Somos iguales
Capítulo final.
Lisa caía ante el disparo en su brazo derecho, esta vez sí tenía la bala dentro de cuerpo, y no como la anterior, que sólo la había rozado. La rubia gritó del dolor cuando el rubio piso la herida de su brazo, intentó quitarlo de encima pero él solo reía mientras hacía mas presión sobre ella.
_¿Te duele? - le divertía verla sufrir - imagínate lo que sufrí yo, me dijeron que tú me mataste, de un solo disparo - llevó el arma a su propia cabeza - directo aquí.
Lisa sollozaba por el dolor en su brazo, no podía salir, aunque lo golpeara con su mano libre.
_Si fuera por mí, te mataría ahora mismo - comentó fríamente - pero Jin te quiere convida. Quiere verte sufrir - se alejó - ven a esta dirección - le lanzó un papel - no tardes mas de una hora - sonrió - o no podras ver morir a quienes amas.
_Tú no deberías de estar aquí - se sujetaba el brazo - no es posible, ¡tú ya no existes! ¡Yo te maté!
_Eso es sencillo, amiga. Jin me trajo, con unas de tus máquinas.
Lisa lo miraba incrédula, eso no podía ser cierto, Jin no pudo haberlas encontrado, pero viendo a Suga de pie frente a ella, era más que claro que decia la verdad.
_¡Y aunque así fuera, tú no debes estar vivo!
Suga rió ante sus palabras, se acercó nuevamente hasta ella e inclinándose a su altura, presiono el arma en su cien.
_Lisa, ¿Que pasó? Se supone que eres inteligente - sonrió - esta no es la única realidad - pronunció seriamente - existen cientos, existen miles, por no decir millones de realidades. Cada día que pasa, es un pasado más a donde viajar, por eso sigo vivo, porque mataste a Suga del día del incidente con Jennie, pero yo soy su pasado, yo sigo vivo, porque yo no llegué a matar a Jennie.
_Eso es imposible, porque de ser así, eso significaría que no te maté, que no fui a la cárcel, nada de lo que viví habría ocurrido y ahora no estaríamos aquí. Estás mintiendo, ¡dime la verdad!
Suga se levantó ya harto por su ignorancia, se suponía que era alguien inteligente, alguien que capta rápidamente las cosas y no necesitaba preguntar.
_Parece que tus años en esa cárcel en verdad te afectaron, ¿tengo que explicarte todo como si fueras una pequeña niña de cinco años? ¡Por favor, Lisa! ¡Piensa! ¡Deja de actuar como si no lo supieras!
(Indirecta para ustedbsjsvsj *se atora con su juguito*)
Lisa no respondió, trataba de analizar toda la información que Suga le había dado, desde el principio hasta el final, pero le resultaba difícil. Hasta que lo hizo. Lisa volvió a levantar la mirada, y está vez supo lo que Suga estaba planeando.
_Vas a volver - pronunció - piensas irte luego de acabar con tu trabajo aquí, y continuar tu plan con Jennie - Suga sonrió - ¡Eres un maldito! - quizo levantarse para golpearlo, pero el rubio fue quien lo hizo primero, regresandola al suelo.
_¿Y sabes cual es lo mejor? Que si yo muero aquí, mi yo pasado hará el trabajo de matar a Jennie, uno irá después del otro, y así sucesivamente. Porque los días pasan, y mi presente, se volverá el presente de ellos.
_Estás loco...- pronunció con cansancio - no estás bien, Suga. Escuchate, eres capaz de matar a alguien por el dinero. No fui yo quien inició esto, fuiste tú. Todo esto fue tu culpa. Me traicionaste a pesar de ser la única quien estuvo a tu lado.
El rubio asintió.
_Y estoy muy agradecido por eso - respondió - pero uno no vive de cariño, Lisa. Necesito mas, ¿crees que es lindo ver cómo tú obtienes millones de dinero mientras yo solo recibo miserias? Tienes una gran casa, tienes grandes amigos, tu madre te adora...tienes una mujer que te ama y que haría lo que fuera por ti. En cambio, yo no tengo nada de eso, lo único que está a mi alcance es el dinero, ¿por qué no lo entiendes? - se dirigió a la puerta - no tardes, te estaremos esperando - iba a salir - Oh, espera, casi me olvido de algo - caminó directo detrás del sillón, donde estaba Jihyo.
_¡No! - Lisa no pudo impedirlo.
Fueron dos disparos que logró terminar con la vida de quien comenzaba a ser su amiga. Suga la había matado. Jihyo se encontraba en ese lugar porque se habia cruzado en el camino de la bala para proteger a Ella, si no fuera por ella, Lisa habría perdido a su hija.
_Ya lo sabes, debes llegar antes de una hora - se dirigía a la salida - y tu amigo está arriba, se quizo hacer el héroe y terminó pero.
_Suga...- lo llamó antes de que saliera, y el rubio giró a verla - voy a disfrutar volver a matarte.
****
Somi observaba con lástima a quien sería la madre de Emily. La pequeña tenía razón; Jin le había hecho algo, y lamentablemente la había matado.
_¿Y mamá? - fue la pregunta que ignoró Somi al volver a entrar al auto. No podía decircelo, no ahora - ¿Donde está mi mami?
_Tengo que llevarte a un lugar seguro, pequeña - comenzó a conducir - conozco a alguien quien podrá cuidarte mejor que yo.
_Pelo...falta mi mami
Somi mantuvo silencio; lamentaba mucho la situación de Emily. Era sólo una niña, no tiene que estar pasando por todo eso.
_Luego hablaremos, ¿sí?
****
_Volvemos a vernos - Jin caminaba al rededor de Jennie, ella aún seguía somnolienta por el cloroformo - dime...¿Disfrutaste tus tres meses de felicidad? - sonrió - te hubiera dado menos, pero ya sabes, estaba muy ocupado.
_Tú...- hablaba con cansancio - ¿Tú fuiste quien hizo todo esto? - comenzaba a despertar por completo.
_Es cierto, no me conoces, esta es la segunda vez que nos vemos; la primera vez fue cuando condené a tu querida prometida a pasar veinte años en la cárcel - sonrió - que sencillo fue.
_¿Donde está mi hija? - se alarmó cuando no la vio por ningún lado - ¿¡Donde está mi hija!? - se removía sobre la silla.
_Hey, tranquila. Ella todavía sigue durmiendo.
_Si le haces algo, juro que te vas a arrepentir - advirtió.
_Oh, vaya. Tienes la misma actitud de Lisa - rió - pero no perdamos mas el tiempo, quiero divertirme antes de que ella venga.
Jennie cerró los ojos al ver venir el primer golpe.
****
Lisa terminaba de vendarse la herida de su brazo, para luego volver a ponerse su casaca de cuero encima. Tomó el arma que tenía en la cadera, y observándolo pensativa, decidió dejarlo sobre la mesa. No podía llevarlo; era una de las reglas.
Casó el celular de su bolsillo, he hizo exactamente lo mismo. Dejaba todo objeto que podría ayudarla, si descubrían algo en ella, acabarían con Jennie de inmediato, para luego hacerlo con sus hijas.
Tenía miedo, sabía que haciendo lo que ellos le indicaban, las posibilidades de salir todos convida, era casi nula. Pero tenía que arriesgarse, no quiere perderlas nuevamente.
Tomó un largo suspiro y a paso firme, caminó directo a su auto para llegar cuanto antes a esa dirección.
Luego de un par de minutos, Suga pudo divisar a lo lejos el auto de Lisa acercándose, avisando de inmediato a a Esther y a Jin a través de una radio. En solo segundos, la mujer llegaba a su lado para poder ayudarlo ante cualquier percance.
Lisa se detuvo frente a ellos y Esther ya la apuntaba con un arma mientras la veía bajar.
_Pon las manos arriba - ordenó el rubio. Comenzando a rebuscar cualquier tipo de arma escondido en su cuerpo - ¿llamaste a la policía?
_No - respondió seriamente.
_Pasa de una vez - ordenó Esther.
La rubia caminó hasta la puerta, siendo vigilada en cada paso que daba. Abrió la puerta lentamente, he ingresó a pasos pausados, deteniéndose en la entrada y escuchando como la puerta se cerraba tras ella.
