Maratón 2/15 🩸

Parecía inútil negarse a tantas atenciones. Amaba a los chicos pero esto era patético.

—Que ya estoy bien, no es necesario que se me queden mirando como si me fuera a quebrajar o algo así.

—Eso dice ahora, después del susto que nos hizo pasar.

Se quejó Taehyung cruzándose de brazos. Rap Monster había sido el primero en llegar y luego, como si se tratara de una procesión anónima, J-Hope, Kookie, Jimin y Suga.

Lily me había dejado desde la mañana. Iniciaba las clases y, ya era de por sí difícil para ella empezar un curso escolar en un lugar tan diferente, para colmo de males sin su hermanastra, de hecho era una suerte que Jisoo también estuviera en la misma situación. En cuanto a Ritsu, creo que me dolía más la cabeza de pensar en ello que de la propia gripe.

—Bueno, creo que esas dos semanas parecieron más dos siglos ¿Soy yo o todos han cambiado un poco? ¿Te hiciste un tatuaje, hyung?

Tae alzó la muñeca de Suga y el aludido sonrío como un gato. Era un símbolo del infinito a la mitad donde escribía la palabra amor. Una auténtica locura con la responsabilidad de Lena.

—Sí, un tatuaje, el padre de mi nena por fin me acepta. No puedo quejarme la verdad, solo me molestó un poco saber que este inconsciente estaba enfermo precisamente hoy. Podían haberme llamado.

—Sí, claro y como contestaste tan rápido…

—Por lo visto tus vacaciones fueron tensas Tae, no paras de quejarte.

Ese fue Jungkook que jugaba distraídamente con los flecos de uno de los cojines sobre el sofá.

—No tengo ganas de discutir Kook y creo que lo mejor sería que todos nos contáramos las historias de estas semanas… parcialmente… no la parte explícita con acciones no aptas para menores y todo eso…

Tae sonrió buscando el apoyo bromista de Jimin, este solo asintió a medias como si su mente estuviera totalmente desconectada de aquí. Yo me aclaré la garganta para hablar primero. Si no lo decía ahora, que estábamos juntos, creo iba a explotar.

—La verdad chicos… estas semanas creí que todo podría ser posible pero el resultado fue todo lo opuesto. No solo me di cuenta lo difícil que puede ser una relación, sino que terminé casi perdiendo a la persona que amo y ahora… no sé si es la gripe o mi corazón el que está enfermo.

—Hyung…—Jimin salió de su burbuja finalmente. Se mordía el labio inferior de esa forma culpable que yo conocía tan bien. Mi pequeño me estaba ocultando algo y creo que ese fue el alto para los demás.

—Es cierto, estas dos semanas marcarán un antes y un después en nuestras vidas y creo que sería muy bueno si todos contáramos la verdad. Mi madre desaprueba mi relación con Mei Lin y por eso discutimos feo. No creo que me perdone y he sido lo suficientemente torpe como para ni siquiera llamarla de vuelta.

Tae asintió lentamente como si acabara de expulsar un gran peso del corazón. Jungkook terminó de sentarse derecho en el sofá y sin mirar a nadie en especial apenas murmuró.

—Tengo la impresión de que estoy pasando algo por alto con Angie, aun…aun cuando parece que todo va bien, siento aquí en mi pecho que no es suficiente, algo anda roto hace tiempo y me siento tan poca cosa cuando trato de averiguarlo ¿Por qué siempre tiene que doler, eh? ¿Por qué el amor no es más dulce y felicidad, que dolor empaquetado en papel de regalo?

—Sin dudas, parece que pudieras arreglarlo todo en una canción que en la vida real, sin embargo, no quiero sonar muy egoísta, pero lo cambiaría todo por volver a vivir estas dos semanas, no solo por el hecho de que pude ser normal, realmente yo, lo que hasta desconocía, el hecho es que ya no concibo mi vida sin ella del otro lado de la cuerda. Ahora entiendo a Suga perfectamente, cambiaría mi mundo entero por ella y sé que estaría bien…

Hubo un silencio largo después de la especie de confesión de Rap Monster, como si cada uno de nosotros estuviera a solas con sus sentimientos. Eso era algo que no habíamos perdido desde que se inició la idea del círculo de conversación.

Cada vez que habían problemas o después de un descanso para ocuparnos de nuestras inexistentes vidas privadas, era como hacer terapia grupal gratuita y solo a la vuelta.

—Me prometí a mí mismo que no lo haría o que al menos solo reservaría el peso para las noches de insomnio, ahora veo que no será eso posible. Son mis hyuns, no cualquier cosa y espero que ella pueda perdonarme. Al menos sé que ustedes, al final no me van a juzgar. Y… y que aun si lo hacen, aun si piensan que me he equivocado, al final del día me podrán entender. Concuerdo con Kook en cuanto a que no se puede ser feliz completamente, siempre hay una pisca de dolor para voltearnos la cabeza.

—Jiminnie…

—No, Hobi, no ahora… mis padres me han declarado la guerra porque cometí el error de amar demasiado a April. Sé que hasta ustedes han estado en contra de esa relación, en parte por el temor que tienen de que al final me acabe absorbiendo y cuando ella se fue…bueno pues todas sus predicciones se cumplieron. Seguí tu consejo, casi al pie de la letra, Hobi, pero qué podía hacer con una mujer de mes y medio de embarazo que no paraba de rechazarme con tal de no herirme más. Sí, fue exactamente esa expresión en tu rostro, hyung … voy a ser padre y no tengo ni la más jodida idea de cómo será. Lo único que pude hacer y que no me arrepiento fue convertirlo en oficial. April lleva mi apellido desde entonces. Forcé un matrimonio legal en Londres y será el quinto círculo del infierno cuando Hitman o el resto de la compañía se entere. Pero…yo…qué se suponía que podía hacer ¿Acaso el amor no me había traicionado ya lo suficiente?

Jimin lloraba entre hipidos traicioneros. Sinceramente yo prefería guardarme mis propias opiniones ante la bomba que acababa de explotar en el salón. Nuestros pequeños problemas no eran nada en comparación.

Solo pude abrazarlo y el resto de los chicos y yo compartimos la misma mirada. Suga fue el primero en hacerse eco de aquella misma forma de enfrentarse a la realidad.

—No te hieras más por favor. Sea como sea, estamos aquí para ti. Nunca lamentes nada por amor. Solo Dios sabe que lo digo en serio y tú ChimChim, tienes el corazón más limpio de todos nosotros, así que esto no será nada. Créeme, hermano, lo superaremos juntos.

—Por supuesto, Chimnie ¿Te apetece que ordene pizza?

—¡Taehyungnie!

—¿Qué? Conozco a este enano a la perfección, con el estómago lleno se calmará más rápido. Además hace cuánto que no teníamos un momento para nosotros solos. Quiero a las chicas, pero seamos justos, el drama nos ha vuelto locos últimamente.

—Vale, vale, y no te olvides las hamburguesas ¿Qué? Tae tiene razón, no como nada desde el aeropuerto.

—Mejor preparo algo que les guste y…

—¡Noooo!—gritaron los otros seis chicos que llenaban el lugar. Yo apreté los dientes.

—Los odio por preocuparse demasiado. Ya está bien, que ordene Taehyungnie.

—Ufff… y eso fue por los pelos, no me malinterpretes hyung, pero te conviene alejarte de la cocina… al menos un tiempo…

Sabía a qué se refería Hobi con eso, pero preferí quitarle hierro al asunto y unirme a los demás. Jimin ya no lloraba y había conseguido casi sonreír con las bromas pesadas de Tae sobre mi estado emocional.

Vaya familia que éramos, pensé observando a los chicos desde la otra esquina del sofá. Afuera el cielo comenzaba a limpiarse de nubes y como en cualquier día de fines de agosto Seúl volvía a la vida de siempre en un mar interminable de personas y sueños que iban por su propia cuenta pero a un mismo lugar.