Capítulo 16
—Esta ceremonia es diferente.
JiMin miro a YoonGi, al mayor tenía el ceño ligeramente fruncido.
—Es diferente por que está es una ceremonia normal, sólo se siguen algunas costumbres de Brigton—respondió obvio, YoonGi frunció aún mas su ceño luciendo tan lindo que JiMin tuvo que morderse su labio para no besar la bonita nariz de su esposo, no frente a tanta gente.
Estaban en la parte trasera del palacio de Seller, justo a las orrilas del mar, todo estaba arreglado con bonitas y pequeñas flores blancas que bajaban por las altas columnas junto a los vides de color verde brillante que SeokJin había mandado a poner, por su parte Jungkook mantenía grandes esferas de agua flotando por el aire creando bonitos reflejos cuando la luz del sol les daba directamente.
Los invitados aún se estaban acomodando, no había sillas ya que sólo debían rodear a la pareja pues la ceremonia era realmente rápida sólo debían esperar hasta la puesta del sol, Jungkook y TaeHyung ya estaban cerca del mar, lo suficiente como para que el agua mojara sus pies, ambos llevaban trajes ligeros de color blanco que representaba su unión matrimonial, rojo, pues era el color representativo de Eviglod y de la familia Jeon, con decorados en color morado pues era el color de Giftenkker.
Su hermano sonreía y saludaba a los invitados, todos parecían querer acercarse a felicitar al rey, por su parte TaeHyung sonreía y asentía a todos, conversaba con algunas personas y parecía genuinamente interesado en lo que ellos decían. JiMin sonrió, su amigo siempre fue un buen actor, después de todo había aprendido del mejor.
SeokJin no estaba muy lejos de JiMin, sonreía y parecía tener una divertida conversación con la princesa Heena la esposa del príncipe Doyoon, el segundo en la línea de sucesión del reino de Syrum.
—¡YoonGi!
JiMin miró hacía el lugar de donde habían llamado a su esposo y se encontró con el rey Hoseok junto a su esposa. Ambos saludaron forma alegre a YoonGi e hicieron una inclinación ante JiMin. Según los protocolos en la realeza los reyes podían saludar informalmente a sus iguales, salvo al gran rey, que era JungKook, o su familia, que en este caso era JiMin, pues debían respeto ya que en la jerarquía de los reinos Eviglod posee mayor poder adquisitivo y territorial por lo que el resto de los reinos les debían respeto, pues se encontraban por encima de los demás reinos. Aunque se suponía eso no importaba pues se había casado con YoonGi, por ello ahora era rey de Vinterdod, claro que de igual manera el título de príncipe de Eviglod aún era parte de JiMin pues su nombre seguía en el registro real de Rikegisk por lo que su rango era más alto que el de los demás reyes, así que de cierta forma YoonGi era un rango inferior a él pese a que era rey por derecho y JiMin solo un príncipe.
—Hoseok—saludo alegre, YoonGi—. Creo que nos hemos visto más veces en estos meses que en los últimos cinco años.
Hoseok negó divertido. —Con los tratados y bodas que hemos celebrado era lógico que nos reuniremos más de lo acostumbrado.
—¿Por que siempre pareces más feliz de ver a mi esposo?—reclamó Yerin, la esposa del rey Hoseok, llegando junto al castaño—. Soy tu prima y sólo nos hemos visto el día de tu boda en este año.
YoonGi chasqueo la lengua con fastidio. —Viví contigo por muchos años así que tardó más en extrañarte, ya tuve suficiente de ti antes de que te casaras.
Yerin abrió la boca ofendida para después ver a YoonGi con molestia, un ligero borde rojo apareció en el iris de sus ojos, pero era demasiado leve.
JiMin sabía que los poderes de la familia Mim no eran heredados por todos sus miembros, incluso hubo una generación que no presentó el don, sabía que YoonGi lo tenía y que era realmente fuerte, más fuerte que cualquiera en las últimas tres generaciones de su familia, Soobin también poseía el don pero era, por mucho, más débil que el de YoonGi, el joven decía que por suerte lo tenía ya que bien podría haber nacido sin el, justo como su hermana.
Hoseok sólo sonrió divertido y beso la mejilla de su esposa—. No le hagas caso, sabes que YoonGi es así—Yerin negó y decidió separarse de ellos e ir a hablar con otras chicas no muy lejos.
—Rey JiMin, me alegra poder estar cerca de ti, durante la boda no tuve oportunidad de acercarme para darte mis felicitaciones—hablo el castaño mostrando una gran y brillante sonrisa.
JiMin le regresó la sonrisa. —Gracias, durante la fiesta no fui capaz de acercarme a todos, yo realmente no estoy acostumbrado a estar rodeado de tantas personas pero estoy tratando de adaptarme.
—Eso es bueno—apoyo Hoseok—. Siempre es de ayuda tener una pareja amable para poder acercarse y formar amistad con otros nobles.
JiMin perdió un poco de su sonrisa ante ese comentario.
—¡Oh!, yo no soy muy bueno relacionandome con otras familias, me resulta poco incómodo y difícil entablar relaciones amistosas por la forma en la que fui criado—respondió sincero. YoonGi a su lado tenso el agarre sobre su cintura, JiMin miro su rostro que mostraba una leve mueca.
Hoseok frunció los labios pero rápidamente recuperó la sonrisa. —Es una pena que sea así majestad, cuando se es rey siempre se necesitará que la persona a nuestro lado sea capaz de agradar, no sólo al pueblo, sino también a la burguesía pues es de ahí de donde saldrá el dinero para mantener el reino—aquel comentario no fue dicho de manera grosera pero sus palabras afectaron a JiMin—. Tal vez debería trabajar más en esa parte—sugirió con gesto amable.
—JiMin no debe trabajar nada—respondieron a sus espaldas, JiMin miró sobre su hombro encontrándose a SeokJin con una mueca molesta en su bello rostro—. Tal vez olvidas delante de quien estas—miró con desdén al castaño que sólo apretó los labios molesto—, JiMin no es un simple noble, su título como príncipe pesa más que el tuyo como rey—sonrió de forma arrogante—, el rey JiMin no fue criado para colgar del brazo de un rey luciendo bonito mientras habla y hace chistes con personas adineradas, tampoco para cargar a un heredero en el vientre, él nació para gobernar y que la gente corra tras él en busca de agradar. Los reyes de verdad, como nosotros,— señaló a JiMin y a él mismo—, agradamos a todos por el simple hecho de existir y no nos dedicamos a buscar la simpatía del resto, eso es para gente como tu—miro a Hoseok, sus ojos llenos de diversión—. Reyes que prefieren hacer más ricos a los ricos antes que ayudar a su pueblo—declaró con odio.
—Tu no sabes nada—susurró con molestia el castaño, pues pese a todo se encontraban rodeados de otras personas y debía mantener la apariencias—. Siempre escondido en tu reino, ¿qué vas a saber del mío?.
Seokjin sonrió de medio lado. —Yo sé que mi pueblo me respeta y sobre todo me quiere, siempre he sido justo con ellos—se acercó un paso al castaño—. No dejé que mi título se me subiera a la cabeza y tampoco decidí ponerme a mí, mi familia y amigos por encima de mi gente—peinó unos mechones de cabello fuera de la cara de Hoseok—. Yo sí sé lo que es llevar el peso de un reino entero sobre mis hombros.
Sin decir más Seokjin se alejó después de regalarle una dulce sonrisa a JiMin y YoonGi, Xan-Xan se quedó un rato mirando a Hoseok para después salir detrás de su dueño.
—¿Qué le pasa a ese imbécil?—se quejó una vez Seokjin se perdió entre los invitados. Hoseok tenía el ceño fruncido y los labios apretados debido a la furia que lo llenaba en esos momentos—. Ese idiota se cree que por llevar once años en el trono tiene derecho a juzgar como gobierno mi reino.
En ese momento apareció el Lord Kim Namjoon, quien veía confundido a Hoseok.
—¿Qué ha pasado?
—Seokjin—fue la simple respuesta de YoonGi.
JiMin veía el intercambio de palabras entre los tres, no quería meterse pero comenzaba a molestarle el hecho de que hablaran así sobre su amigo.
Namjoon asintió buscando con la mirada al hermoso rey. —¿Qué ha dicho esta vez?
—Me acuso de ser injusto con mi pueblo, insinuó que sólo busco lo mejor para mi y para mis amigos—respondió con burla el castaño—. Incluso dijo que yo nunca me he sacrificado por mi pueblo, como si él hubiera hecho muchos sacrificios siendo que viene del segundo reino más rico.
Namjoon negó con la cabeza, sus ojos fijos en algún punto a la distancia, no parecía realmente concentrado en las quejas del rey.
—Solo ignoralo no sabe lo que dice—declaró con voz carente de cualquier emoción.
JiMin se puso rojo de la molestia, apretó fuerte las manos. No quería meterse en esa conversación pero ellos estaban insultando a SeokJin, su amigo, a una de las personas más leales y buenas que había conocido. No lo iba a permitir.
—¿Cómo puedes hablar así de tu rey?—reclamó viendo a Namjoon con ojos entrecerrados—. No puedo creer que te expresas así del hombre al que le juraste lealtad hace tantos años.
YoonGi le apretó la cadera para que se callara, pero no iba a dejar que ellos hablaran así de su amigo. Seokjin era muy bueno como para recibir ese trato, sobre todo si no estaba ahí para defenderse, que tan cobardes debían ser como para hablar de aquella forma a espaldas del rey.
—Majestad no fue...
—¡Cállate!—JiMin cortó las disculpas—. El rey Seokjin asumió la responsabilidad de su reino con sólo catorce años después de que su padre fuera asesinado en las fronteras con tu reino—señalo a Hoseok quien desvió la mirada incómodo cuando aquel tema fue mencionado—, y aún así se negó a iniciar una guerra contra Solufell sólo para no dañar gente inocente, ha peleado con su consejo cientos de veces pues se niega a pedirte la mitad de tu reino en compensación, pese a saber que eso sería bueno para su gente, ha pasado semanas enteras en los campos de cultivo supervisando que su pueblo tendrá suficientes alimentos para el año ya que se niega a adquirir deudas con Eviglod pues ha pasado años tratando de demostrar que Giftenkker es un aliado capaz, ya que con una alianza territorial y no un simple matrimonio su reino obtendrá parte de la pesca y cosecha anual de Eviglod y así Giftenkker ya no tendrá que vivir a base de ensaladas y cereales, más importante aún, por fin podrá descartar una posible guerra con Solufell para conseguir territorio y oro.
El agarre de YoonGi era tan fuerte ahora que JiMin sabía que dejaría una fea marca en su piel, pero no planeaba parar, si ellos hablaban así de Jin tal vez decían lo mismo de su hermano o de él, si era así le gustaría tener la certeza de que por lo menos una persona saldría a defenderlo, tristemente con su actitud en ese momento había confirmado que YoonGi no sería quien lo hiciera.
—Y tú—miro con asco a Namjoon—. Siempre tan amable y listo, fingiendo saberlo todo, pensando que Seokjin no sabe la clase de hombre que eres...
—JiMin—llamo YoonGi con tono duro. Una advertencia para que parará.
Ignorando a su esposo JiMin enfocó su mirada lila en los ojos castaños de Namjoon. —La clase de hombre que vende información de su reino a Solufell, que le confía secretos reales a sus amigos y que además cometió traición contra la corona—Namjoon lo miro con miedo lo que hizo reír de forma irónica a JiMin—. ¿Qué clase de basura hay que ser para venir y hablar mal del hombre que te perdonó la vida?
