja poderosa.
— Mientras Hyunjin ame a esa persona seguro será la indicada. —comentó la madre de Seungmin mirando al rubio y como éste le agradecía con una cálida sonrisa.
Hyunjin y la señora Kim no tenían una relación cercana, ni parecían estar cerca de tener una ya que la madre del primer mencionado siempre los alejó, pero la madre de Seungmin estaba enterada de las cosas que su mamá le hacía.
Se sentaron luego de recibir la indicación por parte del papá de Yang y la cena empezó con normalidad hablando sobre el manejo de la empresa; pero conforme el tiempo pasaba el ambiente se relajaba más (o quizá era él champagne).
— Disculpenme unos minutos por favor.
Con una suave sonrisa se levantó e hizo una reverencia a los demás antes de salir al balcón del restaurante, éste estaba vacío puesto que en el salón principal había musica y la mayoría de personas estaban bailando.
Hyunjin respiró profundamente y después exhaló con la misma intensidad, sintiendo su cuerpo ser acariciado por el aire frío.
— ¿Estás bien? —oyó la voz de su mejor amiga—. Luces un poco distante.
El chico se dio la vuelta para recargarse en el barandal y así poder mirar a Jihyo.
— Terminó conmigo.
— ¿Qué?
Inmediatamente el semblante de la chica cambió, no esperaba algo así, y menos cuando ella misma había llevado a Felix hasta la habitación de su jefe. El pecoso se había mostrado con tanta urgencia que pensó en todo menos que sería algo así.
— Dijo que no está dispuesto a soportar a los medios. —se cruzó de brazos— Claro que... —pausó sus palabras unos segundos— Respeto eso, pero yo le pregunté eso en París, y él me dijo que no le importaba, ¿por qué cambió de opinión? ¿Qué sucedió para que...? —volvió a suspirar—. No lo entiendo...
Jihyo se quedó en silencio, no podía decir algo en ese momento. Se sentía culpable pues recordó que Felix le preguntó sobre la relación de Jeongin y Hyunjin. “Quizás si mi respuesta hubiera sido diferente”, no pudo evitar pensar en que si le hubiera dicho la verdad al rubio, éste no habría tomado esa decisión.
— Quise ir a buscarlo pero teníamos esta estúpida cena... —miró a su costado la ciudad— Ahora mismo quiero ir con él, quiero estar con él, saber qué sucedió realmente.
¿Realmente valía la pena estar con Felix? La voz en la cabeza de Jihyo le hizo cuestionarse eso. Sabía que Felix era un buen chico pero... ¿Ambos merecían pasar por eso? El pecoso por ser tan inseguro, y Hyunjin por sufrir por eso.
— Mañana lo verás en la universidad, ¿por qué no hablas con él? —tragó saliva luego de procesar bien toda la situación—. Tal vez hubo una buena razón para que te dijera eso.
— ¿Sabes? Ni siquiera me importa si me da una explicación o no, si me pone mil excusas o no. —miró a su compañera— Sólo quiero estar con él.
— No estoy segura si eso es sano en una relación... —murmuró con desconfianza.
No dijeron más sobre el tema al ver al otro lado de la puerta a Jeongin quien les pedía con una sonrisa que entraran al edificio.
— Sólo trata de disfrutar la cena, ¿si? —le tomó del hombro y le sonrió antes de soltarlo.
Regresaron al interior y no tardó en acercarse Seungmin junto a su madre y la señora Yang, todos parecían de buen humor, lo cual relajó un poco a Hyunjin y Jihyo.
— Están tocando canciones lentas, ¿por qué no bailan un poco? Les hará bien. —propuso la señora Kim con una sonrisa.
— ¡Tienes razón! —de inmediato le siguió la madre de Yang—. ¡Hijo, deberías bailar con Hyunjin!
Sin esperar respuesta ajena tomó el brazo de su hijo y del segundo nombrado para juntarlos y empujarlos suavemente a la pista de baile.
— M... Mamá, cálmate. —no pudo evitar tartamudear un poco al sentirse avergonzado.
— Está bien, Jeongin. —el menor le miró— Bailemos.
Seungmin y Jihyo los observaron alejarse un poco hasta llegar al centro de la pista, algunas personas (sino que gran mayoría) les miraron.
— Bueno Jihyo, ¿me concedes el honor? —el castaño le extendió la mano hasta que la chica con una sonrisa la tomó.
