-Las horas pasaron con algo de lentitud, pero los niños iban manejando cada vez más la respiración de pulmones y estomago para mantener la calma en el nivel de respiración cuando tengan que dar sus nervios en movimientos bruscos como los que han estado haciendo en el día de hoy, cuando ya estaban mejor de su mareo se fueron levantando y estirando sus brazos y piernas para evitar que les diese algún calambre en el proceso del nuevo entrenamiento.-

Paco: creo que ahora puedo hacerlo, al menos por una vez más.

Serio: y aunque es raro que sea de esta manera, creo que puedo intentarlo también.

Pilar: ¿no sienten como si de pronto sus estómagos en vez de rugir suenan como si estuviesen llenos de agua?

Azula: debe ser por la regulación de oxígeno que hemos hecho, y eso ayudó a regular nuestros estómagos.

Pilar: ¿crees que eso sirva para que nos ayude a mejorar el tornado?

Azula: no estoy muy segura... Pero podría funcionar.

Paco: ¿Cómo lo sabremos si no lo hemos intentado? Ya estamos por agarrar el ritmo, una vez más no saldría nada mal.

Serio: como diría el maestre Grinto: "no importa cuantas son las caídas de las hojas, siempre vuelven a levantarse en las ramas mas altas con un brillo excepcional"

-Intentó imitar a su manera la voz del mencionado maestre solo para sacarle una risita a su amada a propósito, el divino los observó un poco curioso pero al mismo tiempo aliviado de que quisiesen continuar.-

Enderwood: si se sienten con ánimos de intentarlo de nuevo, sean libres de hacerlo, solo cuiden de que no se sobre esfuercen demasiado, menos obliguen a sus cuerpos tener tanta carga.

Los 4 al unísono: sí señor.

-Dijeron casi a la par mientras que se iban retirando de la zona de rocas para dirigirse hacia la zona de entrenamiento, el pequeño escarabajo buffo un poco con desánimo pero se puso un pequeño casco para lo cual soportaría la mayor parte de los golpes que recibiría en el acto, por lo tanto esperaba a que lo resultados anteriores pudiesen valer la pena. Entre tanto el hermano del divino estaba limpiando y devolviendo los objetos para que, una vez más, los tengan que lanzar, pero esta vez serían los más pequeños para que se entretuvieran y descansen los adultos, siendo así lo único que cambiaría para que los niños puedan seguir tratando con la técnica de respiración aplicada en la zona de relajación, de la misma manera que la divina Selvasa quien como se dio en curiosidad de saber lo que hacían los niños ahora mismo gracias a que le vino un pensamiento de curiosidad, por lo que en el camino escuchaba a su rana groar.-

Selvasa: oh vamos, solamente quiero asegurarme de que ellos todavía estén, hace ya rato olvide a lo que iba.

-Sin embargo no le creía, su groar estaba en evidente desconfianza, lo que hizo a que la divina rodase los ojos.-

Selvasa: ya te dije, solo quiero ver cómo están... Se que no olvido lo que sucedió con esos niños, pero ahora viendo que están de regreso al mundo divino sin sufrir un cambio físico como las veces anteriores, y ahora con las noticias de los dioses y sobre su amenaza justo antes de que vengan acá, me hace pensar que esto podría ser más interesante de lo que creí.

-Comentaba acortándose de hombros ligeramente a la vez que la rana rodó los ojos para solo seguir a su dueña en el camino hasta que se topó con el divino mono viendo cómo estaban preparados para de nueva cuenta lanzar cosas contra los niños que estaban posicionándose para reanudar los movimientos aprendidos para la técnica, sus sonrisas se veían un tanto inspiradas y dedicadas en sus movimientos, por lo tanto, la divina solo quedó detrás de un muro para mantener la distancia de ellos evitando ser vista por ellos y así no tener que desconcentrarlos, pero el único que se percató de su presencia fue el divino quien no dudó en acercársele.-

¿?: Creí que tardarías más en venir.

Selvasa: me ha dado mucha curiosidad, además de que los vientos estaban algo cambiados.

-Comentó posando sus brazos curados sobre el muro, aunque el divino soltó una risita antes de apoyarse de medio lado en el mismo muro de piedra.-

¿?: Y pensaba que seriamos los únicos en ver a los últimos capoeirstas en llegar aquí.

Selvasa: no sé por qué no pensé en eso cuando llegué, pero gracias a ustedes pude recordar, tal vez ellos no quieran olvidar o considerar mis disculpas por haberlos enfrentado en persona, pero aseguro de que han avanzado mucho para tener la edad que tienen.

¿?: Sospecho que su maestre, por lo que han contado, ha tenido que presenciar el cómo su viejo maestre fue convertido en una cabeza de piedra.

Selvasa: apenas me entero.

¿?: Si, intuyo que desde hace tiempo los que habían quedado se mudaron a otra parte, pero no sabemos si es cierto o simplemente una idea.

Selvasa: creo que reconozco de quien hablas, ese elefante rosa no paraba de parlotear con lo que ha vivido con ese niño y el cómo lidio con su maestre, ¡puffft! Fue una locura en verdad.

¿?: Al menos no pasó a mayores como las veces anteriores.

-Decían entre ellos mientras observaban a los niños empleando la misma respiración usando sus pulmones, sus manso como pies y sus piernas como hélices mientras giraban en su mismo eje.-

¿?: ¿No recuerdas cuando habían caoperistas saliendo de cada rincón de dónde veníamos?

Selvasa: jejejej ni me lo recuerdes, era difícil predecir de donde saldrían cada uno, de la nada caminabas con normalidad y de pronto aparecían un grupo de niños corriendo delante como caballos sin importarles llevarse todo lo que estuviera a su lado.

-Rodó los ojos mientras que escuchaba a los demás niños tratan de mantener la concentración a la par que giraban formando un tornado poco a poco.-

Selvasa: aun no olvido ese susto que nos dieron cuando estábamos dormidos y nos cayeron encima.

¿?: ¿Cómo no olvidarlo? Ese día sentí como si mi corazón se fuese a salir en un instante cuando salieron, resultó que nos estaban buscando para que les respondiéramos unas preguntas.

Selvasa: como si no existiesen los llamados de atención, jejejej al menos recibieron su regaño al final.

¿?: Si, y no fue la única vez, hubieron más de una vez.

Selvasa: oh, eso fue cuando ya estábamos acostumbrados a sus sorpresas, pero a las tres primeras si fue inesperado.

-Y mientras que los dos comentaban sobre sus vivencias pasadas, los niños estaban ejecutando el tornado combinado, estaban en los primeros minutos estaban normal aguantando sus respiraciones pero en los momentos finales cuando estaban en la artillería pesada iban cansándose.-

Selvasa: ¿sabes? Extraño ver a los capoeristas entrenar día y noche para perfeccionar sus habilidades antes de salir de la aldea, ¿es algo similar a lo que quieren hacer?

¿?: Algo así, están buscando regresar a su mundo, aunque todavía falta mucho para descubrir quién o quienes han sido los culpables de robar el cepillo dorado.

Selvasa: oh si, intuyo que queda poco tiempo ¿no?

¿?: No estoy seguro de eso, pero si de algo sé es que mi hermano tiene un plan entre manos, solo quedaría saber qué es lo que plantea con esos niños.

Selvasa: sea lo que fuese, quedará a su responsabilidad, aunque digo que no sería de mucha preocupación ya que su nivel de fuerza e inteligencia colectiva es bastante alto.

¿?: Si tu lo dices, no deberé de subestimaros entonces.

-Después de varios minutos pudieron desplazar la mayor parte de los objetos, aunque no pudiendo contener bien la respiración por mucho tiempo, acabaron por caer mareados ante recibir tantas cosas, en cambio ambos divinos solo rieron un poco por la escena.-

¿?: Aun les queda mucho por hacer, pero a este paso lo van a lograr.

Selvasa: ten, esto les ayudará con el mareo.

-Le extendió una flor medicinal para que el mencionado pudiese moler con cuidado en el mortero para prepararles un jugo especial para ellos mientras que iban tratando de regular su mareo de manera propia.-