041: Accidente.
Abrió sus ojos y lo primero que vio fue el rostro de su chico durmiendo pacíficamente, así que se acercó más a él para acurrucarlo mejor entre sus brazos, acariciando con suavidad la piel de su espalda. Así mismo, admiró las pecas ajenas y cada característica del rostro impropio, Felix era irreal, verdaderamente hermoso.
— Bonito~.
Llamó suavemente para despertarle, no tenía intenciones de levantarse, podía quedarse en cama todo el día junto al menor pero no sabía si Felix deseaba lo mismo.
Hyunjin se acercó a besar su frente suavemente y ante eso Felix se removió un poco, acurrucándose en los brazos del mayor y sonriendo ampliamente al sentir su cálida piel.
— No quiero separarme de ti... —murmuró Felix apenas tomó consciencia de lo que pasaba— Si es un sueño quiero seguir a tu lado.
— No es un sueño, bonito. —le tomó de mentón para alzarle el rostro— Estoy aquí.
Felix le miró con ternura y suspiró antes de besarlo, volvieron a abrazarse, quizá un poco más fuerte que antes y continuaron besándose por un rato más hasta que oyeron algunos golpes leves en la puerta.
Hyunjin se apartó un poco y no pudo evitar reír levemente antes de decir:
— Maldición, la foto... —se dejó caer a un lado.
— Hyunjin, tienes que estar abajo en veinte minutos.
Pudo oír a su mejor amiga.
— Estaré listo. —dijo como respuesta en un tono alto para que pudiera oírle.
— ¿Qué foto? —le miró levantarse.
— En una semana subirán una de las fotos oficiales que se empezarán a usar para la marca antes de elegir al heredero. —respondió mientras tomaba una toalla limpia de su armario— Hoy la tomarán.
— Oh... ¿Con Seungmin y Jeongin? —de repente sintió escalofríos.
— Así es. —se acercó para robarle un beso rápidamente— Por favor permíteme cinco minutos, iré a ducharme.
— Está bien. —sonrió un poco por el beso.
El mayor se dirigió al baño tras colgarse la toalla sobre el hombro pero antes de entrar al dicho se detuvo en la puerta y volvió a girarse a su chico.
— ¿Por qué no te duchas conmigo? —una sonrisa se formó en sus labios.
Y el rostro de Felix se enrojeció.
— ¿Q... Qué? —tartamudeó—. ¡A... Anda, ya métete a bañar! Tienes que estar listo en veinte minutos y... —se escondió bajo las sábanas por la vergüenza.
— Tienes razón, y si vienes conmigo probablemente usé esos veinte minutos para...
— ¡Ya, correle. Métete a bañar! —le interrumpió y Hyunjin rió.
Entró al baño y abrió el grifo del agua. Felix al oír el agua correr se destapó el rostro y miró hacia la puerta, el mayor no la había cerrado, lo cual le dio una curiosidad enorme por ir a verle ducharse. Si bien, ya había visto a Hyunjin sudar (y su cuerpo también), verle mojado era diferente, le atraía bastante la idea.
Sin embargo, negó con la cabeza al sentir calor y se levantó de la cama rápidamente antes de ponerse su ropa, luego se dirigió al balcón, recordando así cómo fue la primera vez que estuvo ahí con Hyunjin. Una noche tan especial y única que jamás olvidará.
Ahora, en lo que podía pensar era en qué demonios iba a hacer, podía decirle todo a Hyunjin, pero eso ocasionaría aún más problemas (no con él sino que con su madre y Jeongin ya que tenían poder sobre él), así que tenía que buscar otra manera de ponerle fin a todo.
— ¿Puedo preguntarte algo? —habló al oír ruido detrás de él.
— Claro. —terminó de abotonarse la camisa.
Felix se acercó a él y tomó la corbata que estaba a un lado antes de ponérsela al mayor, comenzando a hacerle el nudo.
— ¿Por qué no fuiste a la universidad? —cuestionó sin mirarle a los ojos, seguía enfocado en la corbata—. ¿Sucedió algo o... Fue por mí?
Hyunjin sonrió suavemente y abrazó la cintura de su chico cuando éste terminó de ponerle la corbata.
— Tuve días ocupados en la Galería, reuniones, citas... —suspiró— No te preocupes, bonito.
— Pero entonces —alzó su mirada para verle—, ¿por qué Seungmin sí fue toda esa semana?
— Sus padres no son tan estrictos como los míos, su madre tomó su lugar en las reuniones. —hizo un ademán con sus hombros restándole importancia.
— Otra vez lo siento, Hyunjin...
— No pidas perdón. —besó su frente— ¿Vamos?
— ¿Eh? ¿A dónde?