— Me encantaría.
Siguieron a sus compañeros hasta el centro del salón y tras sujetar la cintura de la chica, y Jihyo rodear los hombros ajenos, ambos comenzaron a bailar de manera lenta, dejándose guiar por el ritmo de la canción; y poco a poco las personas mirándolos también no se hicieron esperar.
— Tengo una pregunta, espero pueda concederme una respuesta. —dijo Jihyo ladeando un poco su rostro.
— Por favor. —sonrió levemente indicándole que siguiera.
— ¿Habló con Jeongin? —notó como el castaño fruncía el ceño así que prosiguió hablando para que no hubiera malentendidos—. Desde la última vez que me confesó que él le gustaba y yo le dije que Jeongin hablaba cosas horribles de usted, yo...
— Por favor, Jihyo. —la interrumpió— Puedes hablarme informalmente, empecemos por ahí.
La mayor sonrió también suavemente.
— Bien... —continuó— Desde esa vez que supiste la verdad, me he preguntado si hiciste algo al respecto.
Seungmin suspiró. No podía decirle que ahora su corazón le pertenecía a Felix, ¿verdad? Jihyo era la chófer de Hyunjin, el novio de Felix, pensó el castaño. Así que evidentemente no debería comentarlo, sin embargo; sobre el otro tema (Jeongin) se sentía bien para hablar con ella, para "desahogarse".
— Jeongin y yo tenemos un pasado. —confesó— Supongo que lo sospechabas ya que después de la relación de él y Hyunjin, comenzamos a ser más cercanos. —su acompañante asintió al recordar aquel tiempo— Pasamos... —quiso corregir pero ya era tarde— Pasamos muchas noches juntos, Jihyo.
La sorpresa ajena se hizo evidente.
— Solía portarse diferente... Algunas veces me pedía que le repitiera muchas veces que lo amaba, otras veces él me repetía que me amaba... Pero siempre me dijo lo mismo, que no quería perderme. —no pudo evitar desviar su mirada al pelinegro que seguía bailando con Hyunjin, ambos reían— Siempre que estábamos solos buscaba la manera de estar cerca de mí, aunque hubo una excepción, en París, estando solos me pidió que no lo tocara.
— ¿Qué?
— Tampoco lo entiendo. Además —regresó su vista a la chica—, mientras a ti y a tu jefe les hablaba mierda de mí, conmigo decía exactamente lo mismo de Hyunjin.
— ¿Jeongin hizo...? —sintió enojo claramente—. Sabía que era... Difícil de tratar, arrogante, ambicioso, vanidoso pero, ¿llegar a ese punto de falsedad?
— Es lo mismo que pienso... E incluso aún conociendo su verdadero juego, no puedo evitar pensar que sus palabras cuando dice que me ama suenan sinceras. —desvió un poco la mirada al suelo.
— No, Seungmin... —le tomó del mentón para hacer que volviera a mirarla— Jeongin es...
No pudo terminar la frase, alguien la tomó del brazo y la jaló con suavidad. Cuando se dio cuenta ya estaba en brazos ahora de Hyunjin, y Jeongin estaba con Seungmin. El rubio y el pelinegro se veían de buen humor, estaban riendo y parecían simplemente disfrutar de la música que había cambiado de ritmo.
— Hyunjin, estaba...
— Después hablas con él, ¿no fuiste tú quien me dijo que disfrutara de la cena? —sonrió al ver que no respondía—. Eso pensé, por favor relájate, te lo mereces.
Y tras un largo suspiro y una mirada de reojo a Seungmin, sonrió y se dejó llevar.
Por otra parte, Jeongin había comenzado a contarle a Seungmin sobre la conversación que había tenido con Hyunjin:
— ¿Puedes creerlo? A mí no me puede ganar en baile, ¡soy mejor que él! —dijo riendo—. ¿Verdad que sí?
— Sinceramente sí puede ganarte. —hizo un ademán con sus hombros sintiéndose un poco incómodo.
— ¿Cómo? —preguntó indignado—. ¡Claro que no!
Por supuesto que el sentir y el aura que Kim transmitía no iba a pasar desapercibido por parte de Yang, ya que al notar inmediatamente su incomodidad borró su sonrisa y habló con un poco más de calma:
— ¿Podemos por esta noche olvidar lo que pasó? —pidió mirándole a los ojos—. No quiero hablar sobre lo que sucedió en París... Además, no es el momento ni el lugar, así que sólo pido que por el resto de la cena seamos los buenos amigos que fuimos alguna vez, ¿crees que se pueda?
Ahí estaba otra vez ese tono sincero que le había mencionado a Jihyo, de verdad que no quería creer en él pero...
— Nuestros padres esperan mucho de los tres, sólo por el bien de la Galería, independientemente de nuestra situación, el trabajo no debe estar metido en el medio, y menos ahora que estamos bajo evaluación para la herencia, por favor...
... Tenía razón. Claramente el trabajo no importaba más que su estabilidad o salud, pero no podía hacer un escándalo ahí sólo porque le rompió el corazón.
Suspiró profundamente y después asintió antes de sonreírle con suavidad y esfuerzo.
— Está bien, sólo por esta noche.
Ambos se sonrieron.
— Gracias.
La noche transcurrió entre risas y más bailes. Pronto Jihyo salió del escenario pero Seungmin, Hyunjin y Jeongin continuaron pasándola bien entre ellos tres hasta que decidieron tomar unos largos minutos (o tal vez horas) de la cena para beber y contar historias de su familia o de su vida antes de la unión de las familias.
Reían, gritaban, jugaban y sonreían de una forma tan natural que los tres podían asegurar que había sido la mejor cena de trabajo. Sus padres y aún más importante, los socios se veían muy felices.
— ¡No, ese no fue el mejor momento! —dijo Jeongin riendo—. ¡El mejor momento fue cuando el señor Hernández trató de tomarse su bebida sin las manos!
Ambos rieron al recordar. Los tres estaban camino a sus respectivas habitaciones con el fin de descansar puesto que ya pasaba de la medianoche.
— Creo que todo salió muy bien con ellos. —habló el castaño.
Se detuvieron cuando cada uno estaba frente a su puerta.
— Sí, me la pasé muy bien con ustedes, chicos. —el menor les sonrió a ambos y con amabilidad les palmeó los hombros— Buenas noches~.
— Descansa. —Hyunjin se despidió.
Sin decir algo más, Seungmin entró a su habitación y cerró la puerta, no estaba de ánimos (además estaba ebrio) para hablar con Hyunjin, ya que quería hacerlo pero lo haría después.
Abrió la puerta de su habitación y miró hacia la puerta de su hermano, ésta estaba cerrada e imaginaba que Chan estaba durmiendo junto a Lee Know (por un sofá cama que éste tenía en su dormitorio). Soltó un suave suspiro por lo mal que se sentía y siguió su camino a la cocina pero al dar el primer paso chocó con algo que estaba en el suelo. Frotó un poco sus ojos y miró a esa dirección hasta notar quién era, sorprendiéndose de inmediato.
— ¿J... Jisung? —murmuró con sorpresa.
— ¿Lix? ¿Estás despierto? —se pudo notar como estaba somnoliento, por lo que el pecoso se dio cuenta que se había quedado dormido ahí.
— ¿Qué haces ahí? ¿Por qué sigues aquí? —se agachó para hincarse a su lado.
Jisung frotó sus ojos un par de segundos y al final miró al rubio a su lado, sonriéndole suavemente apenas pudo sentir como sus miradas cruzaban.
— No quería dejarte solo. —se removió un poco en ese mismo espacio para acomodarse.
Felix volvió a sentirse vulnerable, aún se sentía culpable por haberlo herido de esa manera, ¿y Jisung? Jisung seguía siendo tan lindo a pesar de lo que sucedió. ¿Era justo?
Sollozó intentando ser silencioso sin lograrlo y agachó el rostro antes de taparse los ojos con una de sus manos al sentir como las lágrimas volvían.
— No llores, perdón, ¿dije algo? —preocupado se acercó y dudó un poco sí debería abrazarlo pero al final lo hizo—. Perdóname...
— No eres tú... —le devolvió el abrazo fuertemente— Soy yo, ¿cómo puedes seguir preocupándote por mí cuando te lastimé de esa manera tan fea?
— ¿Qué? Pero no es tu culpa... —se apartó un poco para limpiarle las lágrimas y poder mirarlo a los ojos— Lix, eres mi amigo, me preocuparé por ti sin importar qué.
— En serio lo lamento, me hubiera gustado que... —detuvo sus palabras.
