Madre magia
ESPERO QUE OS GUSTE MI CAMBIO.
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- Yo leo - dijo Alice.
- Adhara.... despierta Adhara.....
- ¿¡ESTÁ VIVA!? - jadearon muchos sorprendidos.
- ¡ESTÁ VIVA! - gritaron sus familiares felices mientras se abrazaban.
Draco estaba en shock.
Adhara abrió los ojos lentamente y se levantó confusa.
- Adhara....
Ella miró a su alrededor pero no había nadie, solo una bruma blanca.
Se preguntó si estaba en el limbo o una especie de ¿Cielo? no sabía cómo llamarlo, pero siempre pensó que vería a sus padres y por fin se reuniría con ellos. Ese era su mayor sueño.
- Bebé/ mi niña - dijeron sus padres intentando no llorar.
Miradas matadoras de Charlus y Dorea hacia Dumbledore; todo era su culpa.
- Adhara...
Ella volvió a oír su nombre y cuando se giró vio a una mujer que por su apariencia diría que era una Diosa.
Muchos alzaron la ceja interesados.
- Hola pequeña, lo has hecho muy bien - sonrió - me presento. Soy la Diosa Hecate, Madre Magia.
Se oyeron jadeos sorprendidos de oír que la Diosa se había presentado a la chica.
Adhara sorprendida hizo una reverencia con respeto.
Todos asintieron en aprobación. Siempre había que mostrar respeto hacia Madre Magia.
La Diosa sonrió y le pidió que se levantara.
- Se que tienes muchas preguntas pero antes debo decirte que puedes hablar.
- ¿Puedo...? - abrió los ojos sorprendida - ¿Así suena mi voz?
- Una voz dulce, pequeña - le sonrió la Diosa.
- Pero antes ha hablado con Harry antes de que le diera los recuerdos - dijo un Ravenclaw.
- ¿Crees que ella estaba pensando en eso? Tenía cosas más importantes que decir, callate - dijo James intimidandolo.
Lily le dió un apretón en el hombro tranquilizandolo.
- Gracias - sonrió ella - umm...supongo que estoy....
- Sí - dijo la Diosa apenada.
- Oh - bajó la cabeza triste.
- ¿Entonces no está viva? - susurró Draco sintiendo una punzada en el corazón.
- Adhara - llamó su atención - Morte y yo hemos hablado y te enviaremos a otra dimensión para ayudar a tres hermanas brujas que luchan contra el mal.
- ¿¡QUÉ!? - gritaron asustados sus familiares.
- Pero....pero....yo... - empezó a temblar.
- Eres más fuerte de lo que crees, Adhara. Te explicaré con más detalles - la Diosa sacó la bola.
- Eso es una...
- Una profecía verdadera que te incluye a tí.
- No - se lamentó James sujetándose la cabeza - de las profecías solo puedes sacar dolor y muerte.
Harry abrazó a su madre que estaba en shock.
Los demás estaban tensos.
- Las profecías solo causan dolor y muerte - murmuró -
Muchos miraron a James por la coincidencia.
Si no es irrespetuoso, ¿Porqué la tiene usted?
- Porque nadie debe saber que tú eres quién ayudará a las hermanas a destruir a la Tríada.
Todos estaban confusos. ¿Quién era la Tríada?
- Está bien, Madre Magia - suspiró sin entender mucho - ¿ellas saben de mí?
- Sí - asintió - ya les he avisado. Las hermanas se llaman Piper, Phoebe y Paige Halliwell.
- ¿Me quedaré con ellas para vencer a la Tríada?
- Exacto - asintió y con un movimiento de dedos, una luz dorada rodeó a Adhara y volvió a ser la niña de once años.
- ¿Quiere que se enfrente a ese mal siendo una niña de once años? - preguntó Sirius incrédulo.
Los más allegados tampoco lo entendieron y se pusieron nerviosos.
- ¿Quieres que me enfrente a la Tríada siendo una niña?
Los Merodeadores apretaron los puños.
Draco apretó la mandíbula deseando poder estar allí para ella y ayudarla.
- Es que estás muy linda - la sonrió - eres muy tierna.
- Yo quiero verla - se quejó James.
En ese momento, una foto apareció.
- Awwwwww - se oyó en el GC.
- ¡Es una preciosidad! - sonrió Dorea feliz zarandeando el brazo de su marido que también estaba sonriendo al ver a su nieta.
- La Diosa Hecate tiene razón - sonrió James con un brillo en los ojos - mi niña es muy linda y tierna.
Lily sonrió asintiendo.
Draco tenía una mirada cariñosa y nostálgica al ver esa foto recordando lo que habían pasado juntos.
- La verdad es que se parece más a Dorea - murmuró Narcissa a Regulus.
Éste asintió.
La foto apareció en las manos de James y sonrió mirando a Lily y luego los dos volvieron a observar la carita de su niña con adoración.
Mientras que los demás Merodeadores se quejaban de que también querían ver a la cachorrita.
- Pero antes coge la profecía, querida.
Adhara suspiró y la cogió oyendo una voz.
La que no habla, invisible a todos, con ayuda viajará a otra dimensión para ayudar a las brujas a destruir el mal. En el momento que pase, podrá pedir un deseo a los Ángeles y volverá a su mundo.
Adhara la miró.
- ¿Un deseo?
- Pequeña - dijo la Diosa - tienes que pensar muy bien ese deseo porque cuando lo hagas podrás cambiar nuestro mundo.
- Sin presión - Remus hizo una mueca.
Adhara ya lo tenía pensado.
- ¿Si lo consigo podría desear que nunca hubiera ninguna guerra mágica?
- ¿Quieres pedir ese deseo si te lo dan?
- Sí - asintió - así las personas que murieron por su causa estarán bien y podrán seguir con sus vidas.
Algunos jadearon por la sorpresa.
- Ese deseo es muy noble pequeña - sonrió la diosa.
- Bueno, no tanto - murmuró apenada - yo pensaba en mis papás y abuelos para así conocerlos y crecer con ellos en vez de los Dursley - bajó la mirada moviendo los pies.
- Mi niña - dijo James con inmenso amor hacia su princesita.
A Lily, Dorea y Charlus les dió mucha ternura escuchar lo que pensaba.
Muchos sonrieron por lo mismo.
- Esa niña es un amor - dijo Narcissa.
- Eso significa que si lo consigue...
- Mis padres, todos los que murieron en la primera y segunda guerra estarán vivos - interrumpió Harry a Ron.
Adhara estaba nerviosa, ¿y si no lo conseguía? Si fallaba sería su culpa.
- No mi amor - negó Lily - no pienses eso.
James suspiró queriendo ser él el que estuviera con ella para ayudarla. Remus tenía razón, era demasiada presión.
- Te haré más fuerte y no necesitarás ninguna varita para enfrentarte a los problemas junto a las hermanas. Suerte pequeña.
Sin darle tiempo a decir nada, la Diosa tocó su cabeza y desapareció de allí.
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