CAPITULO 8
Alexandra
"No ha cambiado mucho", Dan aún es alto como lo recordaba, sus ojos ambarinos son igual de llamativos, pero su físico puedo decir que es más definido y ancho, como siempre está de camisa y pantalón de vestir, blanco y negro, no encaja mucho en un lugar donde todos visten demasiado informales, incluyéndome —has cambiado.
—Al igual que tu —respondo y volvemos a caer en un silencio que es denso, uno que ninguno sabe cómo, pero quiere romper.
No sé hasta donde sabe Dan de mi vida o que carajos le habrá dicho Mase sobre ese día, pero debo estar atenta por si también él se encuentra cerca —Melina tuvo razón, ella esperaba encontrarte aquí.
—¿Para qué? —cuestiono —¿Por qué tanto intereses en encontrarme? —su mandíbula se aprieta.
—Ella quiere hablar contigo, aclarar las cosas.
—No hay nada que aclarar —lo corto —vi lo que vi y después supe los detalles —este entrecierra los ojos —sé que ella no sabía nada sobre la boda de Mase con la hija del sottocapo español —parte de su tensión desaparece —pero tu si lo sabias —la culpabilidad llega a su mirada y baja la cabeza para pasar la mano por su cabello.
—No era algo que tu tendrías que haberte enterado —habla —ella moriría y Mase estaría viudo o ni siquiera eso, porque el matrimonio no se habría consumado.
—Que no se consumiera una vez firmaran los papeles no quiere decir que él no se haya acostado con ella —Dan se queda callado —o que la haya besado y demostrado cariño, cuando también me daba palabras de amor —las motos comienzan a llegar y apunto hacia la multitud —dile que no tengo resentimiento alguno con ella, que atesoro los momentos vividos, pero que no se vuelva a acercar a mí.
—Ella insistirá en que se los diga en la cara —dice Dan,
—Pues detenla, porque te juro Dan que le hare daño si se mete en mi camino.
—¿Dañarías a alguien que solo desea verte? —su reclamo me cala —acepto tu desprecio y odio hacia mí y Mase.
—No. Digas. Su. Nombre —recalco cada palabra con odio.
—Solo quiere verte Alex —respiro profundo y los gritos aumentan, Lenard anuncia a Roja como la ganadora —él no sabe que estas aquí —bufo.
—Para llevar mucho tiempo a su lado, me sorprende que aun te quieras engañar que él no los rastrea —camino hacia la multitud pasando por su lado, Dan me agarra del brazo y se coloca a mi espalda.
—No ha sido el mismo desde ese día —dice y puedo percibir la preocupación —nadie de nosotros. No sabes todos los malditos problemas que pasamos para...
—No fueron los únicos a los que la vida les cambio por completo —me zafo para encararlo —aparte de sobrellevar una traición que me destrozó por completo, tuve que enterarme que viví por 19 años en una maldita mentira —este cierra sus manos en puños —enterarme que me enamoré del hijo de uno de los asesinos de mis padres.
—Eso es mentira —afirma.
—Es verdad —contradigo —David Pierelli y Danilo Bernardi son los asesinos no solo de mis padres, sino de mi familia entera —este niega.
—Esa no es la verdadera historia —sonrío ladinamente sin ánimos.
—Averigua bien que ha pasado en Florencia, Dan y veras que la historia que manejas tiene demasiados huecos que no encajan.
—Rastreador colocado —escucho a Richard por el auricular —si quieres podemos reunirnos todos en mi departamento, solo que Dan tendrá que ponerse el mismo rastreador para anular el que de seguro hay en su auto —saco de mi bolsillo un pequeño botón y se lo extiendo.
—Si quieres que hablemos sin su interferencia y saber la otra versión de mi historia ponlo en tu auto y sígueme —Dan no duda y toma el pequeño botón —si me engañas de nuevo, juro que te mato —lo amenazo antes de darme la vuelta y dirigirme hacia mi auto.
Dan
"Ella realmente ha cambiado", cuando la vi encima de ese organizador creí que se estaban liando, pero al ver la cara pálida del chico supe que lo estaba amenazando y más cuando vi como guardaban la pequeña navaja. Al verme todo su cuerpo se puso en alerta, no tenía que atacarla para saber que me daría pelea al verse en peligro.
"No es la misma chica con la que viví como su vecino por unos meses", sus ojos muestran toda esa pérdida de brillo que antes tenían, ahora están opacos, fríos y distantes, "si el la viera estoy seguro que de igual forma le afectaría como a mí". Todo este tiempo me di golpes de cabeza por no haber detenido a Mase de enamorarse antes de que el plan estuviera completo, entiendo su enojo hacia mí, me confié y pensé que si ella jamás se iba a enterar no era algo por lo que iría a sufrir, pero todo se salió de control y todos nosotros estamos en los últimos eslabones.
Mase y yo somos los perros que arreglan los problemas de los españoles y chinos que de solo verlos se me agria el humor. Para ellos solo somos unos malditos peones a los que le debemos obediencia y por eso tenemos que bajar la cabeza en su presencia, "las ganas de meterles un tiro en la cabeza son grandes". Pero la Triada es un grupo que está considerado como de los más peligrosos entre las mismas mafias, antes de ellos están los rusos, los cuales durante estos 5 años se han fortalecido al absorber otros grupos menores criminales sin contar que los lazos con el mercado negro alemán se ha reforzado cosa contraria a nosotros, que por más que hemos intentado no hemos conseguido volver a tener acceso a las armas ni drogas que venden.
Por eso mismo el señor David a equipado todo un laboratorio en Madrid introduciéndose en el mercado farmacéutico, una tapadera mientras crea drogas que sean iguales a las alemanas o que las superen. Hasta el momento solo ha podido llegar a crear unas con efectos variados, pero demasiados mortales que de no tener cuidado las autoridades podrían caernos al cuello.
Hay algunas ya existentes que pudieron modificarlas dándoles un efecto más prolongado que los chinos han usado para su beneficio. Aunque así con Mase ocupemos el mismo cargo sigue habiendo cosas a las en las que no se me permite inmiscuirme, asuntos que solo trata Mase con su tío, "si Alexandra tiene razón, entonces Mase tiene una versión modificada de la verdad".
Veo el aparato en mi mano y sin ninguna duda voy hacia mi auto y lo coloco en el tablero, en segundos algo explota que cuando abro la guantera palmo en la parte de arriba encontrándome una especie de cuadrado muy delgado quemado, "así que de verdad me estabas rastreando". Lo termino de hacer polvo y cierro mi puerta introduciéndome de nuevo en la multitud de personas felices por la carrera que acaban de ver. El conductor de una moto amarilla me observa, mas no identifico quien es debido al casco, me hace una indicación con la cabeza para que lo siga y sin más lo hago, "es momento de hablar".
Salek
Al volver a las carreras busco a mi hermano y este apenas me nota se me acerca —¿Cómo fue?
—Perdí como dijimos —dice y yo asiento —¿ustedes? —Selim se detiene y al sacarse el casco empieza a ver hacia todos los lados —¿a quién buscas?
—Alex —eso llama mi atención —vi su auto cuando llegamos a la pista, pero ahora ya no lo veo —de igual forma empiezo a buscarla, "tal vez vino a despejarse un poco la mente". Me acerco hacia Lenard que al verme, se aleja —ey, ¿Qué pasa?
—No quiero volver a tener problemas con tu amiguita y menos con esa gente que se rodea —lo giro del hombro para detenerlo.
—¿De qué gente estás hablando? —este se zafa.
—Cuando terminó de amenazarme por el favor que ustedes me pidieron —presiona mi pecho con su dedo —me mandó a volar rápido cuando ese perro de la mafia estaba delante de nosotros —"¿perro de la mafia?"
—Lenard no te estoy entendiendo nada —este se mueve nervioso.
—Mira, no quiero problemas con peces gordos y tu amiga con lo que vi esta noche sé que se mezcla con gente muy peligrosa Salek, así que sigue mi consejo y aléjate de ella —sin más choca con mi hombro y se va dejándome más confundido y lleno de preguntas.
—¿Qué te dijo? —pregunta Selim.
—Al parecer alguien encontró a Alex —mis hermanos abren sus ojos y sé que todos pensamos lo mismo —Osman, ¿hay alguien que pueda rastrear una placa? —este asiente y va en busca de la persona.
—¿Crees que sea ese hombre?
—No lo sé —digo —pero de ser así hay que ir preparados, porque con quien tratamos es un criminal —Selim asiente sabiendo a que me refiero. Cuando vinimos esta noche fue primero para dejar que Osman entre en la carrera, cuando eso se desarrollaba Selim lo reemplazaba en ciertos tramos y se adelantaba, hasta eso yo iba a un almacén donde podía encontrar a un hacker capaz de encontrarte todo por una buena cantidad.
No sé cómo pudo hacerlo, pero pudo encontrar videos donde mostraban a Alex corriendo en Roma, hubo uno que a pesar de ser de muy mala calidad la pude reconocer y un hombre gritaba a todos que Ninfa era su novia. Tuve que contenerme de golpear el ordenador por los celos que habían nacido en mí y más al ver como otro besaba a mi chica. Le pregunte si podía averiguarme el nombre del hombre y en minutos me consiguió uno, «Mase Conte», apenas salió el nombre, el hacker me sacó prácticamente a patadas sin ni siquiera reclamar su pago.
Me pareció raro y esperaba que Lenard me diera algo de información, pero al ver su reacción de esta noche sé que es ese hombre el que encontró a Alex —están de ida a un complejo de apartamentos —los tres nos subimos a nuestras respectivas motos y salimos corriendo, "no importa si es el mismo diablo, Alex es nuestra y nadie nos la va a quitar".
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