Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Arrepentimiento

Emma conversaba con Ariana en la sala mientras esperaba a que sus madres terminaran de conversar.

Ariana temía que ahora que recuperó a su madre, quizás la dejara de lado ya que seguramente ella tendría que volver a Canada, y la extrañaría demasiado después de prácticamente criarla desde que era apenas un bebé.

Esa conversación estaba siendo difícil para ambas, cuando el timbre de la casa las interrumpió.
Emma se disculpó con su tía y se dirigió a la puerta, encontrándose con una delgada castaña con una niña que sujetaba su mano.

_¿Sí?

_¿Tú qué haces aquí? - Alexa la miró incrédula, era la chica de que había ido a su casa a preguntar por Lauren - ¿como entraste?

_Pues...- Emma divagó - mi madre me dejó pasar.

_No es cielto - interfirió la pequeña - esta es la casa de mi mami - fruncio los ceños.

_¿Tu qué? - Emma quedó estupefacta.

_¿Dijiste tu madre? - preguntó Alexa, la joven Pelinegra sólo asintió aún sorprendida - eres...- reconoció esa mirada Marrón - ¿eres hija de Camila?

_Sí...- salió del shock - ¿¡tengo una hermanita!?

_¿Camila está aquí? - Alexa comenzaba a fruncir los ceños con molestia.

En ese instante Lauren junto a Camila bajaban del segundo piso, tenían unas pequeñas sonrisas cada vez que se miraban, sin percatarse de la presencia de Alexa y la pequeña Sofia. Hasta que ella corrió y abrazó las piernas de su madre.

_¡Mami! - Sofia rió por casi hacer caer a la Pelinegra - ¡No te fuiste! ¡Te quedaste!

Camila miraba confundida a la pequeña. Se sorprendió aún más cuando Alexa llegó frente a ella con una mirada intimidante.

_Qué...- Camila no pudo continuar por la bofetada que había recibido.

_¡Alexa! - Lauren interfirió entre ambas. Tomó por los hombros a su amiga quien quería volver a abofetear a la castaña

_¡Tranquilizate!

_¿¡Donde estuviste todo este tiempo!? - Alexa pedía explicaciones - ¡Eres una maldita idiota! ¡Como pudiste dejarla de ese modo!

_¡Alexa! - Lauren la alejada con esfuerzo - ¡Dejame explicarte! ¡No hagas este escándalo frente a Sofia!

Emma y Ariana estaban en shock.
Camila miraba a la pequeña quien también la miraba curiosa. Volvió su vista hacia Lauren quien trataba de tranquilizar a Alexa a la vez que acariciaba su cabello al hablarle y ella parecía calmarse con sus palabras, como si su relación se hubiera fortalecido más que nunca.

Sintió una opresión en el pecho al tener una idea de lo que habia sucedido ante su larga ausencia.
¿Habian formado una familia?

_Camila - Lauren llegó a ella - ¿Estás bien? - observó su mejilla - lo siento, es que ella piensa que...

_Lo entiendo - asintió - no te preocupes.

_Mami - Sofia abrazó su pierna - ¿Quien es ella? ¿Es tu amante?

Silencio absoluto. 

_Sofi - Lauren se inclinó a su estatura - mira...cuando lleguemos a casa, tú y yo tendremos un pequeña conversación, ¿Sí?

_Está bien - asintió - pero esa niñita lala no deja de miralme - apuntó a Emma.

_Emma - pidió Lauren y la joven Pelinegra giró a ver hacia otro lado - Sofia, ve con mami a casa, ¿sí? Luego iré yo.

La pequeña tomó la mano de su madre y caminó junto a ella. Alexa miró por última vez a Camila con molestia y advirtiendo a Lauren que tenía que contarle todo, se marchó del lugar.

_Así que tú y Alexa...

_¡No! - se adelantó Lauren - ¡No pasó nada entre nosotras! ¡nada! ¡cero! ¡ni un besito!

_Pero la niña...

_Ella me dice mamá por otra razón - explicó - como te dije arriba Camila, tengo muchas cosas que contarte.

Había pasado tres meses desde que Camila y Lauren habían vuelto a estar juntas. Todo parecía volver a la normalidad, como si nada hubiera pasado. Pero ese temor de volver a separarse por culpa de ese hombre, siempre las mantenían alertas. Lauren habia tratado de averiguar la identidad de ese chico, pero no pudo hayar nada mas que sólo las palabras de Ariana y muy a su pesar, su búsqueda cesó al no saber cómo continuar.

