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005: No(s)otros.

Se abrazó fuertemente al mayor, era tan maravillosa la tranquilidad que Hyunjin podía transmitirle, su aura era tan bonita que sentía tanta confianza y aprecio a pesar de que se habían conoció el día anterior. El rubio parecía tan irreal que inclusive se había olvidado que era hijo de una de las familias más poderosa, millonaria y famosa, la familia Hwang.

— Muchas gracias... —murmuró con una larga sonrisa.

Hyunjin correspondió el abrazo con dulzura y suavidad, abrazándolo fuerte pero no apretandolo con dureza para así no lastimarlo. Una amplia sonrisa también se formó en sus labios. Durante toda su vida sus padres le intentaron meter en la cabeza que las personas que no son de clase social alta eran personas interesadas, ambiciosas y sobretodo groseras y crueles; Pero podía jurar que Felix era el ser humano más dulce en todo el universo.

— No tienes porqué agradecer. —se separó un poco de él para lograr hacer contacto visual, antes de acariciar la cabellera ajena—. Definitivamente él no merece tus lágrimas ni tus sentimientos.

Con cuidado paso uno de los cabellos foráneos detrás de la oreja del mismo, sonriendo con dulzura después. Felix no pudo evitar deleitarse por la cercanía, las facciones de Hyunjin eran tan atractivas y delicadas, como sus labios y ojos tan finamente rasgados, aunque lo que más le pareció llamativo era su lunar bajo el ojo.

Cuando sintió su mejilla fría debido a que la mano del mayor se había apartado de la misma no pudo evitar sonrosarse al tener en cuenta la cercanía.

— Jisung será muy feliz con un chico como tú. Se nota que es muy agradable y que te quiere mucho. —otra sonrisa apareció en sus labios.

— Jisung... —murmuró luego de reaccionar.

Tomó su distancia inmediatamente y soltó el agarre que aún tenía con su otra mano con la impropia, luego de eso limpió sus palmas en su propio pantalón, exhalando en silencio no sin antes girar su rostro un poco para que no se viera el color en sus mejillas.

— Creo que debería irme a casa. —se puso de pie y continuó mirando a todos lados menos a su compañero—. Mis hermanas vinieron de visita así que lo mejor será estar con ellas lo más posible antes de que se vayan...

— Oh, está bien. —también se levantó—. Vamos, Jihyo nos está esperando.

Pero Felix no se movió.

— Eh... No hace falta que te molestes en llevarme, no te preocupes. —tras evitarlo tanto volvió a mirarlo, sonriendo un poco.

— No es molestia para mí. —le devolvió la sonrisa—. Te llevaré.

No hubo respuesta, Hyunjin lo miró unos cortos segundos antes de acercarse un poco confundido.

— ¿Todo está bien, bonito? —se puso frente a él y se inclinó un poco luego de que el pecoso desviara su mirada—. Oh, lo lamento... Te estoy incomodando, ¿Cierto? ¿Dije o hice algo? —dio un paso hacia atrás pero por inercia Felix lo sujetó rápidamente por los costados de su chaqueta.

— ¡No! —exclamó rápido—. Lo siento, por supuesto que no eres tú. ¡Tú eres muy agradable! Es sólo que... Todo este tema de Changbin me puso sensible y me gustaría estar solo. —le sonrió.

— Entiendo. Pero... Le prometí a Jisung que te cuidaría así que te pediré un taxi, ¿Estás de acuerdo? —tomó la mano ajena y junto a él empezó a caminar fuera del parque.

— En realidad pensaba irme en autobús... —balbuceó mientras era jalado.

— Me sentiría más tranquilo si te vas en taxi, seguramente Jisung se sentirá igual. ¿Qué pensará al enterarse que no te lleve a casa? —se detuvo a unos metros de la universidad, fuera de ésta se encontraban varios taxis—. Se enojará conmigo. —rió levemente.

— Pf... ¿Usas a Jisung como excusa? —se cruzó de brazos luego de que el mayor se parara frente a él.

— No lo uso, sólo digo lo que posiblemente podría pasar. —hizo un ademán con sus hombros.

Ambos se sonrieron, pero antes de que dijeran algo más un taxi se había acercado. Hyunjin abrió la puerta trasera y con la misma sonrisa le indicó que subiera, a lo cual Felix hizo caso y luego de sentarse el mayor cerró la antes mencionada.

— Te veré mañana, bonito. —le dijo a través de la ventana.

— Claro, Hyunjin... Gracias.

— Oh, casi lo olvido. —del bolso de su chaqueta sacó dinero, el cual rápidamente le entregó al conductor—. ¡Por favor váyase antes de que se baje del auto y me reclame por pagar! —exclamó en voz alta aunque con un tono burlón.

— ¡Hey...! ¡Hyunjin!

Pero no pudo reclamarle más, el chófer acató las órdenes del de cabello largo y arrancó el auto. Por el vidrio de atrás Hyunjin pudo ver a Felix gritar un sin fin de cosas que ya no podía oír, pero esa escena le dio tanta ternura que no sonreír le fue imposible.

A unos metros de él Jihyo le esperaba fuera del auto con la puerta trasera abierta. Hyunjin caminó hasta ella y sonrió.

— Es sorprendente. —mencionó la chica.

— ¿Qué cosa?

— Parece ser que te estás acercando muy rápido a ese chico. —dijo refiriéndose al pecoso.

— ¿Felix? —ladeó su rostro sonriente—. Es muy agradable. Quiero que seamos cercanos.

— Ten cuidado.

Hyunjin frunció su ceño confundido.

— ¿Por qué?

— Puede ser un interesado.

— ¿Qué?

Su expresión cambio rápidamente a una más seria y tal vez, molesta; No esperaba una reacción así por parte de la chica, y mucho menos esperaba aquellas palabras.

— ¿Felix un interesado? —su tono también había cambiado, esta vez era más seco y firme—. Suenas como mi madre...

— No, Hyunjin... —con una dulce sonrisa se acercó a él y puso su mano en el hombro del menor para tranquilizarlo—. Perdona, no lo dije en un mal plan. No digo que lo sea, me refería a que tengas cuidado aquí... Quizás suene mal pero a veces las personas de estos lugares cambian al conocer a alguien que lo tiene todo, comienzan a ser envidiosos, egoístas, materialistas... Por favor no te dejes engañar tan fácil.

— Entiendo tu punto, Jihyo. —siendo lo más amable posible retiró la mano ajena del lugar donde estaba—. Pero Felix no es así, además sé cuidarme bien... Suficientes pruebas tienes con... —soltó un suspiro— Ya sabes con quién.

— Sí, por supuesto... —hizo una reverencia, dando por terminada su conversación.

Se abrazó a sí mismo mientras se acurrucaba en el asiento. Se encontraba mirando la ciudad, ya casi llegaban a su casa pero algo andaba mal, se sentía incómodo, tal vez raro, era una emoción que no sabía cómo expresar, pero sabía que estaba inquieto aunque no entendía porqué.

Al dar la vuelta en la calle trasera de su casa inmediatamente dio un pequeño brinco en su lugar, acercándose al chófer un poco.

— ¿Puede dejarme en la casa color azul? —señaló una pequeña casa.

El chófer asintió y se orilló para estacionarse fuera de la misma, fue ahí donde Felix agradeció y salió disparado del auto; Luego corrió a la puerta de dicha casa y golpeó ésta varias veces de forma suave pero desesperada.

No hubo respuesta por varios segundos hasta que finalmente la puerta se abrió, ni siquiera le dio tiempo al mayor para reaccionar; Felix se lanzó sobre él abrazándolo con fuerza. Jisung cayó al suelo apoyado de sus codos, mientras que el pecoso simplemente se aferró al cuerpo foráneo.

— ¿Lix? —exclamó sorprendido—. ¿Qué estás haciendo aquí?

— Deberías decirme que me extrañaste... —murmuró haciendo un pequeño puchero, escondiendo su rostro aún más en el cuello ajeno también.

— ¿Eh? —aún no reaccionaba del todo hasta que puso sus manos en los hombros del menor para alejarlo un poco, mirándolo a los ojos al fin—. ¿Estás bien?

— Te extrañé...

— Pero nos vimos hace una hora. —una sonrisa apareció en su rostro al sentir la ternura ajena invadir su pecho. con ambas manos sujetó las mejillas contrarias y acarició éstas con cuidado—. Sin embargo, también te extrañé, Lix.

— Jisung te quiero. —confesó sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

— ¿Qué? —cuestionó confundido.

— ¡Jisung te quiero!

Volvió a abrazarse a él. Sin siquiera saber porqué el llanto había regresado a él, su pecho le dolía y no quería que fuera así pero no podía frenar ese dolor. Sólo quería y necesitaba estar en brazos del castaño; Quien luego de segundos también lo abrazó con fuerza.

No cuestionó más, no quería ponerlo incómodo ni presionarlo, no podía obligarlo a hablar si el menor no quería; Así que lo más que pudo hacer fue abrazarlo en silencio, esperando a que el llanto ajeno cesara. No obstante, un pensamiento vago invadió su mente... ¿Y si fue Hyunjin? Su mente interrogó automáticamente, eso le hizo molestarse.

— Felix ven... —sin apartarlo lo sujetó de la cintura para levantarlo cuidadosamente—. Seungwoo está por llegar y será extraño si nos encuentra tirados en la puerta.

Aún sin alejar al menor, con una de sus manos cerró la puerta y tras eso caminó con el pecoso hasta su propia habitación. Tras entrar Felix finalmente se apartó, dándole la espalda al castaño para que éste no viera su rostro. Jisung cerró también la puerta de su dormitorio y luego de girarse al rubio pudo notar como éste se encontraba limpiando sus lágrimas.

Un suspiró salió de su boca antes de acercarse a su amigo, sujetando sus hombros por detrás con delicadeza por unos cortos segundos antes de deslizar sus manos por los brazos foráneos, sobando así éstos y regresando a los hombros continuamente.

— ¿Qué pasa, Lix? —habló con un tono de voz suave y cariñoso—. ¿Por qué estás llorando? ¿Qué sucedió?

— Nada, es que...

Inhaló profundamente, quería darle una respuesta o al menos una excusa pero no sabía el porqué, y no se le ocurría alguna mentira en ese momento, así que sólo guardó silencio.

Jisung apoyó su mentón sobre en hombro impropio y gracias a la cercanía Felix cerró sus ojos. El castaño deslizó un poco más sus manos hasta con ellas rodear la cintura ajena, juntando sus cuerpos tras ello.

—  Lixie... Si hay algo de lo que quieras desahogarte sólo dilo, sabes que cuentas con todo mi apoyo. —una pequeña sonrisa se formó en sus labios, alzando un poco su vista para ver al menor.

Felix sin decir algo más se dio la vuelta y con sus manos sujetó las mejillas del castaño antes de besarlo. Un poco sorprendido, Jisung siguió el ritmo, el cual era algo rápido, casi desesperado si le preguntaban.

Poco a poco la intensidad del beso subió, Jisung retrocedió sin soltar la cintura ajena, llevándolo consigo hasta que su propia espalda pegó con la puerta. Ni siquiera se habían separado para tomar aire, por lo que sus respiraciones se agitaban cada vez más.

— ¡Jisung!

Fue hasta que escucharon un grito provenir de la sala que finalmente tomaron distancia únicamente con sus bocas, ya que podían aún sentir sus narices rozarse entre si. Ambos con los ojos cerrados se sonrieron.

— Maldita sea, mi hermano... —murmuró Jisung antes de que ambos abrieran sus orbes al mismo tiempo.

— Que incómodo... —compartieron la misma risa.

Felix se alejó y caminó al otro lado de la habitación mientras limpiaba el borde de sus labios. Jisung también se alejó de la puerta al oír que los pasos se acercaban cada vez más hasta que la antes mencionada se abrió, fue ahí donde el castaño aclaró su garganta.

— Hyung. —sonrió mirando al mayor.

— Oh, estabas con Felix. —dijo mirando al rubio, quien se dio la vuelta e hizo una reverencia.

— Hola Seungwoo. —le regaló una sonrisa.

— Aquí estamos tan acostumbrado a ti que fue extraño no ver llegar a Jisung contigo ayer y hoy. —mencionó entre una leve risa al notar como su hermano menor se avergonzaba.

— ¡Hyung...!

— Ah, es que... —también soltó una risa al ver la reacción de Jisung— Tuve que hacer un trabajo el miércoles con otro amigo, y hoy tuve que hablar con él al salir.

— Que bueno que lo aclaras. Por un momentos mis padres y yo pensamos que ustedes habían dejado de salir, Jisung se veía muy triste.

— ¡Basta, tú ya te vas! —exclamó avergonzado mientras empujaba a Seungwoo fuera de su habitación, y éste simplemente reía.

— ¡Ya! Sólo quería avisarte que nuestros padres llegarán tarde esta noche. —le dio una pequeña palmada en la cabeza al menor antes de alejarse de la habitación.

Jisung cerró la puerta y soltó un largo suspiro avergonzado. No era la primera vez pero aún así seguía siendo un poco vergonzoso. Respiró profundamente y se giró a Felix, quién parecía aun más avergonzado que el propio Jisung.

— Debería irme... —se agachó un poco para tomar su mochila y colgarla sobre su hombro, pero tras dar el primer paso Han se acercó, sujetando su brazo para girarlo y abrazarlo.

— Felix me gustas. —sonrió con dulzura aunque el menor no pudo verlo.

En el instante cuando lo escuchó no pudo decir nada, era la primera vez que el castaño le dejaba sin palabras con una frase tan pequeña y simple, pero que en realidad podía ocasionarle un lío en su interior, no de una manera mala, sino un lío de emociones y sentimientos que le hacían feliz.

Tras suspirar suavemente, se alejó un poco de él para mirarlo, sonriéndole también de una forma dulce. Felix volvió a unir sus labios pero esta vez por un lapso más corto, separándose casi a los segundos.

— También me gustas Jisung. —cerró sus ojos cuando el nombrado se acercó a besar su frente, luego de alejarse volvió a abrirlos—. Pero ya debo irme, mis hermanas deben de estar preocupadas.

— Tienes razón. —se dirigió a la puerta para abrir ésta—. Vamos, te llevaré.

— De acuerdo.

Se acercó a él y tomó su mano, saliendo ambos hasta la sala donde Felix pudo despedirse de Seungwoo. Al salir a la calle caminaron en silencio pero no uno incómodo sino agradable y tranquilo. De igual forma el camino no era tan largo, el pecoso vivía en la calle de atrás.

Al llegar al edificio subieron hasta el departamento, al otro lado de la puerta se podían oír risas y gritos, inmediatamente los dos reconocieron a quienes pertenecían.

— Que linda reunión familiar tienen allá dentro. —dijo Jisung sonriendo.

— ¿Quieres pasar un rato?

Pero el castaño negó.

— No, mejor pasen tiempo ustedes en familia, hace mucho no ven a sus hermanos y deberían pasar momentos así a solas. —los ruidos cesaron pero no le prestó atención, se acercó al menor para dejar un beso en sus labios—. Nos vemos mañana, Lix.

— De acuerdo. —sonrió—. Descansa.

Con una última sonrisa Jisung se despidió y continuó su camino, yendo primero al ascensor para bajar por éste. Felix suspiró antes de entrar a su apartamento, encontrándose con quienes ya suponía, Hannah, Lucas y su mejor amigo, Chan; Por supuesto en compañía de Olivia y Rachel.

— No sabía que salías con Jisung. —dijo su hermana menor con una amplia sonrisa.

— ¿Eh? No estoy saliendo con Jisung... —se defendió intentando mostrarse tranquilo.

— Claro, y ayer me dieron un anillo de matrimonio pero hey, no me comprometí. —ahora burló su hermana mayor.

— ¡Rachel...! Saben mi situación con él... —se encogió de hombros.

Chan se levantó del asiento y se dirigió al pecoso, abrazándolo con fuerza cuando lo tuvo cerca. Felix no dudó en corresponder fuertemente, acurrucandose en él.

— Así que aún no definen su situación... —habló el mayor tras alejarse.

— ¡No hablemos de eso! —exclamó de inmediato, sorprendiendo a Chris—. Tus hermanos están aquí, mis hermanas están aquí, ¡Tú estás aquí! —sonrió ampliamente—. ¡Deberíamos celebrar!

— Claro, tienes razón. —con una sonrisa le acarició el cabello.

Felix dirigió su mirada a una puerta cerrada, ésta pertenecía a una habitación, pero antes de acercarse, Chan lo tomó de los hombros y lo detuvo, ni siquiera tuvo que hablar; El pecoso entendió perfectamente lo que quiso decir, así que con un poco de decepción fue hasta el sofá para sentarse junto a Hannah.

Felix se detuvo a unos metros de la entrada, observando los alumnos ingresar por ésta. Era viernes así que era normal sentir flojera por entrar a clases. Sin embargo, a diferencia de otros días estaba decidido a entrar, no podía dejar a Hyunjin solo con la presentación.

Inhaló profundamente en un intento de agarrar un poco más de energía, pero todo eso se fue de inmediato al oír una voz que le erizó la piel y le heló el cuerpo.

— ¿Estás cansado?

Al oír la pregunta miró de reojo a sus alrededores buscando a sus amigos pero no los encontró, así que sólo exhaló de forma discreta y mostró una sonrisa fingida.

— Ajá, podría decirse. —respondió dirigiendo su mirada al suelo—. Permiso. —dispuesto a alejarse hizo una reverencia y acomodó su mochila.

No obstante, antes de que pudiera irse, Changbin sujetó a Felix por el brazo, deteniendolo así. El menor se congeló tras eso, quería zafarse pero por los nervios y el miedo no pudo hacerlo, por lo que simplemente suspiró.

— No llegaste con Jisung. —lo jaló un poco para acercarlo.

— Debo irme a clase... —murmuró.

— Felix, por favor. —terminó por atraerlo más a él, girandolo en el proceso para quedar frente a frente.

Changbin lo sujetó por los hombros y le sonrió luego de que ambos cruzaran miradas. Tras verlo, Felix sólo sintió desagrado y miedo, pero a pesar de eso no podía enfrentarlo, sintió toda esa muralla que tanto tiempo le costó construir, derrumbarse.

— Sólo quiero hablar contigo, he querido eso desde hace tiempo así que por favor, sólo dame un instante para poder hablarte. —sus manos sobaron continuamente los brazos ajenos.

— No, nosotros —trató de hablar pero su voz no salía de su boca.

— ¡Por favor! —alzó el tono de su voz.

Felix se encogió de hombros tras oírlo, comenzaba a desesperarse, su corazón latía rápido y le faltaba la respiración, sus ojos buscaron  de forma desesperada a alguien a quien pedirle ayuda, tal vez un conocido o un alumno; Pero fue hasta que vio a Jisung llegar que pudo sentirse tranquilo.

El castaño corrió después de ver aquella escena, la manera tan desesperada en la que el pecoso lo había mirado le bastó para querer golpear a Changbin. Pero el pelinegro al oír los pasos más cerca, inmediatamente se alejó de Felix, frunciendo su ceño.

— ¿Qué estás tratando de hacer? —cuestionó Jisung mirando a Changbin antes de abrazar al pecoso, quien se aferró y acurrucó a él.

— Estoy harto de ti, Jisung. —se acercó a ellos, el contrario retrocedió un poco, escondiendo al pecoso entre sus brazos—. ¡¿No entiendes que Felix sólo está contigo porque busca consuelo en ti?!

— ¡Quisieras que fuera eso! —le grito de vuelta—. ¡Sal de tu maldita burbuja y acepta la realidad! ¡Perdiste a Felix y jamás en tu miserable vida lo vas a recuperar!

Felix intentó jalar al castaño para evitar problemas, pero el mayor no le hizo caso, estaba demasiado enfadado y cansado de Changbin, por lo que estaba decidido a ponerle un alto finalmente en ese momento.

— ¿No lo ves? —una risa salió de sus labios—. Felix sólo corrió a ti cuando terminó conmigo, ¡Porque antes de eso tú no eras nada para él!

Sus palabras fueron la gota que derramó el vaso. Jisung se apartó del pecoso para ir al pelinegro y así darle un puñetazo en el rostro cuando lo tuvo cerca. Changbin se ladeó un poco pero en seguida de reponerse le devolvió el golpe.

— ¡Basta, basta! —se puso en el medio de ellos, estirando sus brazos a cada extremo para detenerlos en caso que se acercarán.

— ¿Uh? ¿Qué está pasando aquí?

Felix alzó la vista al dueño de esa voz. Hyunjin estaba bajando del auto cuando el pecoso lo miró. Changbin y Jisung igualmente miraron al de cabellera larga, pero las miradas sobre él sólo duraron unos segundos, ya que los que anteriormente estaban peleando volvieron a fijar su vista en el otro.

Hyunjin frunció un poco su ceño en consecuencia de haber analizado la situación, aunque no era tan difícil de adivinar lo que estaba pasando ya que a los dos mayores les sangraba el labio, y Felix estaba en medio de ambos.

— Jisung basta... —murmuró el menor yendo al nombrado, abrazándolo con fuerza.

— ¿Alguna vez alguien peleará por mí? —cuestionó Hyunjin en un tono burlón, antes de acercarse al pelinegro para pasar su brazo por los hombros del ya mencionado, y así llevárselo al interior del edificio.

Felix esperó a que Hyunjin y Changbin estuvieran lo suficientemente lejos para separarse del castaño, la mirada de éste estaba hacia abajo, como si estuviera mirando al pecoso. El rubio extendió la manga de su suéter y con cuidado limpió con ésta la sangre que salía del labio foráneo.

Ninguno dijo algo, el silencio no era incómodo en su totalidad, sino que era tenso por la situación. Felix entendía que el mayor estaba cansado de su exnovio, pero no esperaba que llegara a ese extremo.

Luego de que un suspiro saliera de los labios de Jisung, el mismo tomó la mano con la que Felix le estaba limpiando, y con lentitud entrelazó sus dedos.

— Lo siento... —murmuró.

Seguido de eso juntó su frente con la impropia y cerró sus ojos, suspirando nuevamente.

— Lo siento, Lix...

— No, Jisung... —puso su mano libre en la mejilla ajena—. Está bien, es sólo que no esperaba que toda esta situación llegará a este extremo... Yo lo siento, es mi culpa —el mayor le interrumpió.

— No, no. Por favor no digas eso. —ahora fue él, el que sujetó las mejillas foráneas para acariciar éstas—. Debí controlarme pero... Ya no quiero que se meta entre nosotros dos...

Felix lo observó con tristeza, no quería eso, no quería causarle más daño a Jisung, odiaba verlo mal, odiaba verlo herido. La culpa poco a poco le estaba consumiendo, ¿Tal vez lo mejor era dejarlo? Se cuestionó varias veces, pero el pensar en hacerlo le provocaba tanto dolor y unas inmensas ganas de llorar. Sin embargo, tenía miedo de que el mayor se pudiera sentir inseguro con las palabras de Changbin, eso aumentaba su pensamiento de dejarlo.

— Tenemos que entrar... —murmuró su acompañante.

— Sí, por supuesto...

Pero antes de que pudiera caminar, Jisung besó sus labios rápidamente, sonriendo de forma dulce luego de que sus miradas cruzaran.

¡Hola! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta. Aquí les traigo otro capítulo el cual anhelo que les haya gustado. <3
Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

Muchas gracias por leer y por todo el apoyo, ya casi son 1k leídas y me emociona mucho llegar a esa cifra, y para eso estaré intentando actualizar más seguido. <3

En fin, una vez más gracias por leer y por el apoyo, tomen agua y cuídense mucho.

¡Hasta luego!

© CB97ONEB

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