Capítulo 7
Jimin a muy duras penas había sido secuestrado. O bueno, no secuestrado, sino convencido en contra de su voluntad. O cualquier cosa que Kim SeokJin hiciera para llevarse al omega lejos de su alfa.
—¡Estás con él todos los días! —Exclamó el científico una vez se subió a su propio vehículo, viendo al rubio cruzado de brazos y con un puchero enfadado mientras miraba al frente.
—¡Justo es su día libre! Podríamos ir mañana, ¡también estará abierto!
—No me importa, ninguno de los dos va a morir por estar un rato separados, ¿bien? —Park rodeó los ojos mientras el auto era encendido. Lo cierto es, que debido a su anterior intento fallido de inscripción a la universidad, Jin le ofreció llevarlo en su auto a las distintas universidades para que encontrara la que más le gustara. Lo cual era una oferta sensacional, pero debido a el contante entrenamiento militar al cual estaba afligido YoonGi en las mañanas, Jimin habría preferido quedarse en sus brazos antes de salir a hacer cualquier cosa programada. —Además, también te llevaré a un consultorio de psicólogos donde operan unos conocidos de Hobi, tú elige el que más te guste para comenzar a atenderte.
—¿En verdad?
—Sí, tendrás dos sesiones por semana hasta que tengas algún diagnóstico y entonces empezarás tu tratamiento. —El menor asintió en su asiento, encogiéndose un poco. Nunca había recibido atención terapéutica, sería la primera vez y se le hacía un poco extraño tener que estar durante varios minutos junto a un completo extraño y contarle sus problemas. Aunque en cierta parte lo agradecía porque sabía que lo necesitaba después de todo lo que había vivido.
Después de cortas charlas y canciones de Ariana Grande, llegaron a la primera universidad. Era muy hermosa, era la universidad Chung-Ang. Se internaron en su sendero verdoso hasta el interior del instituto, admirando sus al rededores. Algunos alumnos ya rondaban por el sitio, viéndose lo suficientemente destruidos como para no tenerles envidia.
Fueron asistidos por los directivos enseñándoles las propuestas académicas, todas sus carreras e incluso las becas que eran admitidas. Lo mismo se repitió una y otra ves, en la universidad Yonsei, la Nacional, la Seoul y por último la KyungHee. Eran de las únicas que admitían la carrera de artes escénicas en la ciudad y la mayoría de planes de estudios eran idénticos, becas similares, con infraestructuras de ensueño. Jimin en realidad no sabía por cuál decidir.
—¿Y? ¿Cuál crees que es tu mejor opción? Tómate tu tiempo, pero cuanto antes de inscribas mejor. —Kim aguardó pacientemente mientras Park observaba los folletos que se había traído de las distintas facultades. Ciertamente había algo que le preocupaba.
—¿Cómo voy a pagar los estudios?
—No te preocupes por eso, Minnie, solo concéntrate en estudiar, tengo contactos para que obtengas cualquier beca, el porcentaje a pagar será mínimo y nos tienes a nosotros.
—Me gustaría poder pagar mis propias cosas con algún trabajo, no me gusta vivir de ustedes, hyung.
—Jiminnie, sé que puede no ser la mejor opción para ti, pero mientras estemos en esta difícil situación deberá ser así. Además, estoy seguro de que YoonGi no te permitirá trabajar mientras estés estudiando. Son solo cuatro años, ánimo y en poco tiempo te verás trabajando en el trabajo de tus sueños. —Mordiendo su labio inferior, el bailarín asintió mientras se decidía, tomando su opción más viable, le entregó el panfleto al beta.
—Esta.
—¿La de Chung-Ang? Me parece una estupenda decisión, en camino. —Ambos regresaron a la primera institución a la cual habían arribado. Debido al horario parecían haber muchos más alumnos entrando y saliendo del lugar, algunos llegando tarde, otros más estresados. Pero ellos solo siguieron directo hasta la sala de los directivos, en donde una mujer les había atendido.
—Oh, hola de nuevo, ¿han tomado una decisión? —La directora les observó con una pequeña sonrisa, viéndolos tomar asiento. Era una beta, de cabellos ondulados negros casi canosos. Parecía ser una persona seria pero agradable.
—Sí, nos hemos decidido por esta.
—Perfecto, déjenme saco la ficha de inscripción. —La mujer abrió uno de los cajones de su escritorio, tomando una hoja y lapicera mientras tecleaba otro par de cosas en su laptop. —¿Nombre del ingresante?
—Park Jimin. —Entonces fue su turno de responder.
—¿Fecha de nacimiento?
—13 de octubre de 1997.
—¿Sexo?
—Masculino.
—¿Sub-género?
—Eh, ¿hombre? —Jimin frunció su entrecejo ante aquella pregunta, mirando disimuladamente a SeokJin buscando una respuesta, pero el mismo solo se encogió de hombros.
—No, cariño, ¿eres humano, beta, omega o alfa? —La peli-negra casi ríe ante su respuesta, pero de todas formas le explica de manera serena.
—¡Oh! Soy omega, —Park siente sus mejillas teñirse de rojo ante lo tonto que debió sonar, —lo lamento, no creí que hayan aplicado eso tan rápido en las instituciones.
—Sí, es algo de unas pocas semanas, pero se hizo obligatorio desde la votación mundial. Es necesario para estar atentos a las necesidades y cuidados de los alumnos. —Tanto Jin como Jimin quedan algo anonados por aquella información, pero no dicen nada al respecto, es algo particularmente bueno para ellos.
Después de unos minutos más de preguntas sobre contactos y posibles enfermedades, la ficha de inscripción está lista y Jimin se encuentra dentro del sistema universitario.
—Bienvenido Park a la Universidad Chung-Ang, esperamos ser tu mejor opción y ante cualquier problema no dudes en consultarme, soy la directora Yoon Ivonne. Aquí tienes tu plan de estudios y tu horario, los de primer año comienzan el 2 de mayo. Te recomiendo venir con tiempo a tus clases los primeros días para que no te pierdas.
—Está bien, lo haré, muchas gracias señorita Yoon, nos veremos entonces.
—Hasta entonces, señor Park.
Luego de despedirse con una reverencia pronunciada, tanto el omega como el beta se retiran de la oficina de la directora y luego de la institución. Al encontrarse fuera, ambos dan pequeños saltitos y exclamaciones de felicidad ante el reciente logro.
—¡Lo hiciste Jiminnie!
—¡Sí, hyung! Finalmente voy a poder estudiar mi carrera, después de tantos años.
—Lo mereces, todos estarán muy orgullosos de ti. Mientras seas feliz haciendo esto que te gusta, no te preocupes por nada más.
El rubio asiente con su sonrisa más genuina.
Su próximo destino fue el Centro Médico Amygdala. Era un edificio bastante grande pero con una entrada preciosa cubierta de césped y flores con algunos bancos. El interior era mucho más cálido de lo que pudieron haber supuesto, los colores celestes y amarillos llenaban el alrededor. Se acercaron al recepcionista dispuestos a guiarse.
—Hola buenas tardes, soy amigo de Jung HoSeok, queríamos conocer a los psicólogos para ver con quién empezar a atendernos.
—Claro, Kim SeokJin y Park Jimin, ¿no? —Ambos asintieron. —Por el ascensor, suban al piso tres y por el área de psicología encontrarán tres consultorios. Tenemos al doctor Choi, y a las doctoras Lim y Ahn, pueden hablar con cada quien y llenar sus datos con quien más les convenza. La paga es mensual.
—Bien, muchas gracias, con permiso. —El castaño fue quien los guió hasta el ascensor y esperaron pacientemente hasta llegar al sitio asignado, caminando por el corto pasillo fácilmente estuvieron frente a las tres puertas con algunas sillas de espera en el exterior. —Okay Jiminnie, me quedaré esperándote aquí afuera. No es necesario que les cuentes sobre todo, ¿bien? Solo formen una pequeña conversación y con quien te sientas más a gusto, te anotas.
—Sí, está bien...
Jimin se sentía nervioso de hablar con nuevos desconocidos, pero tuvo que respirar varias veces antes de ingresar a cada consultorio. Kim esperó pacientemente en el exterior, usando de vez en cuando su teléfono para distraerse, lo vio salir y volver a entrar a otra de las puertas no convencido, y estuvo a punto de enviarle un mensaje a HoSeok para que le recomendara otros psicólogos en los cual su amigo se sintiera seguro, cuando después de diez minutos, salió con una bonita sonrisa pintada en su rostro.
—¿Qué tal, Minnie? Podemos ir a otro sitio si no te gusta.
—No, no, ya me inscribí con la doctora Ahn.
—Oh, ¿enserio? ¿Te gustó?
—Es demasiado agradable, me dijo que tendremos sesiones los lunes y viernes a las tres de la tarde. No es muy lejos de los departamentos, ¿verdad? Puedo venir caminando.
—Claro que sí, me alegra que encontraras uno que te agradara. Ahora vámonos a la plaza de enfrente, quiero comer un helado que he visto con deseo desde el ventanal. —Los amigos ríen mientras se retiran del Centro Médico, dando por finalizada su ocupada tarde en busca de sitios que a Jimin pudieran gustarle.
Compraron un helado para cada quien decidiendo estirar sus piernas mientras daban un recorrido por el bonito parque pintoresco, habían un par de niños corriendo o gente andando en bicicleta pero no eran demasiados. Era tranquilo.
—Entonces hyung...cuéntame qué tal están las cosas con NamJoon hyung.
—Pues todo va bastante bien, de hecho. Hemos salido algunos días pero no muchos porque he estado realmente ocupado con esto de las mudanzas y de coordinar a mis hombres para que trajeran las cosas de las cabañas hasta acá, al menos lo lograron antes del cierre de fronteras. —Kim suspira mientras sujeta su sien, se veía algo estresado. —No he podido pasar mucho tiempo con él ni con ustedes, lo siento por eso, también por si llego en momentos inoportunos al departamento, en realidad solo lo logro en mis ratos libres.
—¡No te preocupes, hyung! Entiendo completamente, después de todo te debo la vida. No debes disculparte.
—Gracias Jiminnie, además, ahora tomé el trabajo de científico para el gobierno, no sé si debí haber aceptado, siento que es demasiado.
—¿Has estado durmiendo y comiendo bien?
—Sí, Hobi se ha encargado de que lo haga. Creo que debería organizar mis horarios, ahora no solo puedo vivir para el trabajo, también los tengo a ustedes. —Jimin le regala una sonrisa sincera, sabe que SeokJin hace su mejor esfuerzo tratando de adaptarse a su nueva vida, pero los viejos hábitos pueden predecirlo a veces.
—Nosotros siempre estaremos para ti, hyung, si algún día necesitas ayuda puedes pedírnosla, no es necesario que cargues con todo solo, ¿mh? ¿Qué te parece que salgamos en grupo alguno de estos días para distraernos?
—Eso sería genial, Jiminnie. —Ambos comparten una sonrisa mientras continúan paseando por el parque, era un día muy hermoso. Desde el anuncio de que los omegas serán tratados por igual, han habido varios policías patrullando, pero en ningún momento alterando la paz, sino más bien, vigilando. —Por cierto, YoonGi me comentó que te reencontraste con tu familia, ¿cómo te sientes?
—Oh sí, mi primo, JunSeo, me encontró, y aunque me dio el susto de mi vida, lo reconocí y luego me llevó a la casa de mis padres. Creo que nunca los había visto tan felices en mi vida, estaban casi demacrados, pero al verme fue como si se llenaran de color. Yo mismo siento que una parte de mí vuelve estar en su lugar, hemos hablado mucho por teléfono desde entonces. Generalmente intentan saber si me encuentro bien, aún tienen miedo.
—Yo también lo tendría. De verdad estoy muy feliz por ti, Minnie, merecían poder verse otra vez, espero puedan compartir más tiempo a partir de ahora. Invítalos a tu departamento algún día, quisiera conocerlos. —El omega posee una de sus sonrisas más brillantes mientras asiente a sus palabras. Recordar a su familia le hace feliz, tenerlos de vuelta también. Ya no se siente solo, para nada, tiene con quienes compartir su vida. Cambió tanto en un transcurso de tan pocos meses.
—Claro que sí, hyung, apuesto a que les agradarás. Siempre y cuando no se mencione nada del Área, creo que sobrevivirás.
—Uhm sí, quizás me matarían allí mismo. —Ambos sueltan una pequeña risa. —¿Y ellos qué opinan de YoonGi?
—Pues ya lo conocían, apoyaban nuestra relación porque fuimos mejores amigos por mucho tiempo y sabían cómo me cuidaba y me trataba. Probablemente lo único que les desagradaba era que me corrompiera.
—¡Tú eres una cosita demoniaca ya de por sí! —Ríe el castaño, no pudiendo encontrar algún lado en Jimin que fuera angelical.
—¡Oye! Yo era un chico muy inocente y educado.
—Para pedir "por favor" ¿verdad? Ya le preguntaré a YoonGi cuando regresemos a casa. —El menor bufó mientras se cruzaba de brazos.
—Eres malo, Jin hyung. De todas formas, ¿qué podríamos hacer para que pases más tiempo con NamJoon? Es probable que a él también le esté afectando.
—Tú no te preocupes por nada Jiminnie, ¿si? Son nuestras cosas y deberé aprender a organizarme y a comunicarme con él antes que nada. Solo deseo que tú te concentres en la universidad, en tus sesiones con el psicólogo y en las preparaciones de tu boda ¿mh? Prometo desocuparme pronto y ayudarte con ello también.
—No, no será necesario, hyung, Tae y JungKook ya me han estado ayudando en eso.
—Bien, pero aquí me tienes para lo que necesites.
—Claro que sí, también me tienes para ti.
