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Capítulo 15

—Yo…—bajo la mirada a sus manos, comenzó a jugar de forma nerviosa con sus pequeños dedos—. ¿Estás bien?—preguntó cuando por fin reunió el valor para mirar a su esposo.

Desde que habían salido del templo solar YoonGi no había hablado, solo mantenía ese semblante serio, parecía estar analizando toda la situación, aquello lo tenía ligeramente preocupado,  pues no sabía qué es lo pasaba por la mente del mayor. A veces envidiaba a Jungkook por poseer el don de la telepatía, siempre fue una ventaja saber que es lo que pensaba la gente a tu alrededor. Pero aún si lo tuviera no podría ir por la vida hurgando en los pensamientos de la gente, primero porque eso podría hacerle mucho daño a su cuerpo, y segundo, porque él no era realmente bueno interpretando los pensamientos de las personas.

Además de la clarividencia él posee el don de la empatía, pero parecía que su don estaba medio dormido, podía escuchar los tenues susurros a su alrededor todo el tiempo, pero casi nunca eran claros, parecían más, murmullos leves que otra cosa. 

En lugares con más gente o un grupo que compartía el mismo pensamiento de forma colectiva facilitaba las cosas, como las fiestas y reuniones. No importaba en qué reino fuera, en Eviglod o en Vinterdod, todos los invitados siempre querían lo mismo, sacar provecho de él y su hermano. Pero aún le era difícil concentrar su energía en adivinar las intenciones de una persona en específico, y siendo sincero él mismo, no hacía mucho para mejorar. 

La tía de su madre se había arrojado por el balcón cuando descubrió que su esposo ya no la amaba y pensaba huir con una mujer que vendía pescado en Brigton, ella había descubierto las intenciones de su esposo cuando había ido a avisarle de la muerte de sus hijas. 

Después  de saber sobre ese incidente había tenido claro que estaba mejor así, no necesitaba espiar a todos a su alrededor, nunca salía nada bueno de eso. Y aquel detalle no era del todo importante pues compensaba su poca destreza en aquel don con sus habilidades en otro, uno donde era demasiado bueno, nunca falla, y eso mismo lo tenía preocupado desde hace unos meses.

Regresando su atención a su esposo, notó que YoonGi se mordía su labio inferior, el mayor parecía querer pregúntale algo pero buscaba las palabras correctas.

—La verdadera razón de que le temieran tanto a Skinnende Gull antes del pacto de sangre era en realidad por los dragones y no por las brujas y hechiceros, como dicen las leyendas, ¿verdad?

—Creo que sí—cerró los ojos tratando de hacer memoria—. Aunque ya que los dragones son los que poseen, o contienen, la mayoría de los dones de los miembros de la familia real, se podría decir que ellos son los hechiceros a los que tanto les temían—explicó.

—También dijiste que siempre nacían unidos a un dragón, bueno un huevo de dragón pero no todos tenían un dragón—JiMin asintió ante las palabras y YoonGi se mojó los labios—. ¿Qué tan unidos están realmente? 

JiMin iba a responder cuando el carruaje se detuvo delante del palacio de oro, ambos bajaron y fueron recibidos por varios de los guardias reales de Skinnende Gull, quienes le sonreían con cariño a JiMin.

Ambos saludaban con ligeras inclinaciones de cabeza a los hombres que se cruzaban por su camino a través de los jardines hacía  las puertas, una vez dentro del castillo el peli plateado retomó la conversación en su camino al comedor.

—Eso es un poco complicado—suspiró, nunca había tenido que explicar aquello y no estaba seguro de como hacerlo—.  Como es conocido por todos, por lo regular mi familia siempre estuvo conformada por mujeres, quienes se han sentado en el trono por generaciones hasta mi nacimiento, quienes heredaban el trono fueron mujeres, y la mayoría tenía hijas—YoonGi asintió en señal de que sabía sobre eso—. Bueno, casi todas poseían el don de la clarividencia, el color de nuestros ojos se debe a eso—JiMin pestañeo de forma coqueta provocando una ligera sonrisa por parte de su esposo—, pero había otras que no los tenían. Cuando eso pasaba, el huevo que aparecía anunciando su nacimiento era una cáscara vacía, pues al no haber dones no se necesitaba de un nuevo dragón para ayudar a contenerlos.

YoonGi asintió y juntos entraron al comedor donde ya los esperaban dos platos de sopa, en las esquinas de la habitación estaban Ying y Tenn. Ambos tomaron asiento y un par de sirvientes se acercaron para llenar sus copas, una con agua y otro con vino, en el caso de YoonGi.

—Tu tienes uno—señaló obvio, los ojos verdes de YoonGi fijos en JiMin.

—Así es—asintió llevando una cucharada de sopa a su boca—. Xenzu y yo estamos unidos.

—Lo imaginé. Pero me gustaría entender a que nivel o que es lo que significa eso exactamente.

—Solar me dijo que ya les había hablado de los jardines y como la vida de la familia Park está unida a estas tierras—el mayor lo miró unos segundos para después asentir—. Eso es por que los dragones, al contener la mayoría de los dones otorgados a nosotros, son ellos los que mantienen a Skinnende Gull vivo, las cosechas seguirán creciendo, el río aún tendrá agua y el oro seguirá apareciendo, pero, sin dragones la tierra sería árida de nuevo—tomó un sorbo de su copa de agua—. Skinnende Gull no podrá perder su vitalidad ya que los dragones son criaturas que pueden vivir muchos años, has visto a Frintt y al resto, ellos son más viejos  que la gran guerra.

—¿Entonces realmente que significa el jardín?—cuestionó YoonGi, sin entender el cambio entre temas, pero aún así curioso por saber cuanto pudiera.

—Eso es otro castigo—explicó tranquilo el menor—. Nos obliga a ver como nuestro tiempo aquí se agota, un recordatorio de que nuestras vidas tienen un límite porque decidimos sacrificarnos por los descendiente de los hombres que nos dieron la espalda y que tal vez puedan hacerlo de nuevo. 

YoonGi frunció los labios, aún sin entender del todo aquel castigo a toda una familia—. Entonces, ¿si no hay un heredero Park, Skinnende Gull seguirá prosperando? 

—Seguirá siendo próspero sí, pero sin un legítimo Park en el trono, todos los dragones no tendrán quien los controle o frene sus actos, por lo que Skinnende Gull no sería un lugar exactamente seguro—expresó con tranquilidad—. Son criaturas muy territoriales, por lo que no permitirían que otros reinos traten de invadir su hogar. Ellos aniquilaran a cualquiera que lo intente, es por eso que la presencia de un nuevo heredero Park siempre trae paz.

YoonGi sólo removía el contenido de su plato, trataba de entender todo el asunto pero era un poco complicado, era mucha información que necesitaba analizar con más calma. 

—¿A qué te refieres con paz?  

—Todo Park está conectado a su dragón, es como si una parte de él estuvieran en nosotros y una nuestra en ellos, ellos saben cuando estamos en peligro o nuestra muerte se acerca, es como si una parte de ellos muriera con nosotros también—el peli plateado sonrió cuando el plato de sopa fue retirado y dejaron frente a él un filete de pescado con ensalada—. Pero, mientras haya un Park con vida, todos los dragones serán capaces de seguir sintiendo el espíritu y cariño de la persona a la que estaban unidos, sin eso podrían enloquecer de dolor.

—Eso no sería bueno para nadie en Rikegisk—opinó. 

—No, los dragones son la criatura más leal que existe y perder con quienes han formado un vínculo tan fuerte puede destrozarlos, tardarían varios años en acostumbrarse a la pérdida pero nunca podrían olvidarla. 




La noche fue larga para YoonGi, tenía claro que la información que JiMin le había dicho, debía mantenerse en secreto y que si su esposo se lo había contado era por que confiaba en él, si los demás reinos sabían de esto no dudarían en declarar la guerra contra Skinnende Gull aun sabiendo que perderían. Y eso sólo dejaría Rikegisk devastado. 

Esperaba encontrar información en Eviglod pero no era esa la que buscaba exactamente, aún debía hablar con Jungkook y aclarar algunos temas respecto a la reina Jisoo.

Escuchó a sus espaldas el remover de las sábanas seguido de la  voz adormilada de su esposo.

—YoonGi vuelve a la cama—ordenó en un bostezo—. Mañana temprano saldremos rumbo a Seller, deberías estar descansando.

Con una sonrisa en los labios volvió a la cama junto a su esposo a quien envolvió en sus brazos.

—Tu también debes descansar—beso la cima de la cabeza del menor.

JiMin asintió con la mejilla aplastada en el pecho de YoonGi, dejó un beso sobre su el pectoral, justo donde se encontraba su corazón y cerró los ojos después de susurrarle lo mucho que lo quería. El mayor espero hasta que su respiración se volvió más tranquila en señal de que dormía.

—Creo que yo también te quiero— susurro a la oscuridad—. Y eso me asusta.


Ambos llegaron al antiguo castillo a las orillas del mar, en Brigton. El palacio de Seller aquel perteneciente a la familia Jeon, eso antes de que el principe Beogym se casara con la reina Hanni. JungKook los recibió con un gran abrazo.

—Te he extrañado mucho—Jungkook tenía atrapado a JiMin entre sus brazos, no queriendo soltar a su hermano mayor—. Estoy feliz de que si pudieran venir para la boda, te necesitaba aquí para esto.

—Ya estamos aquí no tienes que exagerar—opino YoonGi con un tono fastidiado al tiempo que separaba a JungKook de su esposo—. ¿Y tu prometido y SeokJin?—preguntó curioso, pues ninguno de los donceles estaba ahí para recibirlos.

La sonrisa en los labios de JungKook tembló un poco—.  Ellos están haciendo las últimas pruebas para el traje de TaeHyung. Puedes ir con ellos si lo deseas—sugirió mirando a su hermano—, YoonGi y yo necesitamos hablar. 

JiMin asintió sonriente y siguió a una mujer mayor quien guiaba su camino hacía los aposentos del príncipe TaeHyung, rápidamente le siguieron dos de sus guardias.

YoonGi por su parte siguió a Jungkook hasta lo que parecía una biblioteca. 

—Bueno, esto es lindo cuñado—pronunció con énfasis en la última palabra, sabía que JungKook saltaria ante aquella provocación.

Y justo como lo había esperado, el menor hizo una mueca de sufrimiento ante el honorífico—. Por favor no me digas así, me hace sentir muy raro. 

YoonGi rio divertido—. Pero si es lo que somos ahora—respondió con burla—, no podrás negarlo cuando un día llegue un pequeño niño llamándote tío JungKook. 

Ahora el rostro del, ahora rey, se contrajo con verdadero dolor—. ¡Dios no!—murmuró con cierto toque de pánico en su voz—, por favor dime que mi hermano no espera un hijo tuyo—suplico—. Sólo llevo un mes desde que fui nombrado rey, si mi hermano ya está dando herederos en tu reino, sabes la presión que pondrán sobre mi, apenas tengo dieciocho—expresó de forma dramática para después dedicarle una mirada de reproche—. Peor aún, eso quiere decir que tus asquerosas manos han tocado y profanado a mi dulce hermano. 

Jungkook de estremeció tanto que casi cae de la silla donde estaba sentado, YoonGi lo miró con una mueca. 

—JiMin no está esperando un hijo, aun—Jungkook lo miró con tanto alivio, que lo molesto—. Pero algún día lo estará y no puedes evitar que eso pase, además deberías alegrarte por el nacimiento de un nuevo heredero Park.

Jungkook le dio una profunda mirada—Te lo ha dicho—no era una pregunta, Jungkook lo estaba afirmando—. Eso no lo ví venir—murmuró confundido, mordió su labio inferior y regreso sus ojos a los verdes del mayor.

YoonGi desvío la mirada incómodo—. Lo hizo, pero aún tengo una duda sobre eso.

—¿Cuál sería esa duda,? me parece que JiMin te lo explicó todo—respondió seguro.

El mayor sonrió de forma arrogante—. ¿Por que tú—lo señaló—, estas unido a un dragón si no eres un Park?—Jungkook negó con la cabeza, una sonrisa tirando de sus labios—. Lo estuve pensado y llegué a la conclusión, de que es debido a los dones que se dice posees de la familia real de Skinnende Gull. Pero no se como es que llegaste a tener dichos dones o cuales son—caminó por la biblioteca hasta tomar asiento frente a JungKook y con su dedo índice tocó la frente del chico—. Pero algo me dice que tú tienes el don de la telepatía.

La sonrisa de Jungkook creció aún más—. Bueno YoonGi, tu siempre te has resaltado por ser tan analítico—le guiño un ojo—. No se toda la historia porque, como es obvio, esto paso antes de que naciera. Lo que se es qué, cuando la reina Hanni quedó embarazada en lugar de que apareciera un huevo en el templo solar había dos, entonces ella entendió que los poderes de JiMin serían demasiado fuertes y eso  tal vez acabaría con la cordura de su hijo con él pasó de los años.

—¿La reina ya sabía que iba a morir?

Jungkook asintió—. Ella sabía que no formaría parte de la vida de JiMin, pero no estaba segura de cuánto tiempo tendría con él, así que trato de ver más allá y me vio a mi, sabía que ella moriría y el rey sería obligado a volver a casarse y de esa unión nacería yo. Así que tomó una decisión inesperada—JungKook se colocó de pie y caminó hasta estar frente a la ventana de la habitación—. Ella convocó al Dios del sol he hizo un trato con él.

—¿Qué clase de trato?—una de sus cejas oscuras se levantó en señal de duda.

—Tenía claro que JiMin sería el unico miembro después de muchas generaciones en poseer los cuatro dones, es por ello que le pidió al Dios que contuviera dos de los poderes de JiMin y una vez naciera yo me los daria, es así como el cascarón de Xenzu se  abrio el dia que nacio JiMin y el de Yeels se abrió el día que nací yo, dos años más tarde—JungKook le mostró una pequeña sonrisa antes de recuperar su actitud sería—. A cambio, la reina, prometió que yo sería criado en el templo solar y aprendería las costumbres de Skinnende Gull, pero el dios dejó en claro que ni yo, ni nadie de mi descendencia, podría tomar el lugar de un legítimo Park, no mientras hubiera uno con vida, y que mis hijos no heredaran las habilidades que me fueron otorgadas. 

YoonGi chasqueo la lengua—. ¿Y eso por que?

—Tus hijos serán quienes los hereden ahora—respondió de forma simple—. La verdad estoy agradecido con la reina Hanni por darme los dones y todo, sólo hubiera preferido saltarme las clases sobre Skinnende Gull—hizo una mueca regresando a su silla—. Sabes lo difícil que era recibir tantas clases sobre Skinnende Gull y Brigton, para todavía después estudiar los tratados y arreglos de Eviglod con el resto de los reinos—se lamentó—, en ocasiones me pregunto cómo es que logre sobrevivir mi infancia. 

—Eres tan dramático—se burló YoonGi—. Entonces, ¿pasabas mucho tiempo en Skinnende Gull con JiMin?—Jungkook asintió—. Eso no debió gustarle mucho a tu madre, ya sabes, que estuvieras lejos de ella. 

Jungkook apretó los labios y negó con la cabeza—. Ella lo odiaba, era una maldita loca—recargo su cabeza en el borde del respaldo de la silla—. Cuando venía a visitarla se dedicaba a hablar estupideces de JiMin y escupir veneno sobre mi padre y como es que él nunca la amó—dejó salir una risa que sonó más como un bufido—, ¿como si alguien pidiera amar a alguien tan podrida por dentro? 

—Eso suena mal—se removió incómodo pues las palabras de JungKook trajeron a su mente los recuerdos de cómo era la convivencia entre sus padres.  

—Era malo pero tolerable, o lo fue hasta que mi padre murió.

—JiMin me contó sobre de toda esa situación y las acusaciones contra la reina—trato de llevar la conversación en la dirección que deseaba, sin querer ser muy obvio al respecto.

—Ella lo hizo—JungKook apretó sus puños sin querer mirar al mayor, sus ojos grises tornándose más oscuros debido a la rabia—. Yo lo descubrí. En ese entonces era muy pequeño así que no controlaba cuando usar mis dones y cuando no, pero como ver en las mentes de los otros me hacía doler la cabeza, realmente evitaba hacerlo—se explicó—, pero lo descubrí cuando regrese de mi entrenamiento en Vinterdod, en ese momento tenía catorce y los rumores continuaban en contra de mi madre, yo sólo queria ver la verdad en su mente para asi dejar en claro que ella no lo había hecho. Pero cuando la mire mientras le preguntaba lo supe, supe que ella lo había hecho—negó con tristeza, sus ojos empeñandose debido a las lágrimas—. Dos días después de eso, ella viajó a Skinnende Gull y robo un cofre de oro y joyas del tesoro que es parte del tributo al Dios solar. No tuve opción asi que la exilie, fue enviada a una pequeña villa a las orillas del reino.

—Y hace un año la desterraste a los acantilados de mi reino— terminó la historia, YoonGi.

JungKook asintió—. Cualquier atentado contra la vida de la corona es castigado de esa forma. 

—¿Le hizo algo a JiMin?—preguntó preocupado. Necesitaba saber que es lo que había pasado.

—Lo intento—respondió con pesar—. Yo...—mojó sus labios—, yo le permitía regresar al reino una vez por mes, porque pese a que era una madre horrible y había hecho cosas aún más terribles, ella seguía siendo mi madre—JungKook lo miraba pidiendo comprensión y YoonGi asintió mostrando una pequeñísima sonrisa, él conocía perfectamente ese sentimiento—. Era un día cualquiera, JiMin y yo estábamos en el jardín de Kärrgläs, estábamos jugando al escondite, pero un guardia anunció la llegada del rey SeokJin y yo tuve que ir a reunirme con él y los miembros del consejo, se supone que JiMin estaba seguro porque estaba dentro del palacio, se suponía había guardias cuidándolo, Solar y Hwasa tampoco estaban muy lejos así que no se como paso todo—se mordió el labio inferior—, a mitad de la reunión SeokJin se levantó tan rápido que tiro la silla donde se había sentado, de un segundo a otro Xan-Xan abandonó el salón, Jin parecía ido y sólo puedo decir que JiMin estaba en peligro, miraba de forma fija la ventana que mostraba una parte del jardín. Todos los guardias fueron en busca de JiMin. Para cuando llegaron al jardín JiMin estaba tendido en el pasto una mancha de sangre bajo su cabeza y Xan-Xan tenía a mi madre contra el suelo, ella solo gritaba que el animal lo había hecho pero como es lógico, nadie le creyó.

YoonGi se quedó callado meditando toda la situación, entonces la reina Jisoo siempre había tenido algo encontra de JiMin, aunque eso no podría tener algo que ver con los robos, pues estos habían comenzado mucho antes de siquiera hacer su compromiso. Pero si ella sabía que JiMin estaba cerca podría tratar de hacer algo, esa era una posibilidad que no debía descartar. 

—Alguien me ha estado robando—confesó tras unos minutos de silencio, JungKook lo miró confundido por el drástico cambio de tema.

—¿Sabes como y de quien se trata? 

YoonGi cabeceó—. Durante el último año en los pedidos de suministros a Eviglod alguien ha estado agregando productos que yo ni siquiera sabía eran parte de los acuerdos, pero nadie lo noto porque esas cosas nunca han llegado al castillo para ser inventariadas, pero de alguna forma era transportadas desde el castillo junto a los suministros que son enviados a la frontera norte, pero tampoco llegaban hasta ese lugar.

JungKook lo miro extrañado—.  ¿No eras tú el que había comenzado a pedir aquellos productos extras?—YoonGi negó—. Yo pensé que después de enviarte los nuevos acuerdos habías decidido aceptar los productos de lujo que se te ofrecieron para ti y tu familia.

—¿Qué nuevos acuerdos?—preguntó confundido.

—Decidí que a partir del año pasado todos los reyes tuvieran la opción de adquirir productos que generalmente no vendemos. Ya sabes, cosas como fresas, jabones y cremas, así como una amplia gama de ungüentos y jarabes que sólo usamos aquí, también varias botellas de vino, productos innecesarios para el pueblo pero caprichos que la corona se puede dar—explicó. —A ti y al resto de los reyes se les envió una carta con la información, Hoseok y tu fueron los únicos que aceptaron y los envíos a sus reinos aumentaron, pensé que estabas enterado.

YoonGi analizó las palabras de Jungkook, alguien en su reino recibió la noticia y no se lo notificó pero envió una respuesta a Eviglod, y si JungKook pensó que era su respuesta, fue por que la carta tenía el sello real, las personas que tenían acceso a su oficina y las cartas enviadas de los otros reinos eran muy pocas por lo que la búsqueda del traidor se había disminuido. 

—Creo que tú madre tiene algo que ver—JungKook lo miró fijamente—. Sospecho que el general Shin es quien ha estado robando los suministros, además desde la fecha en que tú madre llegó a los acantilados las órdenes contenían varios productos que eran sumamente exactos, frutas que ni siquiera conocía y varias cremas y jabones perfumados, también los alimentos que robaban de los pedidos normales siempre son los mismo desde esa fecha y no aleatorios como eran antes—se mojo los labios, aún debía decirle más al menor—. Sé que tú madre y Shin se conocían así que de alguna forma, él a estado robando cosas para ella.

Miro a JungKook quien parecía perdido en sus pensamientos.

—Ella no puede acercarse al reino, ¿verdad? 

—No—negó confundido, JungKook se veía demasiado pálido tras la noticia—. Y aunque pudiera yo no permitirá que se acercará a JiMin.

JungKook lo miró con sus ojos grises llenos de pena.

—Solo…—suspiró antes de negar con la cabeza—. Ten cuidado y trata de cuidar a mi hermano—Jungkook desvío la mirada a la ventana—, JiMin es todo lo que me queda. 

—Entonces, ¿piensa que no te quiere?— pregunto confundido, JiMin.

TaeHyung asintió con un pequeño puchero en sus labios rojizos—. Tu sabes que hace unos años JungKook se enamoró—admitió con ligera pena.

JiMin negó—. Escuche sobre ello, pero nunca la conocí y él no me ha hablado de eso, seguro fue algo sin importancia.

Seokjin chasqueo la lengua—. Puedes amar y no querer decirle a nadie sobre eso, a veces sólo deseas guardar tus sentimientos para ti. 

JiMin y TaeHyung miraron al mayor con un toque de pena en sus ojos, a lo que SeokJin sólo se encogió de hombros.

—Tal vez a ti no te dijo nada pero conmigo fue muy claro—respondió el rubio mirando a JiMin—. Mandó una carta diciendo que debía dejar de ser un estúpido y parar de escribirle cuando ya había dejado más que claro que no quería hablar conmigo, me dejó muy en claro que antes me respondía por lástima, porque al parecer no tenía mucha gente con quien hablar en el castillo, o fues así hasta que llegó Lee Ji-eun—pronunció aquel nombre con tanto odio, que sus palabras parecían destilar veneno—. Luego de eso procedió a describir lo perfecta y hermosa que ella era, lo suaves que eran sus labios cuando la besaba, y no tuvo reparos en decirme lo mucho que se divertían en la cama—los ojos dorados se llenaron de lágrimas que el hermoso doncel se negaba a derramar—, para finalizar diciendo y lo cito "Seguramente tu no eres más que un doncel horrible y debido a esa vergüenza el rey SeokJin nunca viaja contigo a mi reino, debieron prometerme con él y no contigo"

JiMin se cubrió la boca con una de sus manos, no podía imaginar que su hermano pudiera hacer algo así de cruel, sólo había mencionado algo sobre la linda chica, pero no más que eso, y cuando lo cuestionó por dejar de escribirse con TaeHyung, su hermano le dijo que ambos lo habían acordado. 

—Y pensar que ese año había considerado apropiado enviarte aquí para que tu y Jungkook tuvieran oportunidad de conocerse mejor antes del matrimonio—comentó divertido el mayor de los tres, mirando a su primo—. Menos mal me mostraste esa carta y cancele todos los preparativos—acomodo su cabello azabache—. Incluso pensé en cancelar el acuerdo de matrimonio y dejar que el Lord Park Hyung Sik fuera tu futuro esposo.

JiMin miro con sorpresa a sus amigos, ¿por que no le habían mencionado aquello?

—No te lo dijimos porque JungKook mando una carta de disculpas meses después—explicó TaeHyung, con la morada gacha—. Creímos que lo había hecho por que tu te habías enterado de todo y lo habías hecho entrar en razón.

—Pero cuando vine de visita al reino unas semanas después descubrí que tu no sabías nada y la verdad preferí dejarlo así—agregó SeokJin. 

JiMin comenzó a jugar con sus dedos, miró a su rubio amigo—. Pero van a casarse, ¿no crees que Jungkook realmente está arrepentido?.

TaeHyung apretó los labios alejando la mirada de los ojos lilas de JiMin, asintió sin mucho entusiasmo—. Cuando llegamos unos días antes de tu boda y por fin nos presentaron, realmente pensé que estaba arrepentido y tal vez nuestra unión podía ser más agradable si yo dejaba ir ese incidente del pasado.

—Pero tu hermano es un idiota—interrumpió SeokJin, una sonrisa tiraba de sus labios—. Y lo digo con cariño porque pese a todo lo conozco y sé que es bueno y será un gran rey, pero sin duda es idiota en temas de amor. 

—¿Por qué?—pregunto con temor.

—¿Conoces a Lady Lisa?—JiMin negó—. Al parecer es la hija de un de los miembros del consejo o de un Lord, ya no recuerdo.

—Ella se la pasó pegada a Jungkook durante la fiesta de su coronación—contó TaeHyung, sus puños apretados—, y él de buen agrado se lo permitió, al parecer son viejos conocidos.

—La malas lenguas en el castillo dicen que ambos solían decir que se casarían cuando eran niños, y sus escapadas nocturnas a los jardines parecían comprobarlo—JiMin le frunció el ceño al mayor, pero SeokJin no se inmutó por aquella mirada—. Mis fuentes son confiables—le guiño un ojo al peli plateado.

—Como sea—declaró con fastidio el rubio—. Parece que esa noche se besaron y quién sabe qué más habrán hecho, JungKook no negó nada y Lisa ha pasado todo el mes que he permanecido en Eviglod alardeando que ella será la única gran reina. 

—Tu hermano ha hecho que mi primo sea la burla de todos en este reino, al parecer todos dicen cosas sobre cómo Jungkook modificará las leyes para encontrar la forma de estar con Lisa o dejará a TaeHyung plantado en la ceremonia matrimonial. 

—Soy la burla en este lugar pero la gente es lo suficientemente lista como para no decir nada en mi cara, todos temen que Woon Xi los ataque si me llego a enterar de las cosas que dicen de mi—una pequeña carcajada abandonó sus labios—. Al parecer nadie sabe que yo terminare enterándome igual—JiMin asintió comprendiendo a lo que se refería el menor—. Así que lo lamento JiMin pero voy a casarme con tu hermano porque es mi obligación pero voy a pasar todo mi matrimonio resentido por lo que me hizo.

—Cuando Taehyung este embarazado tendrá que irse a Giftenkker para que el bebé se acostumbre lentamente al veneno en el aire del reino, de no ser podría morir al momento del parto—Seokjin se veía muy serio al igual que Taehyung.

—Le daré una última oportunidad a Jungkook, si él no hace nada por mejorar nuestra relación o demostrarme que cambio, que no es el mismo imbécil que me escribió aquella horrible carta. Si no veo que nada de eso pase antes de quedar embarazado, una vez parta a Giftenkker jamás pienso volver. 

—Pero las leyes… 

Seokjin negó—. Las he revisado, pase el último mes tratando de encontrar una solución—sonrió de forma arrogante, mostrando sus blancos dientes—. Si alguien podía hacerlo ese soy yo. Con un heredero al trono fruto de su unión, TaeHyung es libre de regresar a su reino pues también tiene derecho al trono de Giftenkker y dado que el bebé tendrá sangre real y los dones de nuestro reino, su crianza implica pasar tiempo ahí, y la corona de Giftenkker puede reservarse el derecho de limitar o ampliar ese periodo de tiempo. 

JiMin bajo la mirada a sus manos, lo sentía por su hermano, pero comprendía a su amigo, entendía como se sentía TaeHyung, mejor que nadie. No era tan diferente a lo que él estaba viviendo en Vinterdod. 

Asintió con pesar, Taehyung y él siempre pensaron que terminarían siendo esposos de grandes reyes que los amarían con su alma y darían todo por ellos, bueno eso no era exactamente lo que tenían pero no perdía la ilusión de que sus situaciones mejorarían. 

Miro a SeokJin, tan bello y seguro, siempre se mostraba arrogante ante los demás, pero su alma era bromista y su corazón demasiado grande, poseía un alma joven pues pese a los años que llevaba en el trono había ocasiones en que él parecía el menor de los tres. Pero JiMin sabía que detrás de esa hermosa sonrisa se escondía el dolor de un amor imposible, de la presión de la corte y el cansancio de llevar en sus hombros el peso de un reino.



























2/2
Aquí está el segundo capítulo.

¿Que tal?, la boda KookV se acerca 🤗🤗

¿Qué opinan de la relación de Tae y Jungkook?

¿Quien será el amor de Jin y por que estará tan asustado? 🤔🤔

Se me paso dejar esta imagen el capítulo anterior por lo que no tiene nada que ver con el cap. de hoy pero igual se las voy a poner 😂😂

Más o menos esa es la relación de tamaño entre una persona y los dragones, claro que habrá unos más grandes que otros, eso ya se verá más adelante.

Nos leemos en unos días.
Besos x.

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