Vivienda
Lisa analizaba desde su auto la casa de Suga, miraba las calles para verificar que no hubiera mucha gente al rededor para que pudiera entrar.
Movía sus dedos sobre el volante y esperaba pacientemente. Viendo que ya no circulaban y la calle estaba completamente vacia, se apresuró a salir del coche llendo con disimulo directo a la entrada de la vivienda, tenía que apresurarse. Verificó una última vez y tocó la puerta para asegurarse de que no se encontraba , volvió a tocar y no abría.
Perfecto.
Sacó unos guantes de látex de su bolsillo y se los puso, tomó unos alambres que traía en el otro bolsillo de su casaca y observando alrededor otra vez, comenzó a forzar la cerradura, ese era un pequeño truco que había aprendido cuando quería entrar por la ventaba de Jennie.
Con calma acomodaba el alambre y ¡bingo! La puerta se abrió.
Ingresó con cautela y cerró la puerta con mucho cuidado, el lugar no era tan pequeño así que tenía que ser muy observadora. Tenia que ir donde seguramente encontraría algo que la ayude a saber la verdad, la habitación.
Subió trotando las escaleras y entró en la segunda puerta del segundo piso, conocía el lugar ya que muchas veces había visitado a su amigo. Fue directo a la mesita de noche y abrió cajón por cajón, rebuscaba entre los papeles y cuadernos que habia, tratando de hallar algo sospechoso, fue por el último cajón y en el...
No halló nada.
Se dirigió al armario y removió la ropa, buscaba entre los bolsillos de las casacas y pantalones sin obtener nada, no sabia si alegrarse por no estar hallando nada que culpe a su amigo o frustrarse por que tal vez estaba dejando pasar alguna prueba.
Bajó a los cajones bajos de aquel armario y sólo habían zapatos y corbatas. Volvió a observar todo el lugar y se dirigió al baño, nada y más nada, comenzaba a creer que era una pérdida de tiempo ¿como pensaba hallar algo cuando ya pasaron ocho meses? Decidió buscar en la sala pero antes de que cruzará la puerta su mente le avisó de algo "debajo de la cama". Retrocedió rápidamente y se agachó, no encontrando nada, con su mano rebuscó por debajo de las maderas y logró tocar algo, parecía una caja pegada a un borde. Se levanto y con mucho esfuerzo levanto el pesado colchón, confirmando su suposición, era una caja. Dejó el colchón a un lado y quiso tomarlo pero pegado a la cama, como parte de él, quiso abrirla sin sacarla pero estaba con llave. Tomó los alambres que traía y lo comenzó a forzar como lo hizo con la puerta, tan sólo unos segundos bastaron para que la caja se abriera.
En su interior había documentos, Lisa los leyó y era el contrato para vender la casa que había comprado para ella y Jennie, volvió su vista a ese pequeño escondite y había un cuaderno dentro, cuando lo tomó pudo sentir un objeto debajo de este, una caja más delgada, como un cuadro, estaba apunto de tomarlo cuando su celular comenzó a vibrar, eso la hizo asustar.
Tomó su celular y era una llamada entrante de Rosé.
_¿Que pasa? - contestó en un susurro.
_¡Debes de salir de allí ahora! ¡date prisa!
_¿Por que? - se levantó.
_¡Suga va para allá! ¡lo acabo de ver! ¡sal de allí Lisa!
_¿Que? ¡maldicion! - gruñó - Está bien Rosé, te lo agradezco.
Colgó la llamada y se apresuró a hacer todo lo mas rápido que podía, tomó aquella misteriosa cajita y guardo lo demás en su lugar, lo cerró nuevamente y acomodó el colchón.
Ordenó todo lo demas de manera rápida y salió de la habitación. Bajó corriendo las escaleras y se dirigió a la entrada.
El pomo de la puerta comenzó a girar desde afuera.
"Rayos"
Lisa retrocedió de inmediato, llendo escaleras arriba. Suga entraba a su casa algo estresado, tiró su saco en el sillón y fue a la cocina por un vaso de agua. Lisa asomó la cabeza y para su suerte no lo veia, con cierta duda fue bajando a paso lento, con su debida precaución, siempre atenta, pero el chico volvió a aparecer y se dirigía en su dirección, Lisa subió desesperada a la habitación.
El chico comenzó a subir las escaleras rumbo a su habitación mientras tomaba de su vaso de agua. Lisa no sabía que hacer, se encontraba justo detrás de la puerta y veía escondida como Suga subía.
Suga ingresó a su cuarto con naturalidad, dejó el vaso en la mesita de noche y prendió la tele, recostándose en su cama mientras Lisa estaba debajo de ella.
Habian pasado como treinta minutos donde Lisa no sabía si el chico estaba dormido o despierto y no quería arriesgarse llendo a ver. La espalda ya le dolía por estar en la misma posición y una de sus manos estaba acalambrada. La cama se removió y escuchó un ronquido, dando una señal de que el sueño le había ganado, Lisa suspiró de alivio. La tailandesa comenzó a salir lo más silencioso que podía, rogando por que no se haya equivocado y Suga sí esté dormido. Se levantó de apoco viendo al rubio quien tenía los ojos cerrados, toda la tensión se había ido. Con pasos pausados y sin quitarle la vista a Suga, retrocedió a la puerta y la abrió con sumo cuidado, cerrándola de igual manera.
Corrió escaleras abajo tropezando en el último escalón, provocando un fuerte ruido que no fue ignorado por Suga, quien despertó de sorpresa y sin dudarlo sacó el arma que tenia en su cinturón.
Lisa miró con pánico las escaleras y se levantó a tropezones corriendo a la puerta.
_¿¡Quien mierda se atreve a entrar a mi casa!? - gritó Suga bajando con rapidez las escaleras, viendo a una silueta abriendo la puerta.
Lisa se había puesto la capucha de su casaca.
La tailandesa logró salir a tiempo antes de que una bala impactara cerca de su brazo y por suerte impactó sobre la madera de la puerta al cerrarla. Suga fue tras ella pero al querer salir, no podia abrir la puerta, la removía una y otra vez pero era inútil. Con rabia golpeó la puerta y se acerco a su ventana, viendo a aquel sujeto desconocido para él, desaparecer en una esquina.
Lisa habia sido inteligente al meter aquel alambre en el orificio de la cerradura, para así atorarla y que no abriera. Llegó a su auto y subiendo se quitó la capucha, prendiendo el coche y acelerando de inmediato.
***
Rosé esperaba impaciente a Lisa, hace un buen rato que la habia llamado pero aún no aparecía. Caminaba de un lado a otro afuera de su casa mientras se mordía las uñas y miraba a los lados esperando su llegada.
Un auto apareció en una esquina, girando con velocidad y frenando en seco frente a ella, del interior salía Lisa.
Estaba bien.
_¿Que haces aqui? - preguntó Lisa - ¿no tenías que estar donde Dahyun?
_Que bueno que estés bien - la abrazó - y estoy aquí por que no pude ingresar, es una agencia de Criminología y los forenses son parte de ellos por lo tanto hay guardias por todas partes, será difícil investigarla sobre todo averiguar quiénes dictaminaron que fue un acciden....¿que es esto? - Rosé miró su propia blusa y en ella habia una mancha roja.
_Oh Dios Rosé ¿estas bien? ¿es eso sangre? - estaba preocupada.
_Yo estoy bien - tocó aquella mancha y la esparció con sus dedos - sí es sangre - confirmó - pero no es la mía - miró a Lisa y bajó su mirada a su brazo - ¡Lisa! ¡tu brazo!
La rubia observó con duda su brazo derecho y apenas se dejaba ver una cantidad de sangre salir, cayendo pequeñas gotas por su mano.
_No puede ser - ingresó de prisa dentro de la casa, siendo seguida por su amiga y ya dentro se quitó la casaca, ocasionando que más sangre saliera de aquel orificio ocasionado por la bala - ¡Ahhhh! - gritó cuando lo tocó, quería verificar que tan grave era.
_¿Quién te disparó? - Rosé venía apurada con un botiquín de emergencia - ¿fue Suga?
_Sí pero no me dio, solo me disparó una vez ¡Ahhh Rosé! ¡cuidado!
Rosé inspeccionaba la herida con una pequeña linterna.
_Tienes suerte, sólo hubo un rose pero es una gran herida. ¿no lo sentiste?
_No, solo me preocupaba que Suga no me viera.
_¿Como es que te disparó pero no te vio? Sientate en el sillón - avisó Rosé, ambas tomando asiento.
_Solo me vio la espalda, si no fuera por tu llamada me hubiera atrapaAHHHHHH! ¡ALCOHOL NOO! ¡ALCOHOL NO! - lloriqueba Lisa huyendo de Rosé al sentir un poco de aquel líquido en su brazo.
_¡Tengo que lavar la herida! ¡ven aquí!
_Lavame con aguita - rogó Lisa.
_Lisa ¡no seas llorona! - fue tras ella y la rubia retrocedió - ¿es en serio? ¡No duele!
_¡Claro que duele! - le gritó
_Lisa - se tocó la frente en modo de frustración - tu herida no deja de sangrar, sólo será un momento - pidió con amabilidad.
Lisa miró su brazo y se lo cubrió con la mano, es más que obvio que tienen que curar esa herida , la morena asistió a duras penas y con mucha lentitud y miedo se volvió a sentar.
_Tú tranquila - tomó la botella de alcohol y lo vertió sobre una tela de algodón, limpiando de apoco la herida mientras Lisa hacía gestos y apretaba los dientes - increíble - sonrió Rosé negando - no le temes a un asesino pero si al alcohol.
_Te equivocas - respondió con tranquilidad - si tengo miedo, demasiado diría yo, tengo miedo a toda esta situación y a lo que podría pasarme - quedó pensativa - pero más miedo me da no volver a verla.
Rosé detuvo lo que estaba haciendo para mirarla por un momento, admirándola. Lisa es increíble.
_¿Sabes? - continuó en su trabajo - en estos tiempos, pocas personas se aman como ustedes lo hacen, hasta me siento afortunada de apreciar su relación y ver lo que realmente es el amor.
_¿jamas te has enamorado?
_Nunca - alzó los hombros - pero veo que es algo lindo.
_Es lo más valioso y afortunado que alguien puede llegar a sentir - sonrió - como Jisoo por ti.
_Ya basta de cursilerías - rió - ya está - Rosé le había puesto una venda - ahora dime ¿hallaste algo?
_Gracias - lo decía por el vendaje - ¡Oh cierto! La caja - tomó de manera apresurada su casaca y buscó en el bolsillo, sacó el pequeño objeto ante la mirada atenta de Rosé.
_¿Que hay dentro?
_No lo sé - la quiso abrir pero tenía seguro - ¿¡por que le pone a todo seguro!?
_Dejame intentarlo - Rosé quiso tomar la caja pero Lisa la alejó.
_Yo puedo hacerlo - tomó nuevamente su casaca y busco en los bolsillos, frunciendo el ceño cuando no encontró lo que buscaba.
_¿Que ocurre? - Rosé la miraba con duda.
_No encuentro los alambres que llevé.
_¿sabes que? Dame eso - le arrebató la caja y se dirigió al sótano - la abriremos como sea.
_¿podras hacerlo? - Lisa la seguía desde atrás - será muy difícil romper...- se tragó lo que iba a decir al ver a Rosé tomar un martillo y de solo un golpe abrir aquella caja misteriosa - Oh
_Listo - se lo entregó - abrelo tú
Lisa observó el objeto en sus manos, estaba segura que no encontraría nada en contra de su amigo pero...¿por que estaba tan nerviosa? Tenía un presentimiento, no uno bueno. No lo pensó más y sin perder más tiempo, abrió aquella misteriosa caja.
Hallando lo que más temía.
_Lisa...- llamó - Lisa ¿Estas bien? - Rosé estaba preocupada. Su amiga tenia los ojos llorosos y estaba temblando sin poder quitar la vista de lo que sea que este viendo.
Justo fue el momento en que la puerta de la casa fue golpeada por un furioso Suga, había encontrado un par de alambres en la entrada de su vivienda, él sabía perfectamente de quien era, una vez Lisa le habia enseñado el truco, lo que no entendía era la razón de por qué Lisa tendría que entrar a su casa a escondidas y fue a pedir explicaciones pero no del mejor humor que digamos.
Lisa escuchó los gritos de Suga llamándola y no pudo controlar la ira que invadió su cuerpo y bloqueó su mente.
Tiró la caja y fue corriendo a la entrada, llorando de la rabia. Rosé dudando entre sí ir o no, se agachó para observar que era lo que había puesto a Lisa de esa manera.
Eran unas fotos.
_Oh Dios - Rosé se llevó la mano a la boca sin poder creer lo que sus ojos veían - Jennie...- pronunció con dolor.
Lisa abrió la puerta encontrándose cara a cara con Suga, ambos se miraban con enojó y no inmutaron ni una sola palabra. Lisa intentaba reprimir su ira apretando los puños con fuerza, pero al recordar las fotos y escuchar la voz de Suga.
Todo se salió fuera de control.
_¿Me puedes explicar...- gruñó Suga - que hacías dentro de MI vivienda?
_¿Como pudiste? - sollozó Lisa con remordimiento - ¿Como fuiste capaz de hacerlo?
_¿De que hablas? - la miraba incrédulo.
_¡Eres un maldito asesino!
Lisa dio el primer golpe.
¡voten, amenme y no me dejen!
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