Especial
Esto ocurre en diferentes tiempos, no en realidades. Para ser mas específica, es lo que pasó con las demás protagonistas.
¿ceviche? :D
Una pelinegra caminaba cabizbaja por una obscura calle que no estaba habitada. Había vuelto a discutir con su mamá y la mayor la había abofeteado. En ese momento decidió salir de la casa y no volver, ese era su plan, ya no soportaba el maltrato de su madre, pero cada vez que pensaba en su pequeña hermana, la hacía dudar de su decisión.
Nayeon no sabía qué hacer, apenas era una adolescente como para llevarse a su hermana consigo.
_Hola...- Nayeon se alertó cuando un hombre la veía con mirada lasciva de pies a cabeza. Estaba apoyado en un callejón y no había nadie al rededor - ¿estás sola? - la pelinegra bajó la mirada y aceleró sus pasos lejos de él, pero el hombre corrió a su lado y la tomó del brazo, asustándola - ¿a donde crees que vas?
_¡Suelteme! - intentó zafarse, pero el hombre la abrazó de las piernas y la cargó sobre su hombro, llevándola dentro de ese callejón - ¡No! ¡no! ¡Bajeme! ¡No! - suplicaba - ¡suelteme! ¡Por favor!
Fue lanzada sobre unas viejas cajas y el sujeto comenzó a deshacerse de su ropa, arrancándola bruscamente ante la resistencia de la pelinegra. Nayeon comenzó a llorar, gritando por ayuda, cuando sintió el peso del hombre sobre ella. Pero algo extraño sucedía, el hombre no se movía, estaba inconsciente.
_¿Te encuentras bien? - preguntó una joven mujer de cabello corto, miraba preocupada a la mujer que seguía llorando - vámonos, rápido - tendió su mano - podría despertar.
Nayeon tomó su mano rápidamente y se levantó con su ayuda, vio como la extraña chica volvía a tomar de su bate de béisbol y golpeaba nuevamente la cabeza del hombre.
_¡Maldito asqueroso! - lo golpeó una última vez con el bate y le propinó una patada en el rostro, reventando su pómulo. Lo escupió en la cara y retrocedió al lado de Nayeon - vámonos - volvió a tomar de su mano y la llevó deprisa lejos del lugar - voy a llamar a la policía y le voy a dar su paradero, tú no te preocupes, lo dejé bien desmayado.
Media hora después, Nayeon recibía todas las atenciones de la pelicorto. La chica desinfectaba la pequeña herida que tenía en su frente que se ocasionó al intentar defenderse y tenía una manta sobre ella para cubrir su cuerpo ya que su ropa estaba rota.
El la otra realidad, Nayeon había logrado escapar, pero había matado al hombre en el proceso, era por eso que había terminando en la cárcel injustamente, todo para que después Jeongyeon termine lo que el hombre quizo intentar.
_¿Estás mas tranquila? - Nayeon asintió - que bueno - sonrió - me llamó Jeongyeon, ¿tienes hambre?
_Mucha - respondió - pero no puedo volver a mi casa para cenar.
_¿Por qué? ¿te echaron?
_No...es que, es mi madre - bajó la mirada.
_Entiendo - asintió pensativa - si quieres...puedes andar conmigo - Nayeon la observó esperanzada - yo tampoco tengo un hogar, pero tengo un grupo de buenos amigos y todos tenemos una pequeña casa abandonada donde dormimos. Si no te parece mala idea, puedes venir, yo te cuidaré hasta el dia que quieras irte.
_¿En serio? - decía conmovida.
_Por supuesto, no es tan lej- Jeongyeon fue abrazada de inmediato por una emocionada Nayeon, cayendo de espaldas contra el césped - oye...- decía nerviosa - ehhh...tu ropa - no sabía qué hacer - se te ve todito - tomó la manta que estaba a un lado y con ella, abrazó a Nayeon, cubriéndola de cualquier mirada y del frío.
_Te lo agradezco - decía Nayeon, aún abrazada a ella.
_No hay problema, sólo tengo que decirte algo, no quisiera que te incomodara después.
_¿Qué cosa? - levantó la mirada.
_Acabo de salir de la cárcel de menores.
****
Sana observaba desde la mesa del establecimiento a la sexy policía que vigilaba el lugar. Hace días que sólo venía por ella, pero no se atrevía a hablarle, tampoco quería incomodarla o distraerla de su trabajo, se veía que era novata por lo joven que era.
En fin, Sana decidió seguir con su día y se levantó para salir del establecimiento, cuando a sólo una cuantas calles, la policía se cruzaba en su camino y se detenía frente a ella, dejándola sorprendida.