No, no iba a decir que le hubiera gustado que estuvieran juntos, iba a decir que le hubiera gustado jamás haber pasado por toda esa situación en general. Sin embargo, tampoco se arrepentía de haber pasado lo que pasó. El poco tiempo que estuvo con Hyunjin fue feliz, muy feliz, y ahora sólo estaba cegado por el dolor.
— Lo lamento... —se alejó aún más para ponerse de pie, ayudando al castaño a hacerlo también y así juntos entrar a la habitación.
— Lix, ¿qué sucede? ¿Por qué estás tan triste? —cerró la puerta detrás de él y se acercó a sentarse junto al nombrado.
Al principio no respondió, tenía tantas dudas sobre si debería decirle o no. No era cuestión de confianza, sino que la idea de que sus amigos se preocuparan por él no le agradaba mucho, no quería volver a mostrarse así.
— Lix, puedes confiar en mí, lo sabes, ¿no?
Pero también necesitaba desahogarse.
— Terminé con Hyunjin.
Un profundo silencio se adueñó de toda la habitación. Jisung para nada se esperaba eso, pudo imaginar mil escenarios, menos ese.
— ¿P... Por qué? —no pudo evitar tartamudear un poco por la sorpresa, pero luego de unos segundos reaccionó por completo—. ¿Te hizo algo? —su tono cambió.
— ¡No! —rápidamente respondió—. No me hizo nada, en realidad él es... Es perfecto.
— ¿Entonces cuál fue el problema?
— Precisamente eso, que es perfecto... —suspiró— Es demasiado perfecto para mí, él no debería estar conmigo.
— ¿A qué te refieres con eso de "contigo"? —frunció el ceño.
— Jisung... —le miró tras tomarle la mano— Él es Hwang Hyunjin, ¿si? Es millonario, famoso, su vida es tan... Lujosa, ¿cómo yo podría estar en ella? Él merece algo muchísimo mejor, alguien que sea igual que él. —había pensado en un pelinegro.
— ¡Tú eres más que suficiente para él, ¿bien? Tú eres suficiente y eres demasiado para cualquier persona! —claramente su tono aumentó aunque no lo suficiente para gritar—. ¡Felix, si lo dices por la posición y poder que él tiene entonces estás...! —suspiró frustrado—. ¡Estás loco!
El rubio también suspiró y descendió el rostro al no poder decir más, no quería que nadie supiera la verdad, era mejor enterrar eso de una vez.
— Es mi decisión. —trató de mostrarse firme.
Jisung le miró esperando que Felix hiciera lo mismo pero no lo hizo, no podía creer eso, incluso él (Jisung) se sentía enojado por la situación, muy enojado; Sin embargo, sabía que lo que menos necesitaba el pecoso era un regaño, sólo necesitaba comprensión.
— Ven aquí... —le rodeó con los brazos fuertemente— Lamento mucho que hayan terminado, lo amas mucho, ¿no es así?
Una vez más la vulnerabilidad se apoderó de Felix, ¿que si lo amaba? Amaba a Hyunjin de una manera tan grande que ni siquiera podía explicar, lo amaba como jamás imaginó amar a alguien, y ahora no podía estar junto a él. ¿Cómo no iba a sentirse mal? Aún sentía las caricias de la noche anterior, los besos y cada roce.
— Lo amo tanto... —respondió con la voz rota, aferrándose al castaño.
— Lo sé... —con mucho cuidado se acostó en la cama, llevándose consigo al pecoso para que éste pudiera llorar con libertad, cosa que hizo— No te preocupes, estaré aquí siempre para ti, mi algodón de azúcar.
Y a pesar de haber llorado gran parte de la noche, ahí estaba otra vez Felix llorando a la casi una de la madrugada, con la única diferencia que ahora estaba abrazado a uno de sus mejores amigos y se sentía consolado y acompañado.
• ¡Hola! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.
Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.
Lamento la tardanza, como ya saben suelo inspirarme por la madrugada, pero hace un mes ya no pude desvelarme por un trabajo, afortunadamente ahora vuelvo a tener ese horario disponible así que espero actualizar con más frecuencia.<3
Espero que les haya gustado, muchas gracias por absolutamente todo su apoyo. Ya estamos más cerca del final y me emocionaaaa.
¡Una vez más gracias por leer!
¡Hasta luego!
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