La verdad de Jennie
En la otra realidad
Park Jihyo hacía una llamada a uno de sus contactos, tenía que asegurarse de que nadie más se entere de lo que estaba planeando, de lo contrario, todos sus esfuerzos serían en vano.
_¿Está todo listo? - estaba atenta a lo que pasaba a su alrededor.
_Todo listo, el helicóptero saldrá dentro de una hora, tienen que venir de una vez, no podré distraerlos por mucho tiempo.
_Está bien, gracias por todo Vivían, ¿nadie más sabe de esto?
_Al menos por mí, nadie lo sabe, no se lo dije a nadie.
_De acuerdo, luego te vuelvo a llamar.
Fin de la llamada.
Jihyo subía al segundo piso con algo de prisa, entrando a una de las habitaciones y encontrando a Jennie cerrando la maleta, se veía nerviosa.
_¿Lista? - preguntó tocando su hombro.
_¿crees que esta vez lo lograremos? - estaba preocupada.
_Si Ella pudo, ¿por que nosotras no?
_Lo hemos intentado miles de veces, y siempre hemos fallado - entristeció - no quiero volver a hacerlo.
_Y no lo harás - se arrodilló - ya pasó mucho tiempo desde la última vez que lo intentamos, no pueden estar vigilandonos las veinticuatro horas, debemos aprovechar esta oportunidad - Jennie asintió no muy segura - vamos, debemos de darnos prisa, tenemos una hora para llegar.
Tomó sus dos manos y la ayudó a ponerse de pie, levantándola de aquella silla de ruedas para darle sus muletas. Tomó su maleta y la de Jennie y caminó a su lado mientras bajaba las escaleras.
_Con cuidado - aconsejaba - puedo cargarte Jennie, sabes que no sería una molestia.
_No te preocupes, puedo hacerlo - Jihyo asintio.
Llegaron a la puerta y la pelicorto fue la primera en salir, vigilando disimuladamente que nadie esté cerca mientras caminaba al auto. Dejó las maletas dentro y se apresuró en llegar nuevamente a la entrada de la casa, avisando a Jennie de que saliera.
Hace veinte años atrás
Jennie caminaba con de un lado a otro en su sala, hace tan sólo unos minutos que Hoseok le había dado la noticia de que dejaba el caso y no pudo convencerlo de quedarse por más que lo intentó.
Se sentó en su sofá y tomó la laptop que estaba encima de la mesita de centro, comenzando a buscar en Internet a un nuevo y mejor abogado que pudiera ayudarla. No podía contratar a cualquiera, tenía que ser alguien que tenga un buen prestigio a lo largo de su carrera.
Jennie continuó buscando hasta muy altas horas de la madrugada, el cansancio en su cuerpo no era nada comparado a su deseo de ver libre a Lisa, no podía perder el tiempo.
Fue cuando encontró a alguien que cubría todas sus expectativas, un abogado que solo había perdido ocho casos en sus diez años de carrera, a pesar de ser aún un hombre joven.
Pero había un problema, ese abogado no era de Corea.
Chang Li
China-Pekín.
Trató de comunicarse con él por durante dos horas, pero los teléfonos sonaban ocupados y Jennie comenzaba a frustrarse al no tener ningún tipo de respuesta. Levantó la mirada a la laptop cuando recibió un mensaje de correo electrónico, dejando el teléfono al lado y colocando la laptop sobre sus piernas.
Era la respuesta de Chang a todos sus mensajes. Afortunadamente para Jennie, la laptop traducía todo automáticamente.
Al abogado pareció interesarle su caso, pero había otro problema, él tenía una semana muy atareada y no podía viajar ahora a Corea. Por lo que sólo le aconsejo, que si en verdad necesitaba de su ayuda, que fuera a hablar con él personalmente para poder ayudarla.
