Un evento puede cambiar tu vida de la manera más drástica, para bien o para mal...

Fui subastada, comprada y llevada lejos de mi hogar, lejos de mi familia y lejos de mi monótona vida.

Sentía que todo saldría mal y por más que todo empeoraba me negaba a mostrar debilidad. Fue entonces que lo conocí. Mikhail Ackermann, la revolución completa de mi mundo.

Mi amor verdadero si, así lo quiero llamar.

Un chico bastante diferente de lo que pensé. A la vista de los demás no era más que un hombre insensible, arrogante, serio y meticuloso, pero pronto descubrí que debajo de aquella frialdad no había más que un simple joven lleno de amabilidad y alegría.

Cuando lo conocí no sabía que ambos desataríamos sentimientos y emociones que nos iban a unir para siempre.

Me protegió incontables veces y me ofreció su corazón. Un corazón sincero y lleno de amor. Me juró amor eterno en aquel altar y me demostró un montón de veces cuanto me ama y yo cuanto lo amo a él.

Nos enfrentamos a muchos peligros, nos cuidamos el uno del otro, nos demostramos adoración incomparable el uno con el otro...

Ahora tenemos una familia, dos hermosos mellizos que trajeron más felicidad y amor a nuestro hogar...

Aún recuerdo cuando cargué a mis dos bebés en manos, fue la sensación más hermosa de mi vida. Mikhail estaba más nervioso de lo que jamás lo había visto, no dejo de admirar a sus dos bellos herederos por horas y horas, no podía dejarlos solos ni un solo segundo, fue bastante tierno cuando lloró al cargarlos por primera vez.

Mi querido Darrow... Mi bella Hade, son la felicidad de nuestras vidas...

Pongo las velitas una por una en el pequeño pastel. Agrego varías chispas de chocolate y dulce en la superficie cuidando no tapar las letras de "Feliz cumpleaños".

Una sonrisa se forma en mis labios cuando he terminado. Admiro mi pequeña delicia en la mesa y más orgullosa no puedo estar.

De pronto, el teléfono de la casa suena por lo que me veo obligada a ir hacia la sala.

— Hola... — contesto.

— ¡Hija mía! ¡No sabes cuanto me alegra volver a escuchar tu hermosa voz!

Ruedo los ojos.

— No exageres mamá...

— ¿Hace cuánto que no nos vemos? ¿Cúanto ha pasado? — finge tristeza.

— Nos vimos en navidad mamá y eso fue hace unas dos semanas... — escucho sus risas.

— ¡Pero que mala eres! ¡Ya te olvidaste de tu familia! — me reprocha.

— ¡Que no! es solo que los niños me mantienen muy ocupada...

— ¡Ya quiero verlos! — suena emocionada.

— ¿Cúanto falta para que lleguen? Hade está muy emocionada por verlos. — resoplo.

— Mia bellos nietos, tal vez media hora más de viaje hija...

— Esta bien mamá, ¿Y cómo está Kate?

— ¡Bah! ¡Tu queridisima hermana es una rebelde que no llega ni a visitarnos!

— Es joven mamá dejala vivir, ¿Sigue con ese tipo? — trato de recordar — ¿Alfredo?

— Alfred — corrige de mala gana — y si, esos dos son uña y mugre...

Sonrío.

— Bien mamá, no tarden...

—¡Nos vemos pronto! — se despide.

Cuelgo el móvil y voy hacia la cocina nuevamente. Miro el pastel y noto que alguien marco un redondo enorme en el, todo el pastel está completamente estropeado, el "Feliz cumpleaños" ya no es más que letras incoherentes.

Frunzo mi ceño para luego masajear mi sien con cansancio. Cuando menos lo espero alguien salta hacia mi haciandome sobresaltar y soltar un grito de susto.

Hade se carcajea sin parar mientras que yo miro su boca llena de crema y chocolate.

— ¡Hade me asustaste! — le sonrío.

Ella se cubre la boquita y ríe bajito con malicia.

— ¡Mamá me acabé los chocolates! — sonríe lamiendo su mano.

Abro los ojos con asombro.

— ¿Todos?

Ella asiente aún lamiendo su manita llena de chocolate. Miro su vestido verde y compruebo lo que me acaba de decir.

Su traje de cumpleañera no es más que un trapo lleno de tierra y chocolate.

— Ya veo... — suelto un suspiro —anda ven — la llamo.

Ella corre hacia mi y de un salto la cargo en brazos. La deposito en el mesón y tomando un trapo húmedo comienzo a limpiar su rostro pegajoso.

— ¿Por qué le hiciste eso al pastel? — pregunto con paciencia.

Ella sonríe.

— Marqué territorio...

— ¿Territorio?

— Si — asiente una y otra vez con la cabeza — toda la parte marcada es mía y de mi tío.

Me carcajeó y no hago más que asentir.

— Está bien cariño... — beso su frente.

Ella me mira y frunce el ceño.

— ¡Darrow parece un loco mamá!

— ¡Hade! — la reprocho.

— ¡Es cierto! ¡No quiere jugar conmigo! ¡No me acepta los dulces que le doy y no se aleja del jardín de flores mamá!

Comienzo a arreglar sus coletitas.

— Tú hermano no está loco Hade y no vuelvas a decir eso cariño. Él tiene gustos diferentes a los tuyos nada más...

— No habla con nadie en la escuela. — se encoje de hombros.

— Aún no está listo para congeniar con nadie mi amor...

Hade asiente y me abraza juguetona. Miro por ultima vez la torta y no puedo evitar soltar un suspiro de cansancio, tanto que me había esforzado...

— Está hermoso mami... — miro a Hade con burla.

— ¿Tú crees?

— ¡A papá le encantará! — afirma con confianza.

— Estoy segura. — me carcajeo y la bajo del mesón.

— ¡Iré a traer mi corona mamá! — salta de emoción.

Tanto Hade como Darrow cumplen años hoy, nueves años que mis bellos hijos están con nosotros. Ambos mellizos, nacidos el mismo dia, el uno para el otro. Sin embargo, muy diferentes entre si.

Hade es demasiado inquieta, juguetóna, burlona, divertida, amistosa y amable. Por el contrario Darrow es un niño callado, no suele demostrar afecto tan fácilmente y su seriedad aleja a sus propios compañeros a comparación de Hade quién le gusta jugar, él se la pasa encerrado en su habitación leyendo varios libros. Hade prefiere las fiestas y la música, Darrow las detesta, adora el silencio. A Hade le encanta los juguetes mientras que Darrow prefiere quedarse horas y horas viendo las flores del jardín. A Hade le encanta hacer nuevos amigos, Darrow solo se centra en permanecer alejado y elegir muy bien a las personas con quienes intercambiar algunas palabras.

Ambos muy diferentes...

Camino hacia la puerta de vidrio que da salida al jardín. Me paro y apoyo mi cuerpo contra el marco de la puerta para observar a mi pequeño rey.

Darrow sostiene un libro en la mano izquierda y mira atentamente el jardín. Viste un trajesito elegante, a él siempre le gusta verse presentable.

Es cierto que no puede llegar a congeniar con nadie, su trauma... Aquel día lo marcó en grande...

Suelto un largo suspiro y vuelvo a sonreír como si nada pasara. Camino hacia él a pasos lentos y en poco tiempo logro llegar hasta donde esta.

Me pongo de cuclillas a su altura y toco su hombro con delicadeza. Su carita me mira y no puedo evitar sonreír aún más cuando veo sus enormes ojos azules, iguales a los de Mikhail.

— ¿Por qué no vas a jugar con tu hermana mi amor? — pregunto en bajito.

Él me mira serio y vuelve a observar las flores.

— Es muy ruidosa y torpe, además es una tonta...

No puedo evitar sonreír.

—  Pero ella quiere jugar con su adorado hermano...

— Púes yo no quiero jugar con ella ni con nadie...

Asiento. No dice nada más, me siento por completo en el pasto y lo llamo.

— Ven mi amor. — lo llamo para que pueda sentarse en mis piernas.

Él niega.

— Me ensuciaré el traje...

— Eso no importa te pondrás otro... — tomo su manita y lo siento en mis piernas. Lo abrazo contra mi pecho como si de un bebé se tratase, beso su coronilla y luego su rostro.

— ¿Sientes ese aroma? — pregunta.

Lo miro.

— ¿Cúal aroma cariño? — curioseo.

— El de las flores...

Frunzo el ceño, la verdad no puedo llegar a presenciar su aroma pero al parecer Darrow si.

— ¿Te gusta? — pregunto.

— Me encanta, las flores son hermosas, además desprenden un aroma único...

Sonrío y vuelvo a besar su mejilla.

— Hade me dijo que no hablas con tus compañeros en la escuela, ¿Pasa algo?

Él niega rotundamente.

— No quiero hablar con ellos, todos son iguales a mi hermana y nadie puede entenderme...

Asiento.

— Yo si te entiendo mi amor... Eres un niño muy inteligente y único, si no quieres hablar con ellos no lo hagas pero las amistades son algo esencial que no pueden faltar en nuestras vidas, con ellas formamos una familia más, son nuestra fortaleza y apoyo en momentos de dolor y alegría...

Él asiente.

— Lo tendré en cuenta mamá...

Me muestra su mano en puño y al abrirla puedo encontrar una pequeña cadena.

— Ella era mi única amiga...

— Ella volverá... — sonrío y él me devuelve el gesto.

— ¿Tienes hambre mi amor?

Él niega.

— Entonces voy a darte tu regaló...

Él me mira con una sonrisa enorme.

— ¿Qué es? — pregunta curioso.

— Vamos a averiguarlo. — sonrío.

Él se pone de pie de inmediato y yo hago lo mismo, tomo su manita y caminamos hacia la mesa del jardín. Sobre está hay varios vasos, refrescos dulces y algunos bocadillos más.

Tomo la pequeña caja que está en el centro, su envoltorio es de color azul y lleva un moño blanco en medio. Darrow me mira curioso y sin esperar más le extiendo el paquete.

— Feliz cumpleaños mi amor... — le sonrío.

Él toma el material y comienza a abrirlo con total delicadeza. Abre los ojos con asombro y saca cuatro libros de él. Cuatro libros que elegí personalmente.

Darrow abraza los libros con devoción y posteriormente me abraza con mucho cariño.

— Te amo mamá... — besa mi mejilla.

— Yo te amo más mi pequeño rey... — beso una y otra vez su rostro.

— ¡Mamá! — la voz de Hade nos llama la atención.

Darrow toma asiento y comienza a revisar los libros con emoción, sin darle ni una pizca de atención a su hermana. Hade corre hacia mi y me mira molesta.

— ¿¡Por qué le das un regalo a Darrow y a mi no!? — se cruza de brazos con enojo.

— Hade mi amor...

No me deja continuar, pasa por mi lado aún con los brazos cruzados y se acerca a su hermano mayor. Lo mira con enojo más este la ignora. Hade le quita el libro que lleva en manos.

— ¿Qué esto? — pone mala cara mientras hojea el libro.

Darrow se pone en pie y le quita el libro con enojo.

— ¡Tus manos están sucias tonta! — le reprocha irritado.

Hade pone carita triste y poco a poco comienza a llorar. Voy hacia ella y la pongo en frente de mi.

— ¿Qué pasa mi amor? — limpio sus lágrimas.

— ¡Tú le diste un regalo a él y a mi no me diste nada! — llora aún más.

Sonrío y continúo limpiando sus mejillas.

— Pero mi amor, tu papi fue por tu enorme regalo princesa...

Ella me mira y se limpia los ojos.

— ¿Mi regalo? — hipa.

— Si cariño, es un regalo enorme, ¿Verdad Darrow?

Él nos mira serio y se encoje de brazos para seguir observado las paginas de su libro.

— Es enorme como tu cabeza, tonta. — le saca la lengua.

Esto hace que Hade comience a llorar más alto.

— ¡Darrow! — le reprocho y él no hace más que reír — Hade mi amor no llores mi vida, tu hermano solo bromeaba verdad... — miro a Darrow.

Él rueda los ojos y asiente.

— ¿Lo ves? él te quiere mucho... — miro a Hade y ella sonríe, mira a su hermano y le ofrece una sonrisa.

— ¡Yo también te quiero mucho hermanito! — le sonríe más, Darrow solo asiente atento a las paginas.

— ¡¿Dónde están los más bellos cumpleañeros?!

Hade se llena de emoción y sale corriendo.

— ¡Papá! ¡Papá!

Mikhail entra con una caja en manos, la deja a un lado suyo y se prepara para recibir en brazos a su hija. Hade se sube en él de un solo salto y comienza a besar su rostro una y otra vez.

— ¿¡Papá me trajiste un regalo!? — pregunta emocionada.

Mikhail asiente con una sonrisa.

— El mejor regalo para la mejor princesa...

— ¡Princesa ninja papá! — corrige.

— ¡La mejor princesa ninja de Alemania! venga abramos tu regalo cariño.

La baja y le entrega la enorme caja.

Hade comienza a destrozar el cajón llena de emoción, suelta un enorme grito al ver lo que hay dentro. Saca un traje de ninja rosado, el traje está perfectamente equipado con espadas de juguetes y demás cosas.

— ¡Esto es genial! — salta de emoción — ¡Iré a ponérmelo! — sale corriendo hacia la mansión.

Mikhail la mira alejarse y sonríe con amor. Se pone en pie y esta vez sus azules hacen contacto con los míos, me ofrece una hermosa sonrisa y arreglando su elegante traje se acerca coquetamente hacia mi.

Me pongo de pie y cuando menos lo espero toma mi cintura y me apega hacia él.

— Eres la mujer mas bella Calipso...

Sonrío.

— Y tú eres el hombre más sexi y jodidamente guapo. — susurro en su oído.

Él muestra una sonrisa ladina en señal de orgullo. Toma mi mejilla y me besa de la forma más lenta y apasionada posible. Se separa lentamente de mi y da un ultimo beso en mi frente.

— Ese vestido te queda perfecto...

Me carcajeo y asiento.

— Normalmente es la ropa que utilizo para la cocina pero gracias mi amor...

Él sonríe y asiente.

— Igualmente te ves sexi. — besa castamente mi labios.

— Él te está esperando... — le informo.

Mikhail sonríe y mira a Darrow, él continúa atento con la lectura. Toma mi mano y caminamos hacia él.

Mikhail se pone en cuclillas y se acomoda en frente de su hijo, este lo capta y muestra una sonrisa ladina.

— ¿Te gustó el regalo de tu mamá? — le pregunta y él asiente — ¿Es mi turno no lo crees? — sonríe.

Darrow asiente.

Mikhail remanga su mano derecha y se quita el reloj. Se lo pone con cuidado y después de terminar lo abraza.

— Feliz cumpleaños hijo.

Darrow examina su manita.

— ¿El reloj del abuelo? — pregunta sorprendido.

— Si, le perteneció a mi padre y luego él me lo dio a mi, tiene un valor muy especial y quién mejor que tú para cuidarlo... Es tuyo Darrow, digno de un rey. — Darrow sonríe y asiente.

— ¡¡Qué empiece la fiesta!! — una voz llama nuestra atención.

Hector entra bastante alegre.

— Callate que no estamos en un club nocturno idiota — Aiden entra detrás de él con irritación, una pelirroja muy partícular está a su lado y sostiene a su pequeña hija en manos. La pequeña Megan permanece dormida.

— ¡Bah! ¡Aburrido! — le reprocha Hector.

— Callense. — Mikhail se acerca a ellos con Darrow en brazos. Yo me cercajeo y me apresuro a tomar la mano de mi esposo.

— ¡Hola cumpleañero! — Hector felicita a Darrow.

— Hola tío... — responde este con una sonrisa ladina.

Aiden se acerca a Mikhail y recibe a Darrow con cuidado.

— ¡Hey campeón! — el moreno le sonríe.

Está vez Darrow ríe.

— Hola padrino... — sonríe.

— ¡Te traje un regalo! — lo deposita en el suelo y le entrega una pequeña caja. Darrow no tarda en abrirlo.

— Maravillas del mundo — lee mi pequeño en el libro. Sonríe de emoción — ¡Genial!— dice con asombro.

— ¿Quién le regala un libro a un niño de nueve años? — Hector pone una mueca de horror y burla.

— Yo le regalé cuatro idiota. — lo miro mal.

Hector se carcajea.

— Genial... — sonríe con nerviosismo.

— Eso te pasa por ser un boca suelta. — Melissa se burla de su hermano.

— Pff, tu esposo es un tarado. — se defiende.

— Al menos yo no olvidé el regalo de mi sobrino. — Aiden lo mira con malicia.

Hector pone una cara de espanto. Cuando piensa decir algo suelta un quejido de dolor. Hade trae puesto su traje rosa de ninja y lo ha golpeado con la espada de juguete.

— ¡Mira padrino soy una princesa ninja! — lo abraza.

Hector soba su pierna con dolor y abraza a su sobrina. Esta se aleja y extiende ambas manos hacia él.

— ¡Mi regalo! — le informa.

Aiden muestra una sonrisa de burla y Hector pone una mueca nerviosa.

— Eh si veamos —saca su billetera y revisa dentro — que tengo aquí... ¡Ah si toma! — le da una tarjeta de credito — ahora eres millonaria también.

Hade comienza a saltar de emoción.

— ¡Soy millonaria! ¡Soy millonaria!

Aiden rueda los ojos.

Sonrío ante la felicidad, definitivamente ponerlos de padrinos para cada mellizo fue la mejor decisión. Hade tiene a Hector y Darrow tiene a Aiden.

Todos se acercan hacia la mesa y entre risas y comentarios toman asiento para comenzar a servirse la variedad de bocadillos que hay.

No puedo evitar sonreír al ver la hermosa escena. Mis hijos, mis amigos...

¿Quién podría pensar que todo esto me podría pasar? verdaderamente la vida puede darte sorpresas enormes y regalos hermosos...

Kate esta viviendo la vida de una adolescente alocada, Hector se casó con una chica bastante hermosa, lamentablemente ella no pudo estar aquí puesto que su trabajo de modelo no le ayuda de mucho, Samanta su bella hija se fue con su madre, ambas son encantadoras, Hector tuvo mucha suerte. Nathan, el primo de Mikhail, se convirtió en un socio y casi siempre viene a ver a sus sobrinos, los viajes no siempre le permiten estar aquí. Basili por otro lado se ha vuelto un gran amigo más, se casó con una mujer bastante hermosa y llevan cuatro años casados, lastimosamente se fueron a Italia. Tanto Alik como Sasha tuvieron un hijo, ambos se fueron con Basili puesto que ambos son socios y Chris, bueno él sigue siendo fiel a esta familia.

Unas manos toman posesión sobre mi cintura, me doy vuelta y me encuentro con aquellos azules que tanto amo. Mikhail, mi esposo, mi único amor, mi vida...

— ¿Estás bien? — toma mi mejilla.

— Mejor que nunca... — lo beso con cariño.

Él me sigue y se separa lentamente.

— Te amo... Te amo como no tienes idea, te amo como un loco, te amo como jamás podria amar a nadie mi amor... Me has hecho el hombre más feliz del mundo, tú y mis hijos son mi mundo y razón de ser... Te amo Calipso...

Sonrío y lo beso nuevamente.

— Te amo Mikhail, te amo mi rey de la mafia...

Él sonríe de lado y me besa castamente.

— Te equivocas mi amor, ambos somos Reyes de la mafia...

                                       Fin...