Tiempo
Lisa se hallaba en una cama de hospital, sostenía entre sus manos un espejo donde había su visto rostro hace poco segundos. Sus ojos se cristalizaron al ver ese gran corte decorando su mejilla y no soporto verse por más tiempo.
Tendría aquella marca para siempre, se sentia un monstruo.
Lanzó el espejo contra la pared y comenzó a llorar, observó aquellas esposas que la mantendrían prisionera a esa fastidiosa camilla durante su estadía en el hospital, logrando que se pregunte:
"¿Meresco esto?"
****
_Recoje tus cosas y vete - mandaba Tzuyu.
_Ya les dije miles de veces que lo siento - suplicaba Somi - por favor, le juro que no sabía que Jeongyeon estaba allí, fue un error mío y lo lamento, asumo la culpa, pero por favor, necesito este empleo.
_Tu error casi nos cuesta la vida de una de nuestras internas - Tzuyu se levantaba de su asiento - un día Somi, sólo falté un solo día por que tenia otras tareas que cumplir y pasa esto.
_Lo sé - se sentia culpable - fue mi culpa, estoy dispuesta a hacerme cargo de los gastos, de su cuidado y de todo lo que sea necesario - rogaba - pero no me despida, se lo suplico.
_Lo siento Somi, has sido una buena compañero de trabajo, como novata te fue muy bien pero no podemos dejar pasar esto. Estas despedida.
Gritos de oyeron desde el fondo de la prisión, poniéndolas alerta.
_¿Que fue eso? - Tzuyu salió corriendo junto a Somi que venía en su atrás.
Ingresaron deprisa al patio, encontrando un tumulto de internas peleando. Policías gritaban a todo pulmón que se detengan, incluso disparaban al aire pero nadie los obedecían. La pelea no era entre las prisioneras y los oficiales, era entre el grupo de Jeongyeon contra el grupo de Nayeon.
La pelinegra no había resistido al ver a Jeongyeon al momento de ingresar al patio y se fue contra ella de inmediato, formándose asi una pelea que muchas estaban esperando, siendo seguidas por la gente de cada una que interferían en la pelea.
_¡Te dije que no la tocaras! - Nayeon estaba ganando - ¡Que no te metieras con ella! - estaba hirviendo en ira - ¡Y te atreviste a dañarla!
Ambas cayeron al suelo entre jalones y golpes.
Jeongyeon giró sorpresivamente, quedando sobre ella y comenzó a ahorcarla.
_¿¡Acaso te gusta!? ¡Dime! ¿¡Te gusta esa maldita perra!? - era evidente, ella estaba celosa -¡Ya que son tan amigas! ¿¡Por que no llevan la misma marca!? - sacó la misma navaja de su zapatilla, mientras con la otra mano presionaba el cuello de Nayeon , quien batallaba por respirar.
Al encontrarse al centro, los oficiales no podían verlas, estaban muy ocupados llamando a más refuerzos y separando peleas cercanas. No podían disparar si no se trataba de un caso grave y eso solo era una pelea de internas.
Jeongyeon sacó la navaja y lo llevó a la cara de Nayeon, el estruendo de un objeto se escuchó detrás de la pelicorto, ella cayendo mareada al lado de la rubia.
_¡Debes tener más cuidado! - gritó Mina, corriendo al lado de la mujer que una vez la defendió, lanzaba lejos los restos de aquella botella que había usado para golpear la cabeza de Jeongyeon.
Nayeon inhalaba con fuerza, recuperando el aire que había perdido mientras era ayudada por la pequeña.
La pelinegra observó la cuchilla tirado en el suelo y a Jeongyeon queriendo levantarse. Nayeon sonrió al ver que su momento habia llegado, por fin cumpliría su venganza.
_¿Que haces? - Mina preguntó al verla tomar el objeto puso cortante - Nayeon - la llamó - Nayeon, no lo hagas...- la pelinegra ignoró su pedido y llegaba al lado de Jeongyeon - ¡Nayeon!
Demasiado tarde, la pelinegra presionaba a más a fondo la cuchilla en el estómago de Jeongyeon, quien sólo la miraba a los ojos con tristeza, sus ojos cristalizandose a los pocos segundos, respiraba con dificultad y unas pequeñas lágrimas recorrían aquellas mejillas.
Nayeon la miraba con odio y desprecio, recordando todo por la que la hizo pasar, sacó la cuchilla con brusquedad y empujó el rostro de Jeongyeon contra el suelo.
Viéndola desangrarse mientras agonizaba.
Desde las puertas de seguridad comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas, ahuyentando a todas y así despejando el patio. Nayeon tomó la mano de una horrorizada Mina y quizo alejarse, pero otra mano la sostuvo.
Tzuyu habia logrado ver todo.
_¡Llevenla a emergencias! - gritaba Tzuyu a sus compañeros - ¡Deprisa! - giró a ver a Nayeon - te perjudicaste de una manera tan tonta - habló con molestia - avanza - esposó sus manos en la espalda y Nayeon sólo rió, rió por que Tzuyu tenia razón, era estúpido lo que había echo, era muy estúpido al estar a tan sólo una semana para por fin salir en libertad.
Pero su ira pudo más que su razón.
Cuatro años después...
Había pasado más de cuatro largos años desde que Lisa lleva cumpliendo su condena en aquella prisión y muchas cosas habían pasado.
El día que Lisa regresaba a su celda, se encontró con Nayeon siendo trasladada a otra prisión con más seguridad. Por primera vez desde que la conoció, la vio llorar, les dieron la oportunidad de despedirse, prometiéndose que algún día se volverían a ver, Nayeon le dio una ultima sonrisa y subió a aquella patrulla que la llevaría a su destino. Le habían dado veinticinco años más por la muerte Jeongyeon, que Lisa al enterarse lo que había echo su amiga, se sintió culpable y estuvo decaída por semanas, sin querer recibir las visitas de nadie.
De todos modos ya casi nadie iba a verla, eso habia causado dolor y decepción por parte de la rubia. Rosé, se habia casado con su jefa, así es, Jisoo, y se mudaron de país, viajando a China por petición de su esposa. Tan solo fue a despedirse de Lisa, avisándole que la máquina seguiría en su lugar el día que salga libre y que las llaves de su casa las tenía su madre.
Ese fue el día que se vieron por última vez.
Taehyung, él también se habia casado y nada menos que con Jungkook, nadie se lo había creído por que seguían pensando que Taehyung sólo lo usaba para darle celos a Jimin, pero la verdad era que sí lo amaba. Todos lo confirmaron al enterarse la llegada de su primer hijo, que ahora tenia un año. Ellos no tenían mucho tiempo para ir a visitarla, con los trabajos y cuidar al niño era muy complicado conseguir un tiempo, pero cuando lo lograban siempre llegaban tarde, fuera del horario de visitas.
La rubia comprendía que ellos tenían una vida, una vida fuera de esa prisión y no podían detenerse sólo por ella, pero le dolía que la hayan dejado de lado, no lo demostraba y trataba de hacerse la fuerte, eso le habia enseñado estar tanto tiempo tras las rejas, a no mostrarse nunca débil.
Las únicas que quedaban eran su madre y Dahyun, quienes siempre venían juntas, siempre puntuales y jamás faltaban ni un solo día, trataban de animarla pero parecia que aquel brillo que siempre llevaba en su mirada, con el paso del tiempo iba desapareciendo.
Aveces Lisa se preguntaba si no había elegido mal ¿Y si hubiera estado con Dahyun? ¿Como sería todo ahora? Pero siempre se reía de sus pensamientos, uno no elige de quien enamorarse, y si pudiera volver al tiempo otra vez, estaba segura que aquella castaña volvería a conquistarla.
No habia ni un día en que no la recordaba, aún la extrañaba y amaba a pesar de todo. Pero quien estaba más presente era su hijo, o tal sea una niña, lo que estaba claro era que ya había nacido. Debería de tener como unos tres años de edad, casi a cumplir cuatro (si la cuenta no me falla :v) todas las noches antes de dormir miraba aquella fotografía que Jennie le había dado, la ecografía del bebé era todo lo que tenía de él y la única manera de tenerlo siempre cerca.
Los extrañaba a ambos.
Los necesitaba.
Ahora compartía su celda con una nueva compañera, decía ser amiga de Nayeon y que ahora ella la cuidaría. Lisa se rió en su cara cuando le dijo aquello, ya que estaba segura que la mujer no media más de un metro con cincuenta y era delgada y frágil. Mina se ofendió muchísimo y no le habló por un mes completo, era chiquita pero ruda.
Ahora eran tan amigas como lo era con Nayeon.
_Ya para - pedía Lisa a la pequeña, intentaba levantar una pesa pero sus brazos parecían a punto de romperse.
Estaban en el patio.
_Sé que puedo - decía exhausta - sólo es... cuestión...- hizo fuerza queriendo levantarla - de tiempo...- presionaba los dientes - ¡Por la mierda! ¡Me rindo!
Se sentó al lado de Lisa con frustración.
_¡Deja de reirte! - golpeó el hombro de la casi ya no rubia quien seguía riendo.
_Lo siento, pero eres tan débil.
Una voz se oyó por los altavoces.
_Todas por favor dirigirse a la sala de comidas, es hora de almorzar - era la voz de Tzuyu.
_Ya tenia hambre - Lisa se levantó - haber chaparrita, arriba.
Mina sonrió y brincó a la espalda de Lisa, abrazándola como una Koala.
_Cada día pesas más - la fastidiaba.
_Tú sólo camina - le avisó - ¡Al comedor! - festejo y ambas rieron - ¡Ahre caballo!
_No te pases - comenzó a caminar.
_Digo...¡Ahre Limario!
Era su rutina de cada día.
Lisa habia logrado tener un gran respeto por parte de las demás internas, ahora que no estaban ni Jeongyeon ni Nayeon, la rubia era como su nueva líder, aunque algunas no estaban de acuerdo con eso. Pero Lisa al tener esa gran cicatriz en el rostro, la hacia ver cómo una chica ruda y causaba miedo al enojarse, por eso no se atrevían a molestarla, ni a su protegida, por así decirlo, Mina.
_Lisa...- susurró Mina en su oído - es ella - pronunció al ver a una mujer de lejos.
_¿Estas segura? - prestó atención mientras seguía cargando a su amiga - no quiero cometer un error.
_Estoy muy segura.
_Esta bien, hablaremos después de esto.
Mina bajó de su espalda y tomaron sus lugares en la mesa de siempre, comían y a la vez miraban a aquella mujer que estaba distraída.
_¡Es hora! ¡Allí va! - susurró/gritó Mina, alertando a su amiga - ¡ve, deprisa!
La mujer iba al baño y Lisa la siguió disimuladamente, fingiendo también ir. Entró con precaución y no halló a nadie.
_¿Me buscabas? - Lisa pegó un brinco al oír esa voz en su espalda - no soy tan estúpida para no saber que tú y esa enana me observan, dime ¿que es lo que quieres?
Lisa volvió a tomar confianza y se mostró fuerte nuevamente.
_Sé que hoy es tu último día aquí - habló de manera seria - mañana saldrás libre.
_Estas en lo correcto - se apoyó en pared y cruzó sus brazos - ¿y eso por que te interesa?
_Quiero que me hagas un trabajo.
La mujer sonrió.
_¿Que te hace pensar que voy a seguir por el mismo camino?
_Por que sé que eres quien infiltra la droga en este lugar - la mujer borró su sonrisa - y con solo abrir la boca, haría que te quedes mucho más tiempo tras las rejas.
_No sabes con quién te estás metiendo.
_¿Y eso importa? La verdad solo tienes que obedecerme y mantendré la boca cerrada, pero si por algún motivo, algo me pasa, muchas sabrán que fuiste tú y no tendrás escapatoria - se acercó a ella - no te estoy obligando, tienes todo el derecho de negarte, pero estarías perdiendo una gran cantidad de dinero. Sólo piensalo.
Lisa se encaminó hacia la puerta.
_¿De cuanto estamos hablando? - Lisa sonrió.
_De un millón de dólares - giró a verla y pudo ver su expresión de asombro y duda.
_¿Y que es lo que debo hacer?
_Quiero que averigüe el paradero de alguien.
_¿Solo haré eso y me darás un millón de dólares? ¿como confiar en que me pagarás?
_Solo eso, nada peligroso y por el dinero no te preocupes, te doy mi palabra - ofreció su mano - ¿Y que dices? ¿Aceptas?
La mujer pareció pensarlo por un momento, pero luego sonrió mirando a Lisa.
_Acepto - estrechó su mano.
_Y dime ¿Yo puedo confiar en ti? - preguntó Lisa.
_Puedes - aseguró - siempre puedes confiar en Yoongi.
_¿Por que tardan tanto? Salgan de una vez - entraba Tzuyu - ¿Que ocurre aquí? - miró de manera sospechosa a ambas.
_Solo la despedía, mañana se va y es triste que ya no la veré m, pero al menos se que irá por buen camino - inventó Lisa - a sido una gran amiga.
Yoongi asintió.
_Pueden despedirse afuera - abrió la puerta - avancen.
_Oye ¿No quieres almorzar con nosotras? - preguntó Lisa mientras salían.
_Me encantaría - Yoongi le siguió el juego.
****
_Ella es Jennie Kim - la rubia puso la foto sobre la mesa con disimulo.
_Uff, pero miren que belleza - la pelicorto tomó la foto.
_Lo sé - respondió con enojo - pero no te di esa foto para que te deleites las pupilas, es ella a quien debes encontrar.
Mina sólo escuchaba la conversación mientras comía.
_Quiero saber dónde está, si está bien o le pasó algo - Yoongi escuchaba atentamente - hace más de cuatro años salió de viaje...y no a vuelto, si resulta que está bien, quiero saber por qué no regresó...Y también saber el motivo de por qué se fue.
_Si fue hace más de cuatro años, será difícil saber los motivos de su viaje, de eso no te puedo asegurar nada. Pero
todo lo demás dalo por echo, te traeré lo que necesitas.
_Hay algo más importante - pronunció.
_Te escucho - se cruzó de brazos sobre la mesa.
_Antes de que se marchara, ella esperaba un hijo mío, también necesitó información sobre él o ella, es muy importante.
_Esta bien, puedo hacerlo, pero te advierto de algo, si resulta que está fuera del país, podría tardar en hallarla, necesito que me des tiempo.
_¿Cuanto necesitas?
_Dame un mes y regresaré.
_De acuerdo - Yoongi guardaba la foto debajo de su manga - un último detalle - Yoongi la observó - no te le acerques, no le hablés, no menciones mi nombre ni le hagas saber de mi. Quiero solo la verdad, no quiero mentiras ¿Entendiste?
Yoongi fingió no haber sentido un escalofrío al ver aquella mirada en los ojos de la rubia , esa mirada que parecía decir "Si me fallas, te mato"
_Entiendo perfectamente - se puso de pie - nos vemos en un mes - se retiró.
Lisa suspiró.
_Hasta a mi me diste miedo - mencionó Mina y Lisa sonrió - si supieran que eres como una niña de cinco años que usa un bóxer con dibujos de gatos.
_¿Y tu como...
_Te vi mientras te cambiabas.
Esa noche no durmió, la anciedad no la dejaba, iba a saber lo que realmente pasó con Jennie. Iba a saber lo que pasó con su hijo.
Un mes después.
_Te escucho - pronunció Lisa.
_Te traigo interesantes noticias.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro