#04: This is my revenge
Las clases pasaron lentas y por primera vez en toda mi vida me aburrí en una de ellas, incluso, la prueba de Historia Universal se me había hecho demasiado difícil.
No dejaba de pensar en Yoongi, en nuestra relación y en cómo se lo diría. Sería lo más difícil que haría en toda mi vida y tenía miedo... demasiado miedo.
—¡Señor Park! —y aquel grito inesperado rompió con mi burbuja de reflexión.
El profesor Kwon me miraba con el ceño fruncido y por su expresión podía deducir que no era la primera vez que me llamaba.
—Lo siento mucho. —dije sin sentirlo realmente. No es como si me importara mucho su clase, la mayoría de veces la química se me hacía fácil, en especial al conocer de memorias los tipos de exámenes que entregaba el profesor Kwon.
Él, al parecer, solo se conformó con aquello, pues volvió a su trabajo en la pizarra y me ignoró por el resto de la clase, pero no es como si yo le hubiera estado prestando atención. Seguía distraído y no es que fuera rebelde, solo que no tenía cabeza para pensar en algo más que no sea mi novio.
En el receso no logré verlo y realmente lo agradecía, pues aún no me sentía totalmente listo para decirle que yo había saboteado su primera prueba.
Las clases siguieron luego del receso y Taehyung había quedado como mi compañero en el proyecto de Física espacial. Era una materia muy difícil y nueva que habían implementado para los cursos generales, hablaba mucho sobre el espacio y demás planetas y estrellas, pero siendo sincero, me aburría en demasía. No me gustaba.
—Y entonces podemos empezar con el proyecto en mi casa, mis padres no se opondrán y estoy seguro que, incluso, papá querrá ayudarnos a construir el cohete... —podía ver a mi amigo hablar, lo escuchaba, pero tampoco podía opinar cosa alguna sobre aquello. —... ¿Al menos me estás escuchando? —preguntó con claro fastidio reflejado en su tono de voz.
—Lo siento mucho. —volví a repetir lo mismo que le dije al profesor Kwon, sin embargo, en esta ocasión sí me sentía culpable por haber ignorado a mi mejor amigo.
—¿Sigues teniendo problemas con Yoongi? —negué de inmediato, pero luego asentí sin pensarlo dos veces.
Taehyung me miró con clara confusión, pero luego miró a ambos lados, incluso al frente, asegurándose que el profesor siguiera escribiendo en la pizarra y prosiguió a tomar mi hombro.
—¿Qué sucedió? ¿Es algo muy malo? —la pregunta de mi amigo me colocó en alerta y mirando a ambos lados, al igual que lo hizo él. Me acerqué lo suficiente para decirle mi gran estupidez.
—Logré sabotear la prueba de inglés de Yoongi —lo dije demasiado bajo, como para que todos prosiguieran en sus conversaciones y no nos hicieran caso.
La mirada de Tae cambió por completo, se encontraba enojado. Pero podía ver que trás ese enojo irremediable se encontraba pura decepción.
—¡¿POR QUÉ LO HICISTE?! —gritó, arruinando mi plan de mantener en secreto todo.
Nuestros compañeros nos vieron y el profesor dejó de lado su dichoso procedimiento para construir el cohete y nos miró, al igual que todos en esa sala. De inmediato miré mal a Tae, pero él no se inmutó. Al contrario, me miró de la misma forma y se levantó, tomando su mochila en el proceso para así salir de la sala. El profesor lo llamó dos veces y al ver que no regresaría, prefirió continuar con su clase.
[🎓]
Pensaba salir corriendo apenas el timbre que anunciaba la retirada sonara, sin embargo, la suerte no estaba de mi lado. Cuando ya veía mi libertad más como un hecho que un deseo, sus brazos me retuvieron y la colonia tan varonil que usaba también llegó a mis fosas nasales.
Yoongi ya estaba aquí.
—¿A dónde ibas, mi amor? —y definitivamente ese no era el tipo de lenguaje que utilizaba conmigo, sus palabras eran muy... muy cariñosas. No me gustaban.
Tomé sus dos manos, las cuales rodeaban mi cintura, y las alejé tan pronto como pude. Me devolví hacia él y tampoco quise besarlo, besarlo de verdad... porque sabía que después de lo que mi boca soltara ya nada sería lo mismo. Cada uno tomaría un rumbo diferente y posiblemente él me odiaría por todo lo que le restaba de vida.
—¿Qué sucede, Jiminnie? —preguntó al alejarse a la fuerza de mi cuerpo y de mis labios.
Lo miré directamente a los ojos y quería llorar, sabía que no iba a aguantar por más, me echaría a llorar en cualquier momento.
—Y-yo... Yo tengo que decirte algo muy importante. —nunca había tartamudeado, en muchas ocasiones siempre era firme en mis decisiones y en mis palabras, aquello era lo que me caracterizaba por completo, pero en esta ocasión todo era tan distinto.
—¿Q-qué sucede? —se burló él, lo ignoré por completo y tomé del perfecto cuello de su camisa para atraerlo hacía mí y devolverle el beso. Él me correspondió de inmediato, yo no conocía a este tipo de Yoongi, pero no importaba, muy pronto ya no podría conocer todas las personalidades de mi novio.
—¡Vayan a un hotel! —gritó Hoseok, obligándonos a separarnos y verlo. Él venía con la mochila de Tae en uno de sus hombros y con la suya en el otro hombro.
Mi amigo me miró mal y tomó su mano para ignorarnos y cambiar de rumbo. Los miré alejarse y fue en ese momento que Yoongi preguntó por su actuar tan raro.
—No lo sé. —mentí.
—Bueno, eso no importa, quiero mostrarte algo que sí es verdaderamente importante para nosotros. —su sonrisa irradiaba felicidad y nuevamente un golpe de culpa llegó. —En mi casa. —aclaró.
Abrí los ojos algo asombrado, pero esta no era la primera vez que me invitaba a su casa, por lo que no se me hizo raro y asentí. Aquello me ayudaría mucho en cuanto a escapar al momento que le confesara todo.
—Está bien, vamos... —dije apenas, sentía miedo nuevamente y no sabía cómo librarme de aquello.
[🎓]
Entramos a la casa con cautela de mi parte y con total confianza de la suya, pues de todos modos era su casa. Sin embargo, había algo muy extraño en todo esto, sus padres no estaban ahí, nadie se encontraba ahí, sólo nosotros dos.
—Vamos arriba, quiero entregarte algo muy especial. —Tomó mi mano y nuevamente me dejé guiar.
Antes de que entráramos a su habitación, él no lo pensó mucho y me besó. Sus labios se fundieron con los míos, este no era el tipo de beso que nos dábamos, pero no importaba, porque estaba disfrutándolo.
De pronto me vi apoyado contra la pared, acorralado, sin escapatoria y con las manos de Yoongi en mi cintura, sosteniéndome tan fuerte que temía que dejara marca alguna en mi piel.
Estuvimos disfrutando ese contacto tan íntimo —para mí— por unos segundos o incluso, un minuto, hasta que nuestro cuerpo buscó oxígeno y nos obligó a separarnos. Él sonrió y tomando mi mano, se adentró a su habitación, lo seguí y al estar dentro, cerró la puerta y volvió a unir nuestros labios.
Estaba tan distraído que no podía percatarme de que ya íbamos retrocediendo, yendo directamente a su cama, y solo pude entrar en razón cuando estuve acostado en esta y con él encima.
—N-no... Yo-Yoongi.. —susurré en medio del beso. Él se alejó de mis labios y comenzó a descender por mi cuello, tal vez fue el momento tan caliente, pero cuando me di cuenta de los he estaba a punto de hacer, lo alejé.
—¿Qué sucede? —me preguntó el muy sinvergüenza cuando logró reincorporarse.
Lo miré mal y al parecer analizó el momento hasta que minutos después de estar en silencio, acercó sus manos a las mías, tenía algo de desconfianza, pero preferí dejarlo como estaba y esperar a que diera el primer paso.
—Lo siento, sé que es algo que está surgiendo de la nada, pero hace mucho que esto ha estado dando vueltas por mi cabeza... Quiero besarte, Jimin. Te quiero, deseo tenerte y no sólo mediante besos cortos... Quiero hacer el amor contigo. —lo dijo claro y directo. Yoongi me miró, yo lo miré a él. Estábamos diciéndonos todo con la mirada. —Sé que es muy apresurado, pero... pero de verdad siento que eres el correcto, con quien quiero pasar el resto de mi vida por siempre. —Una sonrisa acompañó esas palabras y aunque yo también quería ser todo para Yoonie, sabía que en cualquier momento se enteraría y dejaría de pensar de esa forma. —Recuerda que te quiero sin importar qué, Jiminnie.
Se acercó de a poco, no ejercí movimiento alguno que fuera en su contra. Él sólo se acercó y me besó, le correspondí mientras me echaba para atrás, quedando acostado nuevamente.
Yoongi comenzó a descender sus manos de mi cintura hasta mi trasero, tal y como lo dijo papá; se estaba colocando de a poco encima mío. Una vez que nos separamos por falta de aire, volvió a besar mi piel. Íbamos por un buen camino, pues nos estábamos dando placer mutuo, él acariciándome y besándome, mientras yo me frotaba contra su erección.
Todo estaba bien, pero la puerta de la casa tuvo que sonar y la voz risueña de la señora Min tuvo que interrumpir el pacífico silencio en donde solo se podía escuchar el chasquido de besos.
Mi novio se levantó y gruñó en respuesta al oír que su madre insistía cada vez más.
—Ahora vuelvo. —dijo casi en un susurro antes de levantarse y salir del cuarto.
Asentí con algo de desconfianza y miré atentamente el techo de la habitación o así fue hasta que el celular de Ho Seok vibró y sonó en medio de la cama. Se le había caído.
Mi mano por sí sola se acercó hasta el aparato y juro que nunca en mi vida había revisado mensajería ajena, pero en esta ocasión quería ver que era lo que tanto hablaba con Namjoon, un compañero, pero de un año superior. Claro que él era uno de nuestros rivales, pero al parecer, Yoongi era su mejor amigo.
La duda me ganó y abrí la notificación, abriéndose al mismo tiempo su chat.
Namjoon
Puedes ganar, solo haz lo que te digo.
Yoongi
No pienso hacerlo, Jimin no juega sucio. Mucho menos caería tan bajo al sabotear mi prueba.
Namjoon
Eso es lo que crees, pero yo lo vi cuando salía de la sala de profesores y es muy raro que poco después tu perfecta prueba de inglés haya salido con tan baja nota.
Yoongi
Pueda que lo haya hecho, pero tampoco pienso romperle el corazón para así obtener la beca. Yo realmente le quiero mucho.
Namjoon
Tú solo piénsalo. Sería como una pequeña venganza por lo que te hizo.
Namjoon
Te acuestas con él, le prometes amor eterno y ¡Pum! Le dejas después con la excusa de que en realidad nunca le amaste y que ni siquiera fue tan bueno.
Namjoon
¿Crees que tendrá ganas de viajar luego de algo así? Quedará como un tonto.
Namjoon
Ten en cuenta que Jimin nunca se arrepintió de lo que hizo, ni siquiera te pidió disculpas al momento de arruinar esa prueba por la cual tanto trabajaste.
Dejé el móvil una vez que leí todo, Yoongi no era estúpido, estaba viendo por su conveniencia. Era claro que él no quería solo hacer el amor conmigo, también quería lograr su objetivo: jugar conmigo y tomar venganza.
—Mamá quiere que bajemos y hablemos con ella. —Yoongi irrumpió en la habitación y lo miré de pies a cabeza. Su semblante era tranquilo, parecía que ni temor tenía de experimentar.
—¿Me amas? —fue lo primero que dije.
—¿Eh? ¿Qué?
—Pensabas hacerlo conmigo, es porque verdaderamente me amas ¿Cierto? Vamos. Dime: te amo. —lo miré con furia cuando tragó saliva. —¿Qué pasa? ¿No era por eso que querías acostarte conmigo? ¿O tenías otras intenciones?
—J-Jiminnie...
—¡Eres un imbécil...! —me levanté rápidamente y le lancé el móvil, él lo atrapó como pudo antes de que cayera al suelo. —Y espero que puedas acostarte con alguien más, porque conmigo no se dará la oportunidad. —diciendo eso, salí corriendo de su habitación, bajé las escaleras y salí de esa casa sin importar nada, ni siquiera el llamado de la señora Min.
Al estar fuera de ese lugar y a media cuadra, comencé a llorar, no solo porque iba a ser engañado, sino también porque yo creía que Yoongi realmente quería dar este gran paso en nuestra relación.
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