CAPITULO 11
Dan
La mañana siguiente a todo la revelación se siente gris. Primero encuentro a la hermana que había perdido, para después enterarme que al hermano que siempre seguí ciegamente es un maldito traficante de personas que no le importa si lo que está traficando son niños inocentes ni a quien puta se los vende, "¿cuándo fue que te volviste un monstruo Mase?". La cabeza me palpita que solo de forma automática me muevo hasta la cocina encontrándome a mi hermana ya en ella con una taza de café en sus manos. Por las ojeras que lleva me dice que tuvo una mierda de noche al igual que yo.
Ninguno menciona palabra alguna, busco una taza y cuando estoy sirviendo el líquido negro que evita mi mal humor Melina habla —apoyaré a Alex en esto —mi cuerpo detiene toda acción. Son segundos que espero y veo sobre mi hombro mientras dejo la cafetera en el mesón —no puedo seguir a su lado sabiendo lo que hace Dan...no puedo —suelto un suspiro audible y mi mano va hacia mis ojos restregándolos —sé que Alex no va a mandarlo al otro mundo a no ser que el haga algo.
—¿Y crees que no hará que se merezca una bala? —me giro a mirarla y su rostro se frunce sabiendo que esto solo va a terminar de una sola forma —él no va a dejarla por ningún motivo. Ambos sabemos lo desesperado que estaba por encontrarla.
—Ella no quiere saber de el —dice —y creo que te disté cuenta que ella ahora tiene a alguien nuevo o bueno, a más de uno —"si, también me di cuenta de eso". Alex reacciono de forma inmediata cuando Mase estaba asfixiando a ese chico y por ese instante, ese brillo volvió a sus ojos. Ya no eran fríos ni sin vida, por esos segundos su mirada no demostraba desprecio ni amargura, "y si yo me di cuenta de ello, el también". Melina se acerca hacia mí y toma mi mano —podemos evitar una tragedia hermano.
—No será fácil —digo —hay demasiado odio de por medio como también demasiados muertos —mi hermana asiente más noto que no se echará para atrás —yo me quedare —afirmo —evitare cualquier acción grave hacia ella.
—¿Qué harás con lo del tráfico? —rasco mi nuca y miro hacia el techo.
—Buscaré la forma de sacarlo de eso —miro hacia mi hermana —no puedo dejarlo así por así, no cuando es familia —ella asiente entendiéndome y dejando un beso en mi mejilla se dirige hacia su habitación comenzando a empacar, "vaya reencuentro el nuestro", viendo hacia la ventana pido tener la suerte y las habilidades necesarias para evitar perder a un hermano en esta guerra.
Alexandra
Siento unas caricias en mi piel, unas que me gustan y más cuando llegan a mis pechos donde acarician mis pezones. Mi espalda se arquea cuando unos labios besan la piel de mi cuello y ahora no solo lo siento en mis pechos sino también en mi abdomen hasta que llegan a esa zona donde ya puedo sentirme mojada —si sigues con los ojos cerrados, mosqueterita, te comeremos el coño mientras tus padres están abajo desayunando —mis ojos se abren y me encuentro unos ojos desiguales en mi delante que mi cerebro aun medio dormido cree estar aun en un sueño —despierta ya —suelto un pequeño grito cuando me pellizcan el clítoris y Osman sonríe mostrándome su mano para después llevarse el índice y pulgar a los labios, "mierda, no puede hacer eso cuando aún estoy adormilada".
—¿Por qué están aquí? —miro sobre mi hombro encontrándome a su gemelo con una sonrisa parecida al gato Cheshire.
—Queríamos venir a despertar a nuestra novia —esa palabra me espabila recordándome todo lo sucedido la noche anterior. Mi cuerpo se despega de ellos al levantarme de la cama y jalo mi blusa de piyama hacia abajo. Ambos hermanos sonríen y es Osman quien se acerca y me besa suave.
—Buenos días, mosqueterita —quiero responder, pero mi cara es girada y otros labios me besan, estos un poco juguetón ya que muerde mi labio al separarse.
—Buenos días, novia —"ahora soy su...", la palabra aun me altera un poco. La última vez que fui llamada novia terminé traicionada y llorando por meses —hey —Selim toma mi mentón y me hace regresar al presente —somos nosotros —sus nudillos acarician mi mejilla y despacio voy relajándome.
—Deben buscar una forma menos sexual para despertarme —ambos sonríen y yo igual —¿en dónde está Salek?
—Abajo con tus padres —dice Osman colocando sus manos en los bolsillos. Ambos llevan camisa y jeans, pero Osman la lleva abotonada dejando un poco en la parte de arriba abierto mientras que Selim lleva una musculosa debajo llevando la camisa completamente abierta —necesitábamos a uno abajo para comprarnos algo de tiempo —me rio negando, "siempre saliéndose con la suya".
—Bien, ya estoy despierta y levantada —apunto la puerta —fuera que debo alistarme.
—Pero yo quiero verte —Selim hace un puchero como niño chiquito que me causa gracia y solo lo golpeo en el estómago —bien, bien, nos iremos —levanta ambas manos a modo de rendirse para después colocar un mechón detrás de mi oreja —ya pronto tendremos tiempo solo para los cuatro —siento calor y con un guiño de ojo, ambos hermanos me dejan acalorada y a la vez pasmada, "¿en qué mierda estoy metida?".
Ayer después de los tres besarnos, decidimos empezar una relación, una relación poliamorosa en donde yo sería compartida por ellos tres, "primero me lio con un criminal y ahora me meto con tres a la vez, vaya elecciones hago". Dominik solo podía dejar de sonreír al verme en tal situación.
Richard siendo como es, gritó como loca y me abrazo eufórico, sin dejar de repetir que al fin me estaba dando una nueva oportunidad. No sabía que estaba preocupado en ese aspecto hasta que ayer lo dijo y es que la verdad yo me había cerrado por completo a volver a tener una relación. Lo único que me permití en estos 5 años fueron a encuentros casuales ya que el sexo me ayudaba a despejar la mente, pero también es porque quería borrar cualquier rastro del toque de Mase en mi cuerpo. No estaba dispuesta a que él sea el único hombre que me tocara y por suerte Reina supo ayudarme bien o bueno, uno de sus allegados más específicamente fue el que ayudó en ese tema, "si, la verdad que fue una muy placentera ayuda".
Pero ahora, estos tres hermanos lograron que accediera a algo que para mí estaba cerrado, "en poco tiempo despertaron ese lado mío que adora que lo amen, que le gusta tener a alguien a quien amar, alguien a quien llamar suyo". Mirándome en el espejo me mentalizo a que las personas van a hablar, miraran y juzgaran, "yo lo acepte, esta es mi decisión y a quien le pese pues que se joda". Al caminar hacia el baño un nombre se me viene a la mente y no evito sonreír, "si ya antes me odiaba, ahora de seguro deseara mi muerte".
Salek
Llegando a la universidad me apresuro a llegar al lado de mi niña y tomarla de la mano entrelazando sus dedos con los míos —¿desde temprano marcando territorio? —ella sonríe y es lo único que necesito para inclinarme y buscar esos labios que he estado deseando desde que volvió.
No la beso despacio, sino que muestro cuanto la deseo y cuanto quiero poseer todo de ella —vamos a llegar tarde —ella me jala y con reticencia la sigo. Las miradas no tardan en llegar, pero Alex no muestra señal alguna de que le esté afectando. Al llegar al patio principal la giro y tomo su rostro en mis manos.
—¿Almorzamos juntos? —ella sonríe.
—Salek, almorzamos siempre juntos.
—Si, pero ahora lo haremos como novios —ella blanquea sus ojos y yo deslizo mis manos hacia las mejillas de su culo y la atraigo hacia mi —¿me acabas de blanquear los ojos, mi niña?
—Si —aprieto fuerte sus nalgas —auch —golpea mi pecho —no seas bruto.
—No blanquees los ojos y dejare de ser bruto —ella se ríe y no puedo explicar la felicidad que siento al verla así de relajada y desinhibida, "hare que tenga estos ratos de normalidad". Después de todo lo que supimos anoche, se bien que estos pequeños momentos son los que le darán esa pequeña dosis de felicidad que necesita para tener un balance con toda la mierda con la que tiene que lidiar y más con ese imbécil por aquí.
Con un beso en su frente me despido y ya Osman está ahí para nuestra chica, "ya no está sola, ni saldrá lastimada". No sé cómo los tres pudimos contenernos después de escuchar todo lo que ha pasado los últimos 5 años, pero de algo estamos seguros, "no nos importa que ella sea una criminal, seguirá siendo nuestra y nosotros suyos".
Mase
En mi escritorio esta la información de esos tres —Salek, Selim y Osman Mónaco —pronuncio sus nombres —los tres mierdas que quieren arrebatarme a mi mujer —mi oficina está a oscuras. Cuando salí de ese departamento llamé de forma inmediata a los encargados de informática para buscarlos.
No dormí durante toda la noche, la escena se repetía una y otra vez en mi cabeza, "ella los protegió, ella tiene sentimientos por ellos" —no vas a poder huir de nuevo de mí, mia ninfa —mi puerta se abre y veo a Dan con su típico traje —creí que ya habías huido.
Este se acerca hacia mi escritorio y toma el control de las persianas abriéndolas —eres mi hermano —me mira —no voy a dejarte solo —sus palabras me llegan, así que me levanto y me coloco a su lado.
—¿Tendrás el valor de vender pieles conmigo, hermano? —lo miro —porque estar a mi lado significa también eso —Dan gira a verme y por su expresión sé que no está de acuerdo en que siga haciendo tales cosas.
—¿Por qué la trata? —pregunta —creí que se había prohibido hace muchos años.
—Y sigue estando prohibida —miro hacia el frente —pero así este prohibida en este lado, no significa que el mercado para ese tipo de producto haya desaparecido.
—Son personas Mase.
—Para mí solo son un medio para conseguir lo que deseo —lo miro demostrando mi punto —y lo que deseo es recuperar todo mi poder y a mi mujer.
—Alexandra no volverá por las buenas contigo —sus palabras me enojan —menos habiendo visto lo que haces.
—No hay opción Dan —doy la vuelta y veo todo Madrid desde lo alto —ella siempre estuvo destinada a ser mía —giro viéndolo por sobre mi hombro —así tenga que obligarla, ella estará conmigo —vuelvo la vista al frente y mi mente comienza a planear su recuperación, "lo primero es hacerles ver a esos tres quien es el verdadero dueño de mi Alexandra".
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