Amigos
_Rosé, despierta, tenemos mucho que hacer - Lisa removía a su amiga quien estaba en un profundo sueño, se habia quedado hasta muy noche tratando de idear un plan para investigar a Dahyun.
_¿Que hora es? - preguntó adormilada.
_Las ocho en punto, debemos irnos.
_Esta bien...- seguía durmiendo.
_¡Rosé! - alzó la voz.
_Ya voy... ya voy...- salió de la cama a rastras.
Ambas se asearon, tomando turnos en la ducha y en el espejo. Hasta que Rosé observó que por debajo de sus cejas, se hacia notar apenas un pequeño moretón de color morado.
_¡Lisa! - gritó una indignada Rosé.
_¿Que sucede? - Lisa asomó la cabeza, se estaba duchando y llevaba espuma producto del shampoo en todo su cabello.
_¡Mira lo que me hiciste! ¡Casi arruinas mi belleza! - señalaba aquel pequeño moretón.
_¿Me reclamas sólo por eso cuando tú me diste con un jarrón en la cabeza dejándome inconsciente? - hablaban de la pelea de hace un día.
_Bueno...Yo...- no sabía que decir - ¡Es que estabas fuera de control! ¿Acaso me iba a dejar? - se defendió.
_Esta bien, disculpa - habló sincera - pero yo no tengo la culpa de que seas tan débil - volvió a ingresar a la ducha y se comenzó a reír.
Rosé aceptó su disculpa, pero no que la llamara débil, sonrio con maldad mientras a pasos lentos se acercaba al inodoro, Lisa cantaba una canción mientras se enjabonaba el cuerpo.
_¿Estas disfrutando tu baño? - preguntó con una aparente amabilidad Rosé.
_No está mal - Lisa abrió la regadera y comenzaba a enjuagar su cuerpo.
En ese momento Rosé bajó la cadena del inodoro, logrando que este se llevará todo el agua fría y el agua caliente pues...
_¡Mierda! - gritó - ¡Rosé! - Lisa brincaba en la bañera tratando de escapar lejos del agua caliente, mientras Rosé no paraba de reírse apoyada en el lavado - ¡Quema! ¡Quema! - Lisa salió de la regadera desesperaba, envuelta como sea en la toalla. De su cuerpo se podía apreciar un poco de vapor salir, parecía Lisa al horno.
La tailandesa estaba en la típica pose de Peter Pan, con las manos en la cintura y reprochando con la mirada a Rosé, quien no paraba reír.
_¿Muy gracioso? - preguntó acercándose a ella de apoco.
_Sí - reía - mucho - Lisa se cruzó de brazos y entrecerró los ojos.
_Ya Lisa - se limpiaba una lágrima - sólo era una broma, para aligerar el día que vamos a tener.
Lisa se tranquilizó un poco y sonrió con los labios sellados.
_Tienes razón , pero ten por seguro que algún dia me vengare - le advirtió.
_Y no te reprocharé nada - Rosé la abrazó con ternura. Lisa agradecía a Dios por tener a una amiga como ella, era magnifica y siempre la apoyaba, mas aun en esto, aun cuando ninguna sabe como acabará pero están al lado de la otra, pase lo que pase, sin duda, cualquiera quisiera tener a una amiga como ella.
Rosé le quitó la toalla de un jalón y salió corriendo, dejando a Lisa desnuda e insultándola a gritos mientras la pelirroja reía en la sala.
_¡Estúpida!
Horas después, habían quedado de acuerdo en que Rosé iría donde Dahyun y Lisa donde Suga, la morena estaba un poco decepcionada de si misma ¿por que sospecharía de sus amigos? Eran personas a las cuales apreciaba mucho.
Dahyun, la había conocido tan sólo a los nueve años, cuando ella jugaba a las escondidas con una pequeña Jennie de siete en el parque. Lisa no sabía dónde esconderse y ya la castaña estaba cerca de llegar a los treinta.
Flash back
_12...13...18...20...1 - contaba la ojimarrón apoyada en un árbol y con los ojos tapados por sus manitas.
Todo eso ante la vigilancia de sus padres claro está.
Lisa decidió esconderse detrás de un arbusto, soltaba pequeñas risillas al ver como Jennie la buscaba con sus binoculares. Dio un brinco cuando de pronto sintió algo pegarle en la cabeza. Volteó a ver al culpable y es que le había dolido mucho, pero al girar no encontró a nadie y todo estaba libre, miró aquel objeto que la había golpeado y era el resto de una manzana.
_¿De donde salió esto? - observó la fruta comida.
Nuevamente algo le rebotó en la cabeza haciéndola asustar y está vez miró hacia arriba, aquel arbusto quedaba al lado de un gran árbol y en este estaba una pequeña de tez blanca mirándola, sentada de lo mas tranquila sobre una rama y comiendo una manzana, balanceando los pies.