****

Alessandro por su parte, no sabía lo que su hermano tramaba. Dinah se había recuperado hace semanas y Louis sólo venía a verlos unos segundos y volvía a irse, sin decirle absolutamente nada.
El pelinegro intentó hablar muchas veces con su aún esposa, pero ella lo rechaza en cada intento. No le dirigía la palabra y sólo hablaba lo necesario. Llevaba viviendo encerrada en su casa junto a sus hijos, ellos no sabían nada por la actitud normal de su madre, y vivían su vida normal.

Alessandro le había contado a Dinah sobre la amenaza de Louis, y aunque ella decidió creerle y no arriesgar a sus hijos en un intento de huir, aún no perdonaba todas las mentiras que había ocultado, y mas aún que haya llegado a hacerle daño a sus amigas.

_¿Quieres que te ayude? - Alessandro jugaba nervioso con sus manos. Veía desde la entrada de la cocina a su esposa lavar los trastes con expresión serena. Ella no contestó nada, y siguió en lo que estaba haciendo - puedo...secar los platos - se acercó lentamente a su lado. Tomó uno para poder ayudar pero se le fue arrebatado.

_No necesito tu ayuda - ni siquiera giró a verlo.

_Entonces...puedo barrer.

_Te dije que no necesito tu ayuda, vete.

_Pero...

_¡Que te largues! ¡No quiero verte! - su voz se quebró.

_Dinah...- se acercó con temor tras su espalda, y con miedo a su reacción, rodeó sus brazos por su cintura, abrazándola.

Los ojos de Dinah volvían a humedecerse.

_Alejate.

_Perdoname - apoyó su frente en su nuca y cerró los ojos, dando un leve suspiró - por favor, no quiero perderte. Te amo, cariño. En serio lo hago.

_¿Quieres que te perdoné? - giró entre sus brazos, quedando cara a cara. Alessandro sólo asintió con arrepentimiento - entonces alejate de él - pidió - ya no contestes sus llamadas, ya no lo obedezcas. Te conozco, Alessandro. Él te está manipulando, ya no lo permitas.

_No puedo hacerlo - comentó con frustración - podría dañar a nuestros hijos, así como te dañó a ti. No quiero que eso pase.

_Podemos denunciarlo, podemos hacer algo.

_No es tan fácil, Dinah.

_¿Y hacer todo esto es fácil para ti?

_No, no es lo que quise decir - negó con temor de que se alejara - sólo...No puedo hacerlo. Él es juez. Tiene importantes contactos. Además...- bajó la mirada - El que saldría perdiendo sería yo.

_¿Por qué? Él fue quien planeó todo esto.

Hubo un leve silencio, a Alessandro le dolía lo que habia descubierto hace unos días. Le había resultado difícil aceptar los verdaderos planes de su hermano.

_Mi hermano en verdad no me quiere - sus ojos se humedecieron - a pesar de ser su única familia, él tenía planeado echarme la culpa de todo. Es por eso que él no hizo nada, desde un comienzo todo lo hice yo. Yo viajé a Canada, yo hice desaparecer al abogado, yo evité que Camila se marchara y fui yo quien la dejó en ese estado - Alessandro le había contado absolutamente todo desde el primer día que Dinah había dejado el hospital. Ya no quería ocultarle nada - todas las pruebas están en mi contra. Ni siquiera existe algún tipo de mensaje, todo fue llamadas, y no sería nada raro que él me llame, ya que es mi hermano. Él solo me utilizó para poder vengarse. Y yo caí como un idiota al pensar que así el se sentiría mejor ante la muerte de Harry. Lo siento - lloró - no quería llegar a esto. No quería que nada de esto pase, pero luego él me amenazó con lastimarte, y comencé a tomar malas decisiones.

_Y a pesar de lo que descubriste...¿aun piensas ayudarlo? - le dolía verlo llorar.

_No tengo otra opción. Si no lo hago, él me enviará a la cárcel...y lo que mas temo, es que les haga daño y yo no esté para protegerlos. No podría soportarlo.

_¿Te das cuenta que eso fue lo mismo que tú hiciste con Camila y Lauren? Ellas no tenían la culpa de nada.

_Lo sé - aceptaba - es por eso que estoy arrepentido, siempre lo he estado. Pero Louis tiene razón, soy un cobarde, tengo tanto miedo de enfrentarlo que sólo lo obedezco.

_No eres un cobarde - Dinah se acercó mas a el, tomando sus mejillas - una vez lo enfrentaste, yo lo vi, ¿no lo recuerdas? - Alessandro negó - en el hospital, cuando me estaba haciendo daño, tú lo tomaste de los hombros y lo empujaste, me defendiste.

_No podía permitir que te hiciera daño - comentó - tú no mereces eso.

Dinah sonrió.

_Alessandro...- el pelinegro la miró con un brillo en los ojos, tenía la esperanza de que lo perdonara - me dijiste que tenías un plan - Alessandro asintió - ¿cual es?

_Es...es algo un poco difícil. Si lo hago...él terminaría en la cárcel.

_Eso es perfecto.

_Junto a mí...- la sonrisa de Dinah desapareció - primero voy a grabarnos. Infiltraré un micrófono en una de mis muñecas. Luego...cuando viajemos a Miami, daré aviso a la policía para que vigilen todos nuestros pasos, así podrán impedir y detenerlo cuando intente algo. Tengo en claro que también me arrestarán...y tengo miedo, pero quiero que ustedes estén bien. Sé que cometí errores...Pero ya no quiero hacerlo, quiero hacer lo correcto.

_Y harás bien - tenía la mirada melancólica - este si es El Alessandro del cual me enamoré.

_Eso quiere decir...- la miraba esperanzado.

_No, Alessandro - negó - aún es muy pronto para poder perdonarte.

_Al menos...- dijo nervioso - ¿podría abrazarte?

_Ya lo estás haciendo.

_Sí pero...me refiero...a que tú también lo hagas - estaba sonrojado - es que...te extraño.

Dinah no respondió, sus brazos lo hicieron por ella en el momento que abrazó cariñosamente  Alessandro, y el se escondió en su cuello, cerró los ojos volviendo a sentir su calor y la abrazó con mas necesidad, al igual que Dinah.
Y como ya era costumbre, una llamada los interrumpió. Alessandro se separó de su esposa y al ver la pantalla de su celular, vio con mirada fría el nombre de su hermano.
La llamada se cortó, y a los segundos llegó un mensaje.

_Tengo que irme - guardó su celular.

_¿Qué es lo que pasó? - Alessandro tenía una expresión nerviosa. El pelinegro suspiró un momento, y lentamente subió la manga de su chaqueta, tenia un diminuto micrófono escondido - ¿Lo harás ahora?

_No puedo dejar pasar más tiempo - volvió a cubrirlo - trataré de hacerlo hablar, pero quiero que me ayudes en algo.

_¿En que?

Alessandro caminó hasta la mochila que tenia en el sillón y regresó con ella. Sacó una laptop y se lo entregó en las manos a su esposa. Ella lo miraba sin entender.

_Aquí se grabará todo, podrás escuchar lo que hablamos, quiero que sepas que no te estoy mintiendo, quiero que vuelvas a confiar en mí.

Sólo minutos después, Alessandro estacionaba su auto frente a un pequeño almacén abandonado.
Encendió el micrófono antes de acercarse a la puerta.

_Pasa, tardaste demasiado - Louis regresaba a la mesa y Alessandro cerraba la puerta tras el.

_¿Para qué querías verme? - se acercó frente a él.

_¿Acaso no puedo ver a mi hermano menor? - rió.

_No estoy para juegos, Louis.

_¿Ahora por qué esa actitud? - tomaba de su café - mira, tú solo sientate, seguro ya están llegando.

_¿Llegando? ¿Quienes van a venir?

_No creiste que íbamos a hacer esto solos, ¿o sí?

_¿Para qué quieres más gente? Sólo son Lauren y Camila.

_En eso te equivocas - se puso de pie - ellas seguro ya habrán hablado de ti, ahora no estarán solas, tendrán a los demás que las ayuden, al igual que nosotros.

_Pero...- golpearon la puerta.

_Oh, ya llegaron - se dirigió a la puerta - dales la bienvenida, hermanito - sonrió.

Alessandro observó incrédulo a esas cuatro personas que ingresaron y se detuvieron justo frente a el, formando una fila. Pero su mirada no se quitaba de uno en especial, uno que ya conocía.

_Hola, ex jefecito - sonrió.

_¿Shawn...? - Dinah, quien estaba escuchando todo, también quedó asombrada.

_Ella es Lucia - presentó Louis - fue parte de la policía, hasta que la despidieron - rió - Adivina quien fue la culpable - Lucia se veía molesta al recordarlo - Nada más y nada menos que Lauren - rió aún más - es perfecto. Luego de eso no pudo conseguir dinero a tiempo para la operación de su madre y pues...Ya sabes.

_Hola - saludó otra chica - yo soy Macarena .

_Y yo soy Jackson - tendió su mano como saludo, pero Alessandro lo ignoró. 

Alessandro tomó del brazo a su hermano y lo alejó a una esquina para poder conversar. Los demás sólo se acomodaron en cualquier lugar.

_¿Por qué los llamaste? ¿Qué es exactamente lo que van a hacer?

_Ya te lo dije, nos van a ayudar.

_¿¡Pero a qué!? ¿Y qué les ofreciste para que acepten? No tenemos nada que ofrecerles.

_Nosotros no, pero Lauren sí. Tiene mucho dinero en el banco, y cuando esto acabe, el dinero ya no tendrá dueño, y yo como juez, dictaminare lo que se haga con el.

****

En casa de Lauren, Emma intentaba recuperar el tiempo que habia perdido con su familia, bueno, ahora incluida a Ariana.

Hace solo unas horas, Lauren le había pedido una cita a Camila, como en señal de un nuevo comienzo y la castaña sin dudarlo, aceptó.

Ahora Emma tranquilizaba a su madre mientras la ayudaba a arreglarse el pequeño moño de su cuello.

_¿Sabes que? Mejor el moño no - se lo quitó, estaba sudando y eso que no hacía calor.

_Pero te queda bien, no estés nerviosa, parece como si fuera tu primera cita - Lauren miró hacia otro lado - no puede ser...¿es tu primera cita? ¡Pero si ya hasta me tuvieron!

_Bueno...lo de nosotras nació desde niñas, no sabemos exactamente donde comenzó nuestra relación en si, hasta que tu madre me pidió ser su novia.

_Pero ya muchas veces habrán salido - Lauren asintió - entonces esto es igual, mamá - Lauren sonrió, desde hace ya un buen tiempo que la llama así - no tienes por qué preocuparte, mamá es feliz con solo verte.

_¿Crees que ella también esté nerviosa?

_Conociendo a mi madre, mmmm...creo que ella está igual.

****

_¿Que lencería uso? - preguntaba Camila sin saber exactamente cuál usar.

_Creo que mejor el rojo - respondió Ariana.

****

Alessandro escuchaba la conversación de su hermano con los demás mientras seguía con la mirada seria, no quería verse intimidado por el resto.

_¿Asi que era esto por lo cual renunciaste? - Shawn se sentaba a su lado - quien lo diría, tan bueno que parecías - rió - y también lograste atrapar a Dinah, que bien - Alessandro lo ignoraba - oye, ¿y tu querida esposa sabe la clase de hombre que tiene? - silencio - ¿no vas a responderme?

_No quiero hablar con ninguno de ustedes - estaba dispuesto a irse.

_Hey, espera - lo tomó de la muñeca - ¿por que actúas así? 

_Sueltame - quería zafarse, estaba presionando el micrófono.

_Ahora no me puedes ordenar, ¿ok? - se puso de pie sin soltarlo - ahora tu no mandas...- se quedó en silencio cuando sintió algo extraño en su mano. El nerviosismo de Alessandro aumentaba, más aún por la mirada de sospecha que le lanzó Shawn.

_¡Que me sueltes! - Shawn lo sujetó más fuerte, llamando la atención de todos. Alessandro intentaba zafarse.

_¿Que es lo que traes aquí? - forcejeó con Alessandro para poder alzar la manga de su chaqueta, descubriendo el micrófono escondido y arrancándolo rápidamente - ¡Es un maldito micrófono!
Alessandro retrocedió con temor ante las miradas de molestia de todos.

_¿Qué planeabas hacer? - Louis se acercó. Tomó el micrófono y lo analizó, viendo con más molestia a Alessandro quien estaba aterrado - esto está conecta a algo, alguien está escuchando, ¿cierto? - El pelinegro no respondió. Dinah se puso de pie preocupada, no sabía qué hacer - dime quien es - Alessandro seguia sin responder - ¿Es Dinah? - Louis notó su tensión - así que es ella.

_¡No es ella! ¡No la metas en esto!

_Voy por ella - les comentó a los demás - ustedes amarrenlo - le entregó el micrófono a Lucia, dirigiéndose a la puerta.

Shawn atrapó a Alessandro cuando intentó correr.

_¡Mira debajo de la mesa! - gritó de la nada, Louis lo miró incrédulo sin lograr comprender - ¡Busca debajo de la mesa! - hasta que lo comprendió, Alessandro gritaba en dirección al micrófono.

_¡Cubranle la boca! - Shawn así lo hizo - ¡Y destrocen ese aparato! - salió deprisa en dirección a su auto.

Dinah buscaba desesperada debajo de la mesa, encontrando unas llaves pegados con cinta en una esquina.

Las quitó rápidamente y corrió al segundo piso, donde sus hijos se encontraban durmiendo. Despertó a la mayor de nueve años y diciéndole que baje al primer piso, fue por los otros dos, su pequeña de siete y el menor de cinco.

_Mami, ¿Que ocurre? - la mayor bostezaba en el sillón, viendo a su madre bajar rápidamente junto a sus dos hermanos.

_Tenemos que irnos - tomó la laptop, se lo entregó a su hija, y se apresuró a abrir la puerta. Pero había otra llave mas, lo observó y se dio cuenta que era la llave de su auto - vamos - salió junto a sus hijos.

Dinah les puso a cada uno el cinturón de seguridad y subiéndose al asiento del piloto, retrocedió para luego alejarse de la casa por completo.

_¡Aquí hay comida! - la mayor rebuscaba en la parte de atrás.

_¡Dianne! ¡Vuelve a tu lugar! - mandó Dinah.

_¡Y también está mi videojuego! - se asomaba su otra hija.

_¡Tomen asiento las dos! ¡Estoy conduciendo! - las niñas obedecieron.

_¿Y papá? - fue la pequeña voz de su hijo menor que la hizo sensibilizarse aún mas.

_Es cierto, ¿donde está papá?

Louis salía echo una furia de la casa de su hermano, no había encontrado a Dinah por ningún lado.

Tomó su celular y llamó a sus aliados.

_¡Denle su merecido a ese traidor! ¡No me importa si es mi hermano! ¡Golpeenlo hasta que el maldito perro muera! Colgó.

_Ya lo oyeron - pronunciaba Jackson - acabemos con el de una vez.

_Pero...es su hermano - opinó Macarena.

Alessandro estaba atado de manos y pies en el suelo.

_Pero así lo ordenó - Shawn llegó frente al pelinegro - después de esto, seremos millonarios.

_No...- Alessandro sollozaba - por favor, no
Shawn daba el primer golpe.

****

Lauren veía completamente embobada lo hermosa que estaba Camila con aquel vestido negro. La había dejado sin palabras al instante de verla.

_Lauren, ya - Camila sonreía sonrojada - llevamos media hora cenando y aún sigues sin probar ni un bocado, te haz pasado toda la noche mirandome.

_¿Y como no hacerlo? ¡mirate! ¡Estas hermosa!

_No exageres, no estoy igual a como era de mas joven.

_Como qué...¿como que no? - fue una ofensa para Lauren - Camila - tomó su mano - sigues siendo igual de hermosa, puedo decir que incluso más a cuando tenías veinte.

_Pero...con estas muletas, no sé...No me siento atractiva.

Lauren suspiró

_Camz, ¿ves esta cicatriz? - señaló su mejilla - antes no me sentía atractiva para nada, sentía vergüenza que me miraran a la cara porque pensé que les daría asco. ¿pero sabes cuándo entendí que soy completamente hermosa y sexy? - ambas rieron por la forma en que lo dijo - cuando vi que tus ojos me miraron con el mismo amor de siempre - besó su mano - con el mismo cariño...- volvió a besarla - y con el mismo deseo - sonrieron - Ahora dime, ¿puedes ver la manera en que te miro? ¿La manera en que te quiero...te amo....y te deseo?

_Sí...- asintió con una sonrisa nostálgica - puedo verlo.

_Es porque para mí tú eres la chica mas hermosa, tierna, elegante y sexy que jamás haya visto...Ya hasta estoy enamorada de tus muletas.

Ambas rieron.

****

Los golpes en el cuerpo de Alessandro seguían, a pesar de ya no tener fuerzas para moverse, seguían golpeándolo sin piedad. Tenía la mirada perdida, como si ya estuviera muerto, pero lo único que hacía era pensar en su familia, en si estarán bien, o si Louis logró atraparlos. Sus ojos botaron lágrimas al tan sólo imaginarlo y la culpabilidad carcomía todos sus pensamientos.

Su vista se volvía borrosa y su audición iba disminuyendo, estaba muriendo, el lo sabía. Podía sentir los golpes en su vientre, en su pecho, en su espalda y en su cabeza.

La sangre de su nariz y boca no parecía parar, ya ni siquiera podía pronunciar alguna palabra, ni siquiera un quejido, se sentía exhausto

Los recuerdos de su esposa llegaron a su mente, cuando aceptó ser su esposa, cuando se casaron, cuando le dio la noticia de que iba a ser padres.
Cuando vio nacer a sus hijos...
Las lágrimas de sus ojos cesaron cuando estos finalmente se cerraron, perdiendo cualquier señal de movimiento en todo su cuerpo.
Ya no había ruido, ya no había dolor, ya no había nada.

Fue cuando un auto destruyó por completo la pared de la entrada y cruzó el almacén en una excelente maniobra.

Los chicos aterrados intentaron huir de su camino, pero el auto impactó a uno de ellos, uno a quien tenía como primer objetivo.
Shawn dio un giró completo en el aire, y al caer, su cabeza fue quien golpeó el suelo primero, muriendo al instante.

El polvo de los escombros dificultó la vista de los demás, tratando de buscar a la persona que había bajado del auto, pero antes de siquiera tomar sus armas que escondían en su cintura, un disparo se oyó y Jackson caía muerto sobre los pies de las dos mujeres que lo miraban aterradas.
Dinah aparecía entre el resto de polvo que iba disipándose. Tenía los ojos humedecidos y una expresión realmente de ira.

Las dos mujeres retrocedieron con temor sin saber que hacer, la rubia sostenía aún el arma entre sus manos.

Dinah levantó el arma y disparó directo a Macarena, quien fue salvada por Lucia al empujarla y caer ambas contra el suelo.
Dinah volvió a disparar y está vez cayó en la espalda de Lucia quien protegía a la asustada chica.

Lucia no salió lastimada, puesto que llevaba un chaleco antibalas, ella era policía y siempre estaba preparada. Pateó con fuerza los tachos que se encontraban acumulados a un lado y estos cayeron delante de ellas, formando una especie de escudo y distracción para poder levantarse y escapar por la puerta trasera mientras Dinah las buscaba con la mirada.

Los tachos dejaron de rodar y las mujeres habían desaparecido.
Dinah bajó la mano con la que sujetaba el arma, y buscó rápidamente Alessandro en donde lo había visto cuando apenas cruzó por esa pared.
Lo encontró en un estado deplorable.

_Alessandro - llegó a su lado en medio de un sollozo -

_Alessandro...- lo movía en espera de una respuesta, pero el no respondía - amor...No me hagas esto - sus lágrimas caían sobre el cuerpo de su esposo - amor...- su voz se quebró al darse cuenta - no...- acarició su lastimada mejilla - no...amor - lloró, derrumbándose sobre el pecho del pelinegro

_Alessandro...
Alessandro había muerto.

Dinah había dejado a sus hijos en un lugar seguro antes de ir por Alessandro, sabía el lugar exacto en donde se encontraban, ya que el se lo había dicho antes de ir al llamado de Louis, a la espera de que se fueran lo mas lejos posible de ese lugar ante cualquier problema. Dinah no lo pensó de ese modo, no podía dejar al Hombre que amaba cuando más la necesitaba, pero lamentablemente, no llegó a tiempo, y ahora lloraba la muerte de quien fue su esposo por más de dieciocho años y a quien deseaba su perdón más que a nada, pero ahora tampoco podría escucharlo.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro