Capítulo 12
En la calidez que emanaba el creciente mediodía, Jimin había disfrutado cortamente su tiempo hogareño con un té y su novio antes de que un dúo enloquecido tocara su puerta y lo llevaran a rastras a la salida del departamento. En parte lo comprendía, quedaba muy poco tiempo para su boda y parecía estarse tomando las cosas con demasiada tranquilidad, como el sol antes de la tormenta. Pero de todas formas, al menos le hubiera gustado cambiarse de ropa para ir a aquella tienda de lujos en la cual ahora se postraba frente a él.
Estaban entrando a una boutique de diseñadores en donde sus vidrieras exhibían sus más hermosos trajes y vestidos a medida. Él jamás podría costear algo de ese sitio, le encantaría saber cómo pensaban pagarlo.
-¡Por fin! Ahora llegó el momento divertido, elegir el traje del novio. -JungKook se veía emocionado, casi pareciera ser él quien se casaba, dando pequeños saltos mientras eran recibidos por un hombre refinado con una expresión neutral.
-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarles? -Preguntó el hombre de ya edad avanzada, totalmente impasible.
-Buenas tardes, verá, este chico se casa pronto asique muéstrenos sus mejores trajes, ¡y que sean azules por favor!
-Acompáñenme por aquí. -Jimin sonrió enormemente de manera inevitable mientras iban detrás del señor, un aparente humano. Justo frente a él se alzaban innumerables trajes de todo tipo y de todas medidas. Tae y JungKook lo sentaron en un sofá mientras le iban enseñando los distintos trajes que habían, algunos tenían corsé, otros encaje, otros eran más tradicionales. Dejaron apartados los que más le convencieron y luego estaba siendo empujado hacia un probador; casi era del tamaño de su habitación.
-Tengo miedo de romperlos. -Murmura mientras muerde su labio inferior, observando el primer elegido. Quizás debería vender un órgano para poder reparar su error si lo cometía.
-No lo harás, son todos de tu talle. Solo si te quedan cómodos y te gustan sales así te vemos. -El omega termina asintiendo a sus sugerencias, después de todo, debía probarlos para poder decidir cuál le quedaba mejor, ciertamente quería impresionar a YoonGi con lo que llevara puesto ese día, y también verse muy bonito. Después de todo, sería un día inolvidable en su vida.
YoonGi se siente bastante nervioso, en primer instancia, sabe que es porque no quiere cometer errores en su primer día de trabajo, y en segundo, porque se trataba de servir a una persona de alto nivel al cual no estaba acostumbrado, al menos no después de tantos años. Acomodó varias veces su improvisado traje, no era demasiado elegante ni costoso, pero lo suficiente como para causar impresiones adecuadas a los lugares que visitara con el joven que le esperaba. Tocó dos veces la puerta de la habitación en frente suyo y se dedicó a esperar.
No tardó demasiado a como creyó, esta se abrió casi inmediatamente, revelando a un omega vestido con una camisa de seda, jeans y joyas que sabe que son perfectamente valiosas, con un bolso negro de cuero para completar.
-Hola YoonGi, llegó a tiempo. -El de cabellos platinados hace una leve venía hacia el alfa, quien no tarda en copiar la acción propia.
-Buenas tardes, HyeonJoong, ¿a dónde quieres ir? -Ciertamente, el pelinegro sabía que no era el mejor capacitado para estas tareas de alto rango, en verdad no sabía cómo dirigirse al menor, aunque sabía que no debería haberlo tuteado tan deprisa; pero a este no pareció molestarle cuando le enseñó una sonrisa.
-Al centro comercial por ropa, libros y un café. -El mayor asintió a su pedido, después de todo, no se oía tan desagradable a como había previsto. Prácticamente solo debía permanecer a su lado, cuidándolo, y en el mayor de los casos contestando a su plática. Sencillo.
Subieron a la camioneta y partieron directo hacia el mall. YoonGi ya podía desplazarse con bastante facilidad por la ciudad, reconociendo poco a poco los caminos más concurridos con normalidad. Más que nada, se trataban de las zonas céntricas de Seúl.
-Entonces...¿cómo le ha ido en el ejército? -Consulta con voz tranquila, su único propósito de conseguir una conversación casual en la cual el alfa no estaba interesado, pero de todas formas se obliga a seguir para no mostrarse grosero como primera impresión.
-Bien dentro de todo, aunque los alfas no son muy amigables entre sí. Prefiero trabajar a que estar allí.
-¿Cuál era su profesión antes de tener que cuidarme? -El chico se nota genuinamente interesado, lamenta no poder sentir lo mismo por la vida presidencial y aburrida que debe seguir el mismo, una probablemente ya arreglada desde su nacimiento en torno a la política. Solo se siente agradecido de que Moon no fuera uno de los niños ricos presumidos que creen que todos son sirvientes suyos, eso sería tan desagradable para su día a día de tener que soportar.
-Soy doctor, amo lo que hago, o hacía.
-Su pareja debe estar orgulloso. -Min suelta un suspiro de alivio, al menos el omega tenía conocimiento de su novio, no quería meterse en inconvenientes futuros.
-Sí, lo está.
Llegaron al centro comercial después de cortos minutos. Estacionaron y bajaron, adentrándose al interior. YoonGi vigiló que el chico se cubriera con su mascarilla y una gorra perfectamente colocada para evitar problemas indeseados. Aunque no era una gran celebridad, de todas formas el riesgo de periodistas y de que saliera herido por personas externas estaba vigente, ahora era cuando comenzaba su verdadera tarea de vigilancia, internándose entre las personas.
HyeonJoong fue más agradable de lo que creyó, no era tan hablador y el silencio que se mantenía era suficiente para él, el no tener que fingir conversaciones extensas para ser amables. Lo acompañó a un par de tiendas de ropa, aquellas sí eran de marca y las más costosas, pero solo se mantuvo entretenido con su celular esperando a que pagara sus prendas y fueran al siguiente destino.
Cuando mencionó de libros, en realidad, no creyó que llevaría tantos. Pero ahora portaba dos bolsas pesadas con libros de ciencias políticas y al mismo tiempo de ficción romántico. YoonGi ni siquiera volteaba a ver el número del precio de su compra porque está seguro de que moriría con aquella cifra. Por último, se dirigieron a un Starbucks en donde tomaron una mesa de tres, teniendo que usar uno de los asientos para dejar las bolsas.
-Gracias por acompañarme, YoonGi, me divertí mucho hoy.
-Denada, pero no creo haber aportado mucho para que sea una experiencia divertida. -Murmura, mientras bebe de su latte frío que había encargado por su cuenta.
-No veo que sea necesario reír para pasarlo bien, -comenta con una pequeña sonrisa, el omega había ordenado un batido de fresa con tanta crema que se veía empalagante a la vista, -hace tantos días que no salgo de mi casa además de solo ir a la universidad. Me esfuerzo mucho en mis estudios asíque solo eso es a lo que me dedico, supongo que necesitaba un respiro y cambiar de aires.
-Me alegra ayudar de algo, intenta tomar respiros de la universidad más seguido, no es sano que permanezcas tanto tiempo encerrado. -El joven asiente a sus palabras con una pequeña sonrisa, aquella que solía mantener permanentemente, tomando el consejo que le fue proporcionado.
Minutos más tarde, salieron del local al finalizar su merienda, con todas las bolsas en mano hasta llegar a la camioneta que permanecía en el estacionamiento. YoonGi observó la hora en su móvil, aliviado de que aún fuera relativamente temprano, debía llegar a la tienda en donde sus amigos lo esperarían para probarse el traje de su boda.
En poco tiempo, Min ya se hallaba en el local del cual sus amigos le habían enviado la ubicación, justo a tiempo.
-Hola Yoon, ¿todo bien? -Saluda NamJoon con una palmada en el hombro, ya en confianza.
-Hola chicos, ¿Jimin ya se fue? -Pregunta, esta vez observando a el científico de compañía.
-Sí, eligió su traje con ayuda de Tae y JungKook y volvieron al departamento. Ya sabes, la mala suerte de ver la vestimenta antes del casamiento. -Jin se encoge de hombros, no estando muy interesado en leyendas populares. -Les dije que era una estupidez pero insistieron.
-Está bien, si es su deseo, puedo esperar a la boda.
-Ahora bien, un traje negro ¿verdad? -El alfa asiente a sus palabras. -Ya nos dieron todos los de tu talle asíque solo queda que elijas cuáles te convencen más.
Nuevamente, el futuro novio fue arrastrado a los sofás y se presentaron interminables opciones frente a él, casi sentía que le estaban mostrando cada traje de la tienda, lo cual era muy probable. Al final, se decidió por solo siete elecciones, y pacientemente tuvo que modelar cada una de ellas.
-Y cuéntanos, ¿cómo te fue en tu primer día de trabajo? -Consulta Nam, a la vez que va dividiendo los trajes que les convencieron y los que no.
-Bien, la verdad creí que sería mucho peor con un chico como él. -Confiesa, probándose los mocasines de cuero.
-¿Entonces no es mimado?
-No, o al menos no por ahora. Fue amable y es respetuoso, espero siga así, mi salario depende de cómo lo trate. -Murmura mientras se observa en el espejo el nuevo traje. Era ajustado y completamente negro, se ve atractivo, no puede negarlo.
-Bueno, prácticamente depende de su padre. Pero si le caes bien, eso mejorará muchas cosas que podrían haber salido catastróficamente mal. -Asiente NamJoon, mientras le dan el buen visto al traje probado.
-Aunque también podría desencadenar otras cosas catastróficas. -Suelta el científico, instintivamente, los otros dos voltean en su dirección para verlo tranquilamente sentado con las piernas cruzadas, juzgando la situación.
-¿A qué te refieres?
-Es un omega después de todo, YoonGi, no hay que bajar la guardia.
-Él sabe que tengo pareja.
-Y eso nunca detuvo al lobo de JungKook, ¿verdad? -Hay un breve silencio que se extiende, en lo que Jin forma una pequeña sonrisa antes de negar. -Solo te estaba dando un consejo, Yoon; debes estar consiente de que eres uno de los únicos alfas que existen por ahora y eso tiene una reacción en los omegas y sus lobos, no porque necesariamente sean malas personas, ¿mh?
-Tiene un punto, supongo. -El peli-gris se encoge de hombros.
-Sí, lo entiendo, me mantendré al tanto. -Murmura observándose una última vez en el espejo de cuerpo completo. Sabía que sus palabras no lo abandonarían, pero no había visto malas intenciones en Moon aún. -Creo que llevaré este.
-Perfecto. -Celebraron los dos con grandes sonrisas, complacidos con el resultado.
El alfa inhala el delicioso aroma que se filtra por sus fosas nasales. Un delicioso olor a pollo se extendía por toda la instancia, lo que le hizo darse una idea de en dónde se hallaba su pareja. Dejó la bolsa en el suelo al lado de la puerta y se quitó sus zapatos antes de caminar hasta la cocina en donde se encontró con su hermoso omega bailando las canciones que reproducía su celular mientras parecía decorar una torta.
Sonrió de manera inevitable mientras que con silenciosos pasos se acercó hasta rodearlo con sus brazos, aunque a diferencia de lo que creyó, el rubio no se espantó.
-Pude olerte a penas llegaste, ¿querías asustarme, alfa? -Pregunta con picardía mientras ríe, volteándose para poder rodear su cuello con sus brazos. Se veía tan feliz y risueño.
-Por supuesto que no, -dice en una mentira que no tarda en ser descubierta, pero cambia de tema inmediatamente. -De todas formas, ¿cómo te encuentras, bebé? ¿Pudiste elegir sin problemas tu traje?
-Sí, nos fue bastante bien, creo que no pude haber elegido ninguno mejor, espero que te guste mucho cuando me veas usarlo.
-Con cualquier cosa que te pongas te veras perfecto. -El rubio no pudo evitar sentir su rostro enrojecerse ante sus palabras halagadoras, manteniendo su sonrisa resplandeciente.
-Estoy muy emocionado, YoonGi, quedan tan pocos días para que llegue el día. Las invitaciones ya fueron enviadas, aunque no son muchos, todos confirmaron su asistencia. Hobi se encargó del fotógrafo; la decoración y música fue elegida según nuestras preferencias y ya, el lugar ya está reservado.
-Los pasajes a Jeju también, amor, están en nuestra mesita de luz, -murmura escondiéndose brevemente en la curvatura del cuello contrario, inhalando el delicioso aroma que se sentía más dulce ante la felicidad ajena, complementándose juntos. -¿Cómo se siente JiJi?
-Quiero cachorros.
Jimin automáticamente rodea sus ojos.
-Está emocionado por ver cómo es una boda, -miente ligeramente, -lo llama "ritual humano" porque para él es más importante el lazo que compartimos, pero es distinto para nosotros.
-MinGi también dice que solo basta con el lazo y que solo debería preñarte. -Rápidamente recibe un golpe en su pecho que le hace reír, amando avergonzar a su pareja. Park siente su rostro rojo, no puede ser que ambos lobos sean tan iguales. -¿Por qué me pegas? Solo estoy siendo sincero.
-Cállate, mejor cuéntame cómo te fue en tu primer día. -Sentencia, despegándose de sus brazos para sacar la comida ya hecha del horno y llevar el pastel a la heladera. Min lo ayuda mientras pone los cubiertos y platos sobre la mesa, agregando el jugo de naranja que disfrutaban ambos.
-Pues me fue bastante bien, tuve que llevar a HyeonJoong al centro comercial por ropa, algunos libros y luego fuimos por un café. No hubieron inconvenientes ni tampoco habían muchas personas allí. -Jimin asiente lentamente a sus palabras, concentrado en servir la comida en sus platos correspondientes antes de contestar.
-Me alegro que haya estado todo bien entonces. ¿El chico es agradable? -Sus palabras son suaves, los dos probando el primer bocado de la cena y soltando sonidos satisfactorios.
-Minnie, cada vez tus comidas son más deliciosas, -elogia, podía notar una gran diferencia entre sus inicios en la cocina al regresar del Área 51 a ahora con meses de práctica. -Y sí, creo que lo es, pero no quiero asegurar nada con primeras impresiones, pero se ve bastante tranquilo.
El rubio asiente, bastante interesado en ello a la vez en la que sus ojos cambian brevemente al color violeta. Pero ninguno de los dos lo nota, no al menos hasta que JiJi toma por completo el control sobre el humano. YoonGi debe detener su cena cuando observa al contrario levantarse de su asiento y sentarse sobre su regazo.
-¿Qué haces, bebé? -Pregunta, bastante confundido cuando el chico se instala a aspirar su aroma en la curvatura de su cuello, pero de todas formas abraza su cintura, dejando leves caricias.
-Tú eres mi alfa, solo mío.
-Ya lo sé, Minnie, estamos enlazados. -Min se estremece cuando siente una lamida, pero rápidamente el rubio se yergue en su lugar y lo mira a los ojos. -JiJi.
-Alfa, no quiero que otro omega te toque ni que lo toques. -Pronuncia con un mohín en sus labios, para el mayor es demasiado tierno.
-¿Tengo un lobito celoso? -Pregunta con una pequeña sonrisa, aunque sabe que el omega habla muy enserio, especialmente cuando recibe un pellizco en su brazo. -Auch. Por supuesto que no voy a dejar que me toque, ¿bien? Solo soy su guardaespaldas.
-¡Cambia de trabajo!
-JiJi, es un trabajo muy bien pagado y no es tan sencillo ser contratado. No sé si entiendas muy bien su importancia pero no trabajaré allí mucho tiempo, después de todo, mi vocación está en el hospital. -El pelinegro sabe que el lobo tiene ciertas disputas internas, no puede esperar que lo entienda, pero al menos comprender que era algo necesario por el momento hasta lograr estabilizarse en Seúl.
-Está bien, alfa...confío en ti.
-Gracias, omega. ¿Qué te parece si dejas a Jimin volver? -La sonrisa de JiJi poco a poco vuelve a su rostro, asintiendo a la sugerencia. Aunque sin premeditarlo, YoonGi es besado en sus labios de improvisto; el lobito ríe ante su travesura, desapareciendo al instante.
-L-Lamento eso hyung, intentaré contenerlo más la próxima. -Park siente sus mejillas enrojecidas ante la situación.
-Está bien, bebé celoso, ahora ve a tu lugar y sigamos comiendo. -Insiste, propinando una nalgada al rubio que se levanta para dejarlo libre.
-¡Hyung!
Hola personitas, finalmente tengo unas pequeñas vacaciones asíque la semana que viene espero traer otro capítulo <3 también voy a estar actualizando mis otras historias por si quieren pasarse por ahí. Muchas gracias por leer y votar, nos leemos prontoo.
Coloreas a Dιᥱᥣ ♡
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