Una camioneta estaciona frente a una de las joyerías más grandes de la ciudad. Pasaban muchas personas por el exterior quedando fascinados observando las vidrieras, sin embargo, muy pocos se animaban a entrar y averiguar los precios de aquellas reliquias. Tanto el alfa como el humano decidieron tomar aquella travesía.
—Entonces Nam, ¿tú y SeokJin van bien? —Pregunta mientras hacen una venía al guardia de seguridad de la entrada que les permite pasar.
—No sé cómo sea posible describirlo, desde que llegamos a Corea él ha estado tan ocupado pero no me he animado a reclamarle nada, sé que tiene muchísimo trabajo y no quiero presionarlo. Solo me he quedado en mi departamento y de vez en cuando cuido a MiSuk cuando HoSeok debe trabajar, quizás deba conseguirme un empleo también.
—Eso es tu decisión. —Murmura Min, observando detalladamente el aparador de los anillos de compromiso, tan brillantes y hermosamente costosos. —Me parece bien que no lo presiones, es un hombre ocupado, pero podrías preparar algo para él y organizar algo en algún día libre que tenga. Le hará bien tomar un respiro.
—Sí, supongo que lo haré, lo merece. ¿Cómo van tú y Jimin? ¿Ves algún anillo que te guste?
—Mh, supongo que llevaré unos anillos de boda normales, pero le compraré uno de compromiso muy hermoso. —Asiente mientras observa el oro y sus kilates. —Estamos muy bien, vimos a su familia después de años, ellos estuvieron muy felices con la noticia de la boda. Ahora tendremos más invitados.
—¿Ya has visto algún lugar?
—Jiminnie quería que sea al aire libre pero no en una playa, asique estaba pensando en el parque Bukhansan, tiene unos árboles hermosos y suficiente espacio, también en el lago hay un perfecto espacio para el altar. Lo llevaré allí y le preguntaré.
—Ese parque es perfecto, ¿quieres que te consiga el permiso y la privacidad?
—Eso sería genial, NamJoon, muchas gracias. —El pelinegro le brinda una de sus sonrisas más sinceras, dejando al descubierto sus encías y a la vez, sus colmillos.
—¿Para qué fecha les gustaría?
—Para el 22 de abril, creo que sería perfecto.
—Bien, te avisaré cuando esté todo listo. —La conversación tuvo que morir en ese momento ya que YoonGi tuvo que hablar con una de las encargadas en busca de vaciar su billetera.
—Hola, buenas tardes, me gustaría comprar un juego de anillos de compromiso.
—Buenas tardes, señor, ¿de qué material le gustaría? —Pregunta mientras anota de manera entusiasta sobre su teclado, muchos modelos hacen aparición.
—Oro de dieciocho kilates. —Murmura, y la muchacha asiente. En aquel momento, su mirada se posa en un particular anillo en uno de los aparadores detrás del mostrador, casi escondido. Solitario en la mampara, brillaba de manera muy hermosa, única. Particulares detalles le hicieron recordar a una persona en especial. —Disculpe, ¿de qué es ese anillo?
—Oh, es un anillo de palta, su gema es de amatista pulida y tiene pequeños encastres de diamante en su contorno. —La encargada se toma el trabajo de abrir la vidriera mientras saca el anillo dentro de su caja plateada mientras está delicadamente puesto sobre la superficie acolchonada también de color violeta. De cerca luce mucho más hermoso y muy apenas sus dedos se animan a rozarlo.
—Lo llevo, por favor.
Al final, YoonGi sale de esa tienda gastando más de seis millones de wones cuales financiará en cuotas con su tarjeta. Casi llora por el precio pero sabe bien que valdrá la pena cuando Jimin pueda relucirlo en sus pequeños dedos.
—Este es mejor regalo de cortejo que esa caja que le compraste.
—Ambos se los doy con amor, y la caja era necesaria MinGi, tengo que poder comunicarme con él.
—Creo que casi me desmayo yo antes que tú al ver el precio de los anillos, hyung, nunca en mi vida podría comprar algo de ese precio. —Entonces NamJoon habla, se veía casi pálido, como si fuera el que debía esa cantidad de dinero. —Es más seguro que SeokJin termine proponiéndome matrimonio antes que yo siendo periodista.
—Ahora que trabajo para el gobierno, mi sueldo será casi más de la mitad de eso que acabo de comprar, asique solo por eso no me preocupo. Aunque es lindo que te imagines casándote con Jin.
—Era un caso hipotético.
—Claro.
Hola personitas, ¿qué tal? Espero hayan tenido una linda semana. Por mi parte he estado algo ocupada con la escuela pero ya voy terminando con lo más difícil. Espero les haya gustado el capítulo, nos leemos la próxima <3
Coloreas a Dιᥱᥣ ♡
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