Observó el gran lugar, era realmente espacioso y el techo llegaba a una altura no más de seis metros. Estaba lleno de barriles y objetos viejos al rededor. Pero no lograba ver a Jennie ni a sus hijas por ninguna parte.
_Hasta que por fin llegas - Jin salía de su escondite al otro extremo - pensé que te habías acobardado y que no vendrías, veo que me equivoqué.
_¿Donde están? - no quería perder el tiempo.
_Oh, pero que aburrida, yo quería conversar.
_¡Basta de juegos, Jin! ¡Ya estoy aquí! ¿Qué es lo que realmente quieres?
_¿Que es lo que quiero? - habló seriamente - quiero tu sufrimiento, Lisa. No mereces la felicidad que tienes. No es justo...que una asesina viva un vida feliz y plena, como si nada hubiera pasado.
_No soy una asesina.
_¿Ah, no? Entonces dime - merodeó en su lugar - ¿por que disparaste a Suga? ¿Fue solo un error? ¿El arma se disparó porque quizo?
_Sabes perfectamente lo que pasó.
_Sí, tienes razón, lo sé. Por eso estoy aquí - detuvo su caminar - ya habías evitado que la lastimara, Suga estaba huyendo, y teniendo la opción de detenerlo sin llegar a lastimarlo, decidiste matarlo. ¿Por qué? Tenías todo el poder en tus manos. No era necesario asesinarlo - su mirada entristeció - nada de esto hubiera pasado si tu opción hubiera sido otra. La policía lo hubiera detenido, lo habrían metido preso y tú ahora estuvieras felizmente casada y al lado de tu hija. Cómo el destino cambia con solo una decisión, ¿cierto?
_En el juzgado no te había reconocido, pero ahora sé quien eres. Eres el ex de Suga, nos hemos visto pocas veces. Sé que lo amabas y lo hubieras dejado libre. No serías capaz de verlo así.
Jin bajó la mirada con tristeza, pensando en las palabras de la rubia para luego sonreír con nostalgia.
_No, Lisa - negó - no lo hubiera hecho, yo quería lo mejor para él, y si estar en prisión era la única opción de cambiarlo, lo hubiera aceptado. Pero tú lo mataste, no le diste la oportunidad de cambiar...dime, ¿Sufriste mucho cuando Jennie murió?
_Jennie no murió. No sé de qué hablas.
_No es necesario mentir, ya sé porqué decidiste volver. Leí los periódicos que estaban en el sótano. Sólo respondeme, ¿Te dolió al ver a Jennie sin vida? Es estúpido preguntarlo, ¿verdad? Por supuesto que haz sufrido. Sufriste tanto que no pudiste soportarlo y construiste una máquina que vuelve en el pasado y la salvaste. Creaste algo que era imposible de hacerlo, sólo por ella, y eso es maravilloso. Pero hay algo que no te diste cuenta - sus ojos se humedecieron - tu dolor lo pasaste a alguien mas, alguien que no tenía nada que ver, cambiaste la felicidad de otro por la tuya - bajó la mirada - Devolviste una vida, y quitaste otra. No importa si es el de un asesino. Siempre habrá alguien quien llore su muerte - enfurecía - ¡No sabes...todo los días y noches que sufrí, por culpa de tu egoísmo! ¡cuando se supone que quien debía de estar así, eras tú! ¡No yo! ¿¡Quien te crees para decidir si alguien vive o muere!? ¡No eres nadie! ¡No tenías porqué matarlo!
_¡Tenía que salvarla!
_¡Pero no a cambio de otra muerte! - trataba de tranquilizarse - ¡yo sufrí al igual que tu! ¡Lloré igual que tú! ¡no queria comer, no queria nada, porque lo único que necesitaba era a él! ¡Pero ya no estaba! - sollozaba, había liberado sólo un poco de sus sentimientos, lo que había callado por mucho tiempo - pero ahora quien va a sufrir no seré yo, serás tú. ¿Querias ver a Jennie? Pues aquí está.
Una puerta se abría, y Jennie era lanzada al suelo por Esther, cayendo frente a los pies de Jin. Estaba realmente herida de pies a cabeza, teniendo muchos cortes en el rostro y sangre seca al rededor. Sus ojos estaban humedecidos y no tenía fuerza para levantarse. Tampoco podia sentir su pierna derecha.
_Jennie...- la castaña respiraba débilmente - ¡Maldito! - quizo acercarse pero fue advertida por Esther, quien la apuntó con su arma.
Lisa tenía apretados los puños, como deseaba que ese imbécil se le acercara para clavarle la cuchilla en su puto cuello y matarlo, pero no podía hacer nada mientras las tengan de rehén.
_¿Donde están mis hijas?
_Ellas están bien, por ahora. Pero no nos desviemos, quiero seguir jugando, lo estoy disfrutando como no tienes idea - apoyó su pie sobre la mano de Jennie, provocando que soltase un grito - ya fue tu turno de Jennie, ahora es turno de Ella - sonrió - Suga - habló por la radio - trae a esa chica.
El rubio escuchó la orden y se dirigió al pequeño establo vacío que se encontraba detrás del edificio. Ella se encontraba maniatada de pies y manos, con una venda en los ojos.
_No intentes nada - pronunció al acercarse y cortar la soga de sus pies - camina - la levantó con brusquedad y la obligó a caminar hacia el edificio.
Un cuerpo se escondía detrás de las viejas tablas, observando cada movimiento del chico a lo lejos. Tomó el arma en sus manos y le quitó el seguro rápidamente, siendo copiada por su compañera, quien estaba al otro extremo.
Habían logrado hablar con Ella previamente.
Lisa suspiró de alivio cuando vio a su hija sin algún tipo de daño. No podía acercarse, Esther la seguía apuntando con el arma. Ella fue llevada al centro y puesta de rodillas, ella simplemente obedecía.
Suga se alejó y se colocó al lado de Jin, quien sonreía al observarlo. El pelinegro sacó un arma de su bolsillo, y tomando su mano, se lo entregó.
_Ya sabes qué hacer - el rubio asintió.
Lisa negó rápidamente cuando vio como alzaba el arma en dirección a su hija. Jennie quizo levantarse pero sus piernas y cuerpo se lo impedían. Ambas gritaron a la vez el nombre de su hija cuando oyeron el disparo.
El impacto había sido en el pecho, y la joven castaña caía en seco sobre el suelo de tierra.
Lisa se había quedado en shock, sus lágrimas comenzaron a caer, mientras escuchaba el doloroso llanto por parte de Jennie. La sonrisa que tenía Jin era de completa satisfacción al ver sufrir a quien le había arrebatado su felicidad.
Pero esa sonrisa no duró mucho, puesto que todos quedaron helados cuando Ella se levantó rápidamente sin los nudos en sus manos, y quitándose la venda y tomando el arma que estaba escondida en su cintura, disparó directo al rubio quien fue protegido por Jin, ambos cayendo al suelo.
Ese disparo era la señal.
Esther corrió al segundo piso cuando los disparos estaban por alcanzarlas.
Ella quizo volver a disparar a Jin o Suga, pero ellos copiaron la acción de la chica, evitando las balas que no sabían de donde salían.
_¿¡A donde creen que van!? ¡Malditos cobardes!- una joven Rosé salió de su escondite y los siguió al segundo piso, tenía una pistola en mano.
_¡Mamá! - Ella corrió hasta su madre que yacía en el suelo - no te preocupes, te llevaré ahora mismo al hospital.
_Estás bien - decía con una sonrisa - ¿pero cómo? Yo vi cuando te dispararon.
Ella abrió un poco su chaqueta, mostrando un chaleco antibalas que levaba puesto.
_Todo fue plan de mamá - Lisa llegaba rápidamente al lado de su hija, y la abrazaba fuertemente en medio de lágrimas. Pensaba que la habia perdido, no tenía idea del chaleco antibalas, pero gracias que Dios que fue así.
_¿¡Están bien!? - una joven rubia, Lisa de veinticuatro años, se acercaba con arma en mano, vio a Jennie quien la miraba con asombro y ella sonrió - Hola, Jennie - se escuchó disparos arriba - maldicion.