_¡Oye! - se quejó Lisa al recibir otra pero esta vez la esquivó - ¡deja de hacer eso!
_No
_Pero me duele
_Me vale
_Eres muy molesta
_No me importa
La niña no dejaba de observarla.
_¿como te llamas? - preguntó Lisa.
La niña bajó de un salto, logrando un gran aterrizaje que sorprendió a la tailandesa.
_Me llamo Dahyun - sonrió - tengo ocho años ¿y tú? - mientras hablaba iba girando alrededor de ella y la miraba de pies a cabeza.
_Lisa y tengo nueve ¿por que me miras así?
_Me gustaste - sonrió - quiero una cita.
Esto sorprendió a la rubia pero como toda buena chica, dejó algo en claro.
_No puedo gustarte, yo ya tengo a mi princesa - aclaró Lisa, logrando que la sonrisa de la pequeña niña se borrara - ¡hey ,nonono! No llores - Lisa no sabía que hacer, Dahyun se puso a llorar y hacia mucho ruido, Jennie la iba a encontrar - tranquila - la abrazó para que se calmara pero aún así seguía llorando - mira...te regalo una paleta - apresuró a sacar aquel dulce que llevaba en su bolsillo y se lo dio en la mano a la niña, quien de a poco dejo de llorar y ahora sólo sus labios temblaban. Lisa esperaba que Jennie no la haya visto, giró para cerciorarse de que así fuera, pero tembló cuando a lo lejos, en su misma posición, se encontraba Jennie con los binoculares puestos y observándola, la ojiverde bajó el objeto muy lentamente para luego aparecer tras ellos unos ojos gatunos amenazantes y cejas arqueadas, mostrando una señal de molestia.
Lisa tragó seco.
De pronto Dahyun se abrazó a ella de la cintura y recostó su cabeza sobre el pecho de la tailandesa, Lisa se puso nerviosa, quiso irse para atras pero Dahyun la seguía, era una escena tierna y adorable. Bueno, no para la pequeña Jennie.
_Gracias por la paleta - se alejó - soy nueva aquí, mi mamá se mudó y papá también y también mi perrito y mi pez ¿tú tienes mascota?
_No - estaba aliviada de que la soltara y cuando escucho sobre las mascotas bajó la mirada - mamá no me deja, no tenemos quien lo cuide y yo soy muy pequeña - tal parece que se olvidó de Jennie por un momento.
_Te regalo mi pez - animó - sólo tienes que darle comida, el agua se limpia mágicamente, un día esta sucio y al otro ya no.
_Wow - estaba maravillada - lo quiero.
_¿A quien quieres? - entraba Jennie en escena, levantando su adorable vestido que le quedaba un poco grande.
_¿Y tú quien eres? - preguntó Dahyun.
_Oh...- Lisa se acercó al oído de la niña y susurró - ella es mi princesa.
Dahyun hizo un pequeño puchero al ver que la niña no era fea, para nada.
_Yo soy Jennie - habló con su tierna voz - Lisa, tu mamá te llama - sonrió - vámonos - unió su mano con la de la tailandesa y se dispuso a caminar.
_Lis ¿mañana jugamos? - preguntó Dahyun siguiendo detrás.
_Sí, clar....
_Niña, tu mamá te llama, anda ve - interrumpió Jennie.
_No es cierto - Dahyun tomó la mano de Lisa, sin importarle como la castaña abría los ojos ante su atrevimiento - mañana traeré mi carro de carreras - le habló a la rubia.
_¿¡En serió!? - Lisa no cabía de la emoción, Dahyun asintió - ¿me los prestas?
_Por supues...
_Mañana iremos a Disneylandia Lili - Jennie lo decia con superioridad, con la frente en alta, mirando con una sonrisa creída a Dahyun.
La pequeña no podía competir contra eso, intentaba pensar en algo pero no se le ocurría nada.
_¡Disneylandia! - brincó de alegría Lisa - ¡Me subiré al tren y comeré mucho helado!
_Pero...¿y el carrito? - entristeció Dahyun con los ojos aguados.
_El carro...pues - Lisa miraba a Dahyun y luego a Jennie, no podía estar en dos lugares al mismo tiempo, se le ocurrió una idea - ¿y si vienes con nosotras? - sonrió, recibiendo un no tan disimulado golpe en su brazo por parte de Jennie. Lisa no sabia por que el motivo del golpe.
_¡Sí!¡ire a avisarle a mi mamá! - Dahyun saltaba de la emoción y sus ojos brillaban como nunca - ¡ahora vengo! - salió corriendo dando brinquitos.
Al dia siguiente, habian ido como habían acordado. Dahyun llevada por su madre y su padre. Se habían encontrado y las tres subían a juegos juntas, se estaban divirtiendo mucho, después de todo eran solo unas