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Prisionera

_Ponte esto - le ofrecían un traje de cuerpo entero color naranja a Lauren - tomalos - ofrecía nuevamente, la Ojiverde miraba a un punto muerto sin prestarle atención - mira, no tengo todo el tiempo - Lauren lo observó - entra a esa cabina y vistete - le lanzó la ropa en la cara - y deja de llorar que te ves ridícula, después de todo eres una asesina - le quitó las esposas sin delicadeza, lastimando sus muñecas - tienes cinco minutos - volvió al asiento del escritorio, pero Lauren seguía de pie sin moverse - ¡que te cambies maldita sea! - la Ojiverde pegó un brinco, y entre temblores tomó la ropa, entrando y saliendo de la cabina sólo cinco minutos después.

El oficial llamó a su colega.

_¡Demi! - la mujer ingresó - lleva a la prisionera 2703 a su celda, pasillo 15 número 356, y vigila bien sus movimientos, no vaya a querer escapar y volver a matar a alguien.

_A sus órdenes - Demi le puso nuevamente las esposas.

_Camina.

Ingresaban por un largo pasillo, donde no faltaba vigilancia ni cámaras de seguridad al estar todo realmente lleno de policías. Llegaron a otra esquina y fue cuando Lauren comenzó a oír muchas voces, giraron en el último pasillo y pudo ver muchas celdas en cada extremo.

_Vaya, vaya - una prisionera se acercó a las rejas al verla - ¡Chicas, tenemos juguete nuevo!

El bullicio y los silbidos aumentó de inmediato, las prisioneras estirando los brazos por los barrotes y pronunciando vulgaridades y amenazas que lograron asustar a Lauren.

_¡Taylor! ¡dentro de tu celda! - Demi golpeó los barrotes para que se alejara.

_¡Estoy adentro hija de puta! ¡Abre bien los ojos! - la escupió en su
uniforme, para luego echarse a reír y contagiar a todo el mundo.
La oficial estaba furiosa.

_¡Noa! - llamó a su compañero, quien no tardó mucho en aparecer a su lado - llevala al cuarto de castigo, veamos si así aprende.

_¡Eres una perra, Demi! ¿¡Crees que le tengo miedo a ese cuartucho!? - gritaba Taylor mientras era llevada por el joven policía junto a otro compañero - ¡Vas a ser mía juguete! - le gritaba a Lauren - ¡Es mejor que te hagas la idea preciosa!

A pesar de que Lauren tenía un miembro masculino, seguía siendo una mujer y tenía mucho menos fuerza que esa chica.

Tenía miedo de ella.

_Camina - volvieron a avanzar.
A medida que se iban acercando, Lauren estaba a punto de entrar en pánico. Todas esas manos tratando de alcanzarlas, los asquerosos "piropos" que le decían y todo el ruido que hacían, la ponía nerviosa.

_Es aquí - Demi abría la celda.
Había una mujer dentro que estaba sentada y apoyada en la pared, abrazaba sus piernas y escondía su rostro en ellas, sin hacer movimiento alguno.

_No quiero entrar - negó Lauren - por favor no - pedía mientras le quitaban las esposas.

_Adentro - la empujaba pero la Ojiverde se resistía - por un carajo entra.

_Soy inocente, yo no planee nada.

_¡Que ingreses! - la empujó, haciéndola caer para cerrar la celda de inmediato, antes que Lauren llegara para impedirlo.

_Saqueme de aquí - sacudía los barrotes - ¡Saqueme de aquí! ¡Solo lo hice para salvarla! ¡No planee matarlo!

Todas se reían, burlando de su infantil comportamiento y sus ridículas lágrimas. Lauren no supo por que de un momento a otro, todas se pusieron serias y parecían buscar refugio en sus celdas, miraban con miedo en su dirección, justo detrás de ella. Lo supo cuando sintió una respiración en su nuca, alguien le olía el cabello y aspiraba rozando su nariz contra su piel, estaba pegada a ella.

_Hueles bien - acariciaba su cabello - no tengas miedo - rió - no te haré nada - se alejó y Lauren soltó todo el aire que no sabía que estaba aguantando.
Giró lentamente y frente a ella estaba una chica que la miraba de pies a cabeza.

_Lastima, no eres mi tipo - sonrió - soy kendall - ofreció su mano.
La mirada de Lauren iba de ella a su mano, dudando si tomarla o no. Con cierta duda la tomó y fue jalada al pecho de la otra chica.

_No me hagas nada - cerró los ojos.

_Esta es mi celda y debes obedecer mis reglas ¿entendido? - Lauren asintió - no debes hacer mucho ruido, no debes contra decirme, no debes molestarme, no debes ocupar mi espacio y sobre todo y por ninguna razón, no debes de despertarme, si te veo ocupando mi cama, perderás uno de tus delicados dedos y si me causas algún problema con esos oficiales de mierda, lastimosamente tendré que cortar esa linda cara que tienes - acarició su mejilla - ¿entendiste? - Lauren asintió temerosa y Kendall besó su mejilla lentamente - que bueno - la empujó de nuevo contra las rejas - ahora dejame dormir - se tiró a la cama.

Lauren se deslizó hasta el suelo en un sollozó, abrazando sus piernas para sentirse protegida, no quería estar allí.

Habían pasado como unas tres horas donde Lauren no se movía de su lugar y Kendall seguía durmiendo, hasta que las celdas fueron abiertas.

"Todas al patio" se escuchó en las bocinas.

Cientos de prisioneras caminaban por el pasillo en dirección al patio, pero Lauren no quería salir y solo se refugió en una esquina. Kendall se levantó con pereza, bostezando a la vez que se dirigía a la salida, hasta que vio a Lauren a un extremo.

Sonrio y se acercó a ella, inclinándose.

_¿Segura que quieres quedarte? - Lauren asintió - bueno - alzó los hombros - si quieres estar en el cuarto de castigos con Taylor, haya tú - se puso de pie.

Lauren negó de inmediato y salió corriendo a los pasillos, provocando la risa de Kendall.

_Retierna esa chica - también salió.
Lauren caminaba intentando ser invisible para todas y hasta ahora parecia funcionar. Todas estaban pendientes de ellas mismas y no le prestaban atención, hasta que una puerta fue abierta a lo lejos y de ella era empujada Taylor quien lanzaba insultos y golpeaba la puerta.

La Ojiverde quería que la tierra la tragara, tanto fue su temor que al momento de retroceder, golpeó accidentalmente a alguien.

_¡Fijate por donde vas! - fue empujada.

Evidentemente esto no pasó desapercibido por Taylor, quien sonrió al verla y se encaminó en su dirección.

Lauren se levantó y salió corriendo, esquivaba a todas sin saber a donde ir, hasta que llegó al final del camino donde sólo habia una pared de ladrillos, quizo retroceder pero su cuerpo fue estampado a la pared de un golpe.

_¿A donde vas? - Taylor hablaba en su oído con una divertida sonrisa - vamos, sera divertido - se restregaba contra ella.

_¡Sueltame! - Lauren giró de inmediato, estrellando su puño contra su mandíbula.

_Vaya, sabes golpear - parecía que aquel golpe no la habia afectado en nada - ¿Te gusta lo rudo? - volvía a acercarse, pero antes de que la Pelinegra volviera acercarse, fue ella que con solo un golpe, la dejó casi inconsciente en el suelo

_Me gusta tu carácter, pero no perdamos el tiempo - comenzó a desabrochar los botones de su traje, sentada sobre su abdomen

Lauren volvió en si cuando comenzó a sentir unos besos en su cuello, y unas manos queriendo meterse dentro de su ropa.

_¡No me toques! ¡Sueltame! - quizo quitársela de encima, pero Taylor era más fuerte - ¡Por favor, sueltame!

Acariciaba de manera brusca y vulgar sus delicados senos, jalando su cabello hacia atrás para que Lauren abriera la boca, y poder besarla a su antojo, la Ojiverde sólo sentía repulsión. Taylor bajó su mano a su parte baja, y notó algo no tan común que la hizo detenerse.

_Vaya, vaya - sonrió - tenemos un amigo extra - lo presionaba a su antojo - y vaya que es grande, mucho mejor, serás de mis favoritas - quizo quitarle el traje por completo.

_¡Ayuda! - lloraba Lauren - ¡Alguien que me ayude! ¡Por favor! - Taylor volvía a golpearla.

Pero nadie le hacía caso, era como si nada estuviera pasando y ella no estuviera suplicando por ayuda.
Taylor bajó el traje hasta su cintura, dejando la mitad de su desnudes a la vista de todas.
De repente alguien carraspeó.

_¿Que quieres? - Taylor gruñó al ver a Kendall, quien sonreía y saludaba apoyada a la pared.

_Yo nada - alzó los hombros - ¿tú que cuentas?

La rubia la miró con extrañeza, pero decidió ignorarla.

_Ayudame - murmuró en un sollozo.

Kendall volvió carraspear.

_¿¡Que carajos quieres!? - volvió a verla con irritación.

_Yo nada - volvió a sonreír - bueno, ahora que lo dices, sí - se miraba las uñas - no quiero molestarte, por supuesto que no, es más, no me importa lo que estas haciendo, mejor siguele siguele - animó, apoyándose de un lado.

Taylor quizo continuar pero Kendall estaba demasiado cerca y sonreía mientras observaba.

_¿Se te perdió algo? - preguntó irritada.

_Sí, a mi chica, y la tienes tú ¿serias tan amable de entregarmela? - hizo un puchero.

_Deja de joder y largate, yo la vi primero.

_Amm, puede que sí, pero si te fijas bien, ahí está mi nombre, mira - señaló la mano de la Ojiverde.

Lauren y Taylor se sorprendieron cuando vieron aquel sello que decía "propiedad de Kendall"

_Vete a la mierda, ella es mía - a Kendall se le fue la sonrisa al sentir la saliva de la rubia en su rostro, le había escupido.

Kendall silbó con fuerza, y en menos de cinco segundos una docena de mujeres llegaron a su lado. Taylor río sin poder creerlo, se puso de pie dejando de lado a Lauren, quien se cubrió rápidamente, y silbó de igual manera.

Taylor y Kendall eran rivales desde que llegaron a conocerse. La  castaña le guardaba rencor después de que Taylor abusara de ella el día que llegó. Al pasar de los años, Kendall se convirtió en una de las líderes más fuertes de aquella prisión, al mismo nivel que la mujer que odiaba. Esperaba con ansias el día de su venganza, pero hasta ahora no se habia dado la oportunidad, por que todo el mundo sabia, que si esas dos se llegaban a enfrentar, estaba por seguro que alguien moriría.

Lauren no sabía que hacer, mirada con temor a los dos bandos sin sabera donde ir. Se acomodó su ropa y se arrastró rápidamente detrás de Kendall, era más seguro.

_Vamos conejita, ambas sabemos que no quieres enfrentarte a mi, en el fondo, me sigues teniendo miedo - la retó.
Kendall soltó una risa burlona.

_Desde hace mucho que no te tengo miedo oxigenada todos se rieron - sólo te advierto, que si llegas a tocar a alguna de mis chicas, te va ha ir muy mal, tú ya no reinas aquí.

_Yo tocaré a quien se me de la maldita gana, así como lo hice contigo millones de veces, ¿lo recuerdas?

_Eres una...- tomó con rudeza su uniforme, a punto de estrellar su puño contra su cara, sin embargo, Taylor ni se inmutó.

_¿Que esta pasando aquí? - llegaba un guardia - Dispersence, ahora.
Kendall la soltó de mala gana, sin dejar de verse ni un momento con ira y rencor, era evidente que se detestaban. Ambos grupos se miraron con advertencia, dejando en claro que estarían a lado de su líder siempre.

Cada quien se fue retirando, y Taylor no desaprovechó la oportunidad de pasar a lado de la castaña para comentarle.

_Recuerda, siempre serás mi puta - se retiró con una sonrisa ladeada.
Kendall apretaba los puños y mandíbula al sentir su sangre hirviendo, no veía la hora de vengarse.

_Gracias - se acercó Lauren - por defenderme.

_Vete a la mierda - la chica se fue molesta.

Lauren no tenia nada que reprocharle, después de todo, la había ayudado, aunque la mirada de Taylor, no se le iba de encima.
Después de horas volvieron a sus respectivas celdas. Y los platos con comida fueron pasados por debajo junto con una botella con agua.

_¿No cenamos en una sala? - preguntó con temor.

_Solo en el desayuno y almuerzo - Kendall comía con ganas - ¿vas a comerte eso? - señaló su plato aún lleno.

_Pues...sí - la Castaña la miró de mala manera - digo...¿no?
En un segundo su plato fue arrebatado, incluso su agua.

_No...No almorcé - susurró Lauren.
Kendall se detuvo al escuchar esto, cerro los ojos con frustración y le dejó el plato frente a ella de mala gana.

_Si no te lo terminas - comentó - te corto la garganta - se lanzó a su cama.

_Gracias - comenzó a comer.

_Vete a la mierda.

Al día siguiente, tuvo que bañarse con agua helada a las cinco de la mañana, mejor dicho, la bañaron. Desayunó algo asqueroso que ni siquiera sabía que era. Y tenía que estar a un extremo de la celda sin moverse por que a Kendall no le gusta que invadan su espacio personal.

_Anunciaré a las que tienen visita, los oficiales las guiarán a la sala en orden. Si alguna causa un problema, se cancelará la visita de todas - se escuchó por los parlantes.

_becky g
_Hailey
_Lalisa Manoban
_Cara Delevinge
_Dakota johnson

_Mina
_Lauren Jauregui
_Cailee Spaeny
_Suzy Días

Y así dieron un sin fin de nombres. La prisión era enorme y eso la hacia tener muchas salas. Ya no había necesidad de que Lauren llevara esposa, ya que todo estaba lleno de policías en cada esquina o pasillo que mirases.
Llegaron a una entrada que daba pasó a una gran sala, donde estaban llenas de mesas y asientos, y en cada una de ellas se encontraban las prisioneras con cada familiar que las habían ido a ver.

Lauren buscó con la mirada entre tanta gente, y al final de una esquina, estaba su familia. Esperándola. La oficial Demi le dio la autorización y a paso apresurado se encaminó hacia ellos, siendo recibida en brazos, primeramente por su madre quien la abrazó con todas sus fuerzas y luego por Camila, quien la abrazó con necesidad. Ah, me olvidaba de un pequeño detalle, también estaba Alexa.

La Morena mujer jugaba nerviosa con sus manos, no sabiendo si ir a abrazarla o no. Estaba Camila observándola y no quería poner incomoda la situacion al demostrar afecto hacia Lauren. Pero sonrió al ver a la Ojiverde esperándola con los brazos abiertos, y no lo dudo en ir hacia ella y abrazarla con la misma fuerza que las dos anteriores, la había extrañado mucho.

Al separarse del abrazo, la sonrisa de Alexa disminuyó al notar unas extrañas marcas alrededor del cuello de la Ojiverde. Vio con duda a Lauren y esta al darse cuenta le suplicó con la mirada que no dijera nada.

_Ya...mucho tiempo juntas - Camila jaló a Alexa para atrás - Lolo ¿Estas bien? - tomó su mejilla - ¿no te pasó nada ahí dentro verdad? - lo decía con preocupación.

Lauren con disimulo cubría su cuello con el borde del uniforme, no quería que Camila ni su madre la vieran.

_Por suerte, fue una noche tranquila, no me pasó nada - cruzaba de vez en cuando miradas con Alexa - me tocó una buena compañera y...- se dio cuenta de que su madre estaba llorando - mamá, mamá por favor, no llores - fue a abrazarla - estoy bien...

_Me duele verte así - sollozaba - tú no debes estar aquí, debes estar en casa, con tu familia.

Lauren daba pequeños suspiros tratando de no llorar, no soportaba ver a su madre así, tan desbastada y rota.

_Te vamos a sacar de aquí - comentó Camila - Justin está apelando para que reabran el caso, te aseguro que no vas a estar aquí mucho tiempo.

_Los demás también vinieron a verte, pero no pueden pasar más de tres personas - mencionó Alexa - pero igual están afuera, dicen que te dan todo su apoyo.

_Debio entrar Dinah - susurró Camila, pero fue escuchada.

_Camila, ya basta ¿Puedes detener tus celos por lo menos en esta situación? Dijo Alexa

_Es como si dijeras que deje de amar a Lolo por lo menos en esta situación - se cruzó de brazos, al igual Lauren que la miraba seriamente, Camila se puso nerviosa

_Pero amor...ella empezó - Lauren entre cerró los ojos - Lauren...- hizo berrinche - está bien, lo siento Alexa - les dio la espalda.

_Te perdono - Alexa no iba a desaprovechar la oportunidad para molestarla.

_¿¡A ella no le dices nada!?

_Ya Camila

_¡Tienen dos minutos! - gritó Demi.

_¿Pueden dejarme con Alexa un momento? - pidió Lauren.

_No - respondió tajante Camila.

_Amor, por favor.

_Esta bien Lolo - se acercó a ella - no te preocupes ¿si? No vamos a dejar que estés aquí por mucho tiempo, haré hasta lo imposible para lograr tu libertad. Te amo - unió sus labios a los de ella.

Alexa miró a otra parte.

_Te amo más, Camila - aprovechó para acariciar su vientre - los amo a los dos.

Camila unió todas sus fuerzas para separarse de Lauren, y viendo a su Ojiverde darle un tierno beso en la frente a su madre, ambas salieron ante la mirada triste de la Ojiverde.

Al ver desaparecer a sus dos amores por el pasillo, la Ojiverde dejó de ser fuerte, cayendo en su asiento en medio de sollozos, siendo abrazada de inmediato por Alexa.

_Alexa...

_No quiero estar aquí - estaba escondida en el cuello de la pequeña - es un lugar horrible, la comida es un asco, me golpean, me creen su juguete de diversión y ayer intentaron violarme.

_Es por eso esas marcas - afirmó - Lauren...dame el nombre de quienes lo intentaron.

_Alexa - levantó la cabeza.

_Tal vez pueda hacer algo, dame el nombre de esas idiotas - decía Alexa.

_Solo fue una, se llama Taylor.

_Esa tipa va a pagar por lo que te hizo, no volverá a tocarte.

_¿Como harás eso?

_Soy forense, así que tengo algunos amigos. Tal vez no pueda sacarte, pero sí puedo cuidarte. Te cuidaré hasta que salgas libre.

Lauren sonrió con nostalgia.

_Gracias Alexa, en serio muchas gracias - la volvió a abrazar - por favor no le digas esto a Camila ni a mi madre, no quiero preocuparlas más de lo que ya están.

_No te preocupes, no se los diré.

_¡Todas adentro! ¡se terminó la hora de visita!

_Ire ahora mismo a arreglar ese asunto - Alexa se levantó - hasta luego Lauren. Vendré lo antes posible.

_Hasta luego, y gracias por todo.

_¡Lo visitantes retirense! - los oficiales guiaban a todos a la salida

_¡Hey, Bay! ¡Muy graciosa, usted no es visitante! ¡Ingrese de una vez!

_Fue sin querer - mencionó al llegar a lado de Demi.

_Sí, claro - ambas rieron - ya ingresa.

_Como usted mande bella dama - besó su mejilla y se fue corriendo.
Alexa salía rápidamente de la prisión, necesitaba contactar urgentemente con alguien. Estaba por cruzar la puerta cuando chocó con un cuerpo frente a ella.

_Oh, perdone - la mujer se disculpó.

_¿Ariana? ¿Que haces aquí?

_Jefa - Ariana estaba sorprendida de verla allí.

_No estamos en horarios laborales, llámame por mi nombre.

_Sí, perdón, lo que pasa es que mi hermano es policía y lo acaban de trasladar aquí. Vine a traerle su almuerzo - señalo un bolso - ¿Y usted que hace aquí?

_Una amiga está aquí - respondió -¿sabes? tengo cosas importantes que hacer, nos vemos en el trabajo, hasta luego.

Se retiró sin siquiera esperar que Ariana responda.
Lauren buscaba un lugar en donde sentarse y poder almorzar, pero parecía que por donde iba las miradas se posaban en ella. Caminaba lentamente viendo cada mesa y fue cuando a lo lejos vio una silueta conocida. También le tenia miedo pero era a la única que "conocía". Apresuró el paso hacia Kendall, mientras las demás iban susurrando de cosas y se sorprendían de que se le acercara.

Kendall estaba sola y tenía una mesa completa para ella, comía tranquilamente cuando sintió a alguien sentarse frente a ella. Alzó la mirada sin ninguna expresión y vio a la Ojiverde quien trataba no verla y comía con temor.
Kendall apretó los dientes y en un segundo habia estrellado la bandeja de Lauren contra la pared. Asustándola. Tomó su mano con fuerza y la puso contra la mesa, haciendo una fuerte presión en ella.

_¿Que te dije sobre mi espacio personal?

_Por favor, sueltame, me estas lastimando - suplicaba Lauren, sentía como los huesos de su mano eran estrujadas con fuerza.

_Yo no soy tu amiga. No confundas las cosas sólo por que te ayude el día de ayer. No lo hice por ti. Lo hice por mí, para poder joderle el plan a esa estúpida. Así que deja las confianzas a una lado, por que en realidad no me conoces, y si lo hicieras, tendrías tanto miedo como todas aquí. Quienes sí respetan mi espacio y no andan jodiendo como tú - por fin soltó su mano, Lauren la llevó contra su pecho de inmediato.

_Lo siento - Lauren se levantó con miedo y pedía disculpas - lo siento mucho - Kendall notó que lágrimas se acumulaban en sus ojos y la Ojiverde salió casi corriendo de la sala.

_Niñita estúpida...- susurró y siguió comiendo. Pero no podia quitar la vista de la comida regada en el suelo.

Lauren habia vuelto a su celda y estaba en su lugar de siempre. En una esquina y abrazada a sus piernas, su cuerpo tembló al escuchar las rejas abrirse.
Kendall era ingresada a su celda por un guardia y al ver a Lauren suspiró frustrada, echándose en su cama con los brazos tras la cabeza y cerrando los ojos.

_Hey - escuchó Lauren, y con cierta duda levantó la mirada, pero al hacerlo sintió algo estrellarse contra su cara.
Kendall siguió durmiendo.
A los pies de Lauren estaba una bolsa de comida, y a los segundos una botella con agua se estrelló contra su cabeza.

Lauren no sabía que decir y sólo le dijo lo que era necesario.

_Gracias.

_Vete a la mierda - le dio la espalda y siguió durmiendo.

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