_¿¡Podrían traer su maldito trasero aquí y ayudarme!? - gritaba Rosé.
_Lleva a tu madre al hospital ahora, nosotras nos encargamos - ordenó Lisa, y la joven castaña asintió, comenzado a cargar a su madre.
Lalisa le sonrió levemente a su amada, y le pronunció un "te amo" pero la castaña estaba demasiada cansada, que tenía los ojos cerrados en los brazos de su hija.
_Pensé que no vendrías - Lalisa recibió un arma por parte de la mas joven.
_No permitiría que arruinen mi futuro, ya pelee conmigo misma, ahora será con ellos.
Lalisa sonrió agradecida.
_Gracias.
Volvieron a escuchar disparos y ambas corriendo al segundo piso.
Sí, todo había sido un plan de Lalisa, justo antes de que subiera al auto Namjoon, había detenido al chico y le había dado un papel, pidiendo que se lo entregara a su hija en cuanto avanzara. Temía que todo se saliera de las manos y no pudiera sola, así que necesitaba de ayuda, de su propia ayuda.
Habían echo una parada en la casa antigua de Rosé, donde Ella se había encargado de todo, para luego regresar, y seguir todos con el mismo rumbo.
****
_Sabes que después de esto, vas a volver a la cárcel, ¿cierto? - preguntó Tzuyu.
_Lo sé, y no me importa, porque sé que mi madre estaría orgullosa - Somi seguía conduciendo, guiando a cinco patrullas más, directo al edificio.
****
Rosé se escondía detras de un muro, el segundo piso estaba lleno de esos barriles al igual que todos los demás.
Esther estaba detrás de algunos ellos, pero no podía acercarse, ella también tenía un arma y a Rosé le quedaban sólo dos balas como para intentar atinarle.
_Rosé - escuchó a lo lejos, giró su rostro hacia la entrada y las dos Lisas estaban allí, también escondidas - ¿Donde están? - susurraba.
_La chica - susurró y señaló detrás de ella, por los tachos - Suga y Jin - señaló arriba, al tercer piso - me quedan pocas balas.
Lisa asintió, la mayor comenzó a subir al siguiente piso y la más joven lanzó a rastras del piso mas municiones para su amiga, para luego subir también.
_Ahora si maldita perra - pronunció Rosé recargando su arma - así que tú fuiste una de los que mataron a Jisoo - el arma estaba listo - te vas a arrepentir de haberlo hecho.
Sí, ya estaban saliendo, y como Suga no habia existido en su realidad, Jin no era el hombre cruel y vengativo que era ahora, y Jisoo era para ella una persona maravillosa a la cual estaba amando. La pelinegra ya le habia presentado a su hermano, incluso eran bueno amigos. Obviamente, ellos no sabían nada de lo que estaba pasando.
Lalisa fue quien llegó primera, preparó su arma y se asomó a la entrada cautelosamente, el lugar carecía de luz. Sólo segundos después, Lisa estaba detrás de ella, lista para cualquier sorpresa.
La habitación parecía estar vacío, pero ellas sabían que tal vez que no era así, así que Lalisa ideó un plan. Cerca a la pared donde estaban, frente a ellas, se encontraban más barriles acumulados, y la mayor rubia le explicó que ella correría hacia ellos y que ella la cubriera y observara donde estaban si en caso se asoman para dispararle.
Lisa asintió y se preparó para el plan. Lalisa corrió hacia el otro extremo y Jin se asomó a lo lejos para dispararle, pero Lisa estaba allí para evitarlo, disparando primero y logrando que volviera esconderse.
_¡Allí están! - Jin corría aún más al fondo, junto a Suga que no tenía ni un arma.
Las chicas comenzaron a perseguirlos, esquivando todos los molestos barriles que a la vez, estorbaban a su visión.
_¡No van a volver a alejarlo! - Jin disparaba mientras seguía corriendo - ¡No lo van a hacer!
_¡Nadie quiere hacerlo! - Lalisa se escondió - ¡eres tú quien se empeña en seguir con esto! ¡Si es así, me vas a obligar a hacerlo! ¡solo detenerte y entregate!
_¡no lo voy a hacer! - Jin tenía los ojos cristalinos - ¡tú no mereces ser feliz! ¡Somos exactamente iguales! ¡Los dos nos convertimos en unos monstruos cuando nos arrebataron a quien mas amábamos! ¡Yo lo vi! ¡vi como matabas a quien dices amar! ¡Y aún así yo soy el malo aquí! ¿¡Por qué sólo tú puedes ser feliz!? ¡Yo también sufrí maldita sea! ¡Eso es lo que tu no comprendes! ¡Los dos sólo los malos en esta historia! ¡Y si yo tengo que perder! ¡tú también lo harás!
Jin estrelló su cuerpo contra los barriles que conducían otros donde estaba Lalisa. Estos cayeron fuertemente encima de ella e hizo que su mano soltara la pistola, perdiéndose entre todo ese montón.
Jin se levantó y corrió hacia ella, Lisa quizo dispararle pero fue sorprendida por Suga que la golpeó desde atrás e intentó quitarle el arma, pero la rubia no lo soltó, y ambos comenzaron una pelea por la última arma que estaba al alcance, el de Jin ya no tenía balas.
El pelinegro también comenzaba una pelea con Lalisa, tomándola de su ropa y propinandole un golpe en su rostro, haciéndola caer entre los escombros. Jin volvía a inclinarse para volver a golpearla, pero esta vez fue él quien recibió un derechazo por Lalisa, cayendo ahora también en el piso.
Abajo también continuaba un enfrentamiento, Rosé y Esther disparan a cada oportunidad que veían. Pero habia un problema para Rosé, y se dio cuenta cuando quizo volver a disparar, y solo sonó el chasquido de la pistola.
Esther también lo había escuchado, y asomándose cuidadosamente, observó como Rosé la vio atemorizada y volvía a esconderse.
Esther sonrió triunfadora, y saliendo tranquilamente de su lugar, camino directo a donde estaba la rubia, quien no veía donde huir.
Rosé se encontró con la presencia de la chica frente a ella, observó de manera aún a la defensiva el arma que colgaba de su mano y luego volvió a verla a la cara. Esa sonrisa que traía la irritaba demasiado.
_¿Que decías? ¿Que me iba arrepentir? - reía - eres tan estúpida que ni siquiera contaste tus balas - alzó el arma justo frente a su rostro - despidete, perra.
Rosé cerró los ojos, pero sólo escuchó el chasquido. Esther miraba sorprendida el arma al ver que tampoco tenía balas.
_Adios, perra - Rosé sonrió, y de un solo golpe la mandó directo al suelo - ¡mierda! - le había dolido - ¿como rayos golpea Lisa?
****
Somi lograba ver a lo lejos el edificio, dio aviso a Tzuyu, y ella usando su radio, ordenó a todos sus compañeros que aceleraran.
****
Suga caía junto a la joven Lisa por el forcejeo del arma. La rubia comenzaba a perder fuerza, sentía como la pistola iba resbalando de sus manos y fue cuando el rubio le propinó un fuerte golpe en el rostro.
Suga cayó hacia atrás por tirar del arma, y observó que lo tenía finalmente en sus manos. Apuntó rápidamente hacia Lisa pero ella ya estaba sobre él, volviendo a iniciar un forcejeo en medio de golpes.
Jin caminaba agitado hacia Lalisa, quien retrocedía a rastras, viendo sorprendida como era posible que siguiera de pie. El pelinegro no dejaba de sangrar, estaba realmente herido. Pero su retorcida mente no lo dejaba sentir el dolor, estaba enloquecido por la ira, no le importaba como estaba, lo único que quería era ver sufrir a la rubia, y si no podia hacerlo, entonces la mataría.
Jin detuvo su paso cuando sintió algo a sus pies, Lalisa abrió los ojos con temor cuando vio lo mismo que él veía. Estaba pisando el arma.
Jin sonrió con cansancio, y viendo a una atemorizada Lalisa, recogió la pistola, levantándolo lentamente y observándolo en su mano.
Lalisa negó con suplica cuando alzó el arma frente a ella, cerró los ojos rápidamente y fue cuando escuchó el fuerte sonido del disparo retumbando en las cuatro paredes.
Rosé observó entre temblores su estómago, viendo como la sangre se comenzaba a escapar por el orificio que había ocasionado la bala al impactar en ella. Sus ojos se humedecieron, y levantó la mirada, encontrándose con los ojos fríos de Jin, que volvió a disparar contra ella por entrometerse.
Esta vez Rosé sintió la sangre salir de entre sus labios, y su cuerpo se debilitó. Para Lalisa fue como si todo hubiera sido en camara lenta, vio entre lágrimas como su amiga caía frente a ella, quedando casi inmóvil, como si hubiera muerto.
En la otra realidad, una joven Jisoo detenía su sonrisa repentinamente; dejando confundidos a sus compañeros de trabajo. Jisoo sintió un mal presentimiento, y su corazón y mente no pudieron evitar pensar en Rosé, y sin saber la razón, sus ojos se cristalizaron.
La joven Lisa se detuvo agobiada por el estado de su amiga, y Suga al ver esto, aprovechó su distracción para empujarla, pero no planeó que la rubia cayera y se llevara consigo el arma.
Lisa lo observó furiosa, y el rubio al ver que no tenía como defenderse, retrocedió a rastras y se levantó rápidamente, corriendo hacia la salida.
_¡Deja de joderme la maldita vida! - fue el grito de la joven rubia.
Suga se detuvo en un jadeo cuando la bala le impactó en la espalda, alojándose directamente en el corazón del rubio.
Esta vez fue el turno de Jin, quien giró a su derecha y observó con dolor, como el chico que amaba, caía de rodillas, para luego caer en seco sobre el frío suelo.
Una lágrima resbaló por su mejilla, antes de sentir el disparo que tambien había recibido por la espalda, y sin dejar de ver en ningún momento al rubio, cayó de igual manera.
****
_¡Rodeen la zona! ¡No quiero que nadie escape! ¡abran fuego si es necesario! - Tzuyu salía del auto junto con Somi.
Esther salía del edificio para intentar escapar, pero no planeó encontrarse con oficiales apuntando directamente a ella. Bajó la mirada, y no le quedó de otra que levantar las manos, y arrodillarse en señal de rendición.
****
Lalisa se apresuró en llegar al lado de su amiga, la giró boca arriba para ver su estado y suspiró aliviada cuando notó que aún respiraba, pero no podía estar así por mucho tiempo, debían de apurarse en llevarla al hospital. Tenía un disparo en el vientre y otra en la altura de entre el hombro y el pecho.
_¿Está bien? - Lisa llegaba a su lado.
_Sí, pero debemos llevarla de manera urgente - iba a cargarla.
_No - la detuvo, siendo ella quien prosiguió a cargarla - yo lo haré, la llevaré de vuelta a nuestra realidad - Lalisa la miró preocupada - tranquila, estará bien, debemos salir de aquí.
_Tú ve - ambas se pusieron de pie, con Rose en los brazos de la menor - tengo que buscar a Emily, deben haberla escondidos en algún piso.
_¿Quien es Emily?
_Es prácticamente mi hija, la crié como si fuera mía...junto a Dahyun - bajó la mirada, notando la mirada curiosa de la rubia, no tenía porque saber lo que había pasado con Dahyun - pero ve rápido, Rosé necesita atención.
_Tienes razón - respondió alertada - ¡adiós, vive una vida feliz junto a Jennie, se lo merecen! - caminaba apurada hasta la salida.
_¡Y tú igual, cuidala!.
_¡Claro que voy a cuidar a mi esposa! - sonreía, desapareciendo del lugar.
Lalisa observó a los dos cuerpos aún tendidos, y dejándolos ahí, subió corriendo en el cuarto piso.
Jin abría los ojos lentamente.
****
_¿Quienes mas están dentro? - Esther estaba esposada en el suelo.
_Solo ellos, no sé qué habrá ocurrido, sólo escuché disparos y luego todo quedó en silencio, así que decidí irme.
_¿en qué piso se encuentran?
_En el tercero.
Lisa salía esta vez, cargando a Rosé quien tenía los ojos levemente abiertos, estaba despierta. Tzuyu se acercó deprisa a ella, pero se detuvo, mirándola totalmente confundida al verla mucho mas joven.
