Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

003: Un poco más cerca.

— Lo siento si eso te asustó. —dijo tras cerrar la puerta de su habitación. se giró al menor y con una cálida sonrisa le recibió—. Debo portar una actitud dominante frente a mi madre.

— No... —respondió intentando no mostrarse incómodo, aunque realmente lo estaba—. Me sorprendió, no sabía que tu madre... —guardó silencio al no saber si lo que opinaba acerca de la mayor iba a ofender al chico.

— ¿Era tan pedante? —una risa que escapó de sus labios hizo que Felix volviera a mirarlo—. No te preocupes, puedes expresar lo que realmente pienses, sé que mi madre no es la mejor. —hizo un ademán con sus hombros y se dirigió hasta su propia cama, donde tomó asiento en el borde de la misma—. Aunque tampoco la ofendas, eh.

— No... —intentó sonreír—. No te preocupes, no lo haré.

Sin embargo, de repente dio un brinco y su expresión cambio, ¿Qué estaba haciendo? Se cuestionó, había estado frente a una de sus diseñadoras favoritas y la dueña de su Galería de Arte favorita, y ni siquiera había reaccionado. Además, dejando eso de lado, ¡Hwang Hyunjin era el hijo de esa familia!

— ¡Eres...!

Hyunjin alzó su mano para indicarle silencio.

— Por favor. —sonrió dulcemente—. Guarda mi secreto, ¿Puedes?

— ¿Qué? ¡Claro que puedo! —dejó caer su mochila y se acercó hasta el rubio para estar frente a él—. ¡Tú eres un Hwang! ¡Que emoción! ¡Yo admiro muchísimo a tu familia! —sujetó las manos foráneas y dio brincos emocionado—. ¡Estaba muy emocionado por conocerte junto al hijo de las otras dos familias! Tú los conoces, ¿Cierto? ¿Cómo son?

Tanta curiosidad provocó una leve risa en Hyunjin dado a la ternura que le causaba el menor, sus expresiones, su lenguaje corporal y sus preguntas le recordaban a un niño exigiendo respuestas.

— Ven, siéntate por favor. —con cuidado jaló a su acompañante para que éste se sentará a su lado—. Tienes muchas preguntas, ¿No es así? —acarició las manos impropias cuando el dueño de éstas asintió—. Bien... Respondiendo a las anteriores, sí conozco a los otros dos herederos. Son chicos educados y elegantes, además de atractivos. —su sonrisa poco a poco desapareció—. Pero será mejor que tú los conozcas el día que los presenten.

— ¿Crees que pueda conocerlos? —cuestionó con emoción.

— Por supuesto. —volvió a sonreír—. Ya me conociste a mí, ¿O no? —sin esperar respuesta del contrario se puso de pie y tras dirigirse a la mochila ajena, recogió ésta—. Deberíamos hacer el proyecto, anda.

Caminó hasta la puerta de su balcón, a ésta la adornaban unas grandes cortinas color blancas con dorado; Tras abrir la puerta suspiro por el aire fresco golpear en su rostro. Felix se levantó y también se acercó, quedando fascinado con no sólo el enorme balcón, sino por la grande que era la casa y por la hermosa vista.

De forma lenta salió al exterior, sintiendo el aire envolver su cuerpo en una agradable sensación; Además el atardecer hacía de ese momento uno más precioso, tanto que increíblemente se sentía relajado y cómodo en ese lugar que apenas conocía.

— ¿Te gusta?

La voz foránea le hizo volver a su realidad.

— ¿Eh? —giró sobre sus talones para quedar frente al mayor—. Lo siento... Es la primera vez que veo algo tan bonito. —sonrió levemente.

— No deberías decir eso mientras me miras a mí. —de igual forma sonrió antes de reír ante la reacción ajena luego de haber dicho eso.