— Le diré a Jihyo que te lleve a tu departamento, no dejaré que te vayas solo. —se apartó y tomó su mano para dirigirse a la puerta.
— Pero tu mamá me verá, sabes que no me quiere aquí. —intentó buscar excusas pero ya habían salido de la habitación.
— No está en casa.
El menor tragó duramente y sintió su corazón latir rápidamente. Ella no era el único problema, pensó al llegar a las escaleras. Al final de éstas estaba Seungmin y Jeongin esperando en compañía de Jihyo y Daniel. Sin embargo, el castaño y el pelinegro se sorprendieron al verle.
Todo se fue a la mierda, su mente repitió un par de veces por la mirada de Jeongin. No podía ser el único que la percibía, ¿o si?
— ¿Qué hace él aquí? —fue lo primero que preguntó cuando bajaron las escaleras.
— Es mi novio, puede venir aquí las veces que él quiera. —respondió Hyunjin.
— ¿Cuándo llegaste, Lix? —esta vez, con un tono más calmado preguntó su amigo.
— Eh... —se encogió de hombros— Ayer.
— ¿Estás aquí desde ayer? —nuevamente Jeongin preguntó—. ¿Durmieron juntos? —los señaló pero no esperó respuesta—. ¡Que raro! Justo hace una semana me dijiste que no volverías con él, ¡incluso pensé que volverías con Changbin...! Se han vuelto tan cercanos otra vez.
Podía sentir su tono como pequeños alfileres que le atravesaban la piel. Ante las palabras del menor, la mirada de Seungmin y la de Hyunjin fueron a él, claramente intrigados.
Pero no iba a dejarse pisotear.
— Eres el único que malinterpreta todo, Jeongin. —dijo tras agarrar muchísimo valor— Cualquier persona se me acerca y ya crees que tengo algo con él, ¿no dijiste lo mismo de Seungmin? Y sin embargo, sólo somos buenos amigos.
Un silencio se apoderó de la sala, ninguno esperaba una respuesta así.
— ¿Qué? —de repente su voz se volvió más suave—. ¿Por qué me hablas como si tuviera malas intenciones contigo? Yo dije eso porque eres un chico muy bonito, ¡creo que cualquiera puede gustar de ti, por eso te lo he dicho! —hizo un pequeño puchero—. No tienes que tratarme así...
Se dio la vuelta y salió del salón seguido de su chófer.
— Que dramático. —murmuró Seungmin rodando los ojos.
— Un poco, sí. —le siguió Hyunjin riendo— Ignoralo, ha estado sensible estos días.
— No dije algo malo, ¿o si? —preguntó mirando a su amigo y a su novio.
— Para nada. —primero respondió el castaño— Como dijo Hyunjin, ha estado sensible estos días, así que no le prestes atención.
Afuera, Daniel ya había subido a la camioneta y después lo hizo Jeongin, azotando la puerta tras hacerlo. Soltó un largo y pesado suspiro antes de buscar su celular.
— Ese imbécil no se saldrá con la suya, ¡no lo hará! —puso el celular en su oreja cuando atendieron la llamada.
— ¿Qué sucede? —preguntaron al otro lado de la línea.
— ¡Necesito que nos veamos mañana mismo a primera hora! Tengo el plan perfecto para separar finalmente a esos dos, ¡volvieron a estar juntos, están juntos otra vez! —sus manos temblaban.
— ... Bien, iré mañana a verte.
Y cortó la llamada, sentía todo su cuerpo temblar y un dolor de cabeza horrible. La falta de aire hizo que volviera a bajar del auto pero al hacerlo cayó al suelo al ver todo negro.
Le tomó unos segundos reponerse y con fuerza apretó sus ojos antes de parpadear muchas veces, una vez su vista y oído se ajustaron, vio que Hyunjin y Seungmin estaban frente a él.
— ¿Estás bien? —reconoció la voz del rubio.
— Lo estoy. —se levantó con ayuda de ambos y exhaló profundamente— Dios, otra vez...
— ¿Seguro estás bien? Podemos cambiar la sesión para otro día. —nuevamente preguntó Hyunjin.
— ¿La sesión de fotos? —frunció el ceño mirándole confundido—. No, claro que no, vamos. Estoy bien.
— Bien, sube. —le indicó Seungmin.
Antes de darse la vuelta para subir al auto observó al pecoso a unos metros de ellos mirándolos. Le sonrió suavemente y se despidió agitando la mano, una vez así subió y Seungmin le siguió, cerrando la puerta tras intercambiar miradas con Hyunjin.
— Jihyo, por favor. —dijo el de cabellera larga acercándose a su novio y a su amiga.
— No te preocupes, estará bien.
— Nos vemos después, bonito. —se inclinó a besar sus labios castamente.
— Mucha suerte. —sonrió.
— ¡Llegué! —gritó empujando la puerta para entrar—. ¡Ya estoy aquí!
— Veinte minutos tarde. —dijo su profesor.
— Lo lamento, ¡no volverá a pasar! —hizo una reverencia y oyó al superior suspirar antes de indicarle que tomara asiento.
Así que con una amplia sonrisa el pecoso corrió a sentarse junto a Changbin, con quien intercambió una sonrisa al cruzar miradas.
La clase transcurrió como normalmente, el profesor explicó un poco sobre la historia de la literatura antes de brindarles el proyecto por puntos extras. Sin mencionar algo, Changbin y Felix empezaron a trabajar juntos, durante largos minutos sólo compartieron ideas sobre lo que escribirían, hasta que llegaron a un acuerdo.
— Faltaste a las clases normales, ¿sucedió algo? —cuestionó el mayor aún enfocado en su propia libreta.
— Sólo asuntos que tenía que resolver. —no pudo evitar sonreír levemente.
Y Changbin se dio cuenta de eso.
— ¿Volviste con Hyunjin? —soltó su lápiz y le miró, esta vez con una expresión más seria.
Felix también dejó su lápiz y le devolvió la mirada.
— Sí.
El silencio abundó unos largos segundos.
— ¿Por qué terminaste con él?
Su compañero suspiró.
— Tenía miedo...
— ¿Miedo de qué?
— Miedo de él. —confesó— Él es tan lindo, tan hermoso, tan perfecto, ¿y yo...?
— ¿Tú qué? —le interrumpió.
— Yo sólo soy yo. —hizo un ademán con sus hombros— Su madre no me quiere cerca, nadie me quiere cerca de él, y lo entiendo... Él es como un gran diamante mientras que yo sólo soy como un pequeño cabrón.
— ¿De qué hablas? —no pudo evitar soltar una pequeña risa—. Tú eres más que eso, Felix.
— Eso quiero empezar a creer. —nuevamente sonrió un poco— Por eso lo busqué, porque no quiero perderlo.
— Tú realmente... —pausó sus palabras unos segundos— ¿Tú realmente lo amas?
— Demasiado. —suspiró y borró su sonrisa, de repente sintió ganas de llorar— Lo amo tanto, Changbin... Cuando lo dejé sentía que no podía seguir adelante, sentía que todo a mi alrededor era color gris, sentía que me habían quitado parte de mi corazón, de mi alma.
— ¿Por qué con él es diferente? —inmediatamente corrigió—: No, ¿es diferente con él?
Y como temía, Felix asintió.
— Fuiste mi primer amor, Changbin... —se acercó para tomar sus manos— Mi primera ilusión, me cegué demasiado por el amor que te tenía porque yo mismo te idealice, yo solito esperaba que hicieras cosas que sabía que jamás harías. Y no digo que no te amé, te amé mucho, pero con Hyunjin es diferente, es muy diferente.
Changbin apretó un poco las manos ajenas entre las suyas.
— ¿Te hace feliz?
— Muy feliz.
No rompieron el contacto visual, era un momento único de ambos, un momento en donde sentían que todo fluía tan bien, en donde podían desahogarse y ser sinceros. Pero antes de que Changbin hablara, abrieron la puerta.
— Lix, te traj...
Jisung guardó silencio al ver sus manos unidas, así que Changbin se separó rápidamente y se puso de pie luego de tomar su mochila; no dijo nada, simplemente se fue, pasando por un lado del castaño quien le miró irse. Luego, el de mejillas grandes entró al aula y se sentó frente al pecoso.
— ¿Qué te hizo?
Felix rió.
— Nada. —respondió con una sonrisa— Dime, ¿qué me trajiste?
Mirar hacia la puerta fue inevitable, por alguna razón quería seguir junto a Changbin.
— Bien, dime qué quieres.
El día siguiente Changbin fue a buscar a Jeongin como este le indicó el día anterior. El menor le indicó a los guardias irse así que eso hicieron, dejando a ambos solos en el salón principal.
— Sé cómo separarlos. —se sentó en el sofá— Están juntos de nuevo, ¿cómo sucedió, eh?
— ¿Crees que yo voy a saber?
— ¡No olvides que fui yo quién te ha dado acceso a todo sobre la familia! —frunció el ceño—. Si me das la espalda ahora...
— ¿Qué harás? —dio un paso a él mirándole desde arriba—. Tu posición no me asusta, Yang.
— ¿Ni porqué tengo a Felix en mis manos?
Changbin rió.
— Si lo tuvieras en tus manos no habría vuelto con Hyunjin, ¿no? —se inclinó a su rostro—. No tienes poder sobre nadie, y eso te frustra.
El menor se puso de pie haciendo que el mayor se aleje.