Esa opción hizo pensar a Jennie por mucho tiempo, pensando seriamente si debía de ir. A su lado se encontraba una foto de Lisa y ella cuando a penas tenían once y diez años, habían compartido una larga vida juntas y no deseaba que aquella vida terminase.
Necesitaba a su chica a su lado.
Al día siguiente, Jennie llegaba muy temprano al aeropuerto para poder comprar un pasaje rumbo a China, tenía que ser el que saliera lo más pronto posible.
_¡Como que no hay más vuelos! - era el reclamo por parte de Jennie.
_Señorita, puede comprar uno para el siguiente vuelo, no hay por que gritar.
_El vuelo es dentro de un mes - comentaba con frustración - ¿está segura que no hay más asientos disponibles? Estoy dispuesta a pagar lo que sea, por favor.
_Lo siento, pero no puedo hacer nada, tal vez si espera aquí, podría avisarle si alguien cancela su vuelo.
_Entonces tenga por seguro que voy a esperar - tomó con molestia su dinero.
Jennie esperaba en uno de los asientos cerca de los grandes ventanales, llevaba ahí más de dos horas, viendo de vez en cuando a la recepcionista que simplemente negaba a su mirada interrogatoria.
Giró viendo levemente a su lado cuando alguien se sentó al otro extremo de los asientos, se veía algo impaciente como ella, llevaba sólo una maleta a ruedas que estaba a su lado y no dejaba de revisar la entrada, parecía que esperaba a alguien.
Una hora después, ambas seguían esperando.
Fue cuando otra mujer cruzó la entrada, que la que estaba sentada al otro extremo se puso de pie deprisa, llegando en un instante a su lado y reclamándole por qué la tardanza.
Jennie quería ignorarlas, pero la discusión que comenzaron, mejor dicho, que la otra chica comenzó, llamaba la atención de muchos, incluyéndola.
_¿Me estas terminando? - preguntó con tristeza - Yerin...
_Lo siento, Jihyo - calmó su voz - pero no puedo irme contigo, te amo pero...- sus ojos se cristalizaron - no puedo dejar a mi familia, y tú no puedes quedarte, por que es justamente que tú familia también te necesita.
Hubo un leve silencio.
Jihyo sólo bajó la mirada para que sus lágrimas no se notasen pero Yerin pudo verlo, provocando que la abraza fuertemente contra ella donde los ojos de Yerin se cristalizaron, ella era una mujer fuerte.
_Te voy a extrañar...demasiado - comentó Jihyo escondida en su cuello.
_Yo también lo haré - respondió - pero ahora tengo que irme - se alejó, limpiando las lágrimas de su ahora ex - espero que te vaya bien - sonrió con tristeza - ¿cuidate, si? - Jihyo asintio - no quiero que trabajes mucho, tomate siempre un descanso.
_Incluso en esta situación no dejas de regañarme - ambas rieron.
_Es por que eres una necia - sonrió, volviendo el silencio entre ambas - hasta luego, Jihyo - retrocedió - espero que algún día volvamos a vernos.
_Ese día seré muy feliz.
_Igual yo.
La mujer cruzó la puerta sin mirar atrás, por que estaba segura que si giraba a verla, correría a Jihyo y no la soltaría nunca más.
Jennie miraba apenada la escena, le aprecio muy triste que una pareja tan linda se separará. Vio por última vez a la chica que se fue y giró para ver el estado de la otra. Su sorpresa fue cuando la pobre mujer que estaba de pie, miraba con tristeza un par de boletos que al parecer era para las dos.
Estos tenían escritos en letras grande la palabra "China"
_Hey - la mujer se dirigía a la salida - ¡hey! ¡Espere! - corrió hacia ella, girándola por los hombros.
_¿Que le pasa? - se alejó mirándola extrañada.
_Vendame su boleto - pidió - ¿era de esa chica, verdad? Pues ya que la dejó...- sonrió nerviosa - no la va a necesitar.
Jihyo la vio con los ceños fruncidos, ignorándola por completo y siguiendo su camino.
_Ok, Ok, lo siento, no debí expresarme así - se detuvo frente a ella - pero es que estoy desesperada, necesito ese boleto.
_Ten - la dejó bruscamente sobre su pecho, empujándola - es todo tuyo.
Jennie quizo a agradecerle con una paga, pero la mujer solo siguió caminando. La castaña la miró extrañada para luego sólo alzar los hombros y comenzar a leer el horario en el boleto.
De pronto recordó algo muy, pero muy importante.
Jihyo metía una moneda a una máquina de bebidas, cuando alguien chocó contra ella mandandola de cara contra la máquina.
_¡Perdón!
Jennie se había tropezado.
_¿¡Ahora que quiere!? - la encaró.
_Ehh...¿sabes hablar chino?
****
_Así que quieres que viajemos juntas...te ayude un par de días para que puedas comunicarte, y luego me pagarás - repasaba.
_Exacto - asintió - no perderías nada, de igual manera viajarás a China y ganarías una jugosa ganancia.
_No me parece mala idea - tomaba de su bebida, ambas estaban conversando en una cafetería que se encontraba muy cerca del aeropuerto - Ok, acepto - Jennie sonrió - Oh, no nos presentamos, soy Park Jihyo.
_Soy Jennie Kim - hicieron una leve reverencia - perdón si es muy pronto lo que te voy a pedir pero...¿podrías darme tu número?
_¿Para que?
_Necesito llamarte, tengo cosas por hacer antes de viajar.
_Lo siento, pero no, apenas la conozco - negó - ¿por que mejor no me das tu número? Así yo te llamo cuando el vuelo está a punto de salir y hasta puedo ir por ti - Jennie la miró desconfiada - tranquila, no tengo la intención de secuestrarla - rió - después de todo la que se acercó a la otra, fue usted.
_En eso tienes razón - lo pensó - está bien, mi número es...
Luego de anotar su número, Jennie se dispuso a irse mientras Jihyo seguía disfrutando de su bebida. Fue cuando se detuvo un momento en la puerta cuando sintió un leve mareo, Jihyo solo la miró curiosa.
_¿Está todo bien?
_Ehh...sí - respondió.
Jennie cayó de rodillas al suelo ante un nuevo mareo.
_¿Que le pasa? - preguntó preocupada Jihyo al llegar a su lado y arrodillarse frente a ella - ¿que tiene?
_Son sólo mareos, es que...estoy embarazada.
_Te llevaré al hospital de todos modos - pronunció rápidamente - sujetate de mis hombros, ¿puedes caminar? - Jennie asintió - bien, bien, arriba.
La castaña se reincorporó lentamente entre quejidos, cuando perdió la conciencia.
****
Jennie se encontraba más tranquila al ya no sentir esos mareos, pero la preocupación por saber el estado de su bebé, no la dejaba en paz.
Observó ingresar al doctor junto a Jihyo, quien la miraba apenada.
_¿Que fue lo que paso, doctor? ¿por que tuve esos dolores? - quizo saber.
_Señorita, ¿usted a estado nerviosa o alterada estos días? ¿Ha estado en situaciones que le podría generar algún tipo de estrés?
_Sí, pero...¿que fue lo que ocurrió? ¿mi bebé está bien?
_Su hijo está bien por ahora, lo que usted sufrió fue un leve desmayó producto del estrés generado. Le explicaré. Ante un embarazo, tiene gran relevancia qué comemos, cuánto dormimos, qué ejercicio físico hacemos… Pero las emociones también juegan un papel muy importante. Existe una estrecha relación entre el estado emocional de la madre durante la gestación y la vida uterina. Así, el estrés en el embarazo puede dificultar el desarrollo evolutivo del bebé. Cuando estamos estresados, se pueden alterar los niveles de 6 tipos de hormonas: cortisol, glucagón, prolactina, testosterona, estrógenos y progesterona. Estas oscilaciones afectan a la embarazada, pero también al feto. Por eso, cuando las madres experimentan un estrés psicológico severo durante la gestación, el embarazo aumenta su riesgo. Lo que debe hacer ahora es cuidarse, estar en un ambiente tranquilo para que tanto usted como el bebé estén bien. No puede seguir estando en esos tipos de situaciones.
_¿Qué pasaría si... continuó con este tipo de problemas?
_Podría perder al bebé - fue como un balde de agua helada para Jennie - así que le recomiendo que esté tranquila, alejese de todo sus problemas y alimentese bien, al menos por los siguientes cuatro meses, así el bebé nacerá sano y fuerte.
Al no obtener respuesta de la castaña, el doctor sólo se retiró con un gesto y dejó a ambas chicas solas.
Jennie se encontraba entre la espada y la pared, sentía sus ojos cristalinos ante la impotencia que sentía.
_¿Quieres que llame a alguno de tus familiares? - preguntó dudosa Jihyo - debe ser ahora por que ya tengo que irme.
_Ayudame a salir de aquí - pronunció con seriedad.
_Pero...si el doctor dijo que debías de estar aquí algunas horas más, sólo para verificar que todo esté bien.
_No puedo seguir aquí - comenzaba a bajar con cuidado de la cama - el avión saldrá en unas pocas horas.
_¿Piensas viajar así? ¿en tu estado? Recuerda lo que el doctor di...
_El doctor no me prohibió viajar - aclaró - estoy bien, Jihyo, debo de alistar mis cosas ahora.
_¡Pero podrías perder a tu bebé! - advirtió un poco alterada.
_¿¡Y crees que no lo sé!? - se detuvo ante la sola idea - pero debo hacerlo - aclaró con firmeza - ahora por favor, sólo ayudame.
_No - llamó la atención de la castaña - no pienso llevarte en esa condición.
_Habiamos echo un trato - alzó la voz.
_Lo sé - respondió - ¿Pero que es tan urgente como para querer viajar ahora? ¿No puedes esperar un tiempo?
_¿Que es lo que te lleva de regreso a China? - preguntó con serenidad.
_Mi familia - respondió fácilmente.
_Esa es la misma razón por la cual quiero viajar ahora.
Jennie comenzó a contarle todo.
****
_¿Estas abandonando mi caso? - la mirada de Lisa entristeció al ver a Hoseok asentir - No puedes hacerlo - negó - sabes que esto es injusto. Eres abogado y tu deber es luchar por lo que es justo - sus ojos se cristalizaron - no puedes simplemente dejarme aquí. ¡Son veinte años Hoseok! - sollozó - ¡No puedo estar aquí durante veinte años!
_Lo lamento - bajó la mirada - eres la novia de mi amiga y le prometí que te sacaría de aquí, pero lamentablemente no está en mis manos hacerlo - se puso de pie - perdoname.
****
En algún otro lugar. Una castaña alistaba maletas cuando recibió una llamada.
_¿Hola? - buscaba ropa del armario.
_¿Estas lista?
_Oh, eres tú - suspiró, era Jihyo - sí, sólo me faltan algunas cosas.
_Apurate. El avión sale en unas horas.
_Está bien - Jennie miraba con tristeza su habitación - ven a recogerme.
_Ok. Voy para allá.
Colgó.
La castaña se acercó lentamente a la mesita de noche y tomó uno de los cuadros. En ella estaban Lisa y ella, en los juegos mecánicos donde se veían realmente felices.
Paso con delicadeza las yemas de sus dedos por la foto y una lágrima cayó sobre el cristal que lo cubría, observando el rostro alegre de quien sería su esposa.
"Perdoname...pero no lo entenderías, Lisa..."
****
Lisa caía ensangrentada en el piso de los baños. Estaba siendo golpeaba por una de las chicas de la prisión. Intentó levantarse para defenderse pero volvieron a patearla está vez en la mandíbula, regresandola al piso. Lograron partirle el labio nuevamente y Lisa se quedaba sin fuerzas al retorcerse del dolor.
_A Jeongyeon la tendrán amenazada, pero a mi no perra - recordó - ¡A mi no me faltas al respeto! - pisó su espalda con fuerza, mandándola contra el suelo - ¿que pasó? ¿no que me dabas una golpiza? - Chaeyoung se reía muy cerca de su rostro.
****
Dahyun salía de su trabajo para ir a ver a Lisa. Hoy era día de visita y tenía que apresurarse si quería llegar a tiempo, las visitas se terminan a las cinco y sólo faltaban treinta minutos.
Se acercó al escritorio de la secretaria, colocando su bolso un momento encima del mueble para avisarle algo importante.
_Jihyo, ya me estoy retirando - la mujer estaba agachada, buscando algo en el suelo - dale estos papeles de mi parte al oficial Rodrigues y...- quien se asomó no era Jihyo - ¿quien es usted? ¿donde está Jihyo? - preguntó dudosa.
_Buenas tardes - saludó cortésmente - mi nombre es Irene y seré su nueva secretaria. Bueno, al menos el del primer piso - sonrió - y creo que con Jihyo se refiere a la que trabajaba aquí - Dahyun asintió - me parece que renunció esta mañana por motivos personales.
_¿Renunció? - quedó pensativa - bueno, no importa, digale al oficial Rodrigues que aquí tengo los análisis del cuerpo hallado en aquella montaña.
_Claro, yo se lo entrego.
_Hasta luego - salió apurada.
****
_¿Que hora es? - preguntó por quinta vez Lisa.
_4:45 p.m - avisó Nayeon, viendo nuevamente el reloj que tenía escondido debajo del colchón - tal vez haya tráfico - mencionó.
_Sí, quizás sea eso.
_O haya tenido un accidente y se murió - alzó los hombros ignorando la cara de pánico que tenía Lisa - ¿por que me miras así? - bueno, no la ignoró - sólo estaba bromeando.
_No te bromees así - Lisa se apoyó en la pared - estuve cerca de perder a Jennie, y no quiero volver a sentir ese miedo.
_Ok, perdón - se sentó a su lado - oye, si trae dulce ¿me lo das? - hizo reír a Lisa.
_Está bien.
_Manoban - Tzuyu abría las rejas - tienes visita.
La tailandesa sonrió.
****
Lisa abrazó a su novia, quien la esperaba con los brazos abiertos y la recibía como si no se hubieran visto desde hace mucho tiempo.
_Pensé que no vendrías - Lisa la besó - te extrañé tanto - pegó su frente a la de ella - Hey ¿por que lloras? - limpió sus lágrimas - ¿el bebé está bien? - se preocupó.
_Sí. Solo que yo también te extrañé mucho - sonrió - y perdón si tardé, pero es que había mucho tráfico.
_Eso mismo me dijo mi amiga, Nayeon, de la que te hablé.
_Oh si, ya me acuerdo - recordó - Mira - mostró una bolsa - te traje unos postres.
_Ow, amor, gracias - lo recibió, dejándolo a un lado - pero no necesito esto, te quiero a ti, ven aquí - Lisa se sentó y colocó a Jennie en su regazo. La castaña sentándose de costado - extrañe estar así contigo - la abrazó de la cintura.
_Yo más - besó su cabeza, rodeando sus hombros para también abrazarla.
Lisa cerraba sus ojos, apoyándose en el pecho de Jennie y disfrutando de los mimos de su novia.
_¿Como va todo en casa? ¿Mi madre como se encuentra? - preguntó sin quitar su posición.
_Tu madre está...deprimida, pero sabes que ella es fuerte. Te extraña mucho.
_Lo sé, es la mejor madre del mundo - murmuró somnolienta.
_Lisa, no te duermas - rió.
_Lo siento, pero tu cuerpo es tan cálido y cómodo, que me transmite paz - habló en un susurro - me imagino que ya sabes lo de Hoseok.
Jennie detuvo sus caricias por un momento.
_Sí...lo sé, fui la primera en saberlo.
_Debes de conseguir un mejor abogado que ese - la atrajo más a ella - no quiero quedarme aqui por mucho tiempo.
_Y no lo harás amor - apoyó su mentón en la cabeza de la rubia.
_Pero...- alzó la mirada para verla a los ojos - que pasaría si...si me quedó aquí por los veinte años ¿Y si no logro salir? - había miedo en su mirada.
_Hey - tomó sus mejillas - eso no ocurrirá ¿esta bien? Saldrás de aquí.
_Pero Jennie, existen dos posibilidades, y aunque no queramos...lo otro podría ocurrir.
_Si eso pasara, te esperaría sin importar que - acariciaba su cabello - Así fueran cincuenta años o toda la vida, te esperaría Lisa.
_¿En serio harías eso por mí?
_Ni siquiera lo dudes.
_Te amo, Jennie - unió sus labios con los de ella.
_Yo te amo más.
Jennie la besaba como si fuera la última vez que lo haría. La besó con tanta necesidad y lentitud que derretía a Lisa en suspiros, la rubia no notó la pequeña lágrima que recorría la mejilla de su amada castaña.
Al concluir el tiempo de la visita, Jennie se despidió con naturalidad dándole un último beso en los labios. Lisa jugaba con no querer soltarla y Tzuyu sonreía al verlas, esperando pacientemente a Lisa.
Minutos después, Jennie salía seriamente, alejándose unos metros de aquella prisión, girando en una esquina y subiendo al auto que la esperaba.
_Tardaste demasiado - miraba impaciente la hora de su reloj.
_No quiero hablar ahora Jihyo - evitaba mirarla. Sintiendo que sus ojos se nublaban por la acumulación de las lágrimas queriendo salir.
_¿No se lo dijiste verdad?
_No pude hacerlo...
Jihyo suspiró, pensándolo un momento.
_Iré a hablar con ella - bajó del auto.
_¿Que? ¡No! ¡Jihyo! - corrió tras ella, tomándola del brazo - ¡No puedes decircelo!
_¿Cual es tu maldito problema? - se zafó - ¡Solo es cuestión de decirle y...
Fue interrumpida por el sonido del celular.
_Rayos - suspiró frustrada - el avión está apunto de salir.
_Entonces vayamos - Jennie mencionó.
Jihyo resignada, volvió al auto siendo seguida por Jennie.
_Me sigo preguntando cual es el problema - murmuró Jihyo con molestia, encendiendo el auto.
_Lisa no lo entendería, sobre todo por nuestro hijo.
Jihyo comenzó con el trayecto.
_Claro que lo entendería, es su libertad.
_Claro que no, ella preferiría mil veces quedarse en esa prisión...que poner en riesgo la vida de su hijo.
_¿Y tú no? - preguntó extrañada.
_Aunque me duela decirlo...si algo le pasara al bebé, Lisa y yo podemos volver a intentarlo, podemos volver a tener un hijo, pero no quiero que pierda la mitad de su vida encerrada, sólo viendo al niño crecer en cada visita sin poder disfrutar algún momento junto a él.
_¿Y no crees que ella se preguntará de por qué tú ausencia?
_Serán sólo días, no más de una semana.
****
_Las estoy siguiendo.
_¿A donde se dirigen?
_Parece que van al aeropuerto.
_¿Al aeropuerto? Está bien, averigua a donde va y por qué, luego me llamas.
_Ok - la pelinegra sonrió de lado.
Perdón si hayan un error, lo acabo de escribir xD
Voten ❤
Amenme, siganme, comenten y no me dejen :)
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