Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01 | Ahora somos uno

— ¡Deja de moverte o juro que voy a romperte el vestido de los nervios!

— ¡Kate hay mucha gente! — digo dando brinquitos mientras veo por la pequeña ventana.

— ¡Ya Cali quedate quieta solo falta un botón más!— suelta un suspiro ya cansada.

Dejo de moverme y entonces logra apretar más mi cintura.

— ¿Ya quedó? — curioseo.

— ¡Al fin! — dice mi hermana poniéndose de pie.

Tomo los costados de mi voluminoso vestido y descalza corro hacia el espejo amplio de la habitación. Observo mi cuerpo y sonrío ante el orgullo de mi misma. Me gusta.

El escote tiene un corte en forma de corazón, una variedad de perlas, lentejuelas plateadas y gotas adornan todo el espacio exparsiendose de igual forma por mi pecho y mis brazos, haciéndolo ver bastante hermoso.

La parte de abajo es bastante voluminoso y la tela es absolutamente suave y esponjosa.

Mi cabello se resume en un moño a la altura de mis cejas, varios mechones rebeldes caen a los costados de mi peinado en ondas y una variedad de gotas adorna los cantos de las horquillas que se posan alrededor.

Mis labios son de un color rosa bajo y el brillo solo los hace resaltar más. Mi rostro tiene una ligera capa de maquillaje, mis pestañas son bastante llamativas debido a su tamaño, en resumen, Melissa hizo un gran trabajo.

— Estás hermosa Cali... — me doy vuelta y miro a Kate.

Mi hermana me mira con cariño y es entonces que noto que esta a punto de llorar. Me acerco a ella rápidamente y la abrazo.

— No llores Kate o enserio harás que yo llore igualmente — digo sollozando.

Ella aprieta mi cintura y sin poder evitarlo derrama lágrimas que son limpiadas cuidadosamente por mis dedos.

— Mirame, luzco como una niña chiquita y chillona — se ríe en medio del llanto — ¿En qué momento crecimos tanto? estás a poco de casarte... Y yo me quedaré sin mi querida hermana mayor, sin mi mandona e irritante Cali...

La miro con cariño y beso su frente.

— Siempre estaré contigo Kate, jamás voy a dejarte. Siempre estaré ahí cuidando de ti... Seguiré siendo la irritante y mandona de siempre...

Ella asiente limpiando su maquillaje corrido.

— ¡Ya es suficiente no voy a amargarte el día!, ¿Dónde esta el maquillaje? voy a arreglar mi rostro...

Ambas nos carcajeamos y volvemos a abrazarnos, en ese instante la puerta se abre con apuro.

— ¡Listo ya lo entregaron! — la pelirroja corre hacia mi con mucho esfuerzo gracias a sus tacones — ¡Sientate Cali! — me ordena abriendo la bolsa con cuidado y concentración.

Hago lo que me dice y tomo asiento.

Sus manos arreglan mi cabello con cuidado y lentamente empieza a ponerme el velo.

— Listo, ya quedó — dice orgullosa.

Me pongo de pie y miro nuevamente mi anatomía en el espejo. El velo es bastante hermoso y sencillo.

— ¡Dios pensé que nunca lo entregarían! — toco mi pecho sintiendo una carga menos.

— ¡Ni hablar! ¡Esa señora me escuchó perfectamente! ¡¿Cómo rayos pudo olvidar la fecha?! — hace un puchero indignada.

Es cierto, la señora que debía entregarme el velo confundió las fechas y olvido por completo entregarme el material. Tanto a mi como a Melissa y Kate casi nos dio un infarto así que mientras Kate terminaba con mi vestido, Melissa pidió a Aiden que la llevara a la residencia de la confecciónista y bueno gracias a ella todo ya esta listo.

— ¿Y los tacones? — pregunta la pelirroja mirando mis pies descalzos.

— ¡Ah por poco y me olvido! — me apresuro al armario y saco la cajita blanca que tiene un moño en medio.

La abro y tomo asiento para ponermelo uno seguido del otro. Me pongo de pie y sonrio por la emoción.

— ¡Estás hermosa! — chilla de emoción Melissa.

Le devuelvo la sonrisa y es entonces que la puerta se abre nuevamente. Por esta entra mi madre y mi padre.

Al verme ambos ponen una cara bastante sentimental.

—  Oh mamá... — me acerco a ella para abrazarla y es cuestión de segundos para que solloze.

— Oh cariño, estás muy hermosa — dice apretandome contra ella.

Es cuestión de segundos para que mi padre nos abrace a ambas y Kate se una a nosotros. Lentamente nos separamos y limpio las lágrimas de mi madre.

¡Odio ser tan sentimental!

— Mamá no llores o me vas a hacer llorar a mi también — digo limpiando mis ojos.

— ¡Oh no, no, no! — chilla Melissa — no voy a permitir que mi trabajo se estropee así que no te atrevas a llorar Calipso — me amenaza.

Todos nos carcajeamos ante su comentario. Mi madre toma mi rostro en ambas manos y deposita un beso en mi frente.

—  Tu padre y yo te trajimos un regalo — dice emocionada.

Abro los ojos con emoción mientras que ni madre toma la pequeña cajita que le alcanza mi padre. Al abrirla cubro mi boca ante la sorpresa.

— ¡La cadena de la abuela! — chillo con emoción.

Ella asiente teniendo siempre esa linda y cariñosa sonrisa maternal. Se pone detrás de mi y pone la pequeña cadenita al rededor de mi cuello.

— Yo la utilicé en mi boda y ahora será tuya cariño — sonríe.

Toco levemente la joya y no puedo evitar sonreír aún más.

Alguien toca la puerta para luego abrirla. Por esta entra Aiden, trae puesto un traje bastante formal de color plomo.

— Lamento interrumpir pero ya es hora... — dice bajito.

Melissa se pone en frente de mi y me entrega el ramo de flores para luego besar mi mejilla e ir con Aiden. Toma la mano del moreno y es entonces que ambos se retiran del lugar.

— Los vemos allá — dice mi madre abrazandome nuevamente. Toma la mano de Kate y salen dejándonos solos a mi y a mi padre.

Él me sonríe y noto cierta nostalgia en su rostro. Tomo su mejilla con cariño y le sonrío.

— ¿Pasa algo? — pregunto.

— No, no pasa nada hija. Es solo que aún no puedo asimilar que mi hija va a casarse...

Lo abrazo con mucho cariño y el corresponde mi gesto de igual manera.

— No estaré tranquilo hasta que respondas a mi pregunta Calipso...

Lo miro dudosa.

— ¿Estás segura de hacer esto? ¿Amas verdaderamente a ese muchacho? — acaricia mi cabello.

Mi rostro se alivia y más segura no puedo estar. Asiento levemente.

— Papá, lo digo con mucha sinceridad, estoy completamente segura de dar este gran paso. Mikhail es el hombre con el que quiero estar y formar una familia. Sé que no le tienes confianza, lo sé perfectamente, pero te aseguro que él es un buen hombre, tiene un corazón de oro igual que tú papá, él es el indicado...

Mi padre me mira dudoso pero luego cambia esa mueca a una aliviada.

— Me alegra escuchar eso cariño — dice depositando un beso en mi frente.

Eleva su antebrazo y me da la señal de que ya es hora. Acepto su gesto alegremente y es entonces que salimos de la habitación.

Me ayuda a bajar con sumo cuidado cada escalón hasta llegar al firme. Detrás de la puerta se haya el largo pasillo y al final de este, esta el altar.

La marcha nupcial empieza y es entonces que empiezo a sentirme nerviosa. Es un gran paso, me voy a casar con el hombre que amo, voy a unir mi vida con Mikhail.

Sin ser consciente aprieto el brazo de mi padre, este nota mi nerviosismo y suelta un leve suspiro.

— Si cambias de opinión dejé mi auto estacionado en frente — ladea la sonrisa.

Lo miro burlona y niego.

— Estoy perfectamente bien...

Él asiente y se pone totalmente recto, pone aquella pose seria y dominante, cosa que me hace reír.

Ya es el momento y ahora más que nunca, estoy completamente lista. La puerta de madera se abre y nos da paso al enorme jardín, inmediatamente la cantidad de gente que hay se pone de pie.

Me doy el placer de observar como ha quedado todo. La decoración está en lo absoluto hermosa. La fresca brisa resopla y hace que suelte un ligero suspiro mientras que mis piernas recorren todo el camino al son de la música.

Hay un montón de invitados, la mayoría personas que no conozco pero me da igual. Mi madre y Kate me sonríen desde un canto de los asientos, al otro lado diviso a una singular pareja.

Aiden me sonríe mientras entrelaza la mano con la pelirroja. Le guiño un ojo a Melissa y esta me devuelve el gesto.

Pestañeo lentamente mientras subo la mirada.

Es entonces, que mi atención cae únicamente en él.

Sus azules captan los míos y es cuando una vez más, vuelve a dedicarme una de esas sonrisas que me encantan.

Luce bastante elegante, el esmoquin negro se amolda perfectamente a su cuerpo, resaltando de esa forma, cada atributo que ese sensual hombre posee.

Llegamos al altar y Mikhail no tarda en llegar hasta nosotros. Mi padre lo mira seriamente mientras le extiende la mano en gesto de saludo.

Mikhail acepta el gesto y estrecha su mano con la de mi padre.

— Cuidala muchacho — advierte mi padre apretando su agarre.

Mikhail hace una mueca leve de dolor y asiente.

— Con mi vida señor... — le asegura.

Es entonces que toma mi mano y costosamente la entrega a Mikhail.

Ambos nos miramos con puro cariño e intercambiamos sonrisas. Llegamos hasta el altar y es entonces que la hora para unir nuestras vidas ha llegado.

Hoy me entrego, me entrego en cuerpo y alma al único hombre que reina en mi corazón. Hoy Mikhail y yo seremos uno.

Te tomo como eres, te amo como eres y como serás. Prometo escucharte y aprender de ti cada día, apoyándote y apoyándome en ti. Celebraré tus triunfos como si fuesen los míos y lloraré tus perdidas como si también lo fuesen. Te amaré por siempre y tendré fe en tu amor por mi, a través de los años y todo lo que la vida nos traiga... — deslizo la sortija en su dedo anular.

Yo te elijo para caminar a tu lado y dormir en tus brazos, para ser alegría para tu corazón y alimento para tu alma, para aprender de ti y crecer contigo incluso cuando la vida nos cambie a los dos. Te prometo reír contigo en los buenos momentos y llorar junto a ti en los malos. Prometo respetarte y apreciarte como individuo, como compañero y como un igual, sabiendo que no te completo, sino que te complemento, exactamente del mismo modo en que lo haces conmigo. Prometo tener mil aventuras contigo e intentar hacerte feliz cada uno de los días del resto de nuestras vidas... esta vez es él quien desliza la sortija en mi anular.

Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia...

Mikhail me mira con picardía y yo no hago más que guiñarle el ojo. Sus manos toman lentamente mi cintura y me atrae hacia él con sumo cuidado.

Mientras que con una mano me sostiene, con la otra toma mi mejilla y acerca sus labios a los mios.

Mi estomago empieza a cosquillear justo en el momento en el que hacemos contacto. Ambos movemos nuestros labios en una continua danza, lenta y coordinadamente, como si estos estuvieran hechos el uno para el otro.

Los gritos de felicidad y los aplausos no tardan en hacerse escuchar. Ambos nos separamos lentamente y seguido, nos abrazamos cariñosamente. Sus labios se acercan a mi oído y susurra:

— Ahora somos uno mi amor...

¶••••¶

La música suena a todo volumen y yo salto como toda una loca sin importarme una mierda el vestido de novia, lo sacudo hacia todos lados para bailar con más comodidad. Los tacones me joden pero me da igual.

Sostengo una copa de vino en la mano y a mi al rededor hay varias muchachas que gritan haciendole coro a la música. Entre ellas está Melissa y mi hermana Kate.

Miro discretamente hacia un lado y diviso un grupo muy similar al de nosotros con la única diferencia de que estos son hombres. Todos ellos sostienen copas de vinos y saltan a toda emoción mientras Mikhail y Aiden hacen pasos muy graciosos en medio de todos al ritmo de letra.

De pronto la música para en seco y suena una completamente lenta.

Todos aplauden y se hacen a un lado dejándonos a Mikhail y a mi solos en la enorme pista. Él me mira y frunce la ceja coqueto mientras se acerca y me extiende la mano.

Me carcajeo y la tomo para después unirme a él. Sus manos toman posesión sobre mi cintura y las mías se acomodan en su cuello. Ambos unimos nuestras frentes cariñosamente y soltamos un suspiro cansando al mismo tiempo.

— ¿Qué tal esposa? — canturrea alegremente.

Le correspondo la sonrisa.

— ¿Qué tal esposo? — sonrío elevando una ceja.

— Todo lo resumo en emocionante. La fiesta esta genial, la música es perfecta, el lugar es hermoso y lo mejor, tú luces jodidamente sexi — deposita un beso casto en mis labios.

Lo miro coqueta.

— Lo mismo digo — me acerco a su oído y susurro — estas jodidamente guapo mi amor...

Él me mira con picardía e igualmente se acerca hasta mi oído.

— ¿Sabes que quiero hacer justo ahora?

Lo miro curiosa y él sonríe para volver a susurrar.

— Ahora mismo deseo quitarte ese jodido vestido y hacerte gemir hasta no poder más... — lo miro estupefacta pero luego aquella mirada se rompe en carcajadas.

— No me digas, pero que desesperación... — beso sus labios.

Él sonríe de lado mientras continuamos bailando lentamente.

Segundos después la música termina y todos aplauden. Mikhail toma mi mano justo en el momento en el que Aiden se nos acerca.

— Todo listo Mikhail — le afirma.

Él asiente y toma mi cintura.

— Perfecto, gracias Aiden — le dice al moreno. Este asiente y tras sonreírme va directo hacia la pelirroja.

— ¿Ya esta listo qué? — pregunto curiosa.

Mikhail me mira de reojo y sonríe.

— Solo espera curiosa — me da un pequeño zape en la frente.

¡¿Diganme señoritas, hay alguna soltera aquí?! grita el primo de Mikhail. Todas gritan que si — ¡Pregunté si hay alguna señorita soltera aquí! todas vuelven a gritar.

Mikhail cubre su rostro con ambas manos y llama a Aiden. El moreno se carcajea y en cuestión de segundos llega hasta nosotros.

— ¡Saca a ese maldito loco de ahí ahora! — dice totalmente rojo.

Aiden se carcajea.

— Pero si es Nathan — lo excusa riendo.

— ¡Por eso mismo!, ¡¿Quién carajos le dio un micrófono?! — hace un puchero totalmente hecho un tomate.

¡Qué todas las sexis solteras vayan al centro de la pista porque la bella novia va a lanzar el ramo! — Nathan levanta la copa de vino.

Todas gritan con emoción y van hacia el centro de la pista. Mikhail continua tapando su rostro con ambas manos.

¡Querida Calipso vamos linda todas esperan por ti! — vuelve a gritar.

Me carcajeo sin más y tomando los costado de mi vestido voy hacia la pista.

En medio se encuentra una multitud de chicas esperando ansiosas, mientras que detrás de ellas se han acomodado todos los chicos.

Mikhail me sigue por detrás fulminando con la mirada a su primo.

Nathan toma mi mano y me pone en medio, en posición para lanzar el ramo. Me fijo hacia atrás y no puedo evitar carcajearme al ver como Melissa hace una coleta con su cabello lista para atrapar el material.

Entonces sin esperar más cuento hasta tres y lanzo el ramo con fuerza.

Todas se alborotan pero la ganadora termina siendo la pelirroja, quien acomoda alegremente su vestido.

Aiden la mira con espanto y toma de un sorbo su copa de vino.

¡Ahora si se viene lo emocionante!, ¡Que todos los solteros se hagan presentes en la pista! — esta vez los hombres empiezan a silbar.

Todos se amontonan en medio excepto por Aiden y Hector, ambos son llevados a pura fuerza a la pista.

¡Vamos Mikhail! — todos lo animan a hacerse presente.

De la multitud se da paso y trae una mueca de vergüenza. Yo no hago más que reírme,  Nathan es todo un loco.

Mikhail llega hasta mi, mientras me traen una silla. Tomo asiento y espero ansiosa a que él llegue.

Se pone en frente de mi y se arrodilla para luego soltar un gruñido.

— No quiero hacer esto, todos ellos están viendo — gruñe con celos.

— ¡Vamos Mikhail solo hazlo! — le sonrío.

Él niega y mira a todos lo hombres reunidos en la pista.

— No miren — les advierte.

Todos se aclaran la garganta y apartan la mirada mientras Mikhail mete la mano en mi vestido y desliza lentamente la liga por toda mi pierna.

Cuando lo saca por completo se pone de pie y sin esperar más lo lanza hacia el público.

Este cae en el hombro de Hector pero rápidamente se lo quita y se lo lanza a Aiden quien reacciona del mismo modo, se lo quita y se lo vuelve a lanzar a Hector.

Todos se carcajean ante su reacción.

Es entonces que Mikhail toma mi mano y me ayuda a ponerme de pie.

— Hora de irnos — sonríe cariñosamente.

— ¿Y a dónde piensas llevarme? — digo coqueta.

Él frunce una ceja y responde coqueto.

— Eso es una sorpresa señora Ackermann...

Asiento con emoción y sin más nos dirigimos hacia la salida. Todos nos siguen mientras nos aplauden.

Ya fuera se encuentra uno de los autos lujosos de Mikhail, el chofer enciende el auto y mi estomago empieza cosquillear de emoción.

Tanto yo como Mikhail nos despedimos de todos amablemente.

Mi madre llora a más no poder igual que Kate, Aiden continua mirando con espanto a la pelirroja quien sostiene con orgullo el ramo de flores mientras que Hector es rodeado por varias chicas.

Sonrío ante la escena. Mikhail toma mi mano y la entrelaza con la suya. Lo miro alegremente y él me devuelve el gesto.

— ¿Estas lista? — pregunta.

Me dedico a mirarlo detenidamente y pensar en cuanto amo a este Alemán. Suelto un ligero suspiro y asiento.

— Estoy lista...

***

¡Capítuloooooooo!, ¡¿Me tarde mucho no?!, ¡Lo pero bueno ya tenemos aquí a nuestros hermosos protagonistas nuevamente!, ¡Espero que les guste guapas!

VOTOS + COMENTARIOS = PROX. CAP. 🍷♥

- Abril. V.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro