Despedida
Aquel café...
Despojó toda su aroma y
se desprendió de sus manos.
Aún tibio, aún amargo.
Mientras miraba mi reflejo,
dentro de la negrura de aquella taza,
me di cuenta que el tiempo pasa
y pasa rápido.
Estaba yo plasmada en aquel antaño.
Y lloré,
Lloré la soledad,
el adios,
y los recuerdos por la casa.
Me bebí cada lágrima,
como si fueran sorbos de vino tinto.
Y aun sigo con ese nudo inquebrantable,
que se atasca con cada recuerdo.
Hoy las plantas que sembraste,
lloran en silencio.
Y aquel encargo que me dejaste,
retumba en en el subconciente.
El cansancio te arropa.
Hoy las ganas de vivir no bastan.
Porque la vida es tan frágil,
tan efímera.
Entre sollozos comprendí
Cuanto ganamos,
cuanto perdemos cada segundo.
Porque así es el tiempo, la vida,
no dan tregua.
Hoy el recuerdo golpea,
con una media sonrisa,
Y mil lágrimas me empapan el rostro.
Tu niña se quedó ansiosa
esperando en el balcón
Junto al café caliente matutino,
la pelea del medio día,
y la sonrisa de disculpas en la noche.
Hoy te extraño un mundo
Y te extrañaré.
Pero se que donde quiera que estés,
estarás sembrando recuerdos,
cosechando amor a tu manera,
y regando con agua fresca,
el vacío de tu ausencia.
A mi padre...
Espero que las semillitas que sembraste acá en la tierra sigan cosechando y las observes desde algun rincón de los cielos.
Te extraño un mundo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro