Rosé estaba feliz de poder haber ayudado a su amiga, hace solo unos momentos que acababa de ver a su amiga irse junto a la maquina y ya la extrañaba ¿como estará la Lisa de ahora? Se preguntó y quiso ir a verla, se quitó su bata y estaba apunto de subir las escaleras del sótano cuando una luz destelló en todo su alrededor, tapándose los ojos por la inmensa luz, retrocedió, al abrirlos nuevamente se sorprendió y la duda la consumía al ver la maquina nuevamente allí, frente a ella.

Una Lisa melancólica y furiosa salió de la maquina, soltando maldiciones y caminando por todos lados.

_¡Hey, hey! Tranquila - Rosé se le acercó - ¡Lisa tranquilizate!

Lisa se giró a ella y sin pensarlo se lanzó a abrazarla mientras lloraba escondida en el hombro de su amiga.

_Lisa...que ¿que fue lo que paso? - no comprendía nada - ¿Por que regresaste?

_Rosé...- se abrazó aun más - no pude, no pude protegerla...murió nuevamente, no la cuide.

_¿Que?...pero...Lisa... - la alejó y la tomó por los hombros - dime ¿que fue exactamente lo que paso?

_Solo me aleje un momento de ella y...hubo una explosión, no recuerdo muy bien lo que paso, solo la recuerdo a ella Rosé...verla de ese modo nuevamente...yo - Lisa lloró nuevamente y se dejo abrazar por su amiga - debo volver y evitarlo - se soltó y se dirigió nuevamente a la maquina pero fue tomada del brazo por la rubia.

_No puedes ir así, tienes que tranquilizarte y descansar un momento Lisa - ahora entendía porque no tenia ni un recuerdo de Jennie convida.

_No, tengo que ir.

_Lisa - la miró seriamente.

_Pero... - vio la expresión de Rose y entendió - tienes razón, iré a mi casa a descansar.

_Te acompaño, estará bien si te hago compañía.

_Prefiero estar sola, espero lo entiendas.

_Tranquila - suspiró - no te preocupes, cuando estés lista aquí te esperaré - acarició su mejilla.

Lisa asintió y se retiró.

Estaba llegando a su casa, cuando vio a alguien sentado fuera, esperándola.

_Lisa - se levantó rápidamente.

_¿Que haces aquí? - caminó directo a su puerta mientras Suga la seguía.

_Vine a verte, lamento mucho lo de tu novia...

_¿Y vienes después de ocho meses? - lo encaró - eres unos de mis mejores amigos y no estabas cuando te necesité.

_Estaba en el trabajo Lisa, entiende.

_¿Cuando vas a entender que no todo es trabajo Suga? por eso es que Jin te dejó, por que no lo valorabas - seguía dolida por lo hace unos momentos.

_No lo menciones - aun le dolía al rubio, pero él ya había elegido - no vine a hablar de él.

_¿Y de que se supone que vienes a hablar?

_Sonara insensible de mi parte Lisa, pero...la casa que compraste para tu familia...ya pasaron ocho meses y...

_Eres increíble - rió con ironía para después mirarlo con rabia y desilusión mientras negaba - dime que no viniste para eso...

_Lisa...

_¡Vete a la mierda Suga! ¡No lo voy a vender!- intentó entrar a su casa pero Suga se cruzó en su camino.

_¡Es una gran oportunidad! ¡No podemos desperdiciarla! ¡Es un gran terreno y esta cerca de muchos lugares necesarios y fantásticos!

_Dejame pasar Suga...

_Podemos construir una empresa en ella, solo debemos derribarla, ganaremos mucho dinero Lisa, no desaproveches la oportunidad, serían millones de dolares.

_Estas hablando de un lugar donde pensaba formar mi familia Suga, yo misma te conté donde pensaba hacer el cuarto de mi hijo, donde sería el dormitorio que compartiría junto a mi esposa y te mostré los lugares donde pasaría lindos momentos junto a mi familia. ¿Y vienes a pedirme que la destruya y forme una maldita empresa? No lo haré. Ahora vete - Lisa lo empujó a un lado, abrió la puerta pero el rubio dijo algo que hizo colmar su paciencia.

_¡Jennie ya esta muerta! ¡Ya no va a regresar! ¡No tendrás a tu familia nunca! ¿¡Para que carajos quieres esa casa!?

Suga estaba furioso ¿Acaso no entendía lo mucho que ganarían? pero a tan solo segundos de decir esas palabras vio a Lisa ir hacia él estrellar su puño contra su rostro, tumbándolo al suelo con el labio sangrando.

_Te equivocas , si tendré a mi familia de vuelta - lo miró con enojo - y ahora es mejor que te largues si no quieres que me olvide del cariño que te tengo.

Y sin decir mas, cerró su puerta pero no para entrar, cambio de opinión y se dirigió nuevamente hacia Rosé.

*****

_¿Lisa? ¿Que haces aquí? Te dije que vayas a descansar.

La tailandesa no le hizo caso y se dirigió a la maquina.

_Lisa - la tomó del brazo antes de que suba.

_¡Sueltame! - la empujó con repentina molestia.

Rosé cayó bruscamente al tropezarse con una caja, golpeándose la espalda contra el borde de una mesa.

Lisa desapareció junto a la máquina.

*****

Lisa volvió a despertar junto a Jennie, esta abrazada a ella y sonrió, estaba de vuelta, junto al ser que tanto ama.

Desayunaron, pasaron el día juntas, almorzaron, todo sin que Lisa se despegara ni un segundo de ella, quería pensar que su muerte de hace unos momento fue solo una coincidencia, que no era obra del destino, la vida seria muy cruel si le quitara a su único amor y también que se lleve a su hijo que aun no a conocido el mundo, quería creerlo pero lamentablemente no fue así y esta ves ella también estuvo a punto de morir.

Habían planeado salir a un día de picnic, comer postres, jugar, pasarlo lindo. ¿Recuerdan al pequeño perro que Jennie le había regalado a Lisa el día que se le declaró? Pues también lo llevarían, había estado viviendo con la madre de Lisa, ya que ella se había encariñado con el can y el tampoco quería mudarse a otro lugar.

Iban de camino a casa de Alondra a recoger al perro, ya habían preparado todo, los postres, la manta, las bebidas, los juguetes del perro, etc. Hablaban sobre el bebé y de más temas mientras Lisa iba conduciendo, pensaban en qué nombre ponerle si nace mujer u hombre, que apellido iría primero y de vez en cuando Lisa contaba unos chistes que hacían reír a Jennie. Pero...

Todo fue tan rápido y repentino.

La llanta trasera había reventado haciendo que Lisa perdiera el control del auto, asustando a Jennie que por instinto abrazó su vientre, el chillido del auto invadió sus oídos, iban a chocar contra un poste que se encontraba en el camino y por tratar de evitarlo, Lisa dio un giro al volante, llendo a un rompemuelles a alta velocidad, logrando que el auto brinque y dé un giro de 360 grados. Trozos de vidrios volaron mientras el auto impactaba contra el suelo, sus cuerpos estrellándose contra el asiento, el volante y las ventanas, Lisa logró quedarse en su lugar gracias al cinturón de seguridad pero por desgracia, el cinturón de Jennie se rompió, lanzando su cuerpo fuera del auto.

Todo esto había pasado en tan solo ocho segundos.

El auto daba su ultimo giro quedando de cabeza, Lisa colgaba de su asiento, podía sentir el líquido rojo resbalar por su rostro y deslizarse por sus brazos. Estaba mareada, confundida y adolorida. Demasiado débil como para moverse. Lentamente abrió sus ojos y vio todo de cabeza, su auto estaba destruido pero eso no le importaba, giró su vista buscando a Jennie, quería asegurarse de que estuviera bien, pero su corazón se aceleró al no encontrarla, la buscó con la poca fuerza que tenía, observó débilmente por las ventanas, no hallándola al principio, sintió el aire de sus pulmones irse cuando vio su cuerpo a los lejos, por detrás del auto.

A unos metros de ella, sobre el pavimento, se encontraba Jennie tendida boca abajo, sin moverse.

_No...- su voz se volvió a quebrar.

*****

Lisa estaba consciente pero no podía moverse a causa de los golpes, solo veía como muchos bomberos (en mi país ellos también van a estos casos , no se si en sus países también) y para médicos, trababan de sacarla del auto, los bomberos se apresuraban a abrir la puerta con unas herramientas, la puerta no se podía abrir, se había quedado atorada por el accidente.

La sacaron con sumo cuidado, subiéndola a una camilla y poniendo sobre su cuello un collarín para evitar que se hiciera más daño.

_No...no - decía débilmente - primero a ella...primero a ella... - murmuraba, pero nadie pudo comprenderla y siguieron con su trabajo. Levantaron la camilla e iban hacia la ambulancia para llevarla al hospital - primero a ella...- suplicó con más fuerza.

_Señorita, mantenga silencio por favor, no haga ningún esfuerzo, pronto estará a salvo.

Lisa quiso saber si ya habían llevado a Jennie al hospital y ante la duda giró su rostro con cuidado, hacia donde estaba la castaña hace unos momentos, lo que vio antes que las puerta de la ambulancia se cerrase le causo más dolor que las propias heridas que tenia en todo su cuerpo.

Para médicos cubrían con una manta blanca el cuerpo de su novia.

Y mientras ella lloraba, al ver por tercera vez morir al amor de su vida, tomo una decisión:

Debía dejarla ir.