-Durante la mañana siguiente casi todos se levantaron tempranamente a la misma hora para esperar el turno a lavar aua dientes, el faraón andaba despacio en el pasillo viendo a dos niños correr apresuradamente, una niña baja de cabellos rosados seguida del mismo niño de gorro y anteojos de aviador detrás de ella casi tropezando con el faraón pero escuchó de inmediato su perdón, mirándolos desde su lugar hasta que llegaron a cruzar por una de las esquinas para perderse de vista.-

Mana: ¡buenos días!

-Una voz femenina le saco de su ligero trance y a cambio le dio una sonrisa al ver a la maga en buen estado acercándose a el.-

Atem: buenos días ¿te sientes mejor?

Mana: ujumn, ya no me duele nada, gracias por preguntar~

-Sonriendo con tranquilidad el faraón caminaba alado de ella casi a la par.-

Atem: me alegra saberlo.

Mana: ouh ¿hoy les enseñaremos a Yugi y a los otros la cueva?

Atem: claro, después del desayuno iremos.

Mana: yeei~ espero tengamos la misma suerte que ayer.

-Menciono con una sonrisa, sin embargo cuando iban a continuar escucharon que unos pasos venían hacia ellos, cuando voltearon era Kaiba que se dirigía hacia ellos con una mirada algo curiosa para el faraón.-

Atem: ¿Kaiba?

Kaiba ¿Están ocupados?

-Los dos se miraron un poco antes de negar con la cabeza devolviendo la mirada al mas alto.-

Kaiba: bien, hay algo que debo mostrarles.

-Les dio la espalda para continuar caminando lejos de los confundidos chicos que parpadearon un par de veces antes de ir caminando detrás de el, no estaban seguros de lo que quería mostrarles ya que conociendo lo reservado que es el mas alto es un tanto raro que les dirigiera la palabra tan de repente, llegando a una de las salas que tenia la nave, estaban los dos androides conversando con un holograma del mismo doctor que hace días se llevo al dinosaurio.-

Jonathan: entiendo, entonces no podemos quedarnos mucho tiempo estancados.

Dr. Oak: estaremos siguiendo el paso de lo sucesos, pero sospecho que si esto sigue en este rumbo no tendremos de otra que movilizarnos hacia otra parte para no salir desapercibidos.

-En un escondite lejos de ellos estaban los 3 escuchando atentamente las palabras de ambos mientras susurraban entre ellos.-

Mana ¿qué estará pasando?

Kaiba: desde esta mañana están conversando sobre que algo surgió de la noche a la mañana y que quizás eso deba concernir a la nave en la que estamos.

Atem: ¿algo surgido?

-Miraron de nuevo fijamente hacia dónde esta el androide conversando con el profesor en holograma.-

Jonathan: ¿qué haremos con los muchachos? Están buscando trabajo en la ciudad para sustentarse señor.

Dr. Oak: si están en la ciudad déjelos ahí, solo moveremos la nave en las coordenadas para evitar algún posible enfrentamiento, no sabemos qué pueden hacer esas cosas si estamos cera de un enfrentamiento-

Jonathan: disculpe que haga esta mención doctor, pero si hay que decir, aqui entre los muchachos hay un chico que sabe jugar el juego de cartas.

-Eso les puso un poco en alerta, pero con bastante atención.-

Dr. Oak: ¿en verdad?

Jonathan: ellos ayudaron a traer al dinosaurio de regreso.

-El holograma lo fue pensando a lo que sería sus palabras, luego de unos minutos lo fue pensando hasta que saliendo de esos momentos de pensar miró al androide.-

Dr. Oak: bueno, estaremos pendiente con ellos, que no se involucren mucho en estos temas que no va con ellos, los padres no les van a gustar.

Jonathan: entiendo, hablaré con ellos a ver qué respuesta obtengo.

Dr. Oak: espero que sea rápido ya que no estoy seguro del tiempo que ocuparemos por mientras.

-El androide asintió con la cabeza viendo cómo el holograma se cerraba ante sus ojos, los muchachos aprovecharon de alejarse del área antes de que pudiesen ser atrapados, para así lavarse las manos e ir al comedor.-

Mana: que curioso ¿de qué estarían hablando?

Atem: o de quién...

Kaiba: el viejo parece saber de alguien, aunque mencionó la palabra "padres" muy en plural por lo que algunos más deben estar involucrados en el hecho.

Mana: ¿padres de quiénes?

Kaiba: no lo sabemos aún, pero cualquier cosa hay que mantener la guardia alta pero sin llamar mucho la atención para evitar ser descubiertos.

-En el momento la puerta del comedor se abre trayendo consigo a la androide que entraba con la comida en manos para servir.-

Helga: espero que se hayan lavado las manos antes de venir, de lo contrario tendrán que lavarse dos veces los dientes y las manos para evitar que los gérmenes entren a su sistema.

-Y mientras servía el par de niños de antes estaban detrás de la androide robándole algunas galletas sin que observase, la vista del faraon y del más alto no era para nada ciega así que fingiendo que estaban distraídos observaron a donde iban corriendo cuando ella estaba lista para dar la vuelta de regreso a la cocina para dejar solos a los muchachos quienes no aceleraron nada ni tampoco tardaron, solo lo suficiente para que después de terminar alejarse y ir a donde fueron los niños.-

Mana: oigan ¿a dónde van?

-Llamó la maga quien hizo voltear a los dos chicos.-

Atem: solo iremos a hacer algo rápido.

Mana: ¿no irás a la cueva hoy?

Atem: claro que si, solo debo hacer algo primero y te alcanzo después ¿de acuerdo?

Mana: ..... Esta bien, no tardes mucho.

-Asintiendo con la cabeza los dos chicos se fueron alejando más de ella antes de que pudiese terminar de saludarles, andando por el mismo pasillo a donde vieron ir a los niños, de tal forma que esperaban que en medio de la sala los encontrase realizando algo extraño, más no esperaron a que ellos junto a un adulto peliazul estuviesen aparentemente reparando una cápsula enorme y redonda de color marrón y celeste ¿cómo puede entrar en un espacio tan recóndito como ese? Y al parecer esos dos sabían armar cosas, sobre todo el niño más grande.-