Retorno
Lauren llevaba en sus hombros a su pequeña hija, la pequeña no le dejaba de dar besitos en la cabeza y es que estaba muy feliz de por fin tener a sus madres juntas.
_Sofia, ven aquí, camina con nosotras, mami Lauren debe está muy cansada - pidió Alexa.
_Dejala - respondió Lauren - me gusta como me da mimos - sonrió - ¿Verdad mi cielo? - levantó la cabeza y la pequeña besó su frente.
_Hoy su profesora me felicitó - comentó Alexa - dijo que para ser una niña de cinco años, sabe dibujar muy bien, podría ser una gran artista.
_Dibujo bonito - respondió Sofía en un sonrojo.
_Llegando a casa quiero verlos, pero antes iremos a ver a la abuela - miró a Alexa - ¿Como está mi madre?
_Está mejor, espera que vallas a verla.
_Gracias por cuidarla - sonrió - en serio te lo agradezco.
_No hay de que, siempre estaré para ti.
Ambas se sonrieron con adoración, Sofia sonrojándose aún mas al ver la interacción de sus madres.
_¡Mamis! ¡beso! - pedía y ambas mujeres rieron - ¡No risa! ¡Beso!
_¿Quieres un beso? - jugó Lauren con la pequeña - ¿no serás tú quien quiere un beso? - la bajó, ahora cargándola en brazos y haciéndole cosquillas - para mí que quieres beso - besaba juguetonamente su mejilla y Sofia reía.
_Sí, tú quieres beso - Alexa se unió en las cosquillas y besaba su otra mejilla.
Las tres reían muy felices.
Hace siete años que Alexa había conocido a alguien especial para ella, la verdadera madre de Sofía la mujer se llamaba Keana y también era intersexual. Se amaban con tal locura que hasta parecían dos adolescentes enamoradas. Keana la amaba con la misma intensidad con que Alexa lo hacía, el día que se enteraron de su embarazo, estaban tan felices que lloraron de la emoción. Alexa por supuesto no dejaba de ver a Lauren, ahora la amaba como una mejor amiga. Cuando le contó, la Ojiverde se alegró mucho por ella, hasta la cargo en brazos haciendo reír a todos los oficiales.
Pero hay un motivo por la cual Sofia llama madre a Lauren, y es por que a los pocos días de enterarse del embarazo, Keana tuvo un accidente de tránsito, en donde lamentablemente perdió la vida. Alexa quedó destrozada. No pudo siquiera a ir a ver Lauren por un tiempo y cuando lo hizo, se desmoronó en los brazos de la Ojiverde al contarle lo sucedido.
Lauren sabía que Alexa no podría sola, ya que ella ya había pasado por lo mismo, así que después de insistir tanto, Alexa aceptó que Lauren la apoyara con dinero. Además de pagar el funeral, Lauren pidió a su madre que ayude a Alexa en lo que necesite.
Cada semana Alexa iba a verla y cada vez la barriga se le notaba más. Llegaron a un punto en que Lauren acariciaba su vientre y le hablaba al bebé mientras Alexa sonreía.
En una de sus visitas, Alexa sintió una fuerte contracción, estaba a punto de dar a luz. Lauren al estar presente palideció y casi se desmaya. Gritaba a todo el mundo "¡Ya viene el bebé! ¡Ya viene el bebé!" Sin ni siquiera ayudar a Alexa que se quejaba del dolor. Demi reprendió a Lauren y ayudó a Alexa a ponerse de pie. Llevándola urgentemente a la patrulla para ir al hospital.
Lauren se quedó nerviosa mirando en la dirección por donde se habian ido.
Hasta que Demi entró corriendo.
-¿¡Vas a venir o no!?
_Y-yo...¿yo? - tartamudeó - ¿tengo permiso?
_¡Si no quieres, quedate! - desapareció de inmediato.
Lauren estaba en shock por unos segundos.
_¡Esperen! - salió corriendo - ¡si voy! ¡si voy!
Demi pensaba que Lauren era la otra madre, que tal vez es una de esas parejas que pedían visita conyugal.
Lauren subió a lado de Alexa quien inhalaba con esfuerzo.
_Tranquil...
_¡No me pidas que me calme! - gritó Alexa y Lauren pegó un brinco.
****
Alexa gritaba del dolor y daba un último esfuerzo al pujar. La Ojiverde sostenía su mano estando a su lado, apoyándola.
El llanto de un bebe se logró escuchar y Lauren quedó estática. Miró a aquel pequeño y sonrió sin poder creerlo.
_Es una niña - habló el doctor - felicidades.
Lauren y Alexa se sonrieron.
Luego de unos minutos de ver el estado del bebé y limpiarla, la trajeron en una pequeña manta.
_Alexa está durmiendo - avisó al ver entrar a la enfermera.
_¿No lo desea cargar usted? - preguntó.
_¿Yo? - la enfermera asintió - pero...ella...Yo no - decia nerviosa - sí...claro.
_Aver, sujetela bien - tendió a la bebé y Lauren tenía miedo de dejarla caer - sujete su cabeza y con su otro brazo sostenga su cuerpo. No tenga miedo.
El corazón de Lauren latía con emoción al cargarla, formándose un sonrisa en sus labios y un brillo en sus ojos.
_Hola hermosa - veía con adoración a la pequeña.
La enfermera sonrió y decidió dejarlas por un momento.
_Oh por Dios, eres tan pequeña - la bebé movía sus pequeñas manos - mira tus manitas - rió - en eso si te pareces a tu madre - se burló - tu mami ahora está descansando, pero por ahora estarás conmigo - el bebé bostezo - ese bostezo me ofende ¿sabes? Ni que fuera aburrida - fruncio las cejas - soy la persona más divertida que conocerás - asintió muy segura - mira, te contaré un chiste - pensó por un segundo - habían dos borrachos durmiendo sobre ladrillos, uno despertó, tomó uno de los ladrillos y grita "¡guerra de almohadas!" Y ¡ZAZ! - sacudió a la pequeña - que le da en la cabeza.
El bebé se puso a llorar y Lauren entro en pánico.
_Shh, tranquila - la mesia con cuidado - no llores.
_¿Lauren? - Alexa despertaba.
_Lo siento, no quise despertarte - se acercó.
_Damela - sonrió al ver a su bebé.
Alexa cargó a su hija con una sonrisa y al ver a Lauren parada nerviosa, le pidió que se acercara y así lo hizo. Sentándose a lado y ambas viendo a la pequeña, quien se había quedado dormida.
Alexa habia pedido permiso a la corte de que la dejara entrar con la
pequeña y se lo concedieron. Y así Lauren vio crecer a Sofia, quien cada vez la veía como su madre y la primera vez que la llamó mamá, ambas se sorprendieron. Alexa le pidió disculpas pero Lauren sólo sonrió con adoración, diciendo que no tenia problema con aquello.
Desde ese día Sofia llama mamá a Lauren y eso hace feliz a ambas.
-¡Abuelaaa! - entraba corriendo la pequeña en aquel cuarto de hospital.
_Mi niña - Clara abrazaba a su nieta quien se había subido a la cama.
Clara había tenido una operación, sus riñones ya no funcionaban bien y tuvieron que hacerle un trasplante.
_¡Solplesa! - señaló la puerta y Clara vio entrar a Lauren, quien sonreía entre sollozos al ver a su madre.
_Hija...- los ojos de Clara se cristalizaron.
Los pitidos de la maquina comenzaron acelerarse al estar emocionada, Sofia notó esto.
_¡Ahhhhhhhh! ¡Abuelita se muele! - salió corriendo - ¡abuelita se
muele!
Alexa ingresó con preocupación al llamado de su hija quien la jalaba de la mano. Se tranquilizó al ver a madre e hija abrazadas.
_Sofia, abuelita está bien - cargó a su pequeña.
_Pelo máquina pum pum - comentó.
_Hizo pum pum por que abuelita está feliz.
Al regresar a casa de Alexa, almorzaron juntas y Sofia le enseñó todos sus juguetes a Lauren, quien no se cansaba de jugar con ella.
El mismo día Lauren tomó un abrigo y decidió salir a un lugar en especial.
_Mami ¿No velemos a Nemo? - preguntó Sofia viendo salir a Lauren, sostenía un cd de la película en las manos.
_Oh cariño, ahora tengo que salir, pero cuando vuelva la veremos ¿si? - besó su frente.
_¿Plomesa? ¿pol el meñique? - estiró su pequeña mano.
_Promesa, por el meñique - entrelazaron sus dedos.
Lauren salió de la casa y subió a su auto, lo había traído hace tan sólo unas horas. Miraba con tranquilidad toda la calle, el paisaje y ante sus ojos se le hacía hermoso. Aunque hacía frío, igualmente el sol estaba en todo su esplendor. Jamás había valorado tanto su libertad, de poder dar un simple paseo en auto mientras escucha su música favorita, o almorzar con los que quiere y probar la deliciosa comida. ¡La comida! ¡cuanto había extrañado la comida echa en casa!
Simplemente era maravilloso estar libre.
****
_Hey, tienes visita.
_¿Yo?
_Claro, mencionaron tu nombre.
La mujer entraba a la sala con mucha curiosidad, preguntándose quien la estaría esperando, una sonrisa iluminó su rostro al ver a su antigua amiga de celda, allí sentada con una sonrisa, esperándola.
_Lauren...
_Hola Kendall - la Castaña gritó de la emoción y corrió a los brazos que la esperaban. Rodeando su cuerpo con brazos y piernas, ambas riendo a carcajadas mientras daban vueltas.
_¡Estas libre! - apretó sus mejillas - ¡Idiota de mi corazón! - rodeó su cuello con su brazo y con su puño raspaba la cabeza de la Ojiverde.
_¡Ya basta! ¡duele! - reía.
Kendall bajó al suelo y ahora sí se abrazaron con cariño.
_Mirate, cuanto creciste - Kendall la admiraba - no puedo creerlo.
_Tu no has cambiado nada - sonrió.
_¿Estas bromeando? ¡mira estas patas de gallo! - señaló ofendida una pequeña arruga, que casi ni se notaba - me estoy volviendo vieja en este lugar...- comentó resignada.
Lauren entristeció, pues Kendall llevaba encerrada desde los dieciocho años y aún le falta cinco para salir en libertad.
_Pero eres una vieja hermosa y sexy - ambas rieron.
Pasaron los quince minutos de tiempo en charlas y risas, contándose las anécdotas que habían pasado durante esos años. Lauren le trajo muchos dulces y un delicioso almuerzo que desde hace mucho Kendall no disfrutaba.
Llegó la hora de despedirse.
_Te voy a extrañar - se despedían con un abrazo - te vendré a visitar todas las semanas - prometió Lauren.
_Gracias, yo también te voy a extrañar, esperaré cada semana tu llegada.
Kendall fue llevada al interior nuevamente, mientras Lauren le sonreía con cariño y se despedía con la mano.
****
_Sof...- Lauren volvía a casa.
_Shhh - salía Alexa - se quedó dormida en el sofá.
_Pero íbamos a ver una película - entró en la sala y efectivamente, la pequeña dormía.
_Pueden verla más tarde, la llevaré a su cuarto - la cargó con cuidado.
_Alexa...voy a volver a mi casa.
La mujer se detuvo.
_¿Pero...por que? ¿No estas cómoda aquí?
_Lo estoy, estoy muy bien con ustedes, me hacen sentir parte de su familia.
_Eres parte de nuestra familia, Lauren.
La Ojiverde sonrió con cariño.
_Te lo agradezco, pero es algo que debo de hacer algún día y quiero que sea lo mas pronto posible.
Alexa comprendía.
_Esta bien, pero si luego de ir ya no deseas seguir viviendo allí, aquí nosotras te esperamos.
La Ojiverde se acercó a ella y besó la cabeza de Sofi, para luego besar la mejilla de Alexa y tomar nuevamente su abrigo y abrir la puerta.
_Lauren, te olvidas esto - aviso Alexa antes que la Ojiverde saliera, entregando la bolsa negra en sus manos.
****
_Hola..."lindo hogar" - mencionó volviendo a ver el lugar donde había compartido tantos lindos momentos de su vida.
Lanzó la bolsa al sillón y caminaba observando todo el lugar con detalle. Todo estaba como lo había dejado. Vio al piso y había una gran mancha roja totalmente seca e impregnada al suelo.
Sí, todo está como lo había dejado.
Tenía las manos en los bolsillos y subía con suma tranquilidad las escaleras. Se detuvo frente a su habitación y entró lentamente , soltando un suspiro al volver a estar en aquel lugar.
Había una gran cantidad de polvo por todos lados. Volvió a ver esos pequeños cuadros y no sintió nada, ni una pizca de sentimiento. Las fotos de Camila y ella ya no le provocaban nada. Tomó una entre sus manos y observó la imagen, ambas sonriendo mientras abrazaban un gran oso de peluche.
_Hora de limpiar este lugar - pronunció al tomar todos los cuadros y bajar al patio trasero, arrojándolos al gran tacho de basura que allí se encontraba.
Las bolsas se iban acumulando al pasar las horas. Lauren se deshacía de todo, fotos, regalos, ropa y demás cosas. Quitaba el polvo con la aspiradora y trapeaba el piso, quitando aquella mancha roja que fue difícil hacerla desaparecer.
Todo estaba como antes y Lauren descansaba en la cama de su habitación. Miraba al techo pensativa, se sentía extraño estar en ese lugar, sola.
El timbre de su celular comenzó a sonar, contestando sin ganas.
_Hola...
_Mamiiiiii - Lauren sonrió - ¿donde estas? Nemo se peldió otra vez, pelo ahola es azul.
_Cariño, esa es Dori - explicó - y estoy en mi casa, tenía que limpiarla.
_Pelo esta es tu casa - hizo puchero - ¿mamá te votó? - Alexa se ofendió al escuchar eso de su hija.
_No Sofi, escucha, yo también tengo mi propia casa y debo quedarme o la casa se quedará solita ¿quieres que se quede solita?
_No...- negó.
_Entonces me quedaré, sólo por un tiempo - lo decidió.
_¿En serió? - preguntó Alexa en la otra línea.
_Solo por un mes...y si no estoy cómoda, iré con ustedes.
La noche había llegado y Lauren decidió ir a su sala. Había puesto baterías para la función eléctrica, ya que no había luz y se dispuso a ver una película para distraerse.
Reía al ver una de comedia, pero solo disimulaba hacerlo, o al menos lo intentaba. Fue a la cocina por un vaso de jugo e inconscientemente se lo sirvió en un vaso, como Camila siempre se lo daba.
Todo parecía bien pero Lauren no lo estaba, sentía que le faltaba algo. Sabía que intentaba llenar ese vacío con una nueva familia pero no podía. Amaba a Alexa y a Sofia, pero en su mente estaban otras personas, una a quien le guardaba rencor y a la otra a quien deseaba conocer. Pero no sabe como será recibida, tenía miedo, su hija ahora es una adulta y por más que intente, no será lo mismo como lo había soñado.
Se sentó con un suspiro en el sillón, sintiendo que se había sentado sobre algo. Dejó el vaso sobre la mesa y se levantó un momento.
Era la bolsa negra donde estaban sus pertenencias antes de que ingrese a su celda. Lo abrió y en ella también estaba la foto que ella misma había colocado de su hija, lo guardó en su bolsillo. Vació lo demás sobre la mesita de vidrio, no eran muchas cosas, un reloj, una pulsera, un anillo.
Un anillo de compromiso.
SU anillo de compromiso.
Lauren lo tomó con cuidado y lo observó por un momento, tragando un nudo que empezaba a formarse en su garganta. Por un momento casi se pone nostálgica pero luego bufo entre una pequeña risa, burlándose de las pequeñas iniciales que se encontraba en el interior del anillo.
_C y L - pronuncia con ironía - ¿por siempre? - caminó hacia el tacho de basura - sólo eran mentiras - dejó caer el anillo dentro.
Quizo tomar la bolsa para guardar los demás objetos pero sintió que aún había algo dentro, lo abrió y se sorprendió al ver aquel objeto allí.
Era la llave de la casa de Dinah.
"La máquina, lo había olvidado"
Tomó la llave y salió corriendo fuera de la casa. Corrió sin detenerse, hasta llegar a aquel lugar, frenando con la respiración agitada viendo aquella casa donde estaba la máquina.
Abrió la puerta.
Fue hacia el sótano.
Abrió la puerta y bajó corriendo.
Allí estaba, la máquina, nuevamente frente a ella después de tantos años. Rodeada de polvo por donde quiera que la veía. Pasó su mano lentamente por la compuerta, quitando un poco de polvo al hacerlo y logró leer la palabra "Return" escrita sobre ella.
De su bolsillo sacó la fotografía de su hija y Camila, viéndolo con detenimiento para luego volver la mirada a la máquina.
Recuerdos vinieron a su mente.
Apretó la foto en un puño, sintiendo miles de sentimientos acumularse en su corazón y mente. Recordando de por qué perdió tantos años de su existencia encerrada en esa prisión. Por que sufrió tanto cuando no lo merecía. Había perdido veinte años de su vida que no podía recuperar y... Lauren sonrió, sí podría recuperarlo.
_Quiero mi vida de vuelta.
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