Raven abrió despacio la puerta del estudio. En el ambiente flotaba ese silencio cómplice de los creadores, enfrascados en revisar las últimas grabaciones.

— ¿Ocupados? — Jaska fue el primero en verla y negó con un gesto.

— Pasa, de todos modos ya acabamos.

— ¿Saori no ha llegado aún? — preguntó ella dando una mirada alrededor.

Henkka la contempló extrañado.

— ¿Saori también venía? Pensé que era con nosotros con quien querías hablar.

— Sí, es con ustedes, pero necesito que ella también lo sepa.

En ese instante volvió a abrirse la puerta y un torbellino de azul y negro entró al estudio.

— Perdón por la demora, el tráfico está fatal. ¿De qué me perdí? — exclamó Saori.

— Por ahora nada, estábamos esperándote para empezar — Alexi parecía impaciente, se le notaba en el tono de voz.

Raven hizo un gesto para pedir silencio y comenzó.

— Ok, lo que voy a decirles no les va a gustar — su mirada se cruzó con la de Janne — pero no voy a irme como si estuviera huyendo otra vez.

— Espera ¿dijiste irte? — Alexi miró a su amigo antes de volverse hacia ella.

— A ver ¿y si dejamos que termine de hablar antes de hacer las preguntas? — Jaska, con su lógica y control de siempre, puso el orden.

Rave suspiró mientras le hacía un gesto de agradecimiento al baterista.

— La cosa es que...voy a volver a Los Ángeles.

Los ojos de Saori se agrandaron tanto que estuvieron a punto de salírsele de las órbitas. Todos estaban anonadados. Raven llevaba 6 años viviendo en Helsinki con ellos y jamás había dado muestras de querer volver a su antigua ciudad.

Las miradas se centraron en el tecladista, esperando una reacción que nunca llegó a ocurrir. En su lugar fue Alexi quien comenzó a hablar disparates.

— ¿Estás loca? ¿Irte, cómo que irte? A Los Ángeles, ¿qué tipo de broma es esa?

— ¡¡Markku, cállate!! — la voz de Saori lo dejó de piedra, después se volvió hacia su hermana — Explica esto Rave, porque ni yo estoy entendiendo nada.

— ¿Qué quieres entender? Los chicos van a juntarse de nuevo y quieren a su talismán de la suerte a su lado. No es cuestión de opciones.

Saori seguía moviendo la cabeza en gestos negativos y retorciéndose las manos.

— Los chicos...¿te refieres a Slash, Axl y Duff? Tiene que ser broma.

Esta vez le tocó negar a Raven.

— Aún no lo han hecho público, pero las cosas entre esos dos ya están, no se puede decir arregladas, pero sí mejores. Duff me llamó hace unos días para contarme.

— Espera, espera...¿Duff te llamó y no me lo habías dicho? — parecía a punto de explotar.

— ¿Y qué querías? Estaba esperando el momento adecuado.

— ¡¡Ok ya paren las dos!! — Jaska, que rara vez se molestaba, esta vez echaba chispas — Dejen de hablar cosas sin sentido y explíquennos qué rayos está pasando.

Se puso en pie y avanzó hasta Raven, sin dejar ni por un segundo de parecer molesto y mirarla a los ojos.

— Vamos Rave, estoy esperando. Todos lo estamos.

Ella respiró profundo e inició de cero.

— Hace unos días Duff me llamó, imagino que no necesito explicarles que él es el bajista de los antiguos Guns n Roses — los otros asintieron, aunque poco convencidos — y me dijo que las cosas se habían solucionado, al menos hasta un punto, que iban a volver a juntarse y salir de gira...y que me quieren de regreso.

Saori seguía consternada, Alexi había tenido que sentarse para no acabar en el suelo, Jaska y Henkka no hacían más que mirarse con cara de no entender; el único que no daba señales de estar ahí era Janne, que continuaba sentado, apoyado sobre el teclado y pensativo.

Raven se le acercó despacio, midiendo las distancias, como si esperara una reacción peor que la del batería hacía un rato.

— ¿No vas a decir nada?

Él la contempló con una mirada distante, como si fuera la primera vez que la veía, esto le chocó mil veces más que cualquier palabra brusca que pudiera decirle.

— ¿Algo de lo que diga cambiará la decisión que sé que ya tomaste? — preguntó. Raven hizo un gesto negativo. Janne se puso de pie y salió del estudio sin más comentarios, solo Alexi intentó detenerlo.

— ¿Sao? — Raven se volvió hacia su hermana, sus ojos de colores dispares estaban empañados — Saori...

— A mí no me mires Rave, este lío es cosa tuya. ¿Por qué aceptaste? ¿Por qué no le dijiste a Duff que no, que ya tienes una vida aquí?

— ¿En serio eso es lo que tú le hubieras dicho si te pedía que regresaras también?

— Raven — Henkka parecía confundido — ¿Qué tiene Saori que ver con esto?

— Nada, absolutamente nada, Henk. Solo hablaba por hablar — pero la forma como contempló a su hermana antes de salir hacía obvio el hecho de que quedaban asuntos sin esclarecer.