episodio cinco
A Ada se le hizo inevitable llegar tarde a clases esa mañana, varias cosas habían sucedido. En primera, el cambio horario aún tenía trastocado su sistema. El sol jugaba en su contra todos los días retándola a adaptarse. En segunda, Alex se había llevado una sorpresa no tan satisfactoria al presentar sus avances al Ministerio.
La última semana había hecho un progreso enorme con su investigación. Sin embargo, había recibido una carta esa mañana anunciando que varios funcionarios del Ministerio se habían opuesto a algunas teorías del manuscrito. Ada podía ver la razón tras todo eso. Alex siempre tuvo un interés particular en datar cosas importantes para el mundo mágico, pero su más grande trabajo era este. Llevaba meses esperando a que le aceptaran una investigación profunda sobre licantropía. Toda la poca información que hubo cuando su padre no era más que un joven mago asustado siempre la molestó. Fueron las dificultades de Remus las que la llevaron a volverse una investigadora y escritora de manuales para el Ministerio. Por supuesto que no le iban a poner las cosas nada fáciles. Todavía quedaba mucho de esa oposición hacia los hombres lobo en las viejas mentes magas que encabezaban el orden de su mundo.*
De cualquier forma Alex no se iba a rendir. Este era su trabajo más personal, el más profundo y el que tenía la capacidad de cambiar la forma en que entendían a estas criaturas. Tendría que ingeniárselas para hacer los cambios convenientes y asegurarse de que lo aprobaran antes de la próxima revisión.
Por todo esto y como era de esperarse, Ada llegó tarde a su primera clase. Entró con prisas al salón. Suspiró con agotamiento dejándose caer en el asiento junto lado de Stiles. Tal vez se había precipitado al asumir que su mudanza a Beacon Hills estaba resultando un éxito para la Lupin.
—Buenas noches, Adita.
— Que gracioso. — la bruja estrechó los ojos en su dirección. — Tampoco se me hizo tan tarde.
— De acuerdo. Bueno, Scott y yo hablábamos sobre el Alfa, o bueno... Yo preguntaba y Scott simplemente me decía "no sé"
Scott hizo un ruido en señal de protesta. Al parecer, ella no era la única con una mañana difícil.
— ¿Por qué llegaste tarde?— le preguntó Stiles, a un lado pasó el profesor repartiendo los exámenes con sus respectivas calificaciones.
— Aún tengo problemas con el cambio de horario. —explicó, no era una mentira, solo era media verdad.
Revisó por encima el examen, una A de color roja estaba circulada en la esquina. Se sonrió a si misma, creía haber sacado una calificación más baja pero resultó que no. O Merlín estaba de su lado o al fin se estaba adaptando a las materias muggles. Tenía que admitir que Alex la había ayudado mucho a estudiar, no solo le estaba enseñaba magia sino todo lo necesario para comprender el mundo humano. Hermione estaría orgullosa, ambas fueron siempre dos polillas estudiosas.
—Uhm, oye... estaba pensando... — tartamudeó Stiles con inseguridad a su lado.
Pero Scott hizo un suspiro mucho más sonoro y al girarlo a ver, Ada notó la calificación baja en su hoja.
— No te desanimes, Scott. — se aventuró a consolarlo apenas vió su cara decepcionada. — Una nota no define tu inteligencia, solo es un número.
Él le sonrío con tristeza.
— Tío, tienes que estudiar más. — soltó Stiles sin tacto cuando vió el suspenso en su examen.
Ada hizo rodar la vista hacia el techo, ¿Es en serio, Stilinski? Pensó.
— No le hagas caso, ¿Quieres que te ayudemos a estudiar?— le preguntó labruja dándole una palmada reconfortante en el hombro.
— No, estudiaré con Allison después de la escuela. — dijo convencido.
— Ese es mi chico. — le sonrió Stiles con un gesto sugerente. Ada no demoró en darle un golpe con su cuaderno en la nuca. —Bien, me callo.
ʚ ♡ ɞ
Para cuando finalizaron las clases, Stiles la estaba esperando junto a su casillero. Ada se sorprendió al verlo allí. El corazón le dio un vuelvo extraño. Estaba agotada, estudiar materias muggles y también dar clases de magia era duro y no lo podía negar, se sentía exhausta. Pero al menos servía para mantener los pensamientos intrusivos de la guerra a raya.
— ¿Quieres que te lleve?— le preguntó apenas llegó hasta donde él estaba.
