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Capítulo 24. Bajo La Lluvia

-"Estaba cabalgando", -respondió JiMin con una cara inexpresiva-. Había venido aquí para escapar de su estrés, pero ahora el mayor causante de dicho estrés estaba justo delante de él. Qué mala suerte ser mordido por un caballo y encontrarse con el Emperador el mismo día. JiMin se dio la vuelta para irse, pero YoonGi lo detuvo.

-"Espera", -dijo-.

-"..."

¿Por qué lo detenía? Se giró para mirarlo y le preguntó directamente: "¿Qué pasa?"

-"Tu mano."

-"..."

Oh, claro, estaba sangrando. No quería parecer débil delante de este hombre, así que lo saludó con la mano.

-"Está bien".

-"No se ve bien"

La expresión de YoonGi era rígida, y a JiMin le costaba leer sus pensamientos. Tanto si estaba herido como si no, JiMin sabía que a él no le importaba, no era su amada SoGe después de todo.

-"Sólo fue un ligero mordisco. No es nada."

-"..."

YoonGi lo miró fijamente sin responder. Durante un tiempo JiMin se preguntó si lo había oído o no, pero un momento después se bajó del caballo. Él parpadeó sorprendido cuando YoonGi empezó a caminar hacia él y JiMin retrocedió automáticamente, pero fue inútil.

-"Me pregunto cuando cambiaron el significado de 'ligero'", -murmuró-.

-"..."

JiMin apartó los ojos de él y oyó a YoonGi dar un fuerte suspiro. Esperó a que se fuera, pero no parecía tener la intención de hacer nada de lo que JiMin deseaba.

De repente, un pañuelo blanco familiar llegó a la vista de JiMin. Sonrió, fingiendo que no estaba preocupado.

-"Veo ese pañuelo a menudo."

-"..."

Sin decir nada, llevó la mano de JiMin hacia él. JiMin trató de tirar de ella, pero él no quiso entregarle la mano.

"Duele", -se quejó JiMin-.

-"..."

YoonGi aflojó suavemente su agarre, y JiMin observó como él envolvía el pañuelo blanco alrededor de su mano. Él era sorprendentemente competente en esto.

-"Eres bueno en esto", -dijo JiMin-, antes de darse cuenta de que las palabras habían salido de su boca.

-"Ya lo he hecho antes", -respondió en voz baja-.

-"¡Ah...!"

JiMin se quedó sin aliento. Le había apretado la mano de forma incorrecta, enviando rayos de dolor a través de su brazo.

-"Oh..."

YoonGi notó su reacción y parecía avergonzado.

-"Lo siento", -se disculpó rápidamente-.

-"...Está bien", -dijo JiMin-. De hecho, no estaba bien del todo, pero no quería decirle la verdad. Ya era bastante malo que lo sorprendieran viéndose indefenso frente a este tipo, y no podía parecer que estuviera peor. Se las arregló para aguantar el dolor mientras lo veía vendar su mano temblorosa.

-"Está hecho", -anunció un poco más tarde-. JiMin retiró cuidadosamente su mano. El área cubierta por el pañuelo se sentía caliente. Lo miró fijamente por un momento, y luego habló.

-"El pañuelo..."

-"¿Hmm?"

-"Dijiste que era importante", -dijo JiMin preocupado-. "La sangre no se quita fácilmente. No tenías que hacer esto".

-"¿No hay un paciente necesitado delante de mí?" -YoonGi respondió-.

La boca de JiMin se cerró por la firmeza de su tono.

-"No soy tan cruel como para dar la espalda cuando veo a una persona herida", -dijo-.

JiMin seguía sin encontrado una respuesta. Era extraño... no tenía ni idea de qué decir. Después de un largo rato, finalmente consiguió formular algunas palabras.

-"Lo lavaré para que esté lo más limpio posible."

-"Es suficiente. No te molestes con cosas inútiles."

-"Pero me sentiré mal porque estaré en deuda"

JiMin suspiró.

-"Es complicado".

-"..."

JiMin quería decirle que esta complicación era todo por él. Nadie más en este mundo sabía que la fuente de su miseria era él.

-"Gracias de todos modos, Su Majestad."

-"No tienes que decir eso. Te lo debo por la última vez".

-"..."

¿Se refería a la noche de la lluvia? JiMin parpadeó al recordar su expresión aquella vez. Parecía visiblemente alterado bajo la luz de la luna llena.

Plop plop plop.

En ese momento, empezó a llover. Aparentemente, el cielo despejado se había nublado en algún momento. JiMin miró el cielo oscuro mientras las gotas de lluvia salpicaban sus mejillas. Muy bien. Por supuesto que había empezado a llover. Estaba teniendo mucha mala suerte hoy.

-"Ah..."

JiMin dio un grito de asombro mientras YoonGi lo arrastraba a su lado. Antes de que JiMin pudiera preguntarle qué estaba haciendo, él habló.

-"Está lloviendo demasiado fuerte para volver ahora. Hay un lugar donde podemos resguardarnos de la lluvia cerca, así que vamos allí."

-"..."

El Palacio Imperial estaba un poco más lejos, pero el problema era que no podía llevar su caballo allí. No tenía otra opción que obedecerle.

Llegaron hasta un gran árbol. La mandíbula de JiMin se abrió. Nunca antes había visto uno tan grande. Debe de tener muchísimos siglos de antigüedad.

-"Este árbol es enorme", -se maravilló-.

-"Tiene mil años de antigüedad. Es un árbol de la época del primer emperador", -dijo YoonGi-.

Su explicación sólo sirvió para aturdirla más. El árbol era un anciano de mil años, pero ahora servía de refugio de la lluvia para dos personas y dos caballos. JiMin se sentó sobre sus enormes raíces, y YoonGi tomó el lugar a su lado. JiMin no lo detuvo.

-"..."

-"..."

Ambos observaron silenciosamente las gotas de lluvia sobre las hojas. JiMin pensó que el silencio no era tan extraño, y el claro sonido de las gotas de lluvia cayendo al suelo del bosque aliviaba cualquier tensión incómoda.

Fue YoonGi quien finalmente rompió el silencio.

-"La razón por la que vino a montar a caballo hoy... ¿fue por el torneo de caza?"

-"Sí", -respondió rápidamente-.

-"Eso es sorprendente. No me di cuenta de que participarías".

-"Debes estar triste. La señorita So no puede participar."

La frente de YoonGi se arrugó ligeramente.

-"¿Estás siendo sarcástico?"

-"No. Lo siento mucho", -insistió JiMin-.

Vieron caer la lluvia durante unos segundos más, antes de que YoonGi hablara de nuevo.

-"No sabía que supieras cazar".

-"Me avergüenza decirlo porque no soy tan bueno... pero puedo disparar un arco."

-"¿Te gusta la caza?" -preguntó de repente-.

JiMin contestó con una voz llana.

-"No, no me gusta mucho. No disfruto matando."

Después de completar su respuesta, se sintió obligado a hacerle la misma pregunta también.

-"¿Y usted, Su Majestad?"

-"No es tan malo", -dijo-. Su expresión era oscura, y JiMin percibió una historia, pero al final no le importó. Prefirió mantener su distancia en lugar de encontrar una razón para simpatizar con él. Cuanto más se acercaba a él, más lejos estaba de su familia.

-"Escuché que el anterior emperador lo disfrutaba, pero supongo que te pareces a tu madre", -dijo JiMin-.

-"..."

YoonGi no dijo nada, y el silencio se volvió tenso y pesado. JiMin se sintió incómodo porque él fue el último en hablar, no YoonGi.

Volvió la mirada hacia su mano herida. La sangre roja ya había dejado de filtrarse a través del pañuelo blanco, y, sin embargo, de alguna manera tenía la ilusión de que todavía parecía estar sangrando. Se preguntaba si alguna vez podría limpiar esta mancha de sangre.

-"Así que..." -dijo YoonGi-.

-"¿Sí?" -preguntó JiMin-.

-"Ese día".

JiMin miró su cara seria con una mirada desconcertada. Parecía cauteloso, vacilante.

-"El día de la visita de los representantes".

Ah, ese día. ¿Se refería a la vez que JiMin golpeó la mejilla de SoGe? JiMin dio un pequeño asentimiento.

-"Dime", -dijo-.

-"¿Qué le hizo la señorita So ese día?"

-"..."

La boca de JiMin se movió, pero no dijo nada. ¿Por qué estaba sacando el tema ahora? No hizo nada malo, pero era un tema incómodo para tocar con él. Sin embargo, no podía ignorarlo abiertamente, así que habló sin revelar sus sentimientos lo más posible.

-"¿Por qué... por qué quieres escucharlo?"

-"Sólo estoy preguntando".

-"Creo que has escuchado algo. O... ¿hay alguna otra razón?"

-"No es así, así que no tienes que ser demasiado sensible. Si no quieres decírmelo, no tienes que hacerlo".

-"¿Quieres escuchar la verdad? O... ¿una respuesta tranquilizadora?"

-"Lo primero", -respondió brevemente-, y JiMin se mordió los labios con fuerza. Miró al cielo. La lluvia del cielo seguía siendo fuerte, y no mostraba signos de detenerse. Eso significaba que tenía que pasar más tiempo con este hombre de lo que había previsto.

JiMin pensó por un momento y abrió lentamente la boca.

-"No quería decírtelo".

-"¿Por qué?"

-"Sabes por qué", -continuó con una sonrisa-. "Aunque me escuchara, no pensé que eso la llevaría a un castigo directo."

-"..."

-"... ¿Me equivoco?"

-"Depende de las circunstancias".

-"..."

JiMin se calló, y pronto volvió a hablar.

-"¿Puedo interpretar eso como que la castigarás si es un asunto serio?"

-"... Podemos hablar de ello."

No esperaba un castigo en primer lugar. Sabía que no se podía convertir en un asunto público, pero tenía curiosidad por su reacción a la historia.

-"Entiendes que el Imperio de Christa prohíbe la carne de cerdo", -comenzó JiMin-.

-"..."

-"La Baronesa So reemplazó la carne preparada para el bistec por la de cerdo."

Sí, eso fue todo. YoonGi ya lo sabía, pero fue impactante escucharlo de nuevo. Tuvo que admitir que su SoGe había hecho una cosa terrible y vil. Acciones peligrosas como esa podrían llevar al fracaso diplomático entre países.

JiMin se enfrentó a él.

-"... ¿Ya lo sabías?"

Estaba perplejo por su inusual interrogatorio. ¿Quería confirmar lo que ya sabía? ¿O ya estaba al tanto de sus fechorías con antelación?

-"No pareces sorprendido", -dijo con voz indiferente-.

-"Me sorprendió".

-"..."

JiMin se mordió el labio por un momento, y pronto le hizo una pregunta.

-"Ahora, ¿Mi declaración tiene algún efecto sobre usted?"

-"..."

No dijo nada, pero JiMin intuyó que estaba en un estado de confusión. No estaba seguro de lo que era, pero algo le había llamado la atención.

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