El rostro de Felix se había coloreado de un color carmesí, y pudo notar los ojos impropios evitar su mirada, por lo que simplemente avanzó hasta una mesa que se encontraba allí para sentarse y que así el pecoso no se sintiera avergonzado o peor, incómodo por su comentario.

— Ven.

Felix también se acercó y se sentó frente al rubio, quien le pasó su mochila la cual hasta ese momento seguía cargando en su hombro. Tras agradecerle la tomó y de ahí sacó su libreta y algunos bolígrafos para empezar con el proyecto.

— Supongo que —tragó saliva decidido a dejar de mostrarse tímido— te gusta mucho el arte, ¿No es así? —Hyunjin asintió—. A mí me gusta mucho la moda, me gustaría convertirme en diseñador de modas y... Tu familia ha sido gran inspiración para mí.

— ¿De verdad? —arqueó una de sus cejas curioso.

— ¡Sí! Aunque debo admitir que también el baile me gusta mucho... ¡Es tan difícil decidirme por uno! Y más cuando un día tengo inspiración para una cosa y al otro día para otra, ¡Y así sucesivamente! —soltó un largo suspiro.

— ¿Pero qué te gusta más? —apoyó su barbilla en la palma de su mano.

— Es complicado... —mostró una pequeña sonrisa—. Soy muy bueno en el baile aunque es lo que menos práctico, y soy pésimo en la moda aunque es lo que más práctico. —apretó el cuaderno que tenía en sus manos—. Me gustaría ser un gran diseñador que pueda trabajar con la marca Kiyang...

Eso sorprendió a Hyunjin. Había vivido toda su vida viendo como funcionaba el mundo del modelaje, y aunque jamás se había presentado al público, sabía lo que pasaban no sólo los modelos (sabía que con el tiempo éstos entenderían el verdadero concepto de belleza), sino también los diseñadores al tener que ajustar sus creaciones a los estándares, incluso algunos odiaban su trabajo actual.

— ¿Es decir que quieres trabajar para la Galería de Arte?

— Sí. —miró al mayor—. Es imposible, ¿No crees? Tu familia y las otras dos son... Mundialmente famosas, son increíbles, son un nivel muy alto, es obvio que para llegar a trabajar ahí debo ser el mejor. —se encogió de hombros.

— Estás exigiendote demasiado por la estúpida idea que la sociedad tiene de ser perfecto... —balbuceó, y aunque estaban uno frente al otro aun así para el menor no le fue posible oírlo.

— ¿Qué dijiste? —se acercó un poco al ajeno.

— Vas a lograrlo, ya lo verás. —sonrió ampliamente—. Recuerda que hay tres familias, sólo debes llegar con la indicada.

No quiso admitir que no era la suya, así que para dejar ese tema atrás sacó su libreta también para comenzar con el proyecto. Ya lo habían atrasado mucho y era para mañana.

— Bien, ¿Te parece bien si hacemos el resumen sobre la moda? A ti te gusta y yo sé sobre ella. —en sus labios se formó una sonrisa.

— ¡Claro! Me encantaría... —fascinado miró a su compañero—. Haré un resumen de la moda con el hijo de los Hwang... ¡Es increíble!

Hyunjin rió.

— Que lindo eres, Felix.

Antes de que el nombrado pudiera responder algo más, unos leves golpes en la puerta del balcón le interrumpió. Al mirar a esa dirección se encontró con una señora vestida de traje, sonriendo amablemente.

— Disculpe, joven Hyunjin. —dijo con voz dulce—. ¿Se le ofrece algo a usted o a su acompañante?

— ¿Tú quieres algo? —cuestionó al pecoso.

— ¡Oh, no te molestes! Gracias... —respondió rápidamente sin borrar su sonrisa.

No obstante, el chico de cabello largo sólo rió nuevamente.

— Algo para beber y unos bocadillos, solamente. —le sonrió a la empleada—. Gracias, Tzuyu.

— Permiso. —luego de una reverencia salió de la habitación.

— Pero Hyunjin... —iba a reclamarle pero el nombrado le sonrió tan amablemente que no pudo decir nada—. Está bien... —también sonrió—. Empecemos.

— ¡Ocho hojas! —exclamó Felix sorprendido—. ¡Cada uno! Esto ni de coña es un resumen...

— Podríamos pasarlo a computadora y añadirle imágenes, como una presentación. —se puso de pie y se acercó al menor para calmarlo.

— Pero... —miró la hora en su celular—. ¡Son casi las diez! No puedo quedarme después de esa hora...

— Yo lo haré, descuida.

— ¿Qué? ¡No! Es demasiado sólo para una persona, además la entrada es a las siete, no podrás descansar nada si haces la presentación. —se puso de pie.

— Felix, de verdad no te preocupes. —puso sus manos sobre los hombros ajenos y masajeó éstos suavemente—. Tú hiciste demasiado hoy, incluso me pasaste la información que yo escribí, déjame terminar el proyecto, ¿Si? Además... —una risa inocente escapó de sus labios— Jamás he hecho una presentación y me gustaría hacerla, ¿Podrías permitirme eso?

El pecoso suspiró. No le gustaba la idea de que el mayor finalizará el proyecto, no porque pensaba que lo haría mal, eso era lo de menos; Sino que no quería dejarle tanto trabajo a Hyunjin. ¿Sería justo? Probablemente no, pero tampoco podía negarse si el mayor así lo quería, así que solamente asintió no tan convencido.

— Está bien... Pero por favor, si necesitas ayuda prométeme que vas a llamarme. —dijo poniendo sus manos sobre los brazos foráneos.

Hyunjin sonrió.

— Para hacer eso primero necesito tu número. —bajó uno de sus brazos para sacar su celular del bolsillo de su pantalón, luego acercó el mismo (después de desbloquearlo) a su compañero para que éste apuntará su número.

— Ah, por supuesto... —con ambas manos recibió el aparato y aunque sentía curiosidad por lo lujoso que era, se limitó a escribir su número, marcando a éste para que él (Felix) también pudiera registrar al mayor. tras hacerlo, le devolvió el celular a Hyunjin—. Listo. Entonces es una promesa, ¿Cierto?

— Cierto. —volvió a guardar su celular antes de apartarse del menor—. Te llevaré a casa, vamos.

— ¡Oh, no te molestes! Puedo irme por mi cuenta... —negó no sólo con su cabeza sino también con sus manos, pero el de cabellera larga ya había empezado a guardar sus cosas (de Felix) en la mochila del mismo—. Hyunjin...

— Por favor, es tarde... —le entregó su mochila—. No deberías estar solo tan tarde afuera.

— Estás haciendo demasiado...

— ¿Preocuparme es hacer demasiado? —no obtuvo respuesta así que sólo sonrió—. Eso pensé, vamos. —tomó la mano foránea.

Sin decir algo más, Felix siguió al mayor hasta el salón principal. Al llegar no había podido admirar el interior de la enorme vivienda, pero ahora gracias a que no se encontraba la madre de Hyunjin pudo hacerlo. Los pasillos y salones estaban al menos la mayoría adornados por estatuas y flores, además; en las paredes habían cuadros, todo parecía realmente hermoso, limpio y elegante.

Pudo observar también a algunos empleados, entre ellos algunas personas dándole mantenimiento a las flores, otras limpiando los pisos, y por la ventana pudo admirar a una chica cuidar del jardín, sonreía tan ampliamente y se veía tan feliz que Felix podría jurar que ella amaba ese trabajo. No pudo evitar sonreír.

— Que bueno que estás aquí, Jihyo. —la voz de su compañero de clases le hizo mirarlo nuevamente.

Frente a ellos, una chica de cabello largo un poco ondulado había entrado. Debía de admitir que era hermosa.

— Joven Hyunjin. Buenas noches. —le sonrió.

— Te he dicho que dejes las formalidades. —sin soltar la mano del menor se acercó más a ella—. Te presento a Felix, un compañero de clase. Y Felix, te presento a Jihyo, mi chófer.

— Es un placer. —dijo la chica haciendo una reverencia.

— Lo mismo digo. —de igual forma hizo una reverencia.

— ¿Estás ocupada? —preguntó Hyunjin a la chica—. Él debe regresar a casa y me preguntaba si podrías llevarnos.

— Oh, no estoy ocupada, no te preocupes. —sonrió dulcemente—. Pensaba descansar un rato pero los llevaré, así terminaré el turno, ¿Te parece bien? —su jefe asintió—. Bien, entonces por favor esperen en el auto, iré por un suéter porque hace frío. Permiso. —tras hacer una reverencia más, siguió su camino a su habitación.

— Ven. —indicó Hyunjin.

Lo llevó hasta la entrada principal, frente a ésta se encontraba un auto, era diferente al que habían subido cuando salieron de la escuela. ¿Cuántos choferes tienen aquí? Se preguntó Felix en su subconsciente, aunque luego de recordar de qué familia se trataba olvidó aquella pregunta.

Subió al auto luego de que el mayor abriera la puerta, no pudo oponerse dado a que estaba metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de ésto. Hyunjin cerró la puerta y rodeó el vehículo para entrar por el otro lado, acomodándose en el asiento tras hacerlo.

— Creí que tu chófer era el que nos recogió en la universidad. —comentó el pecoso acurrucandose un poco en su mismo sitio debido al frío.

— No, era el chófer de mi madre. Quería asegurarse de que entrara a la universidad. —hizo un ademán con sus hombros, restandole importancia a lo que dijo—. Jihyo y yo nos conocemos desde niños, ella ha sido mi chófer desde que cumplió la mayoría de edad. Es como mi mejor amiga. —sonrió.

— Eso suena muy lindo, supongo que la confianza entre ustedes es muy grande. —con suavidad sobó sus propios brazos—. ¿Puedo hacerte la misma pregunta que tú me hiciste a mí y a Chan? —se encogió de hombros no sólo por la timidez, sino por el frío recorrer su cuerpo.

Hyunjin mostró una leve sonrisa antes de levantar un poco su cuerpo y así quitarse la chaqueta que llevaba puesta, ésta se le entregó a Felix, quien admiró aquella prenda como si de un diamante se tratase, pero es que la verdad quién no miraría así a una prenda de ropa que vale más que su casa.

— No, no puedo... —Felix balbuceó.

Pero antes de que pudiera decir o reaccionar, el mayor se acercó más a él para poner la misma chaqueta sobre los hombros foráneos, acurrucando así al pecoso en la ya mencionada.

— No he tenido sentimientos por ella. —alejó sus manos de los hombros ajenos—. Y espero que Jihyo se sienta igual, odiaría si algún día ella sufre por mi culpa. —con su diestra acomodó un mechón de cabello que el menor traía en su rostro, tras su oreja.

En ese momento la chica entró al auto y liberó un largo y profundo suspiro, indicando su cansancio aunque aun así mostró una alegre sonrisa ante ambos chicos. Hyunjin retomó su lugar y Felix simplemente pudo limitarse a acurrucarse en la chaqueta ajena, olía demasiado bien; Y mejor que eso, era marca Kiyang, ¿Así se siente el cielo? Se cuestionó en su mente.

Un suspiro salió de sus labios y dirigió su vista a la ventana, la zona rica era una maravilla, todo era hermoso... Muy hermoso para ser verdad. De reojo miró al chico a su lado, tan amable, tan directo y tan sincero, ¿Todas las personas de la clase alta eran así? Se preguntó a sí mismo.

El trayecto fue en silencio, aunque pudo notar la mirada de la chica por el retrovisor, ¿Lo estaba juzgando? Quiso entender qué significaban pero le daba vergüenza preguntar, aunque Jihyo parecía buena persona tenía un aura igual de dominante que la de Hyunjin, además sólo recibía un "De acuerdo" como respuesta cuando le indicaba por dónde ir.

— Es aquí. —dijo para que la mayor detuviera el auto, lo cual hizo—. Muchas gracias por traerme. —aún sentado hizo una reverencia—. Ah, tu chaqueta...

Pero antes de que pudiera quitársela, Hyunjin puso sus manos sobre los hombros del menor.

— Está bien, llévatela. —le sonrió—. Mañana en la universidad me la devuelves.

Se acercó más y más, tanto que Felix sólo pudo inclinarse hacia atrás. Su rostro se calentó debido a la cercanía y más cuando no sabía qué trataba de hacer el de cabello largo. Fue entonces cuando la puerta se abrió, que miró detrás de él. Así que era eso... Dijo su subconsciente avergonzado.

— Muchas gracias, Hyunjin. —se alejó lo suficientemente hasta salir del auto—. ¡Nos vemos mañana! —hizo otra reverencia.

— Hasta mañana, Felix. —le sonrió antes de cerrar la puerta.

Esperó a que el vehículo se fuera, y cuando lo hizo corrió de forma veloz dentro del edificio, aún podía sentir su rostro arder pero la vergüenza de haber imaginado otra cosa se apoderaba de él aunque quería deshacer esos pensamientos. Al entrar a su departamento miró a sus hermanas en el sofá.

— ¿Eh? —murmuró confundido.

— Bienvenido. —sonrió la menor.

— Cielos, creí que estarías sorprendido de vernos pero parece que ya te sorprendieron allá afuera. —ahora habló la mayor, poniéndose de pie y acercándose a su hermano hasta poder abrazarlo—. Te extrañé, idiota.

— Rachel, Olivia. —finalmente reaccionó—. ¿Qué están haciendo aquí? —una amplia sonrisa se formó en sus labios, luego se separó un poco de su hermana para mirarlas—. ¿Vinieron solas?

— En realidad Hannah y Lucas vinieron con nosotras pero ellos ya están con Chan. Nuestros padres tenían que encargarse del trabajo allá, mientras nosotras tuvimos vacaciones por una plaga de arañas. —sonrió—. Normal, ¿No es así?

Se apartó del menor para ir de nuevo al sofá, tomando asiento junto a su hermana menor.

— Ven. —Olivia palmeó el sofá, indicándole al mayor que se sentará junto a ella—. Hyung no tarda en llegar, dijo que iría por bocadillos.

— Momento. —se puso de pie y la atención fue a ella—. Esa chaqueta... ¡¿Es marca Kiyang?! ¡Felix, ¿A quién asaltaste?!

— ¡A nadie! ¡Es de un amigo! —retrocedió hasta pegar con la puerta.

Nadie pudo decir algo más, la puerta se abrió haciendo que Felix cayera, sin embargo no cayó al suelo, el chico que había abierto la ya dicha logró atraparlo entre sus brazos, sonriendo un poco tras lograr su objetivo.

— Felix. —dijo el mayor.

— Hyung... —murmuró nervioso.

• ¡Holi! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche y que estén disfrutando de ésta.

Perdonen si tuve algún error ortográfico o en la redacción, si es así pueden decirme y lo editare.

Lamento haber tardado, pero me estoy mudando y aún no tengo internet estable, además la señal es muy mala por lo cual me carga muy lento. Sin embargo voy a escribir los capítulos y publicarlos cuando tenga una conexión estable. <3

Muchas gracias por leer y por el apoyo, espero les haya gustado. Recuerden alimentarse bien, tomar agua y dormir a sus horas. Ustedes son maravilloso/a/es. Las, les y los tqm.
¡Una vez más gracias por el apoyo!

¡Hasta luego!

© CB97ONEB

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro