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episodio cuatro

  Después del partido, el padre de Stiles, el Sheriff, les contó que Derek había salido impune de la cárcel y que el cuerpo encontrado en su propiedad era en realidad su hermana, Laura Hale. Lo que los dejaba igualmente confundidos y en el mismo punto de partida.

  Ahora Adalia se encontraba frente a su casillero, guardando sus cosas cuando los chicos, Scott y Stiles, llegaron hablando sobre algún sueño raro que había tenido Scott la noche anterior.

—¿La mataste? — le preguntó Stiles.

No dan ni los buenos días y ya están hablando de homicidio.

—No lo sé, me desperté. — negó abatido el otro.

   Ada caminó junto a ellos prestando atención a lo que decían. Según Scott había tenido una pesadilla muy gráfica donde casi asesina a Allison por algún impulso de hombre lobo que no logró controlar.

  Lo normal.

—Aunque pensándolo bien... — Stiles pareció darse cuenta de algo.

—Sí, ya lo sé, es porque mañana voy a salir con Allison, perderé el control y le cortaré el cuello. — verbalizó y la bruja no pudo hacer más que una mueca de fastidio ante su negatividad.

—¿No crees que exageras un poco? — preguntó con voz dulce Ada. Aunque claramente era sarcasmo.

—Oye, lo estás haciendo a la perfección. No hay un curso de licantropía para novatos para apuntarse ¿No?— le preguntó Stiles.

Bueno...

—No, un curso no. Pero sí un profesor... — Ada adivinó que iba a decir o sugerir una estupidez.

—¿Quién? ¿Derek?— Ada supuso, alzó las cejas sorprendida y risueña. — ¿No lo habías acusado de asesinato? — estaba loco si esperaba que Derek lo ayudaría después de todo lo que le hicieron. Colarse en su casa a escondidas, desenterrar el cuerpo de su hermana... ¡Incriminarlo!

—¿Has olvidado que lo mandamos a la cárcel? —le recordó Stiles.

—Para nada, pero... — Scott solo sacudió su cabeza tratando de olvidar algo. Falló. — Cazarla y arrastrarla hasta el fondo del autobús fue tan real. —Oh, hablaba de ese sueño de Allison.

—¿Cómo de real?

—Como si hubiese pasado...

  Abrieron la puerta para salir hacia el patio pero, en cambio, se encontraron con un montón de cintas amarillas e investigadores alrededor de un autobús ensangrentado.

—Pues... Parece que sí lo fue.

ʚ ♡ ɞ

   Luego de que Scott los obligara a buscar a Allison porque la susodicha no contestaba a su teléfono, descubrieron que estaba bien. La vieron merodeando por los pasillos con tranquilidad. El escenario sangriento del patio dejó a Scott muy preocupado. Allison, ajena a todo eso, continuó con su día sin más. El dúo integrado por Stiles y Ada optó por imitarla. Así que se fueron a clase, donde siguieron murmurando y teorizando acerca del tema del sueño de Scott y el autobús recién visto.

—¿Y si la sangre de la puerta es mía? — planteó Scott.

—Tal vez no fuiste tú. —se atrevió a teorizar Ada.

Stiles hizo un ademán descartando su idea. No conocían a otro lobo fuera de control.

—Tal vez cazaste un conejo o algo así. — sugirió Stiles ignorando el rostro de tristeza de Ada por esa posibilidad.

—¿Y que haría?— siguió Scott sin entender.

—Uhm... ¿Comértelo?— Stiles hizo que Ada pusiera cara de espanto.

—¿Crudo? —Scott parecía impresionado por todo ese salvajismo.

—No, lo cocinas en un pequeño horno para hombres lobo. — Ada miró a Stiles. — Y yo que sé, tú eres el que no se acuerda.

— ¡Señor Stilinski!— lo reprendió el profesor Harris tomándolos a los tres por sorpresa. -—Si sigue susurrándole a sus compañeros alguna chica podría confundir sus intenciones... Creo que al señor McCall, a la señorita Potter y a usted les convendría estar separados.

—No...

—Avísenme si la ansiedad de separación es mucha.

 Ada se volteó hacia el microscopio, pretendiendo saber cómo funcionaba cuando alguien de la primera mesa gritó.

—¡Eh, creo que han encontrado algo!

  Toda la clase se levantó y caminó con curiosidad hacia la ventana. Ada tuvo que ponerse de puntillas dada su baja estatura para lograr ver bien que sucedía. Fuera, los doctores arrastraban una camilla hacia la ambulancia. Era fácil deducir que se trataba de un cuerpo humano malherido.