YoonGi tiro de JiMin y cuando este lo miro noto que los ojos de su esposo tenían un tono rojizo en lugar del verde de siempre, eso lo asustó y por unos segundos le fue imposible moverse pero cuando puedo hacerlo se alejó de un empujón del agarre de YoonGi.
—Ustedes no conocen a SeokJin ni han visto lo mucho que ha sufrido desde que la corona fue puesta sobre su cabeza—acomodó su traje y les dedicó una última mirada—. Si hay alguien que está juzgando sin saber esos son ustedes, por que les apuesto que SeokJin ha sido quien más sacrificios ha hecho por su pueblo, si hay alguien digno de llevar la corona ese es él.
Se alejó molesto del lugar, sentía las lágrimas de la rabia llenar sus ojos pero no iba llorar. Pero que idiotas eran eso tres.
—Gracias—susurraron sobre su oreja, sintió unos brazos rodearlo desde la espalda en un gesto cariñoso pero breve.
SeokJin lo apretó por unos segundos y después dejó un beso superficial sobre su mejilla, cuando se separaron se escuchó una suave campanada que anunciaba el inicio de la ceremonia.
—Vamos—lo animó el mayor y juntos caminaron hasta llegar al frente de todos los invitados.
JiMin noto a YoonGi al otro lado de donde estaba pero decidió ignorarlo. Los guardias de YoonGi y la mayoría de los Lores y los generales trataban a JiMin como una burla y el rey no había hecho nada por defenderlo durante todo este tiempo, creyó ilusamente que si actuaba como un buen esposo y obedecía a YoonGi, ellos comenzarían a tratarlo con el respeto que se merecía, pero eso no había pasado. Pensó que su esposo había comenzado a sentir cariño por él y que tal vez debido a eso pediría que lo tratarán como su igual pero estaba equivocado.
YoonGi ni siquiera había sacado a Suran del castillo, ni a ella ni a ninguna de las zorras que tenía ahí dentro, eso sólo hacía que la gente hablará más, todos aseguraban que seguían ahí por que YoonGi había decidido hacerlas sus concubinas, y él no hacía nada por negarlo tampoco.
Y JiMin comenzaba a creerlo también, sabía que una infidelidad por parte de YoonGi dañaria su vínculo matrimonial y dejarían a al mayor prácticamente maldito, pero pese a eso la unión de sus almas no era una garantía de fidelidad muy segura aunque él se mostrará tan seguro de ello, al final del día su abuela y una de las tías de su madre habían sido abandonadas por sus esposos quienes lentamente se volvieron locos, pero eso no pasó de un día para otro, su abuelo engañó a su abuela por cinco años antes de que ella se enterara, fue después de ese día que el hombre comenzó a enfermar y enloquecer.
Después de todo JiMin podía ver que pasaría y aunque hasta ahora sólo había visto cosas buenas otras imágenes se veían brumosas y le era casi imposible saber qué pasaría en un futuro cercano, eso lo hacía sentir, de cierta forma, ciego.
YoonGi miraba a JiMin bailar al lado de SeokJin, justo al otro lado del jardín donde se estaba llevando a cabo la fiesta, y a un animado TaeHyung unirseles poco después, JiMin lucía realmente feliz y parecía divertirse demasiado en ese momento junto a los otros dos reyes.
Tomó un gran trago de su copa de vino mientras pensaba en como se había comportado JiMin hace un rato. Defendió a SeokJin de una forma feroz ni siquiera parecía el mismo chico tímido que había conocido en el palacio de oro, pero suponía que era normal, él y Seokjin se conocían de hacía años y parecían ser buenos amigos, ahora prácticamente eran familia, así que la reacción de JiMin era lógica.
