Salek

—No me contesta —dice Selim con frustración —¿Dónde mierda esta?

—Esten tranquilos y confíen en ella —dice Richard apareciendo con una taza de algo caliente cuando se sienta en el comedor —de seguro está planeando como devolverle el golpe a la perra esa.

—Ya extrañaba tu vocabulario —dice la tal Melina y Richard solo le saca la lengua estando muy tranquilo.

—¿Cómo es que Sabrina supo la verdad de Alex? —pregunto sentándome igual a sabiendas que medio comedor está atento a nuestras acciones.

—Sumen dos más dos y sabrán quien es —dice Richard tomando un sorbo de lo que noto es café —aparte de ustedes solo hay otra persona fuera del círculo de Alex que sabe su historia —apunta hacia la pelirroja —y dudo que sea el hermano de ella —el nombre del imbécil ese se me viene a la mente y la rabia inunda mi sistema.

—Y así dice quererla —susurra Selim con odio.

—Y lo hace —responde la pelirroja —pero en él no solo se limita al querer —cierra sus ojos y peina su cabellera abundante en un moño —lo de Mase roza la obsesión, una que puede ser muy bonita cuando estaba con él, pero que ahora es un peligro, más aun sabiendo que ella tiene sentimientos hacia ustedes.

—¿Alex le ha dicho algo? —pregunta Selim a lo que la pelirroja niega.

—Hasta mi hermano se dio cuenta de sus sentimientos hacia ustedes esa noche —una sonrisa melancólica aparece en sus labios —antes de que ustedes llegaran, ella solo tenía unos ojos muertos, no era la Alex con la que convivimos esos meses en Roma —nos mira a los tres —ustedes trajeron devuelta a esa antigua Alex de ojos brillantes y llenos de vida —apunta a cada uno de nosotros —así que más le vale cuidarla cabrones, porque si le rompen el corazón o traicionan juro que seré la primera en llegar y castrarlos —nos miramos con mis hermanos y no podemos evitar reírnos un poco —hablo en serio.

—Estate tranquila Roja —la llamo por su sobrenombre de las carreras —no planeamos hacerla sufrir en ningún sentido.

—Mas les vale, porque...—su nueva amenaza queda en nada cuando su teléfono suena y noto que alrededor pasa lo mismo —¿Dónde estás? —ella frunce el ceño y aleja su teléfono del oído —quiere que veamos algo —pone el teléfono en el centro y abre una especie de link que le han enviado.

Al hacerlo se reproduce un video, esta algo oscuro que no se puede ver bien a las dos personas que aparecen en él, pero mientras va avanzando la imagen se hace más clara debido a las luces de neón. Cuando identifico el rostro de la mujer mi boca se abre de sorpresa —es la madre de Sabrina —digo y la mera aclaración hace que cada uno vuelva a poner más atención al video.

En el se haya la madre de Sabrina con un joven esposado a unas maderas en forma de equis, ella está dando órdenes y azotándolo mientras el hombre o mejor dicho, joven, llora y le suplica que siga, "¿Qué mierda es esto?". El video cambia por completo de escenario y esta vez es el padre de Sabrina en lo que supongo es su oficina y su cabeza va hacia atrás soltando un fuerte gemido de satisfacción —vaya forma de trabajar —se burla Richard, mas todo empeora cuando vemos el rostro de la mujer —asqueroso viejo —la repulsión que siento es grande.

"El mierda la está obligando", el video termina y mi culo vuelve a la silla pasmado por lo que acabo de ver —la pareja ejemplar Antonio y Laura Gales fueron expuestos en situaciones bastantes comprometedoras y criminales, al ser evidenciados en actos ilícitos como ser el acto sexual con menores, acoso y violación —escucho cada palabra de la pelirroja y esa repulsión aumenta —la policía fue notificada de tales actos a través de un correo anónimo en donde se mostraban a la pareja cometer los delitos, así como un estudio de imagen donde muestra que no han sido fabricados.

Los murmullos son varios, altos, puedo sentir claramente como todos se reúnen en grupos y hablan de lo que acabamos de ver, "acaso Alex...". Mi pensamiento se corta cuando siento una presencia a mi espalda encontrándome con mi mujer tranquila y sonriente —al parecer quedaron bastantes perplejos.

—¿Te ayudó el verdad? —pregunta Richard y Alex solo lleva a sus labios su dedo índice.

—Un mago jamás revela sus secretos amiguito —me levanto quedando en su delante.

—¿Tu lo hiciste? —sin miedo ni arrepentimientos asiente.

—Ella golpeo primero —se encoge de hombros —yo solo devolví el golpe un poco más fuerte, después de todo ella misma lo dijo —coloca sus manos detrás y dando una apariencia de inocencia suelta —la manzana nunca cae tan lejos del árbol —mis nudillos acarician su mejilla, suave, lisa y tan blanca... "mi niña se convirtió en una mujer muy fuerte y poderosa". Bajo buscando su labio inferior y lo muerdo un poco, ella me deja que mis manos acaban en sus nalgas apretándola hacia mí.

—Somos unos jodidos con suerte —digo.

—¿Por qué lo dices? —mis hermanos se colocan detrás de ella y yo la giro para que los vea, bajando hasta su oído susurro.

—Porque pocos pueden proclamar que poseen una mujer fuerte a su lado —mis manos se enrollan en su cintura, fuerte más sin hacerle daño. Mis hermanos toman sus manos y ambos besan su dorso concordando con mis palabras.

Alex me mira sobre su hombro y ese violeta que tanto me encanta brillan con una fuerza que solo confirma que esta mujer es la indicada para nosotros, "ella es nuestra dueña y nosotros sus mosqueteros".

Mase

Mi teléfono ha sonado varias veces, mas no he contestado ya que se lo que me viene, "me la devolviste muy bien mia Ninfa". Cuando le di información a esa mujer no se me ocurrió en la maldita cabeza que sus padres estuvieran relacionados con nuestros negocios. El padre nos ayudaba con el blanqueamiento del dinero de los españoles y la madre era una cliente recurrente de nuestros cuartos exclusivos, "de seguro estará sacando fuego por la boca".

—Tu padre quiere que atiendas el teléfono —me dice Dan.

—Dile que estoy ocupado —me sirvo mi trago y vuelvo la vista hacia la ciudad en pleno atardecer, "¿Cómo ha conseguido esa clase de imágenes en tan poco tiempo?". De las oficinas del imbécil ese puedo entenderlo, Richard la pudo haber ayudado, pero de los cuartos exclusivos no.

Esos servicios son esporádicos, no se hacen en un mismo lugar ni país, se van rotando para mayor seguridad y solo se ofrecen cuando la misma mercancía se consigue y se llega a adiestrar, "¿Cómo es que ella tuvo esas imágenes?". Aunque debería estar enojado, no lo estoy, "mi mujer se ha convertido en alguien de temer y armas tomar". Una sonrisa de orgullo crece en mis labios, "si, ella siempre ha sido perfecta para mí". Mi puerta es azotada y se bien quien ha sido —no deberías exponerte de esa forma —me giro —padre.

Un iracundo David Pierelli me mira con su único ojo bueno —¿Qué mierda fue lo que hiciste? —cierra la puerta de un azote.

—¿Por qué crees que yo tuve la culpa?

—No olvides con quien mierda estás hablando —reclama —¿crees que no se me de tu encuentro con esa perra?

—Cuida como la llamas —amenazo.

—¿Y según tu como se le debe decir a una mujer que se abre de piernas con tres? —no pienso y lo agarro del cuello estrellándolo en el escritorio.

—Ella es mía, ¡MIA! —corto aún más el paso de aire —y si la perdí fue por tu maldita culpa —me da un puñetazo en el costado logrando que lo suelta para después darme una patada en todo el rostro haciendo que retroceda.

—Si la perdiste fue por tu incapacidad de controlar tus acciones —me limpio el labio —te advertí, te dije que te no te involucraras con ella, pero no me hiciste caso.

—Pero no me dijiste que tú y el tío Danilo habían matado a toda su familia —mi padre se tensa —¿crees que aun puedes mentirme y manipularme a tu antojo? —escupo y me planto en su frente — se bien que fue lo que ustedes dos hicieron y el por qué Elena Bernardi los borró a ambos del registro de la Famiglia.

—Tú no sabes un carajo —sisea. Ni pasando los años mi padre deja de intimidar, si bien su traje puede darle algo de elegancia, todo en el grita peligro, uno que jamás debes ver de frete porque te arrastrará y solo te escupirá cuando seas menos que la basura —ella fue la primera en darnos la espalda, así como ahora su hija hizo contigo —retrocede —si quieres seguir aun en negación, hazlo, pero eso no cambia la realidad —apunta hacia la ventana —esa mujer de la que te enamoraste ya no existe, ahora es una enemiga, una que enfrentarás y eliminarás.

—No.

—Mase.

—No la voy a eliminar, voy a tenerla de nuevo a mi lado —este bufa y me da la espalda colocando ambas manos en sus caderas.

—Tienes mi apoyo —una tercera voz se nos une y veo hacia la puerta a mi tío, siempre de traje negro, mostrando elegancia y firmeza. Se encamina hacia mí y toma mi rostro con ambas manos —siento no haberte dicho la verdad desde un principio, pero no es algo de lo que me sienta orgulloso —salgo de su agarre notando como eso de cierta forma le afecta —mi hermana...mi Elena —apenas la pronuncia puedo ver como sus ojos muestran dolor —no entendió nuestro objetivo, nuestra meta. Ella apoyaba a mi padre ciegamente, a pesar de haber estado fuera muchos años, viendo como realmente se mueve el mundo, decidió seguir con la misma mentalidad mediocre —mira hacia mi padre —al igual que tu no tuvimos tiempo de explicarles las cosas y mostrarles que nuestra meta jamás fue el ir en contra de la Famiglia, sino hacerla crecer como era en años anteriores.

—¿Por qué la mataste?

—Yo no la maté —refuta rápidamente —si bien accioné en su contra, jamás lo hice de una forma directa hacia ella. Necesitaba quebrarla, que estuviera con las defensas bajas para poder acercarme y así alejarla de todos lo que la influenciaban en mi contra, pero...—sus puños se cierran y veo el momento exacto en donde mi tío se vuelve ese ser frio y sin emociones —ella eligió morir al lado de ese bastardo que elegirme —su mirada hace que mi estomago se empequeñezca —no le importo ni su propia hija —vuelve a acortar la distancia y me toma de los hombros —pero te juro por ti y tu hermana, que son lo más preciado para mí, que jamás quise la muerte de Elena, jamás —"el solo quería ser elegido". Mi tío quería a toda costa que su hermana, su amor prohibido lo eligiera sin importar que, "así como yo quiero que Alex vuelva conmigo".

—La necesito conmigo —mi tío palmea mi rostro y apega su frente a la mía.

—Volverás a tenerla Mase, confía en mi —sonríe —solo necesitamos actuar con cabeza fría, ser cuidadosos para encontrar un hueco y así atraparla, ¿estoy siendo claro? —asiento —bien —me suelta y gira hacia mi padre —Mase irá en tu representación en la gala de medicina —veo a mi padre esperando que refute, pero no lo hace, solo asiente y me mira.

—No quiero escándalos, ni peleas en esa gala Mase —ordena —es importante para la empresa que en esa gala te muestres tranquilo y sereno. Necesitamos la imagen de una empresa solida emergente, dispuestos a ayudar en el área de la salud, priorizando a los pacientes antes que el dinero.

—Está bien —miro hacia mi tío —¿ella estará ahí? —el asiente.

—Deberás controlar tu impulso e ira si ella va acompañada —mi mandíbula se tensa —no cometas mis mismos errores Mase, no fuerces un acercamiento, solo la alejaras.

—¿Y me quedo como imbécil viendo como esos tocan a mi mujer? —ya siento la rabia latir en mi interior de solo imaginarlos.

—Si quieres tenerla devuelta, lo harás —miro hacia otro lado —aquí gana quien juega mejor sus cartas y créeme Mase, esta vez no habrá quien trunque nuestro destino.