Reunión de negocios - One Shot
Kim Taehyung dio una mirada a su reloj de muñeca cuando el chofer aparcó frente al Robuchen Kitcho; llegaba veinte minutos antes de la hora. La puerta se abrió para él y con su característica elegancia dio un paso fuera del automóvil negro, ajustándose el saco del traje antes de caminar al interior del restaurante japonés.
Corporaciones Kim no estaba en su mejor momento y Taehyung necesitaba que las cosas salieran bien en esa reunión.
La usual mujer vestida de geisha los recibió en la entrada, sus hombres lo rodearon y lo acompañaron dentro siendo guiados por ella hasta el cubículo privado reservado bajo su nombre.
El tacón de sus zapatos caros repiqueteaba en el piso de madera y tras cada paso la tensión en sus hombros aumentaba, mas nadie lo notaría jamás, porque era un experto en mantener esa pose segura y grácil a donde sea que fuera.
Avanzaron por el pasillo y entonces pudo ver al grupo de hombres, que no eran suyos, de pie fuera del último cubículo. Esa tarde se tratarían temas importantes y había pedido específicamente ese espacio sabiendo que era el más privado.
Sus hombres tomaron sus posiciones de seguridad en el pasillo junto a los otros y abrieron paso para él, viéndose obligado a avanzar cuando la mujer descorrió la puerta tradicional de madera.
Mordió el interior de su mejilla y se sacó los zapatos, alineándolos perfectamente con el lustroso par que ya se encontraba ahí. Respiró profundo e irguió los hombros dando un paso dentro.
- Señor Min. - Saludó con toda la seguridad posible, caminando pausado y seguro. - Llegó temprano.
Los ojos afilados del hombre parecían analizar cada uno de sus movimientos mientras avanzaba hasta posicionarse frente a él en el tatami.
- Sabes que no me gusta esperar ni hacer esperar, ángel.
Oh.
Su columna vertebral sintió ese cosquilleo y clavó sus ojos en los contrarios encontrándose con una sonrisa de medio lado.
Se aclaró la garganta imperceptiblemente, acomodándose mejor en el asiento de suelo y cruzando sus piernas en forma de mariposa debajo de la mesa baja.
Min tomó la tetera con delicadeza y sirvió el contenido humeante en la taza de cerámica del menor, descansándola de vuelta sobre la base de madera oscura y lo invitó a degustar con un gesto de manos.
Agradeció con un leve asentimiento de cabeza y tomó la taza con ambas manos para dar un sorbo.
Idiota.
Reconoció al instante el sabor dulzón. De las variedades de té verde, el kabusecha era su favorito por ser menos amargo, y Min Yoongi lo sabía.
La sonrisa socarrona del mayor se incrementó cuando notó el sutil desconcierto en la cara de Kim al probar la bebida.
- Te ves-
- Espero que haya podido analizar la propuesta, señor Min. - Lo cortó Taehyung. - Para nosotros sería muy grato poder trabajar con ustedes en este proyecto. - Yoongi cruzó sus brazos y estrechó la mirada, observando con intensidad el gesto de falsa seguridad que Kim Taehyung pretendía mostrar. - Su experiencia en el ámbito hotelero es innegable, y un proyecto tan grande como éste nos beneficiaría a amb-
- No es cortés hablar de negocios con el estómago vacío, ¿no crees, ángel?
- No estamos aquí par-
Min suspiró y golpeó sus nudillos contra la mesa tres veces, al segundo siguiente, la puerta fue tocada igualmente y posteriormente abierta de manera parcial.
- Dígame, señor Min. - Habló con formalidad el hombre desde el pasillo.
- Estamos listos para ordenar.
El hombre asintió y cerró la puerta de vuelta. Un minuto después, una mujer vestida con ropas tradicionales japonesas entró al cubículo y Min se encargó de ordenar por los dos.
Ambos permanecían en silencio mientras esperaban sus alimentos, los ojos de Min evaluando cada una de las facciones del otro.
- Tiempo sin verte. - La voz masculina del mayor rompió el silencio.
Taehyung bebió otro sorbo de su té y acomodó la taza en la mesa.
- Sí. - Dijo como si no fuese nada e imitó su pose, cruzando sus brazos al frente y echándose hacia atrás para recargarse en el respaldo del asiento bajo. No permitiría que el maldito apodo lo intimidara. - Bastante tiempo.
- ¿Cómo has estado? - Preguntó, tomando él también un sorbo de té.
- Excelente. Gracias por preguntar.
Las respuestas salían como si se tratara de una conversación estudiada y Yoongi comenzaba a frustrarse.
- ¿Sigues tomando clases de equitación?
- No. - Dijo sosteniéndole la mirada. - Lo dejé hace años.
Yoongi frunció el entrecejo.
Sabía que Kim adoraba a los caballos y cuanto disfrutaba poder montarlos de manera profesional.
- ¿Por qué?
- No creo que eso sea de su incumbencia, señor Min.
- ¿Por qué lo dejaste? - Demandó con firmeza, y cuando hablaba así, Taehyung sentía que la fuerza en sus piernas se iba.
- Ya no tenía tiempo. - Murmuró, desviando la mirada a la taza frente a él.
Min estaba a punto de hablar, cuando gracias a los dioses la puerta fue tocada y un grupo de mujeres entraron con sus platillos.
La comida transcurrió en silencio, salvo por uno que otro comentario hecho por alguno de los dos respecto a lo delicioso de los alimentos.
Robuchen Kitcho manejaba un menú exquisito, y su chef mantenía una calidad impecable en cada una de sus preparaciones, así que cada bocado en aquella mesa era un goce para el paladar.
- Si le parece correcto, quisiera saber qué opinión tiene respecto al proyecto. - Habló Kim, limpiándose la comisura de los labios con la servilleta de tela oscura y dejándola de lado en la mesa porque habían acabado ya con el postre y no pensaba comer nada más.
Min repitió su acción de golpear sonoramente la mesa y nuevamente uno de sus hombres descorrió ligeramente la puerta.
- Pueden venir a levantar la mesa. - Les dijo y un momento después, las mismas mujeres entraron para retirar los platos, dejando solamente una nueva tetera con té digestivo. - Que nadie nos moleste. - Dijo antes de que se retiraran y ellas asintieron obedientes antes de salir.
El silencio volvió al espacio que compartían, solo el sonido de la pequeña cascada decorativa que adornaba la pared del fondo se hacía presente.
- ¿Y bien?
Min flexionó su antebrazo sobre la mesa y apoyo el codo contrario para recargar su mejilla en su mano.
- El proyecto es interesante. - Aceptó por fin. - Pero su propuesta no lo es tanto.
Taehyung frunció el entrecejo y se acomodó en su asiento.
- ¿Por qué lo dice? Realicé personalmente la proyección de ingresos y-
- Una cadena de cinco hoteles, dos en corea y tres en Japón, para nosotros no es algo complicado, pero en este caso, el principal beneficiario sería su empresa, señor Kim. - Pronunció lo último con notoria ironía. - E invertir tanto dinero, tiempo y personal en algo así, para solo recibir el 15%, no es atractivo para nosotros.
- Pero estamos hablando de una ganancia millonaria. - Refutó Kim. - Y sería nuestra corporación el principal inversor de capital.
- Lo sé, pero nuestra empresa tiene la capacidad para hacer lo mismo por sí sola, obteniendo el neto de las ganancias. - Apoyó ahora ambos codos en la mesa y entrelazó los dedos de sus manos, recargando el mentón en ellas.
- Si el problema es el porcentaje retroactivo, podemos llegar a un acuerdo. - Insistió Taehyung. Y aunque intentaba mostrarse sereno, estaba comenzando a desesperarse.
