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El Inicio De Una Historia

El nombre de la madre de Lisa será Alondra.



"Es increíble como pasa el tiempo así de rapido. Pareciera tan solo ayer cuando solo éramos unas niñas, apenas estabamos conociendo el mundo"

Lisa, de tan solo siete años de edad, jugaba con sus carritos en el parque, a los pies de su madre, quien se encontraba sentada en un banco, cuidándola. Ambas decidieron salir a disfrutar un momento del sol, ya que Alondra, su madre, no tenia mucho tiempo. Ella trabajaba prácticamente todo el día para poder darle un buen futuro a su única hija y sacarla adelante sola.

¿El padre ? Fue uno más de esos cobardes que huyen luego de enterarse de que tendrán un hijo. "que arruinaría su vida" "que es muy joven para tal responsabilidad" "que solo a sido un error" Pero para Alondra fue el regalo más grande que Dios pudo haberle dado. Con tan solo ver esa sonrisa que mostraba su hija mientras jugaba, la hacía sentir que podía enfrentarse a todo. A Lisa le faltaba un diente, sí, pero eso la hacía más adorable, además que es la etapa de todo niño, ya le crecerá .

_Mami... - Lisa la sacó de sus pensamientos, pero al prestarle atención, se dio cuenta que no la estaba viendo a ella, si no a algo más, mas bien, a alguien más.

_¿Qué pasa Lis? - era el tierno apodo que su madre le había dado .

_Quién....¿quién es ella ?- apuntó con su pequeño dedo - nunca la había visto aquí - aunque Alondra no tenia demasiado tiempo para dedicarle a su hija, no quiso que se quedara sola en casa, así que Lisa tenia una niñera que se encargaba de traerla al parque todos los días. Era así como Lisa conocía a todos los niños del vecindario y le sorprendió ver una cara nueva.

Alondra siguió su mirada y a unos cuantos metros de ellas, se podría observar en el castillo de madera, a una pequeña niña de cabellera castaña que usaba un vestido rosa y reía sin parar dentro del pequeño castillo para niños. Estaba asomada en el balcón. Era una niña muy linda, le calculaba la edad de unos aproximadamente cinco años.

_Creo que es la hija de la nueva pareja que se acaba de mudar, ¿por qué? ¿quieres ir a jugar con ella? te haría bien hacer más amigas - la animó. Pero se sorprendió al ver negar a su hija - ¿no quieres ser su amiga?

_Mami...¿recuerdas la película de princesas que vimos ayer ? -respondió con otra pregunta, su madre asintió luego de recordar un momento -pues...pues...- Lisa jugaba con sus deditos - creo que ya encontré a mi princesa....¡no! ¡no creo! , ¡estoy segura! - celebró su hija con mucha emoción. Alondra quedó sorprendida, pero no por los ya notables gustos de su hija; era obvio, además de que su hija contaba con un miembro masculino; si no que la vio tan segura que pudo jurar que estaba viviendo el instante donde Lisa le traería a su nuera, diciendo que se casarían y querían su bendición. Con tan solo ese pensamiento en su mente, la hizo sonreír con nostalgia e ilusión - mami ¿tendré que pelear con dragones también? ¿O con monstruos ? ¡Yo pelearé por la princesa mami! - hizo el gesto de sacar una espada y alzarla en modo de guerra .

_Creo que primero tendrás que luchar con los encantos de los demás príncipes, mi cielo - anunció Alondra sin quitar la mirada del pequeño castillo. Lisa no entendía a qué se refería, hasta que vio en la dirección en que miraba su madre y lo que vio, no le gustó para nada.

Un pequeño niño vestido de príncipe, venia cabalgando su caballo de juguete y se dirigía hasta la princesa del castillo, quien esperaba su llegada con una sonrisa.

Por primera vez y a tan corta edad, Lisa sintió algo que la caracterizaría en el futuro: Celos.

Todo empeoró cuando el príncipe pretendía subir por las escaleras y la princesa lo esperaba con un piquito formado por sus labios. Lisa se puso de pie tan rápido como pudo, teniendo el ceño fruncido y viendo como el niño estaba por llegar a la cima .

_¡¡Ah no, pendejo!! ¡¡Ella es MI princesa!! - gritó muy fuerte.

_¡¡Lisa!!- de nada sirvió el regaño de Alondra, ya que Lisa salió disparada hacia el castillo. En las películas de princesas, el que le daba su primer beso, es con quien se quedaría para siempre y su amor sería eterno. Muy cursi, lo sé, pero es solo una niña ¿verdad? Y ella no estaba dispuesta a dejar que ese niño con piojos se lo dé, ¿como sabía que tenia piojos? Pues lo suponía.

A solo un centímetro del beso, el niño solo sintió como su pequeño trasero chocaba contra el duro suelo, lamentablemente el césped no amortiguó el golpe. Lisa lo había jalado desde atrás . Ella rápidamente tomó la posición del niño y con mucha habilidad, subió las pequeñas escaleras en solo dos pasos. Llegó por fin al rostro de la princesa, quien no se había dado cuenta de nada y seguía a la espera del beso con los ojos cerrados. "Es más linda de cerca" pensó la pequeña tailandesa y sin pensarlo dos veces, posó sus labios con la de la princesa en una sonrisa. Era un tierno beso de niñas que solo duró tres segundos .

_Wow - Lisa no pudo evitar impresionarse al ver a la pequeña abrir los ojos y encontrarse esa hermosa mirada gatuna mirándola - tienes ojitos de gato.

_Tú no eres mi pincipe - acusó la menor con gesto de duda. Le era un poco difícil pronunciar la "r"

_Sí soy tu príncipe. Mira, derroté al feo monstruo - señaló al pequeño niño que seguía tirado en el suelo junto a un puchero mirando la escena - ¿ves que sí soy tu príncipe? - sonrió

_Pelo tu no tienes corona, los pincipes tienen corona - habló la pequeña con un tono serio.

_Esperame - Lisa se bajó cuidadosamente de la escalera y sin pensarlo dos veces, se aventó al niño que ya iba queriendo correr al adivinar sus intenciones. Fue una lucha de jalones de ropa, de pelo. Ambos querían la corona y batallaban con todas sus fuerzas, sin contar con las palabras como "¡es mío!" "¡A mi me queda mejor!" "¡Suelta mi corona bruja!" "¡me lo das o te pego!" "¡Suelta chimuela!" "¡Suelta tú, piojoso!" "¡Ella me quiere a mí!" "¡Yo soy más bonita que tú!" y entre más cosas.

Por suerte Alondra ya había llegado al rescate en cuanto vio a su hija lanzarse sobre el niño. La tomó por la cintura y al alzarla, Lisa ganó la batalla por la fuerza extra de su madre, dejando al niño yendo a quejarse con su mami.

_¡Lalisa Pranpiya Manoban! ¿¡Que te he dicho de pelear con los demás !? ¡No...

_Esperate, mami - la tailandesa la interrumpió - después me puedes regañar ¿si? Pero no frente a ella, debilitas mi autoestima - susurró, haciendo un tierno puchero. A Alondra no le quedó de otra que asentir y mirar por el rabillo del ojo a la niña, que estaba sin expresión alguna. Lisa se dirigió hacia la menor y desde abajo le preguntó - ¿Ahora sí soy tu príncipe? Ya tengo una corona -lo señaló con orgullo.

_Pero hiciste tlampa , así no se vale - eso su sincera opinión.

_Pero luché por ti - volvió su puchero - mami, las mujeres no valoran nada - miró frustrada a su madre, ella solo solo se encogió de hombros

_Entonces...sí - sonrió la pequeña castaña - un pincipe no es quien tiene una colona, es quien lucha por su pincesa - sabias palabras para alguien tan pequeña.

_¿¡Oiste mami!? ¡Soy su príncipe, entonces ella es mi princesa! - estaba muy emocionada - ¿eres mi princesa verdad? - Quería estar segura y sonrió cuando la otra asintió - ¿Y cómo se llama mi princesa?

La niña no respondió, solo se deslizó del castillo por el tobogán que los unía y fue directo hacia la tailandesa, plantando un tierno beso en su mejilla y con una linda sonrisa dijo "me llamo Jennie" y se retiró al llamado de su madre.

Lisa estaba muy feliz, solo miraba la ruta por la cual se había ido su ahora princesa. Y hubiera seguido así, si no fuera por el jaloneo tan repetido que sintió por parte de su madre que la estaba casi arrastrando al estar corriendo.

_¡Mami! ¡mami, espera! ¡¿Qué haces?! ¡Mis carritos!

_¡Solo corre! ¡Que allí viene la madre del niño! - ambas salieron corriendo del lugar.

Y así había comenzado su historia de amor. Ambas crecieron juntas, ambas fueron su primer beso, su primera vez en hacer el amor, su primera e única novia, su primer amor.

Su amor era puro y sincero.

Ya convivían juntas. Lisa tenia veinticuatro años y Jennie veintidós, querían cumplir todos sus sueños juntas y más aun que están apunto de casarse. Todo iba de bien a mejor y esperaban que siguiera así. Pero como dice un antiguo refrán "mientras tú haces planes, el diablo se ríe de ti"




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