YoonGi se encontraba bastante enojado, si hay algo que odia demasiado es el hecho de que tomen decisiones por él sin consultarle primero. Por lo que no era ninguna sorpresa que después de aquella incómoda llamada haya decidido presentarse en la casa azul con el único propósito de hablar con el consentido hijo del Presidente de Corea del Sur.

Había pasado todo un día desde entonces y sus pensamientos no lo habían dejado tranquilo al respecto, necesitaba aclarar las cosas de una buena vez y poder tranquilizarse para pasar un buen primer mes de su casamiento con su pareja. Él realmente quería alquilar una pequeña casa de playa en la cual pudieran ir a pasar todo un día juntos y, bueno, realizar sus cosas normales de esposos.

Pero sus planes se habían visto repentinamente arruinados.

Cuando los guardias le permitieron entrar a la espaciosa residencia, no se detuvo a absolutamente nada, y caminó directamente hacia la gran biblioteca que poseía el lugar. A sabiendas que era más probable que HyeonJoong se encontrara allí, estudiando como la mayoría de las ocasiones en las que había ido al lugar.

Y definitivamente allí se hallaba, en su gran y espacioso escritorio con un vaso de Starbucks y varios libros y cuadernos ordenados a su al rededor, en el medio se encontraba su laptop mientras escribía distintas anotaciones. Demasiado sumido en sus tareas como para percatarse de la segunda presencia a sus espaldas o cualquier estibo de ruido proveniente de él.

De todas formas, no fue necesario para él anunciarse en ningún instante. El de cabellos grises se irguió en su lugar a la par en la que comenzaba a olisquear el aire; casi por inercia se volteó, encontrando al alfa dueño de aquellas feromonas atractivas para su lobo.

—Hyung, ¿qué hace aquí? —Pregunta con un deje de asombro, levantándose de su lugar para estar a la altura, no queriendo verse mal.

—HyeonJoong, me pareció muy descortés que me llamaras obligándome a asistir a una cena contigo. Me caes bien, pero ni siquiera me preguntaste si tenía algo importante que hacer. —Su voz suena bastante enojada, autoritaria más que nada, y al joven omega le cuesta demasiado reprimir la sonrisa que baila en sus labios. —Es mi primer mes con Jimin, quiero pasarlo con él.

—Oh hyung, de verdad lo lamento, no tenía idea, —murmura, la culpa reflejada en su mirada mientras se acerca unos pocos pasos, —pero de verdad ya reservé el sitio. Además, de todas formas si no quiere venir como invitado, usted es mi guardaespaldas y tiene que acompañarme a donde yo vaya.

YoonGi siente un tick querer comenzar a aparecer en su ojo. ¿Entonces si él no iba como su amigo de todas formas debía acompañarlo por trabajo? Bien jugado, Hyeon. Podía perder su empleo si no lo acompañaba. Lamentablemente debía garantizar la seguridad del peli-plateado.

Definitivamente se apresuraría a buscar otro trabajo pronto. 

—Pero está bien, hyung, si usted quiere...dígale a Jimin hyung que venga también, siempre hay un espacio para un tercero. Además, no me gustaría que se separaran en su día especial por mi culpa. —Min tuvo que suspirar mientras retenía sus impulsos. ¿Lo hacía apropósito? ¿Fue solo una invitación inocente? No sabía qué pensar. 

La cosa es que no le quedaba de otra que decir...

—Está bien. Lo hablaré con Jimin primero. 

—¡Perfecto! ¿Desea algo más? —Consulta, balanceándose levemente sobre sus pies.

—Nada, nos vemos. —Murmura simplemente, queriendo irse de una vez de allí; tenía mucho en qué pensar.

—Adiós hyungie. 

Es todo lo que escucha antes de retirarse de la habitación.

Y no solo era él, MinGi estaba furioso.

—¡No puedo creer que estés eligiendo a ese omega olor a tierra antes que nuestro omega! ¡¿No oliste su aroma asqueroso tratando de seducirnos?! ¡Tenemos que quedarnos en casa y anudar a omega en lugar de ir a su estúpida cena! 

—MinGi, tranquilízate, —espeta, masajeando su sien mientras maneja su camioneta de vuelta a su departamento. —Ya veremos qué hacer, no puedo negarme, ¿no ves que pueden despedirme?

—¡Y qué! No necesitamos su sucio dinero, tenemos suficiente. Jimin va a enojarse mucho, ¡y no quiero imaginarme JiJi! Ah-ah, yo no voy a enfrentarme a él, ¿me escuchas? Va a dejarme sin pene.

—Para tu lamentable información tenemos el mismo asíque nos dejaría a los dos sin pene. Estoy seguro de que Jimin lo entenderá, y buscaré otro trabajo en el hospital pronto. —YoonGi repasa números en su cabeza mientras muerde su labio inferior. —Me pagan mucho, MinGi, solo tengo que soportar un mes más y creo que cubriré los gastos que tengo planeados.

—Haz como quieras, idiota, pero no quiero verme implicado en esto o en que afecte en nuestra relación.

—Nunca haría algo que pudiera dañarlos.

Cuando finalmente llegan a los edificios, el pelinegro ingresa bastante seguro de sí, saludando a los porteros y miembros de la manada con los que se cruzaba. En mente tenía el único objetivo de explicarle a Jimin toda la situación y tomar una decisión con él, claramente si le molestaba a su omega se negaría de inmediato; habían otras formas de hacer dinero sin joder su matrimonio.

Al abrir la puerta de su hogar, se sorprende de ver a sus amigos allí también, y no al rubio en soledad como aguardaba.

—YoonGi, —saluda SeokJin; todos estaban sentados en los sofás de la sala mirando la televisión, un canal de noticias, —ven, esto es importante.

El nombrado acude hacia donde todos se encuentran, sentándose en uno de los reposa brazos del sofá justo al lado de su esposo quien le saluda con una leve sonrisa y un beso en su mejilla. En la tele se podía ver a un reportero con un respectivo nuevo anuncio proveniente de Estados Unidos.

—Según recientes confirmaciones del presidente de Estados Unidos, los científicos acaban de descubrir una especie de sustancia preventiva para el Virus Omega. Se trata de pequeñas pastillas ingeribles que la persona perteneciente al rango alfa, beta u omega deberían tomar y con ello sus feromonas serían imperceptibles por un promedio de 12 horas. Muchos países ya han salido a manifestarse en contra de estos nuevos llamados "inhibidores" alegando de que son medicamentos de salida tardía ya que hoy en día más de la mitad de la población se encuentra "contagiada" y los llamados del nuevo rango "omegaverse" no deberían ser obligados a tomarla si no lo desean. Es lo más parecido a una supuesta cura que creó Estados Unidos y los reclamos continúan debido a los recientes derechos que han recibido los omegas y sus consiguientes."

—Veo que son muy persistentes. —Comenta NamJoon cruzado de brazos, manteniéndose cerca del beta para observar sus reacciones.

—¿Qué podemos esperar del país que nunca aceptaría perder? No van a parar hasta encontrar una cura y eso les va a traer muchas consecuencias, más problemas de los que tienen por experimentar con personas en contra de su voluntad. —Reitera SeokJin.

—Entonces, ¿esto debería preocuparnos de alguna manera?

—Por ahora no, pero es bueno mantenernos alertas ya que sabemos que no se han rendido. Nosotros estamos a salvo aquí en Corea, el presidente de nuestro lado y las fronteras cerradas es lo mejor que conseguimos. Allá podrían habernos encontrado pronto.

Min aparta la mirada unos segundos. El presidente de su lado. ¿Si armaba revuelo por las actitudes de HyeonJoong podría afectarles en gravedad? ¿Por qué tenía que ser tan complicado?

Lo que menos quería era traerle problemas a la manada y que perdieran el privilegio que poseían con la ayuda de Moon,  

—Bueno, si eso es todo, voy a retirarme, MiSuk está sola en el departamento viendo una película y no quiero que se meta en líos, nos vemos después. —Y tal y como siempre, con la ida de HoSeok, el resto de sus amigos también comenzó a abandonar el departamento hasta dejar a la parejita sola en su propio espacio. 

—¿A dónde te habías ido, hyung? Salí de ducharme y te había perdido, —dijo el omega con una pequeña risa, levantándose del sofá para dirigirse a la cocina, siendo seguido rápidamente. —Iba a hacer licuado de fresas, ¿quieres?

—Está bien. Había ido a charlar algo del trabajo. —Murmura inseguro, apoyándose contra la mesada, buscando las palabras en su cabeza para comentarle al menor no lo que había estado preocupándole desde el día anterior.

—Oh, me parece bien. —Asiente Park, sacando la licuadora y la leche de la heladera. —¿Sabes? El otro día saliendo con JunSeo vimos una cafetería de gatitos muy linda, opino que deberíamos ir un día de estos.

—Amor... —comienza llamando, obteniendo rápidamente un sonido afirmativo de su parte, señalando que está atento a sus palabras. —Hay una cosa que tengo que decirte. 

Hay algo en su tono que preocupa a Jimin de inmediato, por lo que se voltea a verlo, reduciendo sus movimientos y tratando de sentir con más claridad las emociones transmitidas a través del lazo que compartían. 

—¿Qué sucede? —Decide por preguntar después de pocos segundos en silencio.

—Ayer me llamó HyeonJoong, ya sabes, el hijo del presidente Moon. Él me dijo, prácticamente sin opción de decidir, que había reservado una mesa en un restaurante para que fuéramos. Hoy quise ir a negarme pero no me dejó opción, me dijo que podía llevarte si quería, —Min suspira, cerrando los ojos brevemente antes de seguir observando al rubio, —el tema es que cae justo el 22. Yo quería preparar algo lindo y que podamos estar los dos solos, pero no sé qué hacer en realidad. Voy a hacer lo que decidas, Minnie, no tengo porqué ir y puedo renunciar y encontrar otro trabajo si esas son las consecuencias, no quiero que mi trabajo nos afecte de alguna forma. 

—Amor, —Jimin llamó, dejando lo que estaba haciendo para acercarse al contrario y reposar una de sus manos sobre su mejilla con cariño, —está bien, no hay problema ¿si? No era necesario que hicieras algo romántico para mí, con solo pasar ese día a tu lado a mí me basta. Opino que HyeonJoong debe ser un poco caprichoso, pero tampoco puedo culparlo con todo el dinero que tiene. Iré a la cena solo si gustas, después de eso podemos tomar vino juntos como tanto disfrutamos.

Hay leves recuerdos pasados que llegan a la mente de YoonGi, dejándole un mal sabor a la boca.

—Sí me gustaría que vinieras, podrás disfrutar de la comida de un buen restaurante y luego podemos recorrer un poco la ciudad antes de volver a casa. Seguro me sienta menos incómodo si es así. 

—Como gustes. —Park deja un beso en los labios pálidos del mayor con una sonrisa decorando su rostro antes de continuar en la realización del licuado de fresas.

—Una sola mirada de ese omega a nuestro alfa y le salto a la yugular.

El menor ríe ante la voz de JiJi que llena su cabeza, toma la excusa de buscar algo a su habitación para poder hablar a solas con su lobo para evitar malos entendidos.

—Ya JiJi, hay que confiar en nuestro alfa, además, que un omega lo mire es normal, mientras no tenga otras intenciones no creo que haya problema. —Park decide ordenar un poco su maquillaje desparramado por su escritorio. —Además, estaremos allí.

—¿Y acaso crees que eso va a detenerlo? Voy a asesinar a alfa en cualquier momento, ¿cómo si quiera pensó en aceptar? ¿De verdad? ¿A solas con ese omega? Siempre lo mira, lo huele, está cerca de él, no sabe respetar una relación ajena y solo es un cachorro que cree que puede tomar su nudo como nosotros.

—¡JiJi! Basta, pasó lo mismo con JungKook, deja de crear problemas.

—¿Acaso yo me equivoqué con respecto a JungKook?

Hay un silencio que envuelve el aire después de aquellas palabras, y el lobo bien sabe que ha ganado esta discusión por esta vez.

Jimin resopla por lo bajo, odiando los pensamientos y escenarios que su omega metía en su cabeza, haciéndole sentir incómodo. Debía estar tranquilo, total, irían ambos juntos a esa cena.

Estaban casados, eso era demasiado decir.

Rodeando sus ojos al sentirse estúpido, decidió comenzar en su búsqueda por la ropa que utilizaría en aquel costoso restaurante.

Hola mis amoresss, me disculpo enormemente por no haber actualizado el mes pasado, en verdad no tuve tiempo para escribir nada con todas las cosas de la escuela en las que tuve que ocuparme. Por suerte queda cada vez más poco para finalizar.

Espero les haya gustado el capítulo de hoy, nos leemos la próxima <3

Coloreas a Dιᥱᥣ ♡