Stiles había oído a Ada decir que su tía estaría en el trabajo todo el día por algún problema que tuvo con un manuscrito. Había partes de su vida que sí podía contarles sin la necesidad explícita de decir: Sí, bueno, es un manual de brujas para brujas y yo soy una bruja ¿lo sabías?... Por lo general y por si no quedó lo bastante claro, intentaba mantenerse alejada de la palabra bruja.
— No te preocupes, hoy tomaré el autobús. — dijo tras divagar un rato entre sus pensamientos incoherentes. — Sabes que vivo bastante lejos, no te preocupes. — Terminó de guardar sus cosas y cerró la puerta de la taquilla.
—Igual... — él se encogió de hombros, haciendo una mueca de indiferencia con esos gestos típicos de él que a ella siempre le parecieron adorables a su manera. — No me molestaría llevarte. Nunca.
—Está bien. — Ada asintió notando la extraña atmósfera que se formaba entre ambos cuando no estaba Scott. — Gracias.
—Oye... Hace un rato quería decirte... que estuve pensando y... Yo podría pasar a buscarte todas las mañanas... Con Scott, también, claro. Si quieres. — aclaró exaltado haciéndola reir. Stiles ya era un chico nervioso, pero esos nervios se duplicaban cuando hablaba con ella. Y Ada ya lo había notado. — Así no tendrías que preocuparte por llegar tarde.
El corazón le dió otro vuelco, una confortable— pero aterradora — sensación le abrazó el pecho esta vez. Y no, este temblor no tenía nada que ver con los ataques de pánico.
— Me encantaría. — ella sonrió y un tono rosa leve tiñió sus mejillas.
Salieron del colegio debatiendo sobre la película del Hombre Lobo, Stiles parecía muy contento de que ella al final hubiera dedicado tiempo a ver su recomendación. Y ahora la estaban debatiendo.
Estaban por salir del aparcamiento cuando la figura pálida de Derek se les atravesó en el camino.
—¡Oh, por dios!— exclamó Stiles igual de extrañado que la bruja.
De repente, el Hale se desmayó. Ada y Stiles se miraron confundidos y salieron del Jeep para ver qué rayos le pasaba.
Scott, con una rapidez imposible pasó al lado de Ada corriendo, había sentido los las protestas y los sonidos chirriantes de los autos que no podían abandonar el aparcamiento hasta que alguien levantara a Derek. Se acercó para preguntarle él mismo qué le pasaba.
—Me han disparado. — respondió lentamente con notoria dificultad.
—¿Por qué no te curas? —Scott lo miró detenidamente
—No puedo, era una bala diferente. — dijo. Realmente, Ada estaba preocupada, se veía muy pálido y ojeroso. Y con peor cara de lo normal. Y eso que de por si, Derek ya era bastante serio e inexpresivo.
—¿Una bala de plata?— preguntó Stiles emocionado.
Ada le dió el segundo golpe del día.
—No, idiota. —Derek lo fulminó.
—Espera, a esto se refería con lo de cuarenta y ocho horas... — le dijo Scott dejándolos a todos perdidos, ¿de que hablaba?
—¿Qué?— Derek lo miró preocupado. — ¿Quién... Quién dijo eso?
—La que te disparó. — respondió Scott.
Bueno, Ada dió por hecho que ellos sabían algo que ella no y, a juzgar por la situación tampoco iban a detenerse a explicarlo.
—Derek, levanta... — a su alrededor los autos pitaban desordenadamente, todos parecían desesperados por salir cuanto antes del instituto.
Finalmente, Derek se había subido al Jeep mientras le decía a Scott que investigara sobre la bala en casa de Allison y los amenazaba en el proceso. Era curioso el cómo podía estarse prácticamente muriendo pero aún conservaba ganas de maldecirlos.
Ada suspiró subiéndose al asiento trasero.
—Te voy a odiar para siempre. — se despidió Stilinski de Scott mientras salían de allí.
ʚ ♡ ɞ
—Intenta no desangrar mi asiento.
—Oh, ya vas tarde para eso. — Ada miró a Derek, su aspecto empeoraba con cada kilómetro que pasaban. — Por cierto, ¿A dónde vamos?
—Ya casi llegamos.
Alzó una ceja inconforme con su respuesta.
—¿Qué pregunté?
—Contéstale ¿A dónde vamos?— le repitió Derek en un tono más enojado.
—A tu casa. —Stiles tragó saliva.
Ada odiaba la casa de los Hale, le daba escalofríos, pero las vibras a futuro cadáver de hombre lobo que había en el Jeep eran peores.
—¿Qué?— Exclamó Derek. — ¡No! ¡No puedes llevarme allí!
—¿No podemos llevarte a tu casa?
—No... No puedo protegerme.
— ¿Y nosotros si vamos a poder?¿Ya nos viste bien?— Ada pensó en voz alta.
Stiles estacionó.
— ¿Y qué pasa si Scott no encuentra tu bala mágica? ¿Morirás?
Bala mágica, Já. Que graciosa es la gente muggle.
—Aún no, tengo un último recurso.
—Me da miedo preguntar. — la bruna miró de reojo a Derek.
Este se levantó la manga dejando a la vista la desagradable herida chorreante de sangre en su brazo.
— ¡Por Dios! ¡Cubrelo! ¡Qué asco! — gritó Stiles conformando una mueca perturbada.
No era la primera vez que Ada llegaba a ver sangre, tampoco había visto antes una herida tan extraña y grotesca como aquella. La bala, mágica o no (por supuesto que no) tenía que haber sido elaborada por alguien muy astuto o por alguien bien retorcido... O una mezcla de ambas. Sabía lo que hacía, lo que estaba impidiéndole curarse y encima lo estaba torturando. De cualquier forma. la bruja se mantuvo imperturbable ante la imagen.
—Fue un cazador, alguien que sabe mucho de hombres lobo ¿no? Sabía lo que hacía, te está matando. —dedujo presionandole con un dedo en el brazo, cerca de donde estaba hundida la bala y viendo que salía sangre oscura. —Sí.
Derek se detuvo un momento.
—¿Cómo sabes tanto?
—He visto muchas heridas. —había despertado su curiosidad pero la bruja solo hundió los hombros. —Heridas feas.
—¡Eso es!— Stiles recordó algo — ¿Alex no sabrá nada sobre balas de plata?
-—¡No fue una bala de plata!— intervino el Hale.
— ¡Lo que sea!— le gritó de vuelta Stiles. — Ada ¿Puedes preguntarle?
Ella largó un suspiro.
—Puedo dejarle un mensaje. Hoy fue al Minis... eh, al trabajo y no ha de haberse llevado el móvil.
—¿Cómo lo sabes?
—No usamos móviles en su trabajo.
—Usan.
—¿Qué? —Ada parpadeó.
—Te confundiste, debiste decir "usan"
—¿Quieres discutir sobre semántica conmigo mientras Derek se desangra? —intentó desviar la atención de su metedura de pata, ¿por qué no podía formular bien una mentira?
Stiles asintió dándole la razón, había otras prioridades pasando en ese momento.
—Será mejor que llamemos a Scott.
—Enciende el auto. Ahora. —demandó el Hale.
—No creo que debas dar órdenes. De hecho si quisiera, podría dejar tu trasero de hombre lobo justo al lado del camino y dejarte morir.
—Enciende el auto o te abriré la garganta con mis dientes.
Ada alzó las cejas. No sabía si todo ese lenguaje violento debería preocuparla o si la sonrisa torcida en su cara era una especie de reacción nerviosa por la presión.
Pero sí sabía que se les estaba acabando el tiempo. Debían darse prisa o alguien (Derek) moriría pronto.
ʚ ♡ ɞ
Horas más tarde no estaban mucho mejor. Ada había intentado localizar a Alex, pero conocía al mundo mágico. Hacían un uso casi nulo de aparatos electrónicos, la Lupin apenas miraría su celular hasta estar de regreso en California. Scott había llamado para decirles que había descubierto de qué estaba hecha la bala, al parecer habían metido Acónito dentro. Sin embargo, su llamada fue terriblemente corta y no pudo decirles nada más.
—Está bien, ¿Qué tal esto? ¿O me cortas el brazo o te corto la cabeza?
Sí, las cosas no había dejado de ser violentas entre un Stiles nervioso y un Derek perdiendo la paciencia a medida que su aspecto se debilitaba.
—¡Tus amenazas no me asus-
Entonces Derek tomó a Stiles del cuello de su camisa y Ada entorno los ojos, estaban dejando de decirse palabras vacías y eso la preocupó. Dió un paso a punto de sacar la varita oculta en su coleta con intenciones evitar un homicidio.
Para su sorpresa, sintió la voz familiar de la Lupin acercándose por los pasillos de la veterinaria.
— ¿Oí bien? ¿Porque están jugando a desmembrarse?— Alex apareció y tiró con facilidad del cuello de Stiles hacia atrás antes de que Derek lo decapitara. Lo miró riendo — ¿Qué diablos están haciendo?
—¡Intento impedir que el veneno llegue a mi corazón y me mate!
Esta era la primera vez que coincidían ellos dos. Ada le había contado muy poco sobre él, probablemente lo mencionó el primer día que conoció a los chicos y lo volvió a mencionar cuando fue la otra noche a desenterrar un cadáver clandestinamente a su casa y terminaron inculpándolo de asesinato. Alex siempre estaba interesada en conocer a los hombres lobo, a fin de cuentas sus investigaciones eran para la mejor aceptación de estos en el mundo mágico, conocerlos siempre aportaba algo a su trabajo. Pero ahora que había conocido a Derek lo odió de inmediato, le estaba dando esa mirada para que no se metiera en sus asuntos y no le gustaba nada.
— ¿Cortándote el brazo?— Alex lo miró de arriba a abajo y luego sacudió la cabeza. — Ada, necesitas dejar de juntarte con gente que toma decisiones tan mortalmente extrañas.
Ada la ignoró y se volvió hacia el cuerpo pálido de Stiles comprobando que siguiera vivo después del impacto.
Era gracioso ver a Derek intentar discutir con Alex, sobre todo porque esta lo ignoraba mientras sacaba de su bolsa un burbujeante frasco verde esmeralda.
—Tómalo.
—No te conozco.
Alexandra rodó los ojos y, para el asombro de todos ellos su cabello se tiñió de un rojo fuego.
—Está bien, entonces muérete. — miró a Ada. — Nos vamos a casa.
Y Scott no llegaba.
Ada tragó saliva.
La bruja empezó a pensar que los Argent habían descubierto su secreto y lo estaban preparando para sacrificarlo o cortarlo en pedacitos y luego exhibirlo como trofeo o lo que sea que hagan los cazadores con los lobos que cazan.
— ¿Cómo ha hecho eso?— le preguntó sobresaltado Stiles.
Ada sonrió tensa, ¿cómo explicaba que a Alex le cambiaba el cabello de color?
—Solo fue un efecto de la luz. —agitó la mano restándole importancia.
Stiles no le creyó absolutamente nada de eso.
Derek y Alex siguieron mirándose con odio, fulminándose mutuamente. La pócima de curación seguía burbujeando sobre la mesa. Y, de repente, una mueca de dolor cruzó la cara del Hale y sin que nadie lo esperara la tomó.
Casi de inmediato, la herida desapareció.
— ¿Qué rayos?— Derek la miró, Alex sonrió para sí misma.
Luego dió media vuelta y sin decirles nada se fue.
Ada se despidió con rapidez de los chicos antes de que reaccionaran, huyó de la clínica siguiéndo a la Lupin
— ¡Alex!— Se detuvo cerca de la salida. Seguía teniendo esa expresión neutral como si no acabara de pasar nada de otro mundo, como si no acabara de parar un veneno mortal y salvar una vida. — ¿Qué le has dado? Nunca había visto una poción hacer efecto tan rápido.
— Era una mezcla para revertir los efectos del Acónito. Yo la hice.
— Claro. — Ada rió largando un bostezo, una mezcla extraña que hizo reír a Alex. — Tan inteligente, Ravenclaw tenías que ser.
— Lo que sea. — se encogió de hombros. Parecía cansada. — Lo van a descubrir pronto.
— ¿De qué hablas?— preguntó y luego terminó de subir a su coche, ella cerró la puerta y Alex encendió el auto.
— Descubrirán que somos brujas, Ada. Si vas a seguir cerca de ellos, en algún momento verán más que solo pociones y truquillos de magia. — su cabello regresó a tener su característico tono azul chicle. — Debes estar preparada para su reacción, porque pueden reaccionar de cualquier forma.
Ada no dijo nada.
—¿Qué tal te fue? ¿Te dejarán seguir con tu libro? —parpadeó en su dirección.
No sabía si la seriedad de Alex se debía a que estaba conduciendo o a que su reunión no había salido bien.
—Eso espero. —sonrió con algo parecido a la tristeza mientras guardaba uno de los mechones sueltos de Ada detrás de su oreja. —No te preocupes por mí, lo arreglaré.
Ada asintió entendiendo que no, no había tenido un buen día en el Ministerio. Cerró los ojos... y empezó a planear los diferentes escenarios en los que les contaba a los chicos sobre su verdadera historia.