— No vuelvas a buscarme, Jeongin. No volveré a entrar en tus sucios y asquerosos juegos.
— ¡Entonces tú encárgate de Hyunjin de la manera en la que tú quieras, y yo me encargaré de Felix a mí manera, entiendes?! —chasqueó los dedos y en menos de diez segundos ya había dos guardias detrás de Changbin.
Pero su tono de voz le advirtió al mayor.
— ¿Qué le harás? —preguntó intentando acercarse pero los mayores le sujetaron por los brazos—. ¡Ni se te ocurra acercarte a él o yo mismo me encargaré de hundirte, Yang Jeongin!
El nombrado le dio la espalda y se despidió con la mano.
— Daniel, agenda una cita con Felix para hoy en treinta minutos frente a Corso. —le dijo luego de acercarse.
Finalmente los guardias sacaron a Changbin a la calle y éste ni siquiera se molestó en volver a la residencia, contrario de eso se dio la vuelta y sacó su celular para llamar a Felix, pero éste no respondía.
— Mierda, ¡mierda!
No sabía que planeaba Jeongin pero sabía perfectamente que había que tener cuidado con él, muchísimo cuidado por lo que siguió intentando llamar a Felix mientras corría al lugar que había logrado oír, "Corso", un restaurante italiano frente a una avenida muy concurrida, el sitio era famoso y abría pronto (18:00).
Duró algunos minutos tratando de comunicarse con el pecoso pero no lograba tener éxito, ya había logrado subir a un camión pero eso no le tranquilizaba mucho. Después de uno rato más, al fin contestaron la llamada.
— ¡Felix, por favor hay que vernos, es muy urgente! —dijo apenas atendió.
— Ahora no puedo, quedé con alguien.
— ¡Por favor, es demasiado urgente!
— Changbin, de verdad no puedo, lo lamento...
— ¡Estoy yendo a Corso, ¿estás por ahí? Te prometo que será muy rápido! —suplicó desesperado.
Hubo un corto silencio de apenas unos cinco segundos que para Changbin fueron horas.
— Está bien, te veré allá.
Cortó la llamada y sólo pudo rezar para que Jeongin no llegara antes que él.
Aproximadamente diez minutos después llegó a su destino y bajó del autobús, cruzó la calle rápidamente sin tener mucho cuidado con los autos los cuales sonaron el claxon con evidente molestia a lo cual Changbin hizo caso omiso, al llegar al restaurante (el cual recién abría) entró empujando a un empleado y buscó en el interior al pecoso, pero no lograba verlo por ningún lado, poco a poco la preocupación aumentó.
— ¿No ha visto a un chico rubio con pecas? —le preguntó al empleado que anteriormente había empujado.
— No, acabamos de abrir. —respondió mirándole confundido.
— Mierda... Gracias. —suspiró frustrado y volvió a salir del lugar.
A los alrededores tampoco podía ver a Felix, le aterraba mucho pensar que quizá Jeongin hizo algo pero aún guardaba la esperanza de que el menor no sea tan... Salvaje como para algo así.
Tras unos minutos otro camión apareció y de éste bajó Felix quien miró al pelinegro al otro lado de calle tras asegurarse que aún no estuviera Jeongin ya que éste le exigió encontrarse ellos dos solos, nadie más.
Al ver al mayor al frente le saludó con una leve sonrisa y esperó pacientemente a que los autos dejaran de pasar. No había semáforo frente al restaurante, éste estaba a unos metros de, pero había calles en curva así que tenía que tener cuidado de cualquier manera.
Un auto se detuvo para cederle el paso y el menor le agradeció con una amplia sonrisa antes de pasar casi corriendo, entonces de repente en esa misma curva otro auto apreció, dirigiéndose al menor.
— ¡Puta madre, Felix!
— ¡Felix, cuidado!
Changbin reaccionó y corrió al rubio, pudo oír otra voz pero en un abrir y cerrar de ojos el pecoso estaba en sus brazos sobre él, siendo otra persona la que fue arrollada por el auto que ya estaba lejos.
Los conductores empezaron a bajar de sus autos para auxiliar a los tres en el suelo, pero cuando Felix volteó luego del susto vio a Jeongin sangrando e inconsciente.
Había sido Jeongin quien le salvó.
• ¡Holi! Espero estén teniendo una linda mañana/tarde/noche/madrugada y que estén disfrutando de ésta.
Perdonen si tuve algún error ortográfico, si es así pueden decirme y lo editare.
Pasaron los días volando, creí que apenas había sido antier cuando actualicé JAJAJAJA.
En fin, muchas gracias por leer, espero les haya gustado. <3 Ya casi 60k leídas, estoy muy feliz por todo el apoyo.
¡Una vez más gracias por leer!
¡Hasta luego!
♡
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