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Capítulo 42. Esencia Inalterada

-"..."

Era cierto. El duque Ephreney elegiría a SoGe, mientras que el duque Witherford lo había elegido a él. No estaba claro si SoGe era quizás la primera opción del Duque Witherford, pero ahora estaba claro que apoyaba a JiMin. No se necesitaba ninguna otra razón. Lo importante era que él tenía a los que lo apoyaban, y todas las demás cosas emocionales eran innecesarias y sin valor.

El Duque Witherford sonrió y vació su taza de té. El té debe haberse enfriado y perdido su agradable sabor, pero bebió como si no le importara.

JiMin le observó durante un momento antes de hablar.

-"Creo que ya tiene un plan entonces, Duque."

-"No hay necesidad de que te preocupes por esto. Sería descortés de mi parte agobiarte más. Tienes más trabajo del que preocuparte además de esto."

-"Eres un vasallo muy capaz."

-"Es el deber de un sirviente ayudar a llevar la carga. Por supuesto que me importa eso"

Puso su taza sobre la mesa, y luego continuó con una expresión medio sonriente, medio seria.

-"A menos que haya una clara evidencia, es imposible destruir completamente a la señorita So. Como sabe... el amor de Su Majestad por ella no puede ser ignorado. Si no tenemos pruebas, entonces quitarle el título de baronesa a la señorita So es lo mejor que podemos hacer."

JiMin frunció el ceño.

-"Ni siquiera eso sería fácil. Ella es más astuta de lo que uno esperaría."

-"En efecto, Su Majestad. Tal vez está usando el poder del Duque Ephreney para salirse con la suya de alguna manera. Así que lo importante es..."

La sonrisa se ensanchó en el rostro del duque Witherford.

-"Tenemos que crear la situación".

-"Fabricar..." -murmuró JiMin para sí mismo mientras miraba por la ventana-. A pesar de las oscuras nubes de tormenta que llenaban su mente, el clima afuera era hermoso. JiMin golpeó su dedo contra el vidrio mientras envidiaba el clima despejado.

Una voz lo interrumpió de sus pensamientos. -"¿Está usted preocupado por algo, Su Majestad?" -dijo alguien-, y JiMin se dio la vuelta.

-"Nada", -respondió él-, con una leve sonrisa. Como de costumbre, TaeHyung se acercó a él llevando un plato con algo de comer, y JiMin se acercó automáticamente a la mesa y se sentó.

-"Esto parece nuevo. ¿Dacquoise?" -preguntó JiMin-.

«Nota: Dacquoise - es una tarta originaria del suroeste de Francia. Consiste en crema de mantequilla perfumada entre dos o tres discos de fino bizcocho merengado de almendra, y espolvoreado con azúcar glas.»

-"Sí. Este tiene sabor a fresa. ¿Es de tu gusto?"

-"Sí que lo es. Gracias, Tae. Lo disfrutaré."

JiMin cerró los ojos mientras se llevaba a la boca un trozo con un tenedor, y luego miró con curiosidad a TaeHyung.

-"¿No vas a comer?"

TaeHyung sacudió la cabeza.

-"Comí mucho antes. Más bien..."

Su voz se apagó, y luego volvió a hablar.

-"Su Majestad está despierto ahora. Tendrá que completar su trabajo pronto. ¿Qué opinas?"

-"Tienes razón, Tae. Es nuestro lado el que está en desventaja si alargamos esto"

JiMin pensó por un momento, y luego compartió la conversación que tuvo con el Duque Witherford.

-"No esperaba conseguir una gran cosecha esta vez. El crimen es atroz, pero no hay pruebas físicas", -terminó JiMin-.

SoGe había intentado asesinar al Rey, y, además, casi había sumido al país en una crisis internacional. Sin embargo, no fue fácil exponer a SoGe como la verdadera mente maestra, especialmente con lo que pasó en los vastos terrenos de caza. Sin embargo, la vida de JiMin había sido amenazada, y no podía dejar que la situación se enterrara.

-"El Duque Witherford quiere fabricar pruebas. Tampoco quiero que este asunto muera. Ya le he dado una advertencia a la señorita So, y sería tonto alejarse de esto."

TaeHyung sacudió la cabeza.

-"No dije que debieras ignorarlo, Minnie, pero... ¿por qué me dices esto?"

-"¿Qué quieres decir?"

-"Has cambiado, Minnie", -respondió TaeHyung con calma-.

Por alguna razón, se formaron lágrimas de ira en los ojos de JiMin.

-"¿Cambié?".

-"Sí, lo has hecho".

-"Quieres decir en el mal sentido, ¿no?"

-"Sólo tienes que mirarte a ti mismo para verlo".

-"¿Qué significa eso?"

JiMin volvió a la realidad, pero no pudo ocultar el temblor de su voz. Era una persona que había cruzado el límite entre la vida y la muerte. Sería más extraño si no cambiara y si no lo hacía, ya conocía las terribles consecuencias.

La expresión de TaeHyung se volvió más simpática.

-"Me gusta tu cambio. Eres más duro y fuerte que antes".

-"..."

-"Pero, ¿qué piensas? No te gusta, ¿verdad?"

-"..."

El rostro de TaeHyung se arrugó, como si tratara de contener las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos. JiMin quería llorar con su hermano, pero juró no hacerlo. ¿Cómo podría ayudar a su pobre hermano si lloraba él mismo? TaeHyung lo había ayudado tanto. ¿No le tocaba a JiMin limpiarse los ojos?

-"Yo..."

JiMin agarró la mesa hasta que sus nudillos se volvieron blancos, y la mesa tembló bajo su agarre. Finalmente, confesó con una voz temblorosa.

-"Es verdad. Para ser honesto, no es bueno".

JiMin no era malvado por naturaleza. Era tan tranquilo, calmado y manso como una flor de la pradera. Si no hubiera ido al palacio y se hubiera convertido en rey, quizás habría vivido toda su vida siendo así. Sin embargo, decidió tomar el lugar de su hermano y caminar por este espinoso sendero para salvar a su familia.

JiMin intentó seguir siendo una flor hasta el final, pero al final, fue un esfuerzo inútil. El camino espinoso estaba constantemente mojado, sus raíces estaban dañadas, y el viento continuamente se llevaba sus pétalos. No podía seguir siendo una flor inocente. Tenía que convertirse en una sucia hierba. Nobles orquídeas y hermosas rosas no se adaptaban a este entorno, menos aun cuando no tenía el amor del Emperador.

JiMin no sabía si sólo podía señalar a SoGe como la causa, pero odiaba este cambio que le había ocurrido. JiMin sólo quería vivir pacíficamente en el Palacio Imperial, pero el mundo no era tan fácil como él pensaba. Tristemente, el camino que eligió fue aún menos fácil.

JiMin respiró profundamente.

-"Cuando entré en el palacio, no quería involucrarme en la política. Sólo quería ser el rey del rincón y tener un hijo que sucediera al emperador."

Sin embargo, él ya debía haber sabido entonces que esas eran fantasías tontas. Tan pronto como tomó el asiento del rey, esos pensamientos no valían nada, incluso eran egoístas. Si quería vivir como una flor, alguien más tendría que protegerlo de la tormenta.

-"Ahora sé que no soy sólo yo lo que sale herido, sino mi preciosa gente."

JiMin no sollozó. Ni siquiera derramó lágrimas, salvo una sola lágrima que se deslizó por su mejilla. Era el único consuelo que se permitía a sí mismo.

TaeHyung sintió un tirón en su corazón.

-"... Lo siento."

-"Es suficiente, Tae, o de lo contrario nunca dejaré de sentir lástima por mí mismo."

JiMin sonrió como si hubiera hecho las paces con él mismo... no, tal vez era solo resignación. En cualquier caso, lo importante ahora era que se había dado cuenta de que ya no era el mismo.

TaeHyung pensó que era un cambio para mejor, pero los sentimientos de tristeza eran otra cosa. Él asintió con la cabeza.

-"Tienes razón. Vamos a parar".

-"Vamos a atenernos al presente, Tae. Podemos sentir lástima... después de que ganemos. El arrepentimiento después de la victoria son heridas gloriosas del pasado, pero el arrepentimiento después de la derrota son pobres excusas para el perdedor. Espero que, en el futuro, no hablemos de excusas."

-"Y yo te ayudaré, Minnie"

Había una tierna fuerza en la voz de TaeHyung mientras hablaba. Él era como una caña suave pero no exigente, plegable pero no rompible. JiMin también lo sintió. No sólo estaba cambiando, sino que su hermano mellizo mayor también lo hacía, aunque en mejor dirección que él mismo.

-"Gracias por tus palabras", -dijo JiMin con una sonrisa triste-.

TaeHyung asintió.

-"Crear pruebas es más fácil decirlo que hacerlo. No hay garantía de que vaya a tener éxito, y si se descubre, no sólo te deshonrará, sino que dañará tu dignidad y autoridad. Así que... ¿puedes hacerlo?"

-"Tanto si puedo como si no, debo hacerlo. No tengo elección, Tae. Al menos no en este momento", -dijo JiMin decididamente-.

-"No te preocupes. No estás solo. ¿Crees en el Duque Witherford?"

-"Quiero hacerlo, pero no lo hago".

-"...Está bien."

TaeHyung asintió.

JiMin se tomó un momento para pensar. ¿Era tan importante el creer? ¿Importaría si JiMin creía en él o no? De todas formas, su relación era sólo con fines estratégicos. Lo que importaba no eran los ideales extravagantes; se trataba de satisfacer las expectativas del otro.

-"No soy tan inteligente como tú, así que por favor no esperes de mí la solución correcta. Lo siento", -dijo TaeHyung disculpándose-.

JiMin esbozó una pequeña sonrisa. No podía creer que TaeHyung pensara que no era de ayuda.

-"Aunque no tengas la solución, me das fuerza. Ya lo sabes."

-"Aun así, quería ser útil en esta área también. Siento no poder hacerlo".

-"Está bien. Por cierto, este dacquoise es delicioso. Sería bueno compartirlo con las criadas."

-"De acuerdo. Si lo disfrutan, le diré al chef que lo haga de nuevo"

Después de eso, TaeHyung se puso de pie con el plato vacío. Mientras caminaba hacia la puerta, la voz de JiMin lo llamó por detrás.

-"Gracias, hermano".

-"..."

Se formó un nudo en la garganta de TaeHyung. 'No, Minnie. No digas eso'. Él no estaba calificado para escuchar eso de él.

TaeHyung no ocultó sus ojos tristes y derramó una lágrima. Tuvo suerte de que pudo voltearse en dirección a la puerta. Si JiMin lo veía, vendría corriendo hacia él con una mirada preocupada. El mellizo más joven puede haber cambiado en algunos aspectos, pero su esencia seguía siendo la misma.

TaeHyung abrió sus labios y luchó para que las palabras salieran.

-"No hay problema".

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