Él habría reaccionado de igual manera si hubieran hablado así de uno de sus amigos, sobre todo si parecía saber más del tema sobre el que se estaba hablando.
—¿Disfrutando la fiesta?
JungKook se sentó a su lado, parecía feliz y un poco ebrio.
—No está mal—respondió regresando su mirada a JiMin.
—Solo míralo es tan malditamente hermoso—JungKook recargo su cabeza en el hombro de YoonGi.
Él le dio una mirada a JungKook quien miraba en la misma dirección a la que había estado viendo hace sólo un momento, al trío de donceles que bailaban animados sin permitir que nadie más se les acercará.
—¿Quien?
—TaeHyung—respondió con gesto ausente—. No puedo creer que por fin sea mi esposo, imaginé esto muchas veces pero nunca parecía que realmente iba a pasar.
YoonGi le dio otro trago su copa de vino—. Pues ve ahí y disfrútalo.
El menor negó separándose para mirar a YoonGi a los ojos. Una mirada de resignación en sus ojos grises.
—No puedo, desde que llegó aquí para la coronación es la primera vez que lo he visto sonreír realmente, no está poniendo la sonrisa falsa que les muestra a todos.
—Es su boda, claro que está feliz. No te quemes la cabeza—respondió obvio.
JungKook suspiro de forma triste. —No está feliz por la boda, está feliz porque Jin y mi hermano es tan aquí con él, en sus propias palabras la única alegría de su día es que puede compartir este momento especial con dos personas que sabe que lo aman.
—¿No lo amas?—cuestionó con sorpresa—. Creí que por lo menos le tendrías algo de cariño, saben que están comprometidos desde que tenía como cinco años.
—Yo lo amo, no sabes cuanto lo amo— respondió inmediatamente, sin duda ni vacilación—. Yo tampoco sabía cuánto amaba a TaeHyung hasta el día en que ya no tenía seguro que él también me quería.
—¿De qué hablas?—YoonGi miró al recientemente nombrado rey y notó que JungKook tenía los ojos llenos de lágrimas.
—Nosotros no escribíamos, una carta por semana, yo le enviaba una y él respondía una semana después con otra, hasta que cumplí quince y lo arruine todo—sonrió con tristeza—. Me enamoré de una chica, o creí estar enamorado. Ella me pidió que dejara de responder a Tae y como el idiota que soy le hice caso, pero él, TaeHyung, no dejó de escribir, mandaba cartas preocupado por mi. Así que decidí enviarle una última carta para que me dejara en paz y funcionó—se mojó los labios agachando la mirada—. Incluso llegue a revisar las leyes y el compromiso que había hecho la reina Hanni, quería encontrar una forma de ponerle fin a todo eso.
YoonGi miró a JungKook con asombro no creyendo las palabras del rey, incluso en su estadia en Vinterdod, él sabía que el menor solía enviar cartas con frecuencia, pero pensó que se las enviaba a JiMin, no ha Taehyung. Sólo que no entendía por que trataría de romper un compromiso que se había pactado desde antes de su nacimiento.
—¿Por qué?
El azabache negó con desesperación y tallo su rostro con ambas manos. —Quería casarme con esa chica, creí que la amaba y ella siempre se metía en mi habitación así que pensé que tal vez ya estaría esperando un hijo mío y eso haría más fácil que el consejo aceptará nuestro matrimonio.
YoonGi se quedó congelado en su lugar—¿Tienes un hijo bastardo?—susurró sus ojos bien abiertos debido a la sorpresa.
—No—negó de inmediato el azabache—. Ella quedó embarazada, pero un día se apareció frente a mi diciendo que ya se había desecho del problema—recostó la cabeza sobre la mesa negándose a mirar al mayor—. Luego de eso me enteré que ella realmente ya estaba casada con uno de los hombres que cuidaban a los caballos y sólo se había metido conmigo para conseguir oro y joyas para que su esposo y ella pudieran irse del reino y mudarse a Solufell.
YoonGi lo pensó un poco y negó con la cabeza, JungKook era medio tonto respecto a las relaciones y el amor, claro que YoonGi tampoco era muy listo, pero pensó que al tener leyes tan estrictas en Eviglod sobre el matrimonio no pondría sus ojos en nadie más sabiendo que TaeHyung existía.
—¿TaeHyung lo sabe?
El menor asintió con una mueca de dolor en el rostro. —No se como se enteró si nadie más lo sabía, y lo peor es que se enteró que también estuve con Lady Lisa durante un tiempo—dijo con pesar—. Este mes que ha pasado en el reino junto a mí ha sido horrible, apenas me mira o habla conmigo si estamos solos. Sólo deja que tome su mano o se muestra cariñoso si hay gente presente, en esos momentos es tan amable y dulce, siempre sonriente y eso no es más que una farsa.
—Todo puede mejorar—trató de calmarlo.
—Si no mejora TaeHyung se irá y no voy a poder hacer nada para detenerlo—una sonrisa triste apareció en sus labios—. Una vez que quede en cinta deberá irse a Giftenkker y no tengo ninguna garantía que llegado ese momento él pretenda volver alguna vez—se levantó su semblante triste firmemente marcado en su rostro—. Yo falle incluso antes de casarme.
—Se nos crió para ser reyes, aprendimos cómo gobernar, nadie nunca nos enseñó cómo ser buenos esposo—opinó YoonGi, tratando de excusar los malos tratos y fallos que tenía en su propio matrimonio.
JungKook lo miró fijamente, lo cual lo incómodo pues de alguna manera sabía que el más joven estaba viendo más allá de sus ojos.
—Supongo—respondió por fin—. Pero lastimar o pisotear a la persona que está a nuestro lado y a quien prometimos amar, no debería ser parte de un matrimonio, ¿no lo crees?
—Yo...
El menor no se quedó a escuchar su respuesta simplemente salió en busca de su esposo a quien sacó a bailar, una sonrisa brillante apareció en los rostros de los jóvenes reyes, una que era empañada por el dolor que reflejaban sus ojos.
La noche de la boda JiMin llegó a su habitación, se puso la pijama y fue directo a la cama, YoonGi no llegó. Al otro día durante el desayuno el pálido tampoco le hablo y cuando llegó la hora de partir lo vio recibir un par de sobres de manos de su hermano y con un simple abrazo y algunas palabras de despedida estaban nuevamente en camino hacía su reino.
Pero la opresión en su pecho, esa que había sentido la primera vez que había dejado Eviglod era mayor. Ese mal presentimiento que venía sintiendo desde hace un tiempo se hacía más fuerte y ahora que ya sabía que le esperaba en Vinterdod comenzó a pensar en el dibujo que se escondía en la sala del tesoro real y en las palabras de aquella mujer en el bosque unos meses atrás.
Algo malo iba a pasar y JiMin era incapaz de poder ver más allá de la bruma que cubría su mente impidiéndole interpretar las visiones de un futuro cercano y cuando trataba de avanzar más allá era como chocar contra una pared y ser incapaz de avanzar más tiempo, eso sólo hacía que sus preocupaciones parecieran más reales.
Pobres de mis bebés Kook y Tae 😢😢
¿Qué opinan de la actitud de Yoongi, Hobie y Nam?
¿Qué tan mala creen que es en realidad la relación de Hoseok y Seokjin? Y ¿Por qué se volvieron así el uno con el otro?
¿Qué será ese mal presentimiento que tiene Jimin? 🤔🤔
Sean libres de dejarme todas las teorías que tengan en los comentarios (Yo estoy encantada de leerlos todos)
Por cierto no se ustedes pero amo a Seokjin y su actitud. 💜💜
Nos leemos en unos días
Besos x.
*Por cierto la imagen en multimedia es como me imagino que es Brigton.*
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