Capítulo 1

"pero en algo tienes razón, ambos somos iguales, somos unos asesinos - su voz tembló, su respiración se le iba - por lo tanto... - sonrió - no vemos en el infierno - disparó"

Lisa despertó de un sobresalto, estaba agitada, sudorosa, su cuerpo temblaba. Cada cierto tiempo esos mismos sueños volvían y la atormentaban, se sentía demasiado real, casi al punto de sentir los golpes o heridas.

Llevó su mano a su bajo vientre, tocandolo dudosa, esa pequeña sensación de dolor desaparecía siempre que despertaba de esa pesadilla. En sus sueños esa figura le incrustaba una cuchilla en ese mismo lugar, queriendo matarla.

Dio un largo suspiro y cayó de espaldas a la cama, debía de tranquilizarse, solo eran sueños.

Iba a volver a cerrar los ojos cuando la alarma de su celular vibró sobre su mesita de noche. Se destapó con resignación y se sentó sobre el borde de la cama, apagandolo de paso.

Escuchó unas risas en la planta baja y sonrió, seguro ya estaban desayunando. Anoche había llegado cansada de la fiesta de cumpleaños de Rosé y tal vez por eso no la habían despertado.

Se colocó sus pantuflas y con pereza se dirigió al baño, necesitaba darse una ducha para relajarse después de ese extraño sueño.

Solo media hora después, bajaba con tranquilidad las escaleras rumbo al comedor, sonrió cuando vio a Jennie tan ajetreada con la comida de sus hijos, caminaba de un lado a otro preparando todo y dejandolos ya listo sobre la mesa, donde los chicos ya estaban comiendo.

_¿Por qué ese apuro? Hoy es sábado - Lisa se acercó a la mesa, sentándose al lado de su hija mayor.

_¿Cómo que es sábado? - Jennie se detuvo a medio camino con sartén en mano, mirándola incrédula.

_Cariño, hoy es sábado - Lisa tomó un pedazo de pan.

Sus hijos estallaron en una risa por su madre, Lisa solo sonrió.

_¿Por eso se estaban riendo? - Jennie les reprochó a sus hijos, quienes aguantaron la risa. La castaña dejó el sartén sobre la cocina y se cruzó de brazos, dándoles la espalda.

_Cariño, ya - trataba de no reír - debes admitir que es gracioso, ya van tres veces que te pasa lo mismo, debes poner una alarma que te avise cuando son los días de escuela - Jennie la ignoró - amor...- se levantó aun con una sonrisa, se dirigió a ella y la abrazó con cariño por detrás, besando su mejilla - no te enojes, ¿sí? - Jennie ya no estaba molesta, pero fingió estarlo para recibir más mimos, lo cual Lisa lo notó y sonrió aun más - hermosa - besó su mejilla por unos segundos, abrazándola más a ella - buenos días.

_Buenos días - sonrió en un sonrojo.

_Hoy estás mucho más hermosa, ¿lo sabes?

_Por supuesto - ambas rieron, Jennie giró entre sus brazos y quedó frente a la rubia, abrazándose a ella - ¿cómo te fue anoche? ¿te divertiste?

_Mucho, pero me hubiera gustado que estuvieras allí conmigo.

_También me hubiera gustado estar, pero alguien tenía que cuidar a los niños. Y tú eres una de las mejores amigas de Rosé, no tenías que faltar.

_Por cierto, te manda saludos - recordó Lisa - Y hay pastel en la refri - avisó a sus hijos, quienes rápidamente fueron a su búsqueda entre leves empujones - hey, es para todos.

_Dejalos - pronunció Jennie - mejor dime, ¿quienes fueron a la fiesta? - necesitaba saberlo.

_Oh, pues, a la mayoría los conoces - recordaba - aparte de los demás estaban Momo, Dahyun, Jisoo...- Jennie estaba tranquila al escuchar esos nombres, hasta que escuchó el siguiente - oh, también vino el hermano de Jisoo, me cayó muy bien, no sabía que era el padre de Min.

_¿Qué...?

_Sí, Ella - giró a ver su hija mayor, comía del pastel con sus hermanas - no sabía que el padre de Min era el hermano de Jisoo, la esposa de mi amiga de Rosé.

_Oh, pues sí - alzó los hombros - Mamá lo sabía - miró a Jennie.

_¿Por qué no me lo dijiste? - interrogó Lisa con gracia - podemos invitarlo a comer, es el padre del mejor amigo de nuestra hija, debemos conocerlo tambien.

_Por supuesto que no - Jennie se alejó, guiando su atención nuevamente en la sartén para seguir preparando el desayuno - no es necesario conocerlo.

_¿Por qué no? Sería bueno formar una amistad con los padr...

_¡He dicho que no! - tanto Lisa como sus hijas se sorprendieron por su actitud, casi nunca veían así a su madre.

Jennie trataba de no mirarlas, volvía a sentirse nerviosa al recordar a ese hombre, tan solo hacerlo sentía sus ojos cristalizarse, volvía a sentir miedo por los recuerdos y que nuevamente las cosas vuelvan a pasar.

Simplemente no quería saber nada de él, no quería ni verlo, ni escuchar su nombre.

_Cariño...- Lisa la observaba - ¿sucede algo?

_No sucede nada, sigue preparando esto - pasó frente a Lisa y procurando que no la vean directamente a los ojos, caminó rumbo a las escaleras, necesitaba tranquilizarse.

Lisa no supo descifrar qué era lo había pasado, tampoco sus hijas entendían.

****

_Jennie - Lisa aparecía tras la puerta, le preocupaba la actitud tan extraña de su esposa, la castaña solo estaba recostado de lado, sobre su cama, dándole la espalda - ¿quieres hablar?

_No hay nada de qué hablar - respondió con calma en su voz, se sentó sobre la cama y giró a verla, sonriendo con calidez - ven - palmeó a su lado y Lisa se acercó, sentándose en el borde y atrayendo su cuerpo en un abrazo. Jennie se recostó sobre su pecho.

_Sabes que puedes decirme lo que sea - besó su frente.

_Lo sé, pero no pasó nada, solo me siento estresada, es todo.

_Trataré de ayudarte más seguido.

Jennie sonrió, Lisa le ayudaba más de la cuenta, se atrevería a decir que la mayoría de las labores lo hace ella.

_¿Ella ya salió? - preguntó Jennie.

_Sí, Min la acaba de recoger, irán a casa de Emily; esos chicos no se separan para nada - rió.

_No me agrada ese muchacho - estaba pensativa.

_¿Por qué? A mi me agrada, me atrevo a decir que es el único chico que se ganó mi confianza para acercarse a mi hija - la caballerosidad e humildad de Min la habían convencido. 

_No lo sé, solo...deben ser celos de madre.

_Será mejor que controles tus celos, nuestra hija ya tiene dieciséis, en cualquier momento nos traerá a alguien.

_Sí...- suspiró con tristeza - es increíble cómo crecen tan rápido.

El celular de Lisa comenzó a vibrar, lo sacó de su bolsillo y contestó sin dejar de abrazar a Jennie.

_Hola, cariño. ¿cómo la estás pasando? - era Ella.

_Bien, el cumpleaños de Bae es increíble - se escuchaba la fuerte música - llamé para saber si me puedo quedar hasta tarde.

_¿Qué tan tarde?

_Mmmm, pues, ¿hasta las dos? - preguntó temerosa de su respuesta.

_¿A las dos? - frunció los ceños - eso es demasiado tarde, Jennie se acercó para escuchar.

_Por favor, mamá. Min y Emily están conmigo, nos estamos cuidando entre los tres.

_¿Dahyun le dio permiso a Emily?

_Sí, si quieres puedes llamarla.

_Mmm, está bien - respondió no tan segura, Jennie tambien asentía dudosa.

_¿En serio? - estaba emocionada.

_Sí, pero tienes que estar antes de las dos y diez aquí, ¿entendido? Te estoy dando tiempo para volver.

_Sí sí sí, está bien, mamá. Te amo, gracias - colgó la llamada.

_Sí, crecen muy rápido - pronunció Lisa en un suspiró, Jennie se abrazó más a ella y ambas decidieron encender la tele para ver algo.

Sus dos pequeñas se habían quedado dormidas jugando y ahora descansaban en su cuarto.

****

_Puedo quedarme pero debemos volver antes de las dos - avisaba Ella a sus dos mejores a amigos.

_Oh, pero que aburrido, hubiera pedido al menos hasta las tres - pronunció Min con una sonrisa, tenía una lata de soda en su mano.

Ninguno de los tres tomaba.

_Eso dices porque no tienes a tus padres cerca, nuestras madres son algo estrictas - respondió Emily, tenían que alzar la voz para poder escucharse, la música estaba muy alta.

_Entonces no perdamos el tiempo, falta unas horas para las dos y hay que aprovecharla - ánimo Min abrazando a ambas chicas por los hombros - ¡a bailar!

_¡A bailar! - festejaron entre risas.

El tiempo avanzaba, las risas y baile iban y venían, jugaban divertidos juegos con sus amigos y disfrutaban del cumpleaños de su amiga sin la necesidad de estar ebrios.

Min podría tomar si quisiera, ya que sus padres no le reclamarían, pero tenía que cuidar a sus dos amigas y tenía que conducir y llevarlas a casa, sentía que era su deber hacerlo como su amigo varón.

Sonreía al verlas bailar divertidas en el centro de la pista de baile, tuvo suerte de conocerlas cuando ingresó a su colegio como estudiante de intercambio, Ella había sido la primera en hablarle, y gracias a ella conoció a Emily, llevaban cuatro años de una hermosa amistad.

Giró un momento sobre el taburete y tomó su vaso de refresco que se encontraba detrás, volvió su vista a sus amigas y bebió de a poco, casi lo escupe de la risa cuando Emily resbaló y cayó sentada, por suerte solo rió entre el dolor que le causaba.

Terminó su bebida y el último sabor de resultó algo extraño, observó el interior del vaso y no le pareció notar algo fuera de lo común.

Dejó el vaso en su lugar y se dirigió a sus amigas para poder bailar también, ellas lo recibieron con alegría.

****

4:05 a.m

Ninguno de los chicos había llegado.

_¿Aun no sabes nada? - Dahyun había estado entre llamadas con Jennie, estaban muy ansiosas al no saber el paradero de sus hijas.

_No - Jennie esperaba fuera de casa, tenía un mal presentimiento que trataba de ignorar - no he recibido algún mensaje o llamada.

_Llámame al instante en que recibas algo, ¿está bien?

_Lo haré, tú haz lo mismo, por favor.

_Lo haré - colgó la llamada.

_¡No! ¡Usted no entiende! - Lisa discutía en su despacho con el oficial de policía, había llamado porque al igual que Jennie, sentía que algo andaba mal - ¡mi hija es una chica responsable, siempre llega a la hora exacta, y si tiene algún problema nos avisa constantemente hasta llegar a casa! ¡no puedo esperar cuarenta y ocho horas para que se dignen a buscarla!

_Lo siento, pero no podemos el tiempo buscando a alguien que seguro solo se pasó de copas y ya anda ebria con sus amigos, son jóvenes, entienda que eso pasa.

_Escucheme bien - trataba de tranquilizarse - mi hija...no es como los demás, sé que le pasó algo...- comenzaba a sentir un nudo en su garganta - tienen que buscarla, por favor.

El oficial suspiro con cansancio.

_Puede que tenga razón sobre el comportamiento de su hija, pero no se puede hacer nada hasta que pase las cuarenta y ocho horas, es necesario para que se considere desaparecida ella junto a sus amigos, no puedo mandar a mis oficiales a buscar a alguien solo por dos horas, es absurdo.

Lisa apretó el celular con enfado y sin decir alguna respuesta, colgó y dejó el aparato sobre su mesa.

Estaba intranquila, tenía que ir a buscar a su hija por su propia cuenta. ¿pero a donde? Momo ya había ido a casa de su amiga Bae, no había encontrado a ninguno de los chicos.

Jennie seguía intentando llamar a su hija, pero solo timbraba, al igual que pasaba con el celular de Emily.

Habían intentando llamar a Min, tenían los números de sus amigos cercanos por alguna emergencia, pero tampoco contestaba las llamadas.

5:24 a.m

El celular de Jennie comenzó a timbrar, ella respondió de inmediato.

_¿hola? - pronunció ansiosa, tenía sus ojos cristalinos.

_¿Señora Jennie Kim?

_Sí, ¿quien habla?

_Le hablo de la estación de policía - el corazón de Jennie comenzaba a acelerarse, sentía algo, el mal presentimiento volvía con más fuerza - lamento decirle esto pero...hemos hallado el auto donde su hija se encontraba, está varado en la carretera y por lo que me informaron, solo se encontraba el chico dentro, desmayado y con heridas leves, no hay rastros de su hija ni de su acompañante.