_Tzuyu, ¿cierto? - la chica asintió - necesito de su auto con urgencia, necesito donde llevarla - Tzuyu salió de su sorpresa y asintió, dandole las llaves y confiando en que cuidaría de su auto, ella no podia irse, tenia que estar con su gente.
****
_¡Emily! - Lalisa buscaba con desespero a su hija, no la hallaba por ningún lado - ¡Emily! ¡Soy yo, cariño!
Al ver que no estaba en el quinto piso, decidió bajar, giró en la entrada para poder salir y chocó levemente contra Jin, sin ninguna opción de defenderse. El pelinegro gruñó de rabia y clavó una cuchilla en lo mas profundo de su vientre, siendo el apoyo a la vez de Lisa, quien no tenía donde sostenerse. La cuchilla era de Suga, la que habia utilizado para cortar los nudos que ataban a Ella.
_Te dije...- Jin también perdía el aliento - que si yo perdía...tú también lo harías - pronunció con rabia - ya no serás feliz, Lisa....porque yo, te arrebaté a todos los que amabas, yo te alejé de tu familia, yo te metí en esa cárcel - sonreía - maté a mi propia hermana, sólo para verte como éstas ahora, yo maté a Dahyun, yo fui quien decidió el destino de tu queridicima amiga Nayeon, por mí, Jennie no podrá volver a caminar, será una maldita invalida por siempre, y adivina que...- sonrió aún más - yo fui quien mató a Momo, la dejé rogando por ayuda cuando estrellé su auto, esa muerte también fue tu culpa, no me hubiera vuelto un alcohólico si no fuera por ti. Pero me alegra verte ahora, a punto de morir, y sabiendo que yo arruiné tu vida, sin que puedas hacer absolutamente nada.
_No me importa...- pronunció débilmente - no me importa morir ahora...porque aún que no lo creas, yo sí fuí feliz...- sonrió nostálgica - tuve a una bella mujer a mi lado, tengo a una maravillosa hija, grandes amigos que me quisieron, y una en especial, que siempre estuve cuidandome. Tú no los alejaste, lo único que hiciste, fue que nuestro amor se fortalezca, que sea mas fuerte, viví los mejores momentos a sus lados, así hayan sido cortos, aquí es donde debes de preguntarte, Jin, ¿quien ganó en realidad? Porque tú no lo hiciste - Jin sintió el arma el su espalda baja - pero en algo tienes razón, ambos somos iguales, somos unos asesinos, por lo tanto - sonrió - no vemos en el infierno.
Tanto Tzuyu como el resto, estaban en el segundo piso cuando oyeron el disparo.
Media hora después, Ella recibía la llamada, no soporto tal noticia, que cayó en medio de un llanto en el pasillo del hospital. Su otra madre estaba aún en emergencias, estaba siendo operada, ¿como decirle...que Lisa había muerto? Jennie no lo soportaría.
La joven castaña se levantó, y salió corriendo del hospital, no quería estar nuevamente sin su madre, no quería ver nuevamente a su mamá triste y decaída, no quería volver a como era antes, ella quería a su familia, sólo deseaba eso.
Entró bruscamente a la vieja casa y bajó corriendo las escaleras del sótano, iba a volver, iba a arreglar todo, una y mil veces si era necesario, pero sus madres iban a estar juntas, no merecían este final.
Pero quedó atónita y con sus sueños destrozados, cuando encontró ambas máquinas, completamente destruidas. Los papelografos donde indicaban el proceso de su construcción, estaban quemados, y los apuntes que su madre había echo, estaban de la misma manera.
Se acercó lentamente entre sollozos, y observó entre los escombros, un papel que resaltan a simple vista, lo tomó con cuidado y lo acercó a ella, sintiendo una gran impotencia e ira al leerlo.
"No van a volver, todo se quedará como está.
~Jin"
Fin
¡ESPEREN! ¡ESPEREN! ¡BAJEN ESE CUCHILLO ALV! ¡DEJENME EXPLICARLES! ¡TODAV- le lanzan una piedra al ojo - todavía falta el epílogo que consta de tres partes :'v
Voten ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro