Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

TRACK#47: NO MORE DREAM, NO MORE PROMISE

Canción sugerida: Heartbeat por BTS💖

Ir a Busan con los chicos no iba a cambiar mucho mi estado de ánimo. Aun así era algo esperanzador ver un poco de felicidad después de tanta tristeza compartida. Como si el verano reinara en medio de una playa gris de invierno.

Seguía encontrándome a menudo con Ryo, ahora conversábamos de otra cosa, de coches y juegos de ingeniería. No sabía que aquel chico que tantas veces se había negado a mi relación con ella pudiera ser en el fondo alguien en quien confiar.

Fue el único que se interesó por investigar sobre el accidente, fue el único que le pidió a la policía que le mostrara las cámaras de seguridad del bustop aunque eso era casi imposible. No había rastros de aquel coche que había parecido en medio de la nada. Yo solía llamarlo el fantasma más pesado.

Me había arrancado parte de mi vida esa noche. Se había llevado con su cruel chirriar de gomas sobre el asfalto lo que yo creía la mejor razón.

—Empecé a estudiar por las noches. Ritsu por poco llora cuando le dije que ya no iría más al metro. Ya sabes… mi antiguo problema…

Asentí muy consciente de ello. Las drogas no eran la solución a nada aunque a veces a mí me gustaría quedarme así de alienado toda la vida. La cosa curiosa, decía Ryo, es que después del subidón venían los monstruos más grandes asaltar tu conciencia.

Yo había pensado que la mejor droga era el amor, pero hasta en ese campo supuestamente iluminado, los monstruos podían ser mayores.

—Eh… no debería preguntarte esto... pero ¿Cómo ha estado ella? ¿Necesitan algo? No es por reprochar pero Ritsu es orgullosa, nunca acepta ayuda aun cuando sea difícil.

—Tienes razón, todos los que vivimos bajo ese techo somos así. Pero el orgullo a veces es lo peor. Iz está mejor. Ayer volvió a escribir… solo ese tipo Andrés es lo que me molesta. No sé tío, prefería que fueras tú a ese primo que salió de la nada.

Miré hacia delante, las palabras de mi nuevo amigo no me ayudaban. Mi corazón se preparaba para lo peor.

—Tranquilo hombre… es broma. Andrés regresó a México hace tres días. Falsa alarma…

No sabía cómo reaccionar a eso, si sonreír, llorar o quedarme callado. Ryo se mofaba de mi estado de parálisis. Al final decidí sonreír y agradecerle al cielo. Por unos segundos dejé de creer en las promesas, por unos segundos, estuve más perdido que nunca.

***

—No entiendo por qué el líder no quiso venir… eso me dolió…

Kookie tomó otra curva. Íbamos camino a la casa en la playa donde nos habíamos quedado la última vez ¿Cuál era la diferencia? Que ya no había secretos entre nosotros.

Que en lugar de haber conocido a sus padres, él ahora era casi el mejor amigo del mío y que los chicos estarían allí también. Me entretuve en el contorno de los nudillos de la mano que le sostenía.

—No te pongas triste, en realidad creo que lo entiendo, está destrozado por los últimos días. Aun cuando no parezca se esfuerza por superarlo. La herida es inmensa. Démosles espacio, amor.

—Amor… me encanta como suena esa palabra en tu boca… mi amor… mi eterna amante…

Era normal que yo me ruborizara ante la intensidad de esa mirada. Era normal que quisiera congelar el tiempo y entregarme a mis deseos de besarlo. Solo que venía otra curva y no quería ser la causante de otro accidente de dimensiones mayores.

—Curva adelante. Deja las palabras para después…

Él rio por mi corrección. Nuestras manos se entrelazaron más mientras una línea azul grisácea se alzaba en el horizonte. La casa había sido preparada con antelación.

Por lo que solo tuvimos que desempacar para incorporarnos a un variopinto grupo de familiares y amigos camino a la playa. Lena y Suga, Lily y Jisoon, esos dos estaban algo sospechosos o yo veía mariposas de colores en todas partes. Jimin y April, con su redonda pancita.

Miranda, la mejor amiga de esta, J-Hope, Jin y Ritsu que últimamente se había hecho más cercana a nosotros y por último mi adorable Kookie, Winter y yo. No dejaría a nuestro bebé en casa ni muerta.

Era una lástima que la loca de Leah hubiera regresado a Canarias para pasar Navidad. Mi padre había seguido ese ejemplo, solo en busca de mamá que no había parado de disculparse por su ausencia en mi graduación.

Jungkook dijo que todo quedaría compensado con la fiesta de la suya. Yo le dije que lo mejor ya había sucedido ese día, habíamos regresado en serio y vivir sin más secretos, eso no tenía precio.

Había olvidado mencionar a Tae y Mei Lin. Ninguno de los dos dijo que faltaría, pero a última hora ninguno se había puesto de acuerdo. Lena mencionó que atravesaban por una crisis en la relación y que era mejor no meternos de más.

Así las cosas, los chicos no perdieron tiempo para armar una Net de boli y olvidarse de nuestra existencia mientras nosotras hablábamos de niños, ropa y planes futuros. Solo Jimin y Suga parecían pegados como chicle a sus respectivas parejas.

—Puedes ir amor, no me va a importar—dijo April acomodándose más, bajo la sombrilla gigante que Jimin había montado para ella. Este torció el gesto.

—Pero si… y si necesitas algo y si tienes que ir al baño… yo…

—Jimin trato de ser amable, pero me estás sacando de quicio. Te quiero, pero déjame respirar unos minutos. Ve a jugar con tus amigos. Se nota que necesitas de eso y yo necesito a mis chicas. En la noche tendrás todo el tiempo del mundo para hacer conmigo lo que quieras…

El castaño abrió la boca para decir algo pero, pero su sonrojo era mayor. Nosotras intercambiamos miradas evitando reír. Suga le susurró algo a Lena en el oído antes de besarla sin preámbulos algunos delante de nosotros.

—Vamos Chim, hace tiempo que sobramos aquí.

Jimin asintió mecánicamente. April aun sonreía con malicia cuando vimos ambos chicos unirse al grupo que encabezaba mi novio en la arena.

—¡Por fin! Quería tener espacio para hablar a solas... sinceramente…

Lena rio mientras dejaba su mirada sobre Suga. Era eso, conocía muy bien que se sentía cuando yo me pasaba horas acosando a mi propio novio, era casi un reflejo incondicionado y ver a los chicos sin camisa, jugando bajo el mortecino sol de diciembre, era una visión  más que estimulante para los sentidos. Por eso comprendía a Miranda, sentada entre nosotras con las piernas cruzadas.

—Por cierto Ape, no quisiera ser indiscreta pero… ¿J-Hope tiene novia?

Una tos comenzó a atacar a Ritsu que tomaba jugo con una pajita. Yo la ayudé a recuperar el aire dándole palmaditas en la espalda. April sonrió.

—No empieces ¿Vale? Por el tiempo que conozco a los chicos, sé que Hoseok no es de los que les gusta jugar…

—Pero si yo no quiero jugar… tía. Que malas opiniones. Solo pregunto porque no concibo que siendo tan guapo y agradable esté solo.

—Mmh... Creo que Taehyung sospecha que está enamorado de alguien. Al menos es algo que suele decir…

Añadió Lena tomando otra pera. Su antojo de embarazo. Miranda sacudió su cabeza antes de colocarse unas gafas de sol y mirar hacia la playa.

—Pues si ese es el caso, ella es idiota. Yo no dejaría ir a alguien así, jamás…

—Mmh… no me gusta esa insistencia Mirat, y cambiando de tema ¿Dónde está Lily?

—Ahora que lo mencionas tampoco la he visto. Estaba con nosotros cuando llegamos pero…

—Lena… no sé pero creo que Lily y Jisoon…

—¿Qué, en medio de nuestras narices? Pero… bueno… ahora que lo mencionas, pasó de sus vacaciones en Europa para estar en Navidad en la casa de los padres de Jimin ¿Será eso?

Las chicas cotillearon un poco más y de vez en cuando nos distraíamos un poco con lo que sucedía en la playa. El juego estaba empatado y las voces de los chicos traspasaban el rumor del mar contra la orilla en un día muy ventoso. Suga y Lena entraron a la playa para perderse cala arriba.

April y Jimin eran una isla independiente, de susurros y manos entrelazadas. Ritsu y Jin en un estado similar. Lily y Jisoo aun desaparecidos. Miranda tras un pensativo J-Hope que miraba al mar como si fuera una gran pregunta. Kookie y yo… bueno…sobraban las palabras.

La excusa de ir a por más sodas fue solo el primer paso. Recé porque no se me notara el sonrojo cuando regresamos una hora después. Lily ya había aparecido y montaba castillos en la arena.

Todo el mundo discutía por la forma de esos montículos semejantes a domos de arena. Nosotros también formamos parte y la risa y el juego volvería a ser lo único que llenó aquel lugar. Era un día bueno, un día que necesitábamos desde hace mucho tiempo, con algún que otro drama para decorar, pero sin promesas, no más promesas cuando se puede tener el presente por realidad.

