Había pasado un mes después de tan maravillosa boda.

Sus vidas habían continuado particularmente normales, incluso quizás mejores.

Jimin había comenzado la universidad finalmente y le iba de maravilla, su talento innato en el baile continuaba y la teoría no se le dificultaba para nada, logrando con facilidad de las mejores notas. YoonGi era quien iba a buscarlo y lo traía o llevaba a cada sitio que quisiese generalmente, era por ser precavido, no quería que volvieran a suceder cosas del pasado.

Jimin también continuó yendo a terapia semanalmente y la doctora pudo hacerle notar su avance, quizás en un año o incluso meses podría ser dado de alta.

Su vida se reconstruyó, iban a visitar a sus padres cada fin de semana y salía con JunSeo cada día libre que tenía para disfrutar en su tarde de primos. La manada permanecía unida, aunque hubieron algunas familias que decidieron mudarse a sus propios departamentos independientes y otros que ahorraban para la compra de sus propios hogares.

Jimin estaba orgulloso de YoonGi puesto que aún continuaba con su trabajo en el gobierno, era uno con horarios muy irregulares, habían semanas en las que no trabajaba y después días seguidos en los que debía presentarse y llegaba hasta tarde. También asistió a varios eventos formales o fiestas que requerían del cuidado del hijo del presidente. La gran mayoría de sus ganancias iban para sus ahorros; ya que Jimin ahora también trabajaba junto a JiKyo en su academia, fue abierta hace unas semanas pero de todas formas cada día se sumaba una persona nueva para comenzar a asistir.

Era una hermosa realidad la que estaban viviendo.

-Hola amor, -saludó Park, mientras subía a la camioneta perteneciente por el momento al pelinegro, dándole un beso en sus labios con una sonrisa algo cansada. -¿Qué tal tu tarde?

-Hola bebé, -saluda con su característica sonrisa, esperando pacientemente a que el menor subiera al vehículo antes de arrancar para dirigirse a sus departamentos. -Todo bastante tranquilo, ¿qué tal te fue a ti?

-Muy bien, ya tengo diez chicos a quienes les imparto clases, son todos un amor, es tan divertido. -Dice sonriente, acomodando sus bolsos en su regazo. -También tengo que hacer un trabajo en parejas para historia asíque algunos días me quedaré un poco más aquí en la biblioteca.

-No hay problema, sólo avísame a la hora en la que debo venir a buscarte. -El rubio tararea en un asentimiento, jugueteando con el anillo en su dedo de forma pacífica. Era increíble estar casados y al mismo tiempo compartir un lazo irrompible de almas destinadas con sus lobos. -¿Sabes? MinGi extraña un poco estar en el control.

-¿Si? JiJi también, pero ha estado más pacífico desde que formamos nuestro lazo, ahora puede comunicarse con alfa cada que necesita. Pero estoy seguro de que salir a tomar aire no le vendría mal para nada.

-Perfecto entonces, podemos dejarlos salir hoy. -Ambos ríen levemente, y el viaje en auto continúa con un silencio cómodo mientras la música de la radio llena el ambiente entre ellos.

Al llegar al departamento, se encuentran con algunas personas de la manada que recién llegan del trabajo o que van a buscar a sus hijos a la escuela y los saludan con toda educación. Entran a su propio apartamento luego de saludar a SeokJin y NamJoon que acababan de llegar también; finalmente ambos se habían mudado a un solo apartamento por lo que se veían mucho más unidos que antes, su extraña relación parecía ir avanzando poco a poco.

Jimin suspiró cuando al fin se sintió en casa, los aromas de ambos merodeando en el ambiente le hacía sentir paz después de un largo día de estudios y trabajo.

-Voy a tomarme una ducha, me siento asqueroso, -ríe el omega mientras se aferra a sus bolsos sobre sus hombros, recibe un piquito de su pareja mientras asiente.

-Ve amor, pero no tardes mucho así comemos algo y nuestros lobos pueden jugar un rato.

El menor asiente mientras desaparece por las puertas. Luego de un baño relajador, de usar ropa cómoda y una merienda deliciosa en frutas, al fin encuentran un momento de calma en el que pueden ponerse en contacto con sus lobos.

-Después de tanto te acuerdas de mí, ya veo por dónde va la cosa. -El reclamo de JiJi suena en su cabeza, sabía que era posible que se encontrara un poco enfadado, pero por suerte no siente esas emociones a flor de piel.

-Hola JiJi, discúlpame pero tú tampoco te apareciste para hablar conmigo, veo que las conversaciones mentales con MinGi deben ser muy entretenidas, ¿no? -Mustia, alzando su ceja mientras se cruza de brazos.

-Cállate tonto, ahora dame el control.

-¿Encima me mandas? -Ambos estuvieron unos momentos peleando; a vista de YoonGi, se veía demasiado cómico ver a su esposo discutir solo, pero finalmente pudo observar cómo los ojos que tanto amaba se convertían en un color lila. Era tan sencillo poder distinguir a su lobo de la parte humana, tanto sus actitudes como expresiones faciales eran totalmente distintas a lo que acostumbraba su tierno chico.

-¿JiJi? -Preguntó, inmediatamente obteniendo su atención. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro y no tardó en lanzarse en los brazos de su alfa quien tuvo que atraparlo a gran velocidad para que no cayera.

-¡Alfa! Lo extrañé mucho, dígale a Jimin que no me tenga tan abandonado o la próxima vez me pongo a bailar en lencería en medio de la calle.

-Sí, bueno, yo no dejaría que eso sucediera asíque pueden estar tranquilos. -Min recibe un besito en sus labios que le hace sonreír inevitablemente, con lentitud va soltando el cuerpo del omega hasta que apoya sus pies sobre el suelo. -Voy a traer ahora a MinGi, ¿bien?

-Bien, trataré de controlar a ese alfa lo mejor posible.

-No sé qué tanto confiar en ti en que lo hagas, solo no hagan nada que sepan que nos molestaría. -YoonGi dejó una última caricia sobre los cabellos rubios antes de separarse un poco y conectar con su interior. -¿MinGi?

-Por fin, ¿qué te costaba venir a desempolvarme cada cierto tiempo? ¿Sabías que tengo necesidades también?

-Sí, bueno, también sé que eres parte de mi cuerpo y yo me encargo de satisfacer nuestras necesidades asíque no te quejes tanto. Nuestro omega te está esperando.

-Sí, me he dado cuenta también.

Siendo aquella la última oración intercambiada entre ambos, el lobo tomó finalmente el control de su cuerpo. Sus ojos se volvieron del brillante y reconocido dorado mientras sonaba un par de articulaciones al finalmente tomar conciencia sobre sus músculos.

-Alfa~ ¿cómo has estado? -La vocecita de JiJi es algo que le hace sonreír de inmediato, enseñando sus colmillos en una sonrisa.

-Hola omega, he extrañado mucho tocarte. -Murmura mientras atrae el cuerpo de Jimin hacia el suyo, sujetando su cintura con sus grandes manos, su primer instinto es enterrar su nariz sobre el cuello ajeno, absorbiendo la increíble combinación de sus fragancias juntas y la marca que deslumbraba hermosamente cerca de su hombro.

-También te extrañé tanto, los humanos son tan crueles ignorándonos todo el tiempo. Quise besarte y tenerte para mí desde hace tanto. -Murmura en un suspiro, llevando sus manos hasta los mechones de cabello azabaches para enredarse en estos. Ambas conciencias estaban de acuerdo en que a YoonGi le quedaba increíble su hermoso pelo largo, se le formaban unos rulos naturales y ya le llegaba casi hasta el hombro. Era demasiado atractivo para ellos. -Amo tu cabello, alfa.

-¿Sí? Yo amo todo de ti, especialmente esto. -Sisea mientras sus manos bajan y dejan un apretón sobre el trasero del contrario, provocando que se sobresaltara por el repentino tacto.

-¡Atrevido! -Exclama mientras golpea juguetonamente el hombro del contrario, obteniendo suaves risas a cambio.

-Lo siento omega, pero de verdad me encuentro muy ansioso de que lleves mis cachorros.

-También yo, ¿será que nuestros celos se acercan? -Consulta con una ceja alzada y media sonrisa. -Esta vez lo pasaremos mucho más tranquilos, en nuestro propio espacio.

-Sí, siendo solo mío.

-Y tú mío.

Ambos lobos se sientan uno sobre el otro en el sofá, sus manos aferradas a sus cuerpos mientras comparten un beso acalorado. Aquel siempre era su lado más salvaje y primitivo, JiJi y MinGi generalmente actuaban ante el deseo y sus emociones a flor de piel, siendo demasiado impulsivos.

Es por eso que se complementaban tan bien con sus partes humanas. De esta forma ayudaban a su otro lado a ser más atrevidos y a dejarse llevar, mientras estos mismos les ponían límites y controlaban los comportamientos animales de estos mismos. Como toda relación, en un inicio es complicado, hasta que la convivencia los hace ser mucho más unidos y a comprenderse mejor.

Hay un momento en medio del beso en el cual una reconocida melodía se deja oír por la sala, sin embargo, los lobos la ignoran con éxito, continuando su trabajo de besarse y dejar marcas por toda la extensión de sus cuellos. No fue hasta que YoonGi reconoció el sonido que tuvo que batallar para tomar el control de su conciencia y cerciorarse de la situación.

-Espera un segundo, JiJi, -YoonGi despierta en la realidad en aquel instante, teniendo que quitar momentáneamente a su pareja de encima suyo para ir por su celular que no dejaba de vibrar desde aquella superficie. MinGi le reclama desde el interior pero sabe que no es su culpa que lo interrumpieran justo en ese instante.

Toma el teléfono que sonaba insistentemente en la mesa de la cocina y cuelga para llevárselo a su oído, sin observar el nombre en la pantalla iluminada.

-¿Hola? -Consulta con desinterés, apoyándose contra la pared mientras espera pacientemente una respuesta; observando atentamente a su omega removerse en el sofá ante la pérdida de su pareja.

-¿Hola, YoonGi hyung? -la voz la reconoce de inmediato, -soy yo, HyeonJoong.

-Hola Hyeon, sí, dime qué necesitas. -Su pie se mueve con inquietud, queriendo terminar la llamada lo más rápido posible para volver con su esposo y disfrutar lo que les queda de aquella tarde en libertad; lo del trabajo podía esperar para cualquier otro momento.

-Era más que nada para invitarte o avisarte que reservé un restaurante para que vayamos el día 22. ¡No es posible que rechaces la oferta! Es de vida o muerte, hyung.

Min se siente sorprendido por la inesperada invitación, o más bien mandato; su boca se abre para formular una negación a la cual apenas puede pronunciar antes de ser interrumpido abruptamente.

-Hyeon, yo no-

-¡Imposible de rechazar! Ya hice la reserva, nos vemos ese día, adiós.

YoonGi escucha el sonido de la llamada terminada y no puede evitar maldecir por lo bajo. Odia esas actitudes impulsivas que tiene aquel omega sin consultarle primero: ¿qué tal si tiene algo extremadamente importante aquel día? ¿Como ir al doctor, una entrevista de trabajo? ¡O cualquier clase de cosa que le impida ir a esa estúpida cena improvisada! No era su obligación asistir.

Como también...

Que el día 22 se cumple su primer mes de casados junto con Jimin.

Hola bonitos, lamento mucho no haber traído el capítulo el finde pasado, pero lo real es que he estado algo ocupada y sin inspiración asíque puede que tarde un poco más de lo normal en traerlos. Espero les haya gustado, nos leemos <3

Coloreas a Dιᥱᥣ ♡