Pero en ninguno de esos escenarios las cosas salían bien.
ʚ ♡ ɞ
— Permitidme recordaros que esta noche es la reunión con los padres. Los estudiantes con una nota por debajo de insuficiente.... — Ada dejó de oír la voz del profesor Harris cuando un olor fuerte a tinta indeleble le inundó las fosas nasales.
Miró a su lado, Stiles estaba subrayando todo su libro con su marcador fluorescente.
—¿Qué? —preguntó él.
—Nada. —ella rió.
—¿En serio vas a hacer como si no hubiese pasado nada?
El color de su rostro se transformó en un violento rojo delator.
—No sé de qué me hablas. — metió la nariz en el libro de Química cuando el profesor se detuvo frente a su mesa.
—¿Alguien ha visto a Scott McCall?
Debe estar con Allison demasiado embobado como para aterrizar en tierra firme. Contestó Ada mentalmente.
—Ada... — llamó Stiles. Ella volvió a prestarle atención, esta vez con los ojos bien abiertos, lista para esquivar todas sus preguntas. — Puedes empezar explicando porque a Alex le cambió el color del cabello. Y no me repitas esa estupidez del efecto de la luz. O si quieres mejor explica qué tenía el frasco que le dio a Derek.
—Stiles, realmente no quiero hablar de eso.
Y no puedo y no puedo y no puedo hablarte de nada de eso... Gritó una voz prisionera en su subconsciente.
—Está bien. —suspiró. No la iba a presionar. A ella no. —Pero tienes que admitir que todo esto es muy raro.
—¿Y me lo dices tu? —Ada apoyó la barbilla en su mano mirándolo.
Stiles fingió estar ofendido, llevándose la mano al corazón y haciendo una mueca de disgusto que a ella le arrancó una carcajada.
—¿Crees que soy raro?
Miró su libro lleno de tinta de marcador verde por todas partes.
—¿En serio me estás preguntando eso?
— Bueno. — Stiles escupió la tapa del marcador hacia arriba para luego tomarla con su mano. Ella arrugó la nariz. Era un caso perdido. — Olvida eso. Ignoraré que a Alex le cambió el pelo de color... Por ahora. —Ada estrchó los ojos en su dirección. —O hasta que quieras hablar de eso, sí.
—¿Sabes Stiles? Hay cosas más importantes ahora mismo. — habló ella. — ¿Ya averiguaste algo de lo de anoche? Oí que Lydia y Jackson vieron a un "León de Montaña" en la tienda donde rentan películas.
En realidad, Allison le había contado todo eso durante una pequeña charla que tuvieron ambas esa mañana. Resultaba ser que también era el cumpleaños de Ally ese día.
El chico Stilinski asintió estando de acuerdo.
Ada observó como Stiles se acercaba con el menor tacto a Dany para atormentarlo con preguntas. Era muy cercano a Jackson, algo debía saber.
La bruja se echó hacia atrás en su asiento.
Alex tenía razón. En cualquier momento, los hombres lobo dejarían de ser una novedad para Scott y Stiles. Su naturaleza de bruja tenía una cuenta regresiva sobre su cabeza y Ada podía sentirla llegando a los números rojos.
* A lo largo de la saga de Harry Potter se da a entender que existe cierta desinformación y trato injusto hacia los hombres lobo dentro del mundo mágico. Recordatorio de que esto es tomado mayoritariamente de los libros.
Información extraída de Potter Wiki:
(...) Las políticas con el ministerio en relación con los hombres lobo siempre han sido confusas e ineficientes. El Código de conducta del hombres lobo fue impuesto en 1637 y decía que todos los hombres lobo deberían firmar un tratado prometiendo no atacar a nadie o encerrarse de forma segura todos los meses durante la luna llena. Pero, como era de esperarse, nadie firmó el código ya que ninguno quería admitir ante el ministerio ser un licántropo. Este era un problema que también se vio más tarde con el Registro de Hombres lobo, el cual ha permanecido incompleto y poco confiable, porque muchos de los recién mordidos intentaron ocultar su condición y escapar de la inevitable vergüenza y exilio (...)
nota: los hombres lobo del mundo de Harry Potter y los de Teen Wolf, en este fanfiction van a ser lo mismo. No son dos razas o clases diferentes, serán lo mismo. Con breves cambios que haré y que podrán ir leyendo a medida que avance la trama.
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