_Hola - saludó nerviosa.
_Buenas tardes - saludó Tzuyu - disculpe pero, ¿podría vaciar sus bolsillos? - mandó, dejando a Sana con expresión incrédula.
_¿Por qué?
_Solo obedezca.
Sana confundida, metió su mano en sus bolsillos y comenzó a sacar sus cosas, cuando se quedó inmóvil cuando sintió algo extraño dentro de uno de ellos.
Sana miró de reojo dentro de su prenda y abrió por completo los ojos cuando vio un pequeño diamante en su mano.
¿¡Qué hacía eso allí!? ¡No puede ser, puede terminar en la cárcel!
Tzuyu comenzó a verla sospechosa.
_Ehh...¿Qué es eso? - Sana señaló asombrada detrás de la castaña, quien se distrajo y la otra aprovechó para salir corriendo.
_¡Oiga! - Tzuyu se dio cuenta de su trampa y corrió enseguida tras ella.
Dos mujeres observaban todo detrás de un muro.
_¿Por qué pusiste el diamante allí? - regañaba Jeongyeon - ya la encontraron.
_El otro guardia me miraba con sospecha, fue la única idea que tuve - respondió Nayeon.
Vieron entre risas como la policía tacleaba a la pobre mujer contra el suelo.
_¡Le juro! ¡no sé cómo llegó eso a mi bolsillo! ¡alguien me tendió una trampa! - Sana estaba siendo esposada a la fuerza.
_Eso dicen todos, señorita. Arriba - levantó a Sana del suelo - va a tener un grave problema por esto.
_¡No es justo! ¡Quiero un abogado! ¡Ni siquiera me a leído mis derechos!
Sana fue aventada dentro de la patrulla que había llegado.
_De la que nos salvamos - comentó Jeongyeon.
_¿Salvamos? Yo tenía el diamante.
_¿A poco crees que iba a dejar a mi novia sola? - se alejó de aquel muro y comenzó a caminar.
Nayeon sonrió ante lo dicho y corriendo a ella, brincó sobre la espalda de su chica, quien la cargó y recibió un besó en su mejilla.
La vida de Sana y Tzuyu fue la que ya conocen, pero en mas corto tiempo, ya que Sana sólo estuvo un año en prisión. Injustamente, pero ella no cambiaría nada, ya que así conoció a su esposa y llegó a tener a sus cinco hijos.
****
Chaeyoung estaba en el baño del aeropuerto. Tenía planeado irse del país y comenzar una nueva vida lejos de la delincuencia. Cuando estaba por salir, escuchó los murmullos nerviosos de otra chica, alentandose a hacer algo.
Decidió no tomarle importante y abrió la puerta para salir, pero esto sobresaltó a la pelinegra que pensaba que no había nadie y dejó caer al suelo unos pequeños paquetes con polvo blanco.
La chica la miraba nerviosa, aterrada. Se arrodilló de inmediato y comenzó a guardar rápidamente las bolsitas dentro de su ropa. Todo ante la mirada neutral de Chaeyoung.
La vio salir de inmediato junto a su maleta y ella se quedó allí, pensativa.
Mina sentía sus manos sudorosas al estar en la fila para la revisión. Tendría que lograrlo, necesitaba el dinero para pagar todas sus deudas y sólo tenía que hacerlo una vez. Se sentía vigilada, sentía que todos los policías la miraban con sospecha, aunque no fuera así. El latido de su corazón aumentaba a cada paso que daba, comenzó a sudar aún mas cuando vio a quien estaba en frente cruzar, era su turno.
_¡Amor! - todos giraron ante el grito de la pequeña mujer quien saludaba con emoción - ¡Amor! - llegó al lado de Mina, quien no sabía cómo reaccionar - ya estoy aquí - la abrazó con alegría, "sólo sigueme el juego", susurró - ya no tienes porqué viajar a verme, llegué sólo hace minutos - tomó su mano - vamonos, tengo muchas cosas que contarte - Mina, pensativa, vio ese acto como una señal, una oportunidad de buscar otra solución.
Chaeyoung esperaba su andar y sonrió cuando la chica asintió para comenzar a seguirla. Ambas se alejaron aún tomadas de la mano y al estar ya fuera, Mina tenía tenía los ojos humedecidos.
_Gracias...- murmuró - por no acusarme...- giró a verla con una sonrisa nostálgica - y ayudarme. En serio, gracias.
_De nada - soltó su mano - pero acabo de perder mi avión - rió. Mina se sintió culpable y estaba a punto de disculparse cuando Chaeyoung se adelantó - tranquila, quizás esto pasó por algo. Tú tomalo como una segunda oportunidad.
_Pero...¿Qué hay de ti? ¿Tu vuelo era importante?
_¿Quieres ir a tomar algo? - Mina se sorprendió ante su pregunta - no ganaremos nada lamentándonos por un vuelo perdido. Además, creo que me lo debes - sonrió.
Mina bajó la mirada penada, pero luego solo sonrió y asintió. Esa tarde conversaron sólo unas horas, pero fue el inicio de una linda relación. Seis años después, abrían su negocio juntas, además de la llegada de su segundo hijo.
****
Jihyo, como en la otra realidad, viajaba rumbo a China, pero no estaba sola, esta vez su novia sí decidió ir con ella y no podrían estar más felices. Una nueva vida juntas la esperaba y no volverían hasta dentro de dos años, donde serían vistas por un sonriente Jennie quien había ido de compras junto a su suegra. No quizo hablarle, decidió dejar las cosas como iban transcurriendo, verla feliz era un motivo suficiente.
****
Jisoo jugaba junto a sus tres hijos en un juego en línea. Estaban uno al lado del otro en el avión mientras esperaban a Rosé quien se había ido al baño.
_¡¿Quien me disparó?! - Jisoo se levantó molesta, sus hijos sólo reían - no se hagan, fue traición - señaló.
Rosé salía del baño cuando accidentalmente se golpeó con alguien en la entrada. La chica vestía un traje de piloto y también la observaba curiosa. La placa que tenía a un lado de su pecho tenía un nombre, la cual era "Vivian"
_Disculpe - se hizo paso a un lado e ingresó.
La rubia siguió con su camino. Jisoo, sus hijos y ella, tomarían unas vacaciones familiares en Disneylandia como aniversario de boda. Jisoo tenía buena economía por su trabajo, así que no le costó casi nada en contratar un avión privado para la comodidad de su familia.
A los poco minutos, Rosé subía al avión, siendo recibida cariñosamente por su esposa quien sonreía mientras la besaba y mimaba.
Vivian subió en ese momento y las observó, pensando en la casualidad que la chica con quien se había cruzado y quien le pareció realmente hermosa, era la esposa de su jefa, al menos durante el vuelo.
Alzó los hombros y se dirigió a la cabina, su compañera la recibió con un gesto y se prepararon para comenzar el despegue.
"Ni modo" pensó "una chica como ella jamás se hubiera fijado en mí"
_Buenos días - habló a travez de los micrófonos - Soy Vivian y seré su piloto, por favor abrochense sus cinturones de seguridad que el vuelo a Disneylandia, va a comenzar.
****
Lisa regresaba junto a su familia a casa. Habían pasado un divertido día en el parque de diversiones y tenían planeado ver una película en la sala. Jennie sostenía la mano derecha de Ella, y Lisa la izquierda. Conversaban sobre el nuevo proyecto de Lisa, cuando el bolso de Jennie fue arrebatado por una chica, quien corrió de inmediato lejos de ellas. La rubia pidió rápidamente que se queden allí y ella fue corriendo tras la pelinegra.
La mujer entró rápidamente a un callejón tratando de cruzar por un pequeño muro, pero Lisa la atrapó y la devolvió al suelo. La chica retrocedió a rastras sin dejar de verla.
_Devuelme el bolso de mi esposa - mandó Lisa.
_Vete a la mierda - sonrió con burla.
Lisa apretó los puños y se dispuso a ir contra ella, cuando otra mujer apareció frente al callejón, sosteniendo un arma y apuntando a su cuerpo.
_Alejate de ella - mandó Jeongyeon. Lisa sólo tuvo que obedecer - ¿estás bien? - ayudó a levantarse a su novia.
_Sí, pero vámonos ya - Nayeon tomó su mano - alguien podría llegar.
Jeongyeon asintió ante el pedido de su chica y al segundo en que bajó su arma, salieron huyendo. Lisa suspiró con frustración por no recuperar el bolso de Jennie, pero al bajar la mirada, encontró un collar en el suelo. Lo recogió con curiosidad y lo observó al detalle, seguramente le pertenecía a esa ladrona. Era un pequeño osito de oro, y en la parte del pecho llevaba algo escrito.
_Toto...- pronunció extrañada.
Al instante sintió esa extraña sensación a la cual llaman, "dejavu". Dicen que cuando lo experimentas, es porque algo a sido cambiado en el transcurso del tiempo. O eso es lo que cuentan.
Pero ella, ella no cree en esas cosas.
Hace muchos años atrás
Voten ❤
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