cincuenta y tres
Leonardo suspiro mientras miraba el cielo, sentía muchas ganas de llorar pero no le daría el gusto a nadie de verlo así; no sabía si decirle a Benjamín lo que pasaba, no quería lastimarlo ni hacerlo sentir culpable.Su pecho pesaba como si le hubieran puesto una piedra en él, le costaba un poco respirar y aguantar las lágrimas que amenazaban con caer; ¿Que le diría a su familia?, ¿Su padre estaría decepcionado?......aunque esplinter lo apoyaba al igual que sus hermanos él creía que se podrían sentir decepcionados de el.
Volvería a Francia para internarse en un psiquiátrico.....no vería a su familia quizás en años y Benjamín.......hay..... Benjamín; le dolería tanto despedirse de él en ese momento, aunque aún no comenzaban una relación ellos se querían.......
Su amistad se había transformado en más que eso, les costó un poco aceptarlo, ya que sabían cómo eran las reglas en la academia; pero sus corazones nunca pudieron olvidarlo, quedó marcado tan dentro de ellos que......por fin lo dejaron salir.....provocando que ambos perdieran el trabajo.
_¿Necesitas compañía?_le pregunto una voz que hizo que mirara hacia el frente
_¿Que haces aquí?_pregunto de vuelta mientras lo ignoraba
_me enteré sobre tu despido_ le dijo sentándose junto a él_ lamento mucho lo que sucedió
_yo lamento que el comandante sea un estúpido homofóbico_ le contesto el azabache suspirando
_en eso tienes razón_ sonrió mirando hacia el frente_
_¿Viniste a mostrarme tu lástima?_reclamo seriamente_ porque ahora no es el momento....
_no, nada de eso_ suspiro_ no estoy de acuerdo con lo que el comandante declaró......y esto dispuesto a mandar una queja a sus superiores por homofóbia
_eso provocará que te despidan también_ le alegó Leonardo mientras lo miraba
_no me importa_ el muchacho puso sus brazos detrás de su cabeza_ te conozco leo, desde que estuvimos en la academia y aunque los superiores piensen que tú y Benjamín sean unos raros, yo los apoyaré.....
_muchas gracias Henríquez_le sonrió Leonardo
_no tienes porqué_ sonrió de vuelta_ no te heches a morir por lo que los demás piensen de tu relación, lo importante es que tú seas feliz
Henríquez se levantó mientras Leonardo lo veía sonriendo y sorprendido, el primero se despidió con un gesto de mano para luego caminar de vuelta a la comisaría; Leonardo se quedo pensando en todo lo que converso con su ex- compañero de trabajo, y entendió que el no tenía la culpa de su amor diferente.
Ellos no eran los que tenían problemas, si no, los de los problemas eran todos aquellos que no lo aceptaban; lo importante para una pareja es ser feliz sin importar nada, ¿Porque ellos no podían pensar lo mismo?. No tenía nada de malo amarse de esa manera, sea hombre con hombre o mujer con mujer; era amor de todas maneras, suspiro mientras se levantaba también de la banca y comenzaba a caminar hacia su casa tratando de pensar bien en lo que le diría a sus hermanos debido al viaje de vuelta a Francia.
[.........]
En la comisaría todo era igual, los oficiales tomaban café con galletas cuando una ancianita entro en la jefatura con un regalo en sus manos; el comandante dejó su café en el mesón mientras sonreía viendo a la ancianita, está última miraba hacia los lados buscando a alguien.
_buenas tardes señora_ sonrió_ ¿Que desea?
_vengo a dejarle esté regalo al oficial hamato_ sonrió mientras seguía buscándolo con la mirada_ ¿Podría llamarlo?
_lo siento señora_ le comentó_ pero el oficial hamato ya no trabaja aquí..... Si gusta me puede dejar su regalo y cuando él venga a buscar sus cosas de lo entrego ¿Si?
La ancianita al ver las intenciones de comandante apretó contra su pecho el regalo, negándose a entregárselo al comandante.
_no_ reclamó_ prefiero entregárselo yo misma, ¿Sabe dónde está su casa?
_no lo sé_ le contesto secamente_ no lo tenemos
La ancianita le dio la espalda mientras avanzaba hacia la puerta.
_con policías como usted se pierden los mejores policías de su academia_ suspiro para luego irse
El comandante llenó de enojo golpeó el escritorio haciendo que el café callera sobre su pantalón, mojándolo haciéndole pensar al resto que el comandante se orino en los pantalones.
_eso se llama karma comandante_ río Henríquez llevando unas cajas sobre sus manos, que al ver la actitud de su comandante sonrió entrando en la antigua oficina de Leonardo
[...........]
Luego de que no encontrara al oficial en la comisaría, salió de ella con la caja de galletas en sus manos cabizbaja; suspiro mientras miraba el suelo sin prestar atención al camino, cuando sintió un empujón y se vio sentada en el suelo.
_¡Oh por dios!_comento la persona _ lo siento tanto
La ancianita le sonrió cerrando sus ojos mientras recibía la mano de la persona con la que chocó, cuando abrió sus ojos se encontró con Leonardo vestido de civil; el azabache se agachó a recoger el regalo que la ancianita había hecho caer en el momento del choque.
_siento haberla hecho caer_ suspiro_ ¿Está bien?, ¿Le duele algo?
_no te preocupes Leonardo_ le sonrió cerrando los ojos_ justamente te fui a buscar en la comisaría, pero no te encontré
_si_ suspiro_ ya no trabajó en la policía
_vamos a sentarnos en algún lugar y me cuentas_ le dijo mientras tomaba el brazo del azabache
Leonardo sin poder decirle que no sonrió mientras sentía como la ancianita lo tiraba fuertemente, sorprendiendo lo de la fuerza que tenía a pesar de ser una señora adulto mayor; juntos llegaron hacia el mismo parque en donde Leonardo se encontró con su compañero de trabajo, la ancianita se acomodó soltando el brazo del ex-policia mientras dejaba su regalo en sus piernas.
_quiero que me cuentes porque te despidieron_ le dijo sin esperar nada_ eres un gran policía, y me parece raro que dejen ir a un policía de tu categoría.
_pues.....porque me enamoré_ comento jugando con sus manos
_¿Te enamoraste?_la ancianita se puso cómoda_ pero eso no tiene nada de malo muchacho
_es que......me enamoré de un hombre_ comento con la voz quebrada_ y eso fue mal visto por mi superior
_cuentame porfavor
Leonardo comenzó a relatarle toda la historia que compartía con Benjamín, la ancianita lo compre día muy bien sin juzgarlo y siempre con una sonrisa en sus labios; el azabache se sentía mucho mejor al estar hablando con alguien que lo comprendía, la ancianita de vez en cuando golpeaba su mano levemente dándole apoyo.
_eso fue todo_ suspiro
_¿Fue todo?_pregunto molesta_ ¿Por un solo beso te despidieron?, Vaya idiotas
_jejej_ río por primera vez en el día_ gracias por escucharme
La ancianita le sonrió mientras se levantaba de la banca dejando el regalo a un lado limpiándose el polvo de su abrigo, leonardo la vio mientras sonreía.
_yo haré algo para ayudarte_ dijo antes de comenzar a caminar.
Leonardo quedó confundido ante las palabras de la ancianita, miró hacia la banca encontrándose con el regalo que traía cuando la hizo caer, lo tomó y se levantó
_¡Señora!_le gritó haciendo que la ancianita volteara_ ¡Su regalo!
_¡Es para ti!_respondio sonriendole_ ¡Eres un buen muchacho!
Ante esas palabras la ancianita siguió caminando, Leonardo bajó la mirada hacia el regalo sonriendo para luego volver a ver a la ancianita alejándose
CONTINUARÁ
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