—Eso definitivamente no es un conejo... — dijo un aterrado Scott. Ada leyó la culpabilidad en sus ojos.

—¡Sí!— Ada sonrió tras esto, en serio, no le perdonaría que asesinara a un pequeño conejo indefenso.

—Ada, tienes que ordenar tus prioridades. — Stiles rodó los ojos, pero se hizo a un lado dejándola ver mejor hacia afuera.

  Los camilleros se apartaron del cuerpo del señor que llevaban hacia la ambulancia cuando el cuerpo se sentó en un movimiento brusco y repentino que paralizó de miedo a todos los observadores curiosos.

—Eso... Eso es bueno, no está muerto, los muertos no se levantan. — Stiles trató de sembrar esperanzas.

— La mayoría no. — dijo Ada, ganándose una mirada confundida por parte de Stiles.

— ¿De qué hablas...?

— Chicos... — los interrumpió Scott. — Yo hice eso.

ʚ ♡ ɞ

  Adalia llenó su bandeja a la hora del almuerzo, casi podía oír la voz de Ron diciéndole que los buenos magos deben comer bien, aunque solo era una excusa suya para pasársela en el comedor tragando todo lo que se podía tragar.

  Ah, extrañaba eso.

— ¿Como pueden comer tanto? — les preguntó Scott.

   Stiles y ella intercambiaron una mirada de indiferencia, para luego encoger los hombros y sentarse a comer juntos.

— ¿Y qué te asegura que Derek tiene todas las respuestas?— Ada sabía que a Stiles no le caía bien Derek, era normal que le preocupara que Scott sufriera un momento de locura y fuese a verlo pidiéndole que le diera clases de hombre lobo, o lo que sea.

  Ah, que raros son a veces... Dijo la bruja.

—Porque durante la Luna Llena él no cambió, se mantuvo en control mientras yo corría por ahí asesinando gente inocente.

  En eso tenía razón, incluso a Ada le causaba curiosidad saber cómo lo lograba.

—¿Sigues creyendo que tú asesinaste al hombre del autobús?— Stiles enarcó una ceja en su dirección.

—Sí.

— ¿Te das cuenta de que tienes una obsesión por acusar de asesinato sin ningún tipo de prueba?— lo regañó Ada. Stiles asintió a su lado, dándole la razón a la bruja.

— ¿Por qué crees que no lo asesiné yo? — Scott la miró dudoso, por alguna razón Ada tenía una cantidad inexplicable de fe depositada en él. Y no creía merecerla.

En cambio, la menor Potter solo se encogió de hombros nuevamente.

— Alguien tiene que creer en ti, viendo que tú no lo haces. — Además, le recordaba a su hermano en su primer año acusando a Snape de querer robarse la piedra filosofal solo porque lo miraba feo.

— Gracias Ada, pero da igual... No puedo salir con Allison, cancelaré. — esbozó una sonrisa triste.

—No. No puedes cancelar tu vida. — intervino Stiles hacia un Scott cabizbajo. — Lo resolveremos.

— ¿Qué resolverán?— preguntó Lydia sentándose en la mesa, Ada vió detalladamente como a Stiles se le iluminaban los ojos mientras se acomodaba en el lugar y sintió un pinchazo en su corazón. Que raro. — ¿Mhm?

—Ah, solo... solo hablábamos de la tarea.

   Ada se inclinó hacia atrás intentando desaparecer. Lydia siempre lograba hacerla sentir insignificante, sobre todo cuando estaba Allison alrededor. Tal vez le molestaba que fueran amigas, sabía que a sus espaldas se refería a ella como "el fenómeno que había sufrido un ataque epiléptico en pleno colegio", y no la culpaba. Tenía su razón, Ada se sentía como un fenómeno y sufrir los estúpidos ataque de pánico era la causa, pero al menos se enorgullecía de lo primero. Si ser una bruja era ser un fenómeno por ella estaba bien.

   Otras personas cuyos rostros no había visto en la vida llegaron también, y de repente su mesa estaba llena de gente popular. Allison llegó y Scott le dió el sitio que le había estado guardado. En cambio Jackson, miró de mala manera a un chico junto a Lydia antes de darle una orden.

— Levántate.

— ¿Por qué no le dices a Danny?

— Porque yo no me le quedó mirando el escote a su novia. — Danny los miró un breve instante antes de prestarle atención a alguna otra cosa.

   Y el chico no tuvo más remedio que levantarse e irse echándose su mochila al hombro sin decir nada.

— Escuché que se trata de un ataque animal. — empezó a decir Danny refiriéndose al accidente del autobús y el sujeto herido. — Tal vez un puma.

— O un león de montaña. — siguió Jackson.

En realidad, un puma es un león de montaña... Pensó la bruja.

— Un puma es un león de montaña. — dijo Lydia en voz alta, pero al notar el ceño fruncido de Jackson añadió — ¿No es así?

— Que importa.

— Sí importa. — inmediatamente Ada se arrepentió de abrir la boca, ¿Por qué no podía dejar de hablar de más? Y después no quería que la pelirroja la tratara mal. — Lydia tiene razón.

— Solo digo que el tipo es un vagabundo que morirá de todas formas... — Jackson alzó la voz molesto, entonces la miró y pareció notar su existencia por primera vez.

   Para la suerte de Ada, Stiles notó su incomodidad, puso su teléfono en medio de la mesa mostrándon un vídeo de quién era en realidad el tipo del autobús llamando la atención de todos y desviándola de la bruja. Ada le sonreí mínimamente como señal de agradecimiento, y luego se puso a ver también el vídeo.

" La policía no va a difundir los detalles del incidente, pero ha confirmado que la víctima del ataque Garyson Mayers sigue vivo..."

— Oigan, yo lo conozco. — habló Scott. — Cuando tomaba el autobús con mi papá él era el chófer.

— ¿Podemos hablar de algo más divertido? ¿Por favor?— finalmente Lydia rodó los ojos. — Como... ¿A dónde irán mañana?

  Estaba hablando exclusivamente con Allison y Scott.

— Ah... — Allison tartamudeó incómoda, hasta el momento parecía feliz de que la ignoraran. — Aún no sabemos que vamos a hacer.

— Bien, no me quedaré en casa viendo partidos de Lacrosse, así que si vamos a pasear todos podemos hacer algo divertido.

  Ada no se sentía incómoda otra vez, porque la pelirroja se encargó personalmente de invisibilizar a los demás en la mesa. Convirtiendo la conversación en algo exclusivo, solo para aquellos que tenían pareja. Ada podía vivir con eso, sin duda.

  Scott miró a Allison, todo en su expresión gritaba ayuda para salir de aquella situación.

— ¿Tú quieres salir con ellos?— Ojalá Allison le hubiese dicho que no, porque definitivamente eso era lo que él esperaba.

— Sí, pienso que podría ser divertido. — contestó ella.

— ¿Sabes que sí sería divertido? —todos miraron a Jackson. — Enterrarme este tenedor en la cara.

   Ada se llevó la mano a la cara y fingió estornudar.

Confundus...

Y, cuando Jackson bajo el brazo para volver a dejar el tenedor sobre la mesa, lo colocó sobre su bandeja de comida, la cual acabó resbalando al suelo y salpicando su ropa.

— ¡Mierda...!

ʚ ♡ ɞ

  Adalia estaba en su casa usando su suéter Weasley favorito mientras contestaba una carta a Harry. Alex estaba abajo, adelantando su investigación. El manuscrito marchaba bien, había enviado unos adelantos al Ministerio y el proyecto prometía. Cuando de repente, la calma de la casa se interrumpió tras  unos toques en la puerta.

   Bajó, no sin antes mirarse en el espejo antes de ir a abrir. Se veía bastante presentable, tenía hecha una trenza de la que escapaban algunos mechones pero nada más.

—Vamos a colarnos en el instituto, para investigar lo de anoche ¿Vienes?— preguntó Scott al otro lado de la puerta. Su voz tranquila como si no estuvieran invitándola a un acto bandálico.

— ¿Por qué no pueden hacer cosas normales por un día? — fingió quejarse, en realidad, nunca se aburría con ellos, era imposible. — Voy atrás.

   Entró rápidamente a la casa para avisarle a Alex que saldría, la mayor le dijo que tuviera cuidado y siguió escribiendo sin hacerle mucho caso. Alex confiaba en Ada, en ella y en todas las veces en las que se metió en líos y sobrevivió a los mismos.

  Stiles condujo el Jeep hasta la escuela. Fue un viaje rápido.

  Estacionaron en la parte de atrás, desde donde se veían los autobuses escolares.

—Bueno... Alguien tiene que quedarse a vigilar. — Scott se volvió hacia ellos dándo a entender que es era su tarea.

   Uy, definitivamente no iba a trepar esa reja. Ada la miró con rechazo.

  Podría usar algún hechizo para abrir la cerradura o para trasladarla pero como no podía exponerse de esa manera, se decantó por parecer una vaga adolescente y quedarse en el Jeep.

—Estarás bien, yo también me quedo aquí a vigilar... — Stiles la animó. Scott lo miró con el ceño fruncido. — ¿Qué? No voy a dejar a Adalia sola.

—Bueno... — no les hizo mucho caso y se marchó.

  Adalia y Stiles se quedaron mirando como Scott saltaba sobre la reja y se acercaba hacia el autobús donde ocurrió el ataque, duraron así unos minutos. Era un silencio cómodo, hasta que Stiles decidió romperlo.

──Oye Ada, ¿Puedo hacerte una pregunta? No esta, otra...

── Claro... ── sonrió prestándole atención.

── ¿Cómo es que sabes tanto de hombres lobo?

Ah, por Merlín... no lo ví venir...

── Yo... ── pensó bien lo que iba a decir ── El padre de Alex era un hombre lobo. Mi hermano y yo... estudiamos algo sobre eso...

── ¿En serio? ── le preguntó emocionado, abriendo mucho los ojos.  ── ¿Era como Scott? ¿Crees que Alex pueda hablarnos más de él? ¿Donde está ahora?

  La sonrisa se borró de su rostro.

── No, no era como Scott. De hecho mi tío Remus, era maestro. Uno muy bueno, por cierto. Era el mejor. A Alex le encantará hablarles de él, parece reservada pero es que es una sabelotodo incorregible. Y sobre donde está ahora... Remus murió en la Guerra.

── ¿Cómo? ¿Qué Guerra? ── lógicamente, los cálculos no daban. Stiles pensó a qué guerra podía referirse.

Ah mierda, volví a hablar de más...

Ada parpadeó y Stiles entendió que estaba siendo insensible.

» No, lo siento, perdona... No debí preguntar tanto. ── Volvió a hablar tan rápido que las últimas palabras se atropellaron en su boca. Haciéndola sonreír, esta vez, con algo de tristeza. ── Está bien si no quieres hablar de eso.

    Más que no querer no sé cómo contar la historia sin exponer al mundo mágico. Tenía que respetar las reglas.

── Gracias por comprenderlo. ── ladeó las cosmisuras, elevando su sonrisa, sintiendo algo agridulce estrujarle el pecho. ── Creo que deberíamos avisarle a Scott.

  Ada señaló hacia al frente, alguien de seguridad alumbraba con su linterna acercándose peligrosamente hacia donde estaba Scott.

  Stiles presionó la bocina repetidas veces, hasta que Scott volvió a aparecer saltando sobre aquella reja. A Ada le recordó vagamente a las ranas de chocolate. Dando saltos inexplicables una vez salían de la caja.

──¿Recordaste algo? ── preguntaron una vez que se subió al auto.

──Sí... ── respiró agitado. ── Estuve aquí anoche y la sangre... La mayoría era mía.

──Pero tú no lo atacaste, ¿Cierto? ── preguntó Ada.

──No, vi unos ojos brillosos pero no eran míos... Eran de Derek.

──¿Vas a seguir con eso? — Adalia le dedicó otra mirada vacilante.

──¿Y el conductor?

──Creo que en realidad quería protegerlo. ── balbuceó.

──Espera... ¿Por qué Derek querría que supieras que él atacó al conductor?

──Eso es lo que no entiendo.

──Que bien, porque yo no entiendo nada. ── Ada musitó por lo bajo.

──Debe ser algo de la Manada. ── le contestó Stiles.

──¿Qué quieres decir?

──Una iniciación. Matan juntos.

¿Qué?

──Stiles... ¿Qué? — Ada estaba a medio camino entre la risa y la crisis nerviosa. —Como sea, Scott no es el asesino. Significa que...

──Significa que podré salir con Allison. ── dijo con una pequeña sonrisa ilusionada.

──¡No! Íbamos a decir que significa que no nos asesinaras. ── le debatió Stiles señalándonos a ambos. Ada y él, los efectos colaterales.

──Ah, eso... eso también.

ʚ ♡ ɞ

  Unas horas más tarde, Allison le pidió a Adalia que pasara un rato en su casa. Así que ahí estaba, sentada en el borde de la cama escuchando a Lydia criticar toda la ropa que sacaba Ally como propuesta para usar en la cita doble. Para Ada, Lydia siempre se vestía genial, si algún día dejara de ser una bruja a la que le gusta vestirse con camisetas enormes y suéteres de punto, le gustaría vestir como ella. Pero tampoco veía nada de malo en el estilo de Allison, era suyo y era hermoso a su manera.

──Paso. ── dijo la pelirroja por octava vez, Allison se giró hacia el armario armándose de paciencia. ── Empiezo a perder mi respeto por tu sentido de la moda, Allison.

──Ally ¿Por qué no dejas que Lydia busque algo para ti? ── dijo, esa era la única forma en la que acabarían con aquello.

──Hazle caso a Ada. ── la pelirroja se levantó decidida y caminó hacia el armario ¿Desde cuándo sabe mi nombre? ──¿Qué opinas de esto?

   Lydia se refirió a Ada y eso la descolocó. Alzó las cejas, sorprendida, procesando aún que le estuviera dirigiendo la palabra. Quizá la bruja no le cayera tan mal a Lydia después de todo, quizá había estado sobrepensando todo como siempre.

—Se ve bien.

—¿Lo ves? Hasta tu amiga que se viste como hombre está de acuerdo conmigo. — Sonrió. —¿Qué? En serio no entiendo porque insistes en esa ropa enorme, desapareces en ella Ada. Y mejor no hablo de tus suéteres.

   O quizá no había sobrepensado nada y realmente no podían ser amigas. Pero no podía culparla, ella no conocía lo que los suéteres Weasley significaban para ella.

  Allison rodó los ojos.

  Y entonces su papá entró de repente en la habitación.

—¿Olvidé tocar? ¿Cierto?

Lo siguiente que supo fue que Lydia se acostó sobre la cama en una pose que le hizo gracia.

— Hola Sr. Argent. — dijo, y Ada disimuló una risilla, para su sorpresa Lyds le guiñó un ojo.

— ¿Necesitas algo, papá? — le preguntó Allison.

── No, solo vine para decirte que no saldrás esta noche.

── Pero... Pero saldré con mis amigos.

── No cuando hay un animal atacando gente en el pueblo.

── Pero, papá...

── No está en mis manos. Hay un toque de queda. Nadie puede salir después de las nueve de la noche.

   Y después solo se fue, dejando a Allison enojada y con una mueca impotente.

──¿Eres la niñita de papi? ── Ada oyó decir a Lydia.

──No esta noche.

   Allison se colocó su gorro y, para sorpresa de Ada y Lydia, saltó de la ventana, en un giro perfecto y algo irreal hasta caer en el suelo.

── ¿Vienen?

── Uhm, tomaremos las escaleras. ── informó Lydia.

Ada recogió con calma sus cosas, antes de que saliera por la puerta escuchó a Lydia preguntarle algo.

── ¿No vas a venir con nosotros a los bolos está noche?

── No, no creo.

── Ah... bien. ── A Ada le extrañó escuchar un tinte de decepción (uno casi inaudible) en su respuesta. La pelirroja Martin se acomodó el cabello como si nada y pasó a su lado sin volver a mirarla.

ʚ ♡ ɞ

   Ada no quería dormir. Estaba intranquila. El insomnio era algo normal, después de la Guerra le costaba trabajo consiliar el sueño pero después de la batalla... Era imposible. Así que estaba en el sofá de la sala mirando la película del hombre lobo que le consiguió Stiles.

──Es tarde. ── escuchó a Alex, estaba saliendo de su estudio, dónde llevaba todo el día escribiendo su investigación. Ada estaba feliz porque, una de las dos razones por las que se mudaron a Beacon Hills marchaba bien. Al menos Alex si estaba progresando. En cambio ella...

──No puedo dormir.

──¿Por qué no lees un poco?

──¿Leer algo como qué?

   Alex pareció pensar lo que diría a continuación. Luego chasqueó la lengua y regreso sobre sus pasos, volviendo del estudio con un libro en la mano.

── Lo leí hace tiempo, te gustará la historia.

  Le dejó el libro sobre el regazo, luego le plantó un beso en la cabeza y se fue a dormir. Una hora más tarde, Ada estaba tan concentrada entre las páginas que apenas notó su celular vibrando.

── ¿Sí, Stiles? ── contestó. ── ¿Qué pasa?

── El conductor del autobús... ── prestó atención a la noticia. ── Ha muerto.

   Al colgar la llamada Ada entendió que su día había sido una montaña rusa de altos y bajos. Se quedó dormida allí, en la esquina del mullido sofá con el libro abierto sobre sus piernas. Y soñó.

  Pero sus sueños se tornaron pesadillas. Como siempre lo hacían.

  Ada corría por un laberinto. Perdida. Asustada.

  Gritó pero de su boca no salieron palabras.

  Tuvo miedo.

  Pero no se despertó.

  Lloró en sueños, con las sombras de la guerra persiguiendo sus pasos.

Diccionario:

Confundus: Confunde a una persona en su coordinación o estabilidad.


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