En cualquier otra situación, una negociación de ese tipo hubiese sido cosa de nada, pero el hombre que tenía frente a él lograba ponerle los nervios de punta. Además, la corporación estaba pasando por su peor momento, y aunque intentaran maquillar todo frente a la prensa, Taehyung sabía que necesitaban este proyecto si no querían comenzar a perder inversores.
Yoongi dejó escapar una risita nasal y se alejó de la mesa para volver a recargarse en su respaldo.
- Lo siento, ángel, pero seré sincero. No estoy interesado en trabajar con ustedes.
- ¿Qué? - La expresión de suficiencia en su gesto lo hizo fruncir el ceño. ¿De cuándo a acá, Min se atrevía a hablarle de esa manera?
- Lo que acabas de oír. - Repitió burlón. - ¿Crees que no sé de toda la mierda de negocios de tu padre? Enlazarse con él es suicida.
- Yoongi. - Llamó en advertencia.
- Oh, ahora soy Yoongi y no señor Min. Que agradable. - Rio divertido, consiguiendo aumentar la molestia del menor.
- No sé qué intentas conseguir con esto, pero la corporación Kim sigue siendo tan sólida como siempre.
- Lo dudo mucho. - Rio Min. - Los proyectos que tomó el presidente luego de la muerte de su segundo al mando dan mucho de qué hablar. Todo el mundo sabe que el idiota homófobo de tu padre jamás ha manejado por sí mismo la empresa. El vicepresidente era quien conseguía que todo funcionara, pero desafortunadamente para ustedes, falleció.
Taehyung empuñó ambas manos.
- Im Chaerok era un hijo de puta y lo sabes. - Dijo fríamente, consiguiendo que Yoongi riera de verdad.
- Sí, pero era un hijo de puta muy listo y un excelente maestro para mí.
El ceño fruncido de Taehyung solo hacía que su mirada se volviera más intensa y profunda, y a Min le encantaba ver sus ojos cuando se volvían fieros.
- Si tanto lo idolatrabas, ¿por qué te fuiste?
Y ahí estaba la pregunta que tanto tiempo quiso hacer.
Yoongi permaneció en silencio por un momento.
- ¿Y a qué me quedaba? - Se atrevió a preguntar con voz mansa.
¿A qué se quedaba?
Exactamente eso es algo que Kim también hubiese querido saber.
Ellos dos jamás hubiesen podido verse fuera de las cuatro paredes en las que solían encerrarse para entregarse al otro.
- Pudiste... Pudiste seguir en la empresa. - Susurró. - Ayudarme.
Yoongi volvió a reír sin ánimo.
- Te esperé un año, Taehyung. - Lo contempló con sinceridad. - Y sabes bien que no me gusta esperar.
Eso era cierto.
Justamente un año fue el tiempo que duró aquella aventura que jamás pudo avanzar. Si Kim Hyonji, presidente de corporaciones Kim y jefe de Yoongi, se hubiese enterado, bien podía Taehyung irse despidiendo de su puesto en la empresa, aunque se tratase de su propio hijo.
- Aun así. - Murmuró, para luego recuperar entereza. - Pudiste haber hecho cualquier otra cosa, pero elegiste traicionarnos y largarte con ellos.
Yoongi rio de nuevo.
- ¿Qué puedo decir? Me hicieron una buena oferta.
Luego de tantos años, a Taehyung aun le dolía la manera en que las cosas habían acabado.
- Eres un idiota. - Espetó, empujando el asiento bajo hacia atrás para salir de su lugar, pero Min hizo lo mismo y antes de que pudiera ponerse de pie, lo detuvo por los hombros y se arrodilló a su espalda.
- Veo que luego de siete años sigues pensando lo mismo de mí, ¿mh? Recuerdo perfectamente que te encantaba decirme eso cuando nos quedábamos hasta tarde en la sala de juntas y me portaba un poco rudo.
Aquello tomó por sorpresa al menor.
- Si no vas a aceptar la propuesta entonces me largo.
- No te enojes, ángel. Vamos a negociar. - Susurró cerca de su oído y lo abrazó, apresándole los brazos contra el cuerpo.
- Negociar y una mierda, Yoongi. Suéltame.
El mayor chasqueó la lengua y meneó la cabeza.
- Shh. Baja la voz o tus hombres van a venir a interrumpir nuestros negocios.
Claro que no lo soltaría.
Cuando su asistente le hizo saber que Kim Taehyung solicitaba una reunión con él, aceptó al instante sin importarle si su agenda estaba libre o no.
- Estoy hablando en serio, Min.
- Y yo también. - Dejó un beso debajo de su oreja, y Taehyung sintió saltar chispas desde la zona besada hasta la punta de sus dedos. - Sigues siendo igual de caprichoso. - Pronunció sobre su piel, el aliento cálido del mayor dejándose sentir mientras decía.
- Y tú sigues igual de desesperante. - Se quejó, aunque en voz baja como le había pedido el mayor. Obediente.
- Dime, ¿esa actitud es solo conmigo o eres así con tus demás inversionistas? Porque si es así, como nuevo vicepresidente es seguro que vas a llevar la empresa a la bancarrota.
- Pues no. Solo hay un idiota que puede sacarme de quicio. Felicidades, Min. - Escupió sarcástico.
Yoongi rio sobre la piel de su cuello y acarició con suavidad los brazos del menor sobre la tela del saco.
- Cambiaste de perfume. - Susurró inhalando con sutileza. - Este también me gusta.
Recordaba bien su antiguo aroma, floral y sutil, en cambio este tenía toques de vainilla y sea cual fuese el olor, sobre la piel de Taehyung todo calzaba a la perfección.
- Cállate.
- Cállame.
- ¡Dios mío! ¡No te tolero! - Vociferó, intentando zafarse de su agarre, pero éste solo se afianzó con más fuerza, pegándolo casi por completo a su espalda, casi, porque el respaldo del asiento le impedía hacerlo en su totalidad.
- Shh. - Siseó bajito. - No grites. ¿No recuerdas cómo era?
Taehyung jadeó cuando la mano del mayor se deslizó desde sus brazos hasta su abdomen para comenzar a acariciar mientras besaba con delicadeza la piel de su cuello.
- Yoongi...
- Sigues igual de hermoso, mi ángel. ¿Cómo puedes ser así?
Taehyung se sintió derretir cuando las caricias aumentaron y echó su cabeza hacia atrás, recargándose en el hombro del mayor, en el momento en que las manos de Yoongi abrieron su saco y tomaron con posesividad su cintura. Sus labios separándose para morder suavecito debajo de su oreja.
El menor soltó un jadeo y Min sonrió extasiado con el sonido.
Tiró del respaldo del asiento para sacar a Kim de la mesa y se acomodó en sus rodillas, lo observó son intensidad por unos segundo. Lo vio tragar con dificultad, y agazapándose con desespero, se atrevió a probar, después de tanto tiempo, esos labios dulces y sensuales que tan bien había conocido.
Los parpados del menor se cerraron automáticamente y sus manos se aferraron a la línea de las costillas de Min. Sin quererlo, el peso del mayor y la pérdida de autonomía de su propio cuerpo luego de que aquellos labios se apoderaran de su boca, lo hicieron escurrirse en el asiento. Separó sus piernas permitiéndole a Yoongi acomodarse ahí. El mayor lo tomó por las mejillas y ladeó la cabeza para besarlo aún más profundo.
- Dios. Ya no recordaba que besas de esta forma. - Murmuró Kim, separándose para tomar un poco de aire, y al segundo siguiente, Yoongi volvió a arremeter contra su boca de manera profunda y salvaje.
Adoraba probar cada rincón de su boca, había sido así desde la primera vez que trabajaron juntos en aquel proyecto en la oficina del menor, esa vez que luego de quedarse solos y hasta tarde en la empresa, no pudieron contener la atracción y las ganas que sentían por el otro.
Paseaba su lengua por toda su cavidad, acariciando la contraría para enredarlas juntas y luego probar sus labios.
Sus manos seguían sosteniéndolo por las mejillas y gimió en medio del beso cuando las manos de Kim acariciaron su despierto miembro.
El menor masajeaba con hambre el bulto bajo su ropa y ambos comenzaron a moverse al compás del otro, restregando sus cuerpos en el suelo del lugar.
Yoongi rompió el beso y se irguió en sus rodillas para observarlo desde arriba. Sus labios rojos y húmedos, sus pupilas dilatadas y su ropa desacomodada.
Maldita sea.
- Mira cómo estás. - Murmuró con voz ronca. - Incluso hecho un desastre eres lo más exquisito que he podido ver.
Taehyung se irguió velozmente, apoyándose en sus codos y luego con sus manos. Empujó el torso de Min hacia atrás, haciéndolo perder el equilibrio, y se sentó a horcajadas sobre sus muslos.
Con desespero, sacó la hebilla del reluciente cinturón y forcejeó con el botón del pantalón de vestir. Tiró con ansia del borde de éste y de su ropa interior y como un resorte, el miembro erecto de Min saltó a la vista.
Se relamió los labios y sin desear esperar más, se introdujo la erección en la boca.
Yoongi gruñó y echó la cabeza hacia atrás, tomando al menor por el cabello mientras subía y bajaba impúdicamente sobre su extensión.
Mierda.
La boca de Kim salivaba teniendo aquello duro y grueso corrompiendo profundamente su garganta.
Min arremetió con más fuerza, elevando su cadera al tiempo que empujaba la cabeza el menor hacia abajo, y Kim gimió sobre su erección, sacando el pene de su boca para toser y maldecir al mayor.
- Tienes una boquita muy sucia. - Se burló mientras limpiaba las comisuras húmedas de la boca contraria.
- Eres un idiota. - Masculló molesto por las arcadas y las lágrimas en sus ojos y le empujó la mano lejos del rostro. En cambios, Min rio fuerte.
- Extrañaba verte enfadado. - Lo tomó por el mentón y volvió a devorarle la boca.
Taehyung tomó las solapas de su saco y tiró desesperado de él para sacárselo de encima, arrojándolo a algún lugar de la habitación, y Min forcejeó con los botones de la camisa para dejar el torso acanelado del menor al descubierto.
Kim enredó sus manos en el cabello del mayor sintiéndolo bajar sus besos por su mandíbula, clavículas y pecho. Gimió fuerte y se cubrió la boca de inmediato cuando los dientes de Yoongi apresaron uno de sus pezones y luego su lengua barrió sobre él, realizando círculos irregulares por toda el área.
Yoongi retiró su saco y volvió a succionar sobre la piel de su pecho.
- Acepta la propuesta. - Jadeó con los parpados apretados, y Yoongi rio sobre su piel sin dejar de estimularlo.
- 25%.
- En tus sueños. - Bramó sin soltar el cabello oscuro de Min. - 15%.
Yoongi rio sobre su piel, abandonando sus pezones para bajar repartiendo besos hasta su ombligo, en donde hundió su lengua y sintió al menor retorcerse.
- ¿Qué clase de negociación es esa, ángel? No estás cediendo nada.
- E-es lo j-justo- Ah. - Gimió cuando Yoongi lamió su abdomen yendo a morder suavemente su cintura.
El mayor chasqueó la lengua y succionó la piel tersa bajo sus labios, consiguiendo que Kim arqueara la espalda.
- ¿23%?
- Ol-Olvídalo.
Min besó muy cerca del borde de su pantalón mientras lo observaba jadear con la boca abierta y los ojos apretados.
- Tan difícil como siempre. - Murmuró roncamente, y acarició la entrepierna del menor por sobre la ropa. - Vamos a ver si ese culo tuyo sigue tan apretado como lo recuerdo.
Tomó a Kim por debajo de las axilas y lo levantó de uno solo, lo giró y lo pegó a su pecho, abrazándolo con una mano fuertemente por la cintura, mientras que la otra masajeaba su entrepierna y su miembro expuesto se frotaba contra su culo sobre la tela del pantalón y de un momento a otro lo soltó.
Taehyung jadeó excitado y confundido, viéndolo retirar la tetera y las tazas de la mesa.
- Ven aquí. - Lo incitó, palmeándose los muslos al estar sentado ahora sobre la mesa, con el pantalón a la mitad de sus muslos, y Taehyung obedeció al instante llegando apurado frente a él.
No vio venir el momento en que Yoongi tiró de él y lo giró obligándolo a caer de rodillas y a apoyar su pecho sobre la mesa, así como las palmas de sus manos.
Se reclinó sobre él y besó su nuca, suspirando mientras decía.
- No hagas pucheros, ángel. No puedes verte así de adorable cuando estoy por romperte el culo. - Pronunciaba mientas besaba su columna vertebral, y Taehyung gimoteaba en cada roce.
- Házmelo ya. - Jadeó necesitado, apretando las manos en puños porque no tenía de dónde más sostenerse.
Yoongi sonrió y continuó besándolo mientras sus manos apretaban su estrecha cintura.
- Las cosas se piden por favor. - Dijo burlón y no se esperó que Taehyung lo obedeciera.
- Házmelo ya, por favor. - Dijo veloz.
- Pídemelo una vez más, ¿mh? Sé un buen chico.
- Maldita sea, Yoongi. Ya, por favor, ya házmelo. - Se retorció bajo su cuerpo intentando desabotonar su propio pantalón cuando Yoongi comenzó a masturbarlo sobre la ropa; su dureza siendo palpable contra su trasero.
Min lo dejó forcejear por si solo hasta que lo vio bajarse toscamente el pantalón y la ropa interior hasta las rodillas y volver a acomodar dócilmente sus palmas en la madera de la mesa, completamente expuesto para él.
Contempló su espalda, la línea de su cintura y por último, la voluminosidad de su trasero. La piel tersa y suave que conocía bien y que había deseado por tanto tiempo estaba ahí, tan caliente y disponible para él.
Le rodeó la cintura con ambos brazos, pegando su pecho a la espalda cálida de Kim y lo escuchó gemir ahogado cuando comenzó a restregar su erección entre sus nalgas ahora expuestas.
- Quítate la jodida camisa. - Exigió Taehyung. - Quiero sentir tu piel contra la mía.
Yoongi sonrió al verlo así, con la piel enrojecida por el calor de sus acciones, con el cabello revuelto que antes había estado impecablemente peinado y con esa necesidad de él en cada palabra y cada gesto.
- Lo que tú pidas. - Se sacó la camisa y volvió a rodearlo con sus brazos, sintiendo a Kim estremecerse con el contacto. El menor ladeó su cabeza y Yoongi atrapó sus labios, comenzando a mover su erección contra él. - ¿Estás listo? - Kim asintió ansioso.
Yoongi interrumpió el beso e introdujo dos dedos en la boca del menor, acto seguido, escupió sobre la palma de su mano para llevarla a la entrada caliente y constreñida del menor, embadurnando con su saliva la zona para comenzar a acariciar con las yemas de sus dedos índice y medio.
Los gemidos de Kim se agudizaban mientras Yoongi entraba y salía de dentro de él. Acariciando y dilatando.
- Shh. - Siseó en su oído. - Recuerda cómo era, ángel. Debemos ser silenciosos. No queremos que vengan a molestar, ¿o sí?
- N-no.
- Perfecto, entonces aguanta, ¿mh?
Y Taehyung soltó un hondo gemido que Yoongi sofocó con la palma de su mano, cuando se enterró en él.
Podía sentir la palma húmeda por todas las veces que Taehyung buscó lamer y chupar sus dedos, mas Yoongi no la retiraría porque si lo hacía estaba seguro de que todos los hombres en el pasillo escucharían lo agudo que Taehyung podía gemir y esos sonidos no debían ser escuchados por nadie que no fuera él.
Min enterraba su miembro fuerte y profundo en su interior, entrando y saliendo rápido y luego lento, rozando y acariciando ese punto en su interior que lo hacía flaquear y derretirse.
Las mordidas en su cuello y su hombro le encendían aún más, y cuando Yoongi comenzó a masturbarlo con su mano libre, se retorció con intensidad bajo su toque.
Las estocadas seguían constantes y los bombeos a su hombría hicieron que en un par de movimiento más, chorros de esperma bañaran la mesa bajo él.
El cuerpo de Taehyung temblaba luego del intenso orgasmo y bastaron solo un par de estocadas más para que Yoongi gruñera bajo cuando lo golpeó el clímax, corriéndose dentro del menor.
Yoongi se dejó caer sobre la espalda de Kim mientras las respiraciones de los dos buscaban acompasarse. Una vez que sus corazones bajaron de ritmo, Min lo abrazó por la espalda y tiró de él para recostarse sobre el piso con Taehyung sobre su pecho.
El menor rio bajito, y Yoongi acarició el cabello de su nuca mientras le rodeaba el cuerpo con la otra mano.
- Esta es la mejor reunión de negocios que he tenido. - Dijo divertido contra el pecho del mayor, y Yoongi sonrió.
- Definitivamente, vicepresidente Kim.
Seguían abrazados en el suelo del cubículo cuando la puerta fue tocada.
- Señor Kim. - Llamó una voz femenina desde fuera. - ¿Necesitan algo más? ¿Gustan que rellene su té?
Taehyung abrió grande los ojos y se levantó a prisa, tomando su saco para cubrirse el pecho y la entrepierna.
- ¡N-no! - Soltó alarmado. - Todo está bien.
- De acuerdo. Si necesitan algo, solo hágannoslo saber.
- Sí, g-gracias. - Exclamó, y los pasos de la mujer se alejaron.
Yoongi lo veía divertido intentar ponerse la camisa el revés y como se la volvía a quitar para acomodarla.
Min se acomodó la ropa interior y el pantalón, cerrando los botones y el cinturón luego de fajarse la camisa. Tomó su saco del piso y se lo metió por los hombros.
Se acomodó el cabello y solo un momento después, Taehyung terminaba de acomodar el resto de su ropa.
Ambos se miraron con una sonrisa avergonzada.
- 20%. - Dijo Min, y Taehyung rio.
- Deja de aprovecharte. Sabes que el 15% es justo.
Yoongi dejó una buena cantidad de billetes en la mesa y se cerró el botón del saco con una sonrisita de medio lado en la cara.
- Lamento que no podamos cerrar el trato, señor Kim. - Taehyung aguzó sus ojos, viéndolo con reproche. - Debo reconsiderar la oferta. Mi asistente se comunicará con usted para programar una segunda reunión.
Taehyung soltó una suave carcajada y meneó la cabeza.
- De acuerdo. - Dijo extendiendo su mano al frente, y Min la tomó, sacudiéndolas ambos con suavidad. - La paciencia es una de mis virtudes.
- Desafortunadamente no es una de las mías, vicepresidente, así que esté al pendiente de su celular en las siguientes horas.
- Estaré esperando. - Le dijo mientras se mordía el labio inferior, y Min soltó su mano, dándole una última mirada y una sonrisa antes de salir del lugar.
Fin.
24/04/23
Okey, okey, okey.
No he dormido.
Me acosté y se me vino esta historia a la cabeza, así que me pase toda la noche escribiendo.
Me muero de sueño, así que si hay algún error, discúlpenme.
Si encuentran alguno, pueden dejarme alguna notita en los comentario para que pueda corregirlo más tarde.
Gracias por leer, por sus votos y comentarios.
Los quiero mucho.
-Tannieinlove
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