***

Los chicos intentaron una fogata por la noche. El resultado fue un bulto de leños mal apilados que por milagro se dejaron prender. Reí por la forma en la que Suga la había tomado con los leños. Jimin le tomaba el pelo por su enfurruñamiento y nosotros le seguíamos la corriente solo para ver explotar a hyung.

—Pesados, incorregibles…

Fue lo que dijo el fantasmita de nuestro grupo. Yo compartía otra cerveza antes de sentarme al lado de Jin y Ritsu para escuchar locas historias de miedo que consiguieron par de reacciones entrecruzadas.

April era la protagonista de aquellas historias que a Jimin lo hacían reír nerviosamente. Era una pena que Tae y Rapmon no estuvieran aquí, les extrañaba. En el fondo me había pasado todo el día pensando en ellos y en lo injusta que podía ser la vida en algunas ocasiones.

—Hola otra vez… vi que te estabas quedando vacío y… mira…

Esa chica Miranda rellenó el vaso plástico donde yo había estado engañando a mis penas interiores. Sonreí mientras le agradecía con una pequeña reverencia.

—Gracias… ni me di cuenta que ya estaba seco.

Las sombras de la fogata le iluminaban medio rostro. Ella era de esas mujeres hermosas que está muy consciente de ello y que por lo general no para hasta conseguir lo que quiere. Me había dado cuenta de eso desde que Jimin nos presentó.

Las miradas, la forma en la que arqueaba los labios cuando hablaba conmigo. Muchas pequeñas señales que parecían hablar de atracción. Solo tenía cuidado. Porque en el fondo sabía que eso no era para mí.

En el fondo otros ojos azules me cuestionaban cuando miraba a otra mujer, otros ojos y un rostro pequeño y ovalado. Samantha... me había dicho que le gustaba, pero que no estaba lista para mi amor.

Solo amigos habíamos acordado y era como una espina envenenada en mi corazón. Por qué tanta dificultad…Taehyung y Rapmon… ellos podían hablar de eso mejor que yo, o el resto de los chicos, todos con tragedias y finales felices aunque fuera por adelantado.

—Hoseok ¿Verdad?

Asentí volviendo a encontrar la mirada de ella. La chica se mordió el labio inferior y yo intenté mantenerme fiel a la idea de que el sentimiento no era mutuo…

—¿Me acompañas un momento? Quiero hablarte…

Y eso sí que era ser directo. Sin saber mucho qué decir por una evidente invitación me puse en pie. Los otros nos miraron y enseguida comprendí que una conversación estaba en progreso. No específicamente de mí, sino de la forma sutil en la que se estaban desarrollando las cosas.

El sonido lejano de las voces y risas, una guitarra o la canción de alguien más nos acompañaron cerca de la orilla. Me había llevado un farol para poder ver donde pisábamos. Ella había insistido en pasear más cerca del mar. Las nubes tapaban las estrellas a intervalos.

El rugir desacompasado de las olas casi contra nuestros pies o el hecho de estar sumido en mis pensamientos me hizo sobresaltarme cuando la voz de ella me encontró.

—Me gustas… desde que nos presentaron, siento que debo decírtelo. Disculpa que sea tan directa, quizás estoy acostumbrada hacer las cosas de otra manera. El hecho es que es esa la verdad. Siento que debo estar a tu lado, aunque parezcas indiferente a todas mis indirectas…

Era una bendición estar tan rodeado de oscuridad. Así ella no podría ver mi colosal sonrojo. No supe muy bien cómo reaccionar a ello, quizás fui más torpe de lo que puedo recordar ahora. Miranda rio antes de quitarme el farol de las manos.

—Ya, no tienes que decir nada, no me importa ser tu amiga por ahora. Solo quería que supieras que siempre tendré segundas intenciones contigo. Supongo que April tiene razón. Nunca elegimos de quién nos vamos a prendar.

—Miranda… yo no sé ni cómo decirlo…es la cosa más extraña que me ha pasado en la vida. No te ofendas, eres muy guapa y amable, y también me di cuenta de lo que sucedía nada más dijiste hola. Sé leer las señales... es solo que…

—No importa, ya te dije… puedo esperar. Solo olvídalo por ahora y disfrutemos de la noche… Cielos, no me relajaba así desde hace mucho… ¿Es una estrella fugaz?

El farol quedó enterrado en la arena. Ella señaló hacia un claro que habían dejado las nubes. La luna se asomaba cerca de otras dos estrellas y una pequeña línea avanzaba camino a otro lugar.

La chica del vestido azul y la exuberante cabellera castaña miraba hacia adelante. Bañada por una luz que me hablaba de diferencias. ¿Sería posible que se acabaran los sueños hoy?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro