No la odies
Emma se encontraba sentada sobre la hierba seca, seguía afectada por lo que tuvo que ver, ver la muerte de su madre frente a sus ojos fue muy doloroso para Emma, y lo que empeoraba las cosas, la mujer que deseaba conocer por tanto tiempo, fue la culpable, fue su otra madre.
_Ella no es mi madre - murmuraba - esa no es la mujer de corazón noble, justa, sonriente y amorosa como me decía mamá - tantos años escucharla hablar de ella, describiéndola como la mujer perfecta, contándole su manera de ser con los demás y ella, admirándola como una heroína, tantos años amándola como si siempre estuviera presente, todo para verla convertida en una asesina y verla matar a su madre, le dolía tanto que un pequeño odio nacía dentro de ella.
De pronto se alarmó cuando se dio cuenta de algo, y dejando aquel sentimiento de lado, toqueteo su cuerpo con pánico una y otra vez, quedando asombrada.
Si su mamá murió ¿Por qué ella seguía viva? Lo más extraño, era que su madre le habia contestado la llamada.
Su celular comenzó a timbrar.
_Hola mamá - contestaba aún aturdida.
_Quiero que averigües que pasó con ella, Lauren no es así hija, te lo aseguro - se notaba nerviosa.
_¿Vas a defenderla? ¿Después de lo que hizo? - reclamaba - es una asesina - reprochó.
_¡Emma no es una asesina! - gritó enfadada - ¡Ella es tu madre! ¡No hables así de ella!
_Lo dices por que no viste lo que yo - gruñó - ella te disparó a sangre fría ¿¡sabes cual doloroso fue ver eso!? - gritó dolida - ¡te vi morir mamá! - sollozó - ¡vi como te mataba!
_Emma...- escuchó la voz de Ariana - tranquilizate, estas alterando a tu madre, no puedes gritar de esa manera.
_Pero tía...
_Pero nada Emma, escuchame, tu mamá conoce mejor que nadie a Lauren y si ella dice que no es así, debemos de creerle.
_No puede ser ¿ninguna me cree?
_Si te creemos Emma, lo que trato de decir es que...- no sabía que responder.
_Ni siquiera tienes una escusa tía, no existe ni una para excusar un asesinato.
_Emma - volvía hablar Camila - escuchame hija, tienes razón, lo que hizo no tiene escusa, pero creeme cuando te digo que ella es una mujer maravillosa, estoy segura que algo la llevó a cometer ese acto - hablaba en un hilo de voz - tienes que ayudarla a volver por el camino correcto, por favor, todo lo que te contaba de ella es cierto, tal vez te pido mucho pero por favor, no la odies, te lo suplico, hazla entrar en razón, traela de regreso.
_Mamá...- hizo silencio un momento - las personas cambian con el tiempo.
_Sé que ella no - negaba - ponte a pensar Emma ¿crees que ella no a sufrido? Estuvo encerrada veinte años en ese maldito lugar y yo cometí el error de dejarla, hasta ahora me arrepiento todos los días de mi decisión, no la juzgues, ella debe de estar odiandome por lo que hice, por eso te pido, por favor, hazle saber que no fue así, que yo jamás la abandone.
Emma sonrió con tristeza al escucharla llorar.
_Aun la amas...¿Verdad?
Hubo un leve silencio.
_Jamaz dejé hacerlo.
Emma suspiró, sabía toda la historia de su madre, la razón por la cuál tuvo que irse, y sí ella decía que Lauren podía cambiar, tenía que creerle.
_Está bien mamá, lo haré por ti, la traeré de regreso.
_Llegaré mañana a Miami.
_¿¡Que!? - se exaltó - no puedes hacer eso, es muy peligroso.
_No me importa, llegaré cueste lo que cueste y ahora nadie ni nada me lo va a impedir, incluso tu Emma.
_¿Tía Ariana? - llamó - Tía.
_Aqui estoy, no te preocupes, yo viajaré con ella.
_Eso no quita el riesgo, deben quedarse.
_Lo siento, hace tiempo le prometí a tu madre que la ayudaría a regresar, es hora de que lo cumpla.
_¡Pero tía!
_¡No me alces la voz! - la joven Pelinegra se quedó callada - llegaremos mañana, tú haz lo que te dijo tu madre, nos vemos - colgó.
****
Michelle volvía al callejón después de seguir a Lauren y comprobar nuevamente que iba a volver, eso la irritaba ¿Acaso no se iba a rendir?
Al llegar no vio al vago y eso la hizo suspirar ¿Que iba a hacer con tanto dinero? Lo botó al tacho de basura, después de todo, no le servirían.
Segundos después, regresaba a su presente para seguir con su objetivo, pero antes comenzó a limpiar su arma y a conseguir más balas, tenía que estar preparada si ocurre alguna urgencia. Tomó una cuchilla y lo envolvió en una tela de cuero y lo colocó al exterior de su cintura, en la espalda para prevenir cortarse.
_Tengo que seguir....- murmuraba nerviosa - tengo que seguir hasta que se rinda.
Subió nuevamente a la máquina y regresó al pasado, pero esta vez ella no tuvo que hacer nada, Harry se encargó de todo.
Michelle se encontraba rondando por el patio trasero, no se explicaba por que Lauren no había echo nada para proteger a Camila y sólo se había ido a trabajar, dejando a su merced a la castaña. Fue en el mismo instante en que estaba apunto de ingresar cuando el timbre de la casa sonó, haciendo que se escondiera y observara a la castaña ir a abrir, la Pelinegra se levantó por instinto cuando vio a Harry ingresar a la fuerza y estampar a Camila a la pared, la puerta quedando semiabierta.
Michelle veía la escena sin saber que hacer, sintió el impulso de ir a ayudarla pero sabía que tenía un objetivo y para su jodida suerte, era la misma del hombre que más odia.
Camila quizo gritar pero fue callada por la mano del chico, la castaña forcejeaba entre sollozos, intentando liberarse. La Pelinegra llevó su mano a la espalda para sacar su arma e hizo la manía de entrar, deteniéndose en la puerta, estaba batallando consigo misma.
_¡Ayud- Camila fue golpeada.
Michelle cerró los ojos al escucharla, no podía hacerlo, no podía, cayó sentada de espaldas a la pared y se cubrió los oídos con desesperación, escuchar esos gritos eran una tortura para ella, pero de todos modos los escuchaba y lograban ponerla más nerviosa.
_Callate - murmuraba - callate - comenzó a sollozar - callate.
Solo segundos después, dejó de escuchar las súplicas de Camila, y comenzó a llorar al volver a recordar el pasado, recordar lo que había marcado su vida.
Volvió a escuchar una voz algo lejana.
_¡Camila! ¿¡Estas en casa!? - la voz de Ally - ¡La puerta está abierta! ¿¡puedo pasar!?
La Pelinegra ocultó entre los arbustos al escuchar unos pasos acercarse a la puerta trasera, Harry escapaba por el muro que separaban a las viviendas sin siquiera percatarse de su presencia, Michelle lo miró con el mayor odio posible, todo esto era su culpa, si no fuera por él, nada hubiera cambiado, seguiría siendo feliz junto a Camila, hubiera estado junto a su familia.
_Infeliz - susurró para seguirlo y trepar también el muro.
En ese instante, Lauren se encontraba cara a cara con Ally, comenzando a perseguirla.
Harry se escabullía entre las rejas y salía al lado de la casa Jauregui, sonriendo triunfante al ver a su Ojiverde amiga ir tras el inocente Ally, era perfecta, así no lo acusarían y obtendría lo que quería.
_¿Y esa sonrisa? ¿Te alegra haber matado? - el chico giró asustado, abriendo los ojos del asombro al ver a una mayor Lauren frente a él
_Hola Harry, cuanto tiempo de no verte - sonrió, para luego volverse sería y abrazarlo sorpresivamente, hundiendo el cuchillo en su estómago y escuchando el jadeo de sorpresa de su "adorado amigo" sobre su oído.
_L-lauren - la morena dobló la cuchilla en lo más profundo - ¡Ahh! - el chico gritó por el sufrimiento que estaba sintiendo.
_Te odio - habló con rabia - eres la persona más despreciable que he conocido - el chico agonizaba en sus brazos - es por eso que a nadie nunca le importaste, nadie en esta vida te quizo, incluso tus padres te detestan, ¿pero sabes algo? hubo alguien, hubo una estúpida que confío en ti - sus lágrimas salían sin permiso - una niña de catorce años que cometía el peor error de su vida que fue ayudarte - lo lanzó al suelo con brusquedad, la lluvia expandía la sangre del chico por la acera - una niña que aprendió a quererte como a un hermano ¡que te protegía! ¡te cuidaba! ¡y nunca te ponía de lado! - Harry respiraba con dificultad, sin dejar de verla ni un instante - ¿¡Y tu que hiciste Harry!? ¡Dime! - lo pateó en la mandíbula, partiendo su labio - ¡Mataste a lo que más amaba en esta vida! ¡No te importó lo que yo sentiría! ¡Yo! ¡La única a quien tenías! ¡Decidiste clavarme una cuchilla por la espalda sólo por el jodido dinero! - comenzó a golpearlo en el suelo, desquitándose con él por todo lo que había sufrido, el chico no podía defenderse, sólo sentía el dolor de los golpes en su rostro y escuchaba los sollozos del hombre que consideraba su amigo - ¡Te odio!
Michelle siguió golpeándolo incluso cuando escuchó a lo lejos la sirena de la policía, los vecinos veían horrorizados a través de sus ventanas todo el crimen, la Pelinegra reaccionó cuando las luces de la patrulla alumbraron su rostro, Harry ya estaba muerto.
_¡Mantenga las manos en alto! - salía una muy joven policía, Demi -
¡No se mueva! - Michelle se puso de pie al reconocerla - ¡le dije que no se mueva!
La Pelinegra respiraba cansada, alzó las manos sobre su cabeza y bajó la mirada, vigilando con disimulo los pasos de Demi.
_Quedese quieta - la policía se acercaba con precaución - no me obligue a disparar - Demi se encontraba nerviosa, era apenas una novata.
Sin esperarse, un cuerpo se estrelló contra ella, tumbándola al suelo por completo y logrando que soltara el arma. La Pelinegra miraba con asombró lo que había ocurrido, no podía ver el rostro de la silueta por que la luz hacía sombra en su rostro al encontrase cerca de ellos, sólo los veía forcejar.
_¡Vete! - era la voz de una mujer - ¡Que te vayas! ¡Tienes que huir!
La Pelinegra la miraba incrédula, no entendía quien era esa mujer, pero de igual manera retrocedió para salir corriendo a los pocos segundos.
_¡Sueltame! - ordenaba Demi.
_Lo lamento linda - rió - me gustaría haberte conocido en otros tiempos, hasta luego - Ella la besó sorpresivamente y salió huyendo, dejando helada a Demi por haberle robado su primer beso.
Michelle frenaba dentro de un callejón y se pegaba a la pared, vigilando que nadie la seguía para así poder respirar con tranquilidad. Su sorpresa fue al ver que en la otra calle, Lauren golpeaba a Ally en otro callejón.
_¡Callate! - sacudía a la rubia - ¿¡Por que lo hiciste!?
_¡Yo no lo hice! - gritaba.
_¡No te atrevas a mertirme! ¡Tu lo hiciste!
_¡No lo hice! ¡Yo no la maté! - lloraba.
Michelle se quedó observando todo lo que sucedía, hasta que vio como Ally se iba cojeando y Lauren caía sentada, llorando por Camila, eso la hizo sentirse más humillada, llorando por alguien que no se lo merece.
_Te ves ridícula - susurró - ¿crees que en verdad te amaba? Eres una completa idiota Lauren.
Se escondió de inmediato al ver a Ally cruzar la calle y acercarse al callejón donde se encontraba. Su otro supuesta amigo, quien siempre daba escusas de por qué no iba a verla, nadie está siempre ocupado, incluso con un hijo, no había ido a verla durante los dieciocho años que faltaban de su condena ¿nunca tuvo tiempo? ¿¡Ni un solo jodido día!? No, élla la habia abandonado como los demás, la dejaron cuando más los necesitaba, la Pelinegra se sentía sola mientras ellos disfrutaban de sus alegres vidas, par de hipócritas.
Michelle sonrió levemente, sacando lentamente su cuchilla.
_Hoy voy a divertirme - se acercó a élla sigilosamente tras la espalda, cuando un auto apareció arruinando todos sus planes, era su otro hipócrita amigo.
Decidió esconderse y desaparecer de la escena.
****
Emma miraba curiosa, si su madre estaba en ese callejón ¿que hacía la otra allí? Se supone que así no era la historia, su madre joven tenía que llegar del trabajo dentro de unos minutos ¿por que llegó tan temprano?
Entonces un flash back llegó a su mente, ella había encontrado la máquina en una casa abandonada (la de Dinah) por lo que recuerda estaba llena de polvo, y su madre era dueña de aquel aparato. Pero si estuvo presa por durante veinte años, eso significa que la máquina ya existía desde antes de que la encerraran, desde hace veinte años.
Entonces...
_Oh por Dios - miraba a su joven madre irse - ella también volvió - estaba anonadada - ¿Pero cuando? - necesitaba saberlo lo antes posible, tal vez así salga de muchas dudas y por suerte, sabe donde queda esa casa.
Lauren sintió a alguien pasar corriendo por su lado, sin imaginar que esa muchacha era su futura hija.
Emma llegó frente a la casa antes que su madre, pero no estaba abandonada, estaba en buen estado por lo que podía ver, pero con un pequeño detalle, las luces estaban apagadas. Rápidamente pero con sumo silencio, comenzó a forcejear la ventana, al no poder, se fue a la otra, sonriendo cuando lo logró, la sala estaba vacía y Dinah dormía en su habitación sin percatarse de nada.
Emma encendió la linterna de su celular y bajó con cuidado al sótano, la máquina estaba allí, tenía razón, su madre de veinticuatro años también había vuelto.
Tenía que averiguar la hora exacta, tenía una leve sospecha de lo que ocurría. Escuchó a alguien acercarse y se colocó debajo de las escaleras, ocultándose gracias a la obscuridad, vio una silueta ir hasta la máquina, subir y desaparecer, era su madre.
****
Michelle regresaba una vez más, ahora observaba tras los arbustos como Lauren colocaba unas minicamaras, rió por su ingenuidad, esa fue la primera idea que tuvo y esos vídeos la condenaron, no iba a servir para nada.
Esperó tranquilamente a que la casa esté vacía y cuando observó a Camila marcharse junto a su madre para comprar el vestidos de bodas, ingresó e inició su camino hasta cada una de las cámaras, quitándolas y rompiéndolas con la ayuda de una piedra, no le importó tapar su rostro pues no la grabarían.
Al finalizar las tomó en sus manos y las tiró por los arbustos del patio trasero, terminado el trabajo se marchó a seguir vigilando a Lauren.
Lastimosamente para ella, le aburrió tanto sólo verse escribiendo números y jugar con cables y robots, que se quedó profundamente dormida a las afueras del edificio, sobre una banca.
Al despertar se dio cuenta que ya era de noche, había estado tan cansada que se durmió todo el día, maldijo en un susurro e inmediatamente salió disparada hacia su casa, tenía que detenerse, por así decirlo, de cometer el mismo error por segunda vez.
Mientras se apresuraba a ir, ella también se dio cuenta de algo, no llovía como siempre lo hacía, era muy extraño pero no era tiempo de pensar en eso.
Se frenó frente a la ventana y vio a Harry queriendo golpear a Camila en el suelo, y a ella misma a punto de entrar, no podía ser posible, tenia que detenerla, pero si entraba por la puerta principal, estaba segura que le dispararía a ella, decidió ir por la reja de al lado y en el camino sacó su ya habitual pasamontañas, colocándoselo al instante que llegó detras de Lauren, quien alzaba el arma para disparar.
De inmediato saltó sobre ella y ambas cayeron al piso, la joven Ojiverde golpeándose fuertemente la cabeza a un lado de la cocina. Harry se percató de esto y salió corriendo tratando de huir, pero Michelle no estaba dispuesta a permitírselo. En solo segundos lo abrazaba por el cuello y enterraba en lo más profundo de su pecho, la cuchilla que ya antes lo había matado.
_¿A donde crees que ibas? - susurró sobre su oído, para luego lanzarlo al suelo para que agonizara, inmediatamente giró su mirada a Camila, quien la miró aterrada y trató de gatear hasta Lauren que intentaba levantarse pero estaba mareada por el golpe.
La atrapó de su tobillo derecho y la arrastró hacia ella, levantándola para acabar con ella de manera rápida, de un solo disparo.
_¡Dejala! - se percató de Lauren y antes de que llegara a su lado la apuntó con el arma, la joven Ojiverde no lo sabia, pero podría haberla salvado en ese instante, Michelle no le haría daño - tranquilo - pedía - sólo no la hagas daño.
Michelle se mantenía quieta.
_Te lo ruego - suplicó Lauren - por favor dejala ¿quieres dinero? Yo tengo mucho, sólo pidelo - trataba de negociar - te lo entregó todo si es lo que quieres pero sueltala, por favor - mencionó, teniendo la esperanza del que el sujeto recapacite.
Michelle no dejaba de observarlas, pensándolo realmente en su pedido al ver la forma en cómo se miraban, parecían necesitarse a su lado, veía amor, un amor que hace mucho no presenciaba.
¿Y si la que se rendía era ella? ¿podria darse una nueva oportunidad? Tal vez...todo cambie, tal vez ahora si podría ser feliz, quizás no ella en si, pero sí su otro yo, tendría la vida que siempre deseó.
Dudosamente soltó a la castaña y se encaminó de manera cautelosa hasta la puerta, dudando si estaba haciendo lo correcto. Pero al instante en que cerró la puerta, se detuvo, no había echo todo aquello en vano, no había manchado sus manos de sangre para que quizás Camila vuelva a traicionarla.
Suspiró y sin pensarlo demasiado, abrió la puerta nuevamente y disparó directo en la espalda de Camila, quien estaba siendo abrazada en ese momento por Lauren.
Escuchó los gritos y llanto por parte de la joven Ojiverde, quien le pedía una y otra vez que la matara, que acabara con esto de una vez, los ojos de Michelle se cristalizaron y decidió marcharse, no queriendo escucharla más.
Emma miraba con dolor todo lo que había sucedido, había llegado apenas unos segundos y había entrado por el mismo lugar que sus dos madres, ahora entendía por qué su mamá defendía tanto a Lauren, esa mujer que abrazaba y lloraba a la castaña, estaba dispuesta a darlo todo por la mujer que amaba.
Ella si era la mujer que su madre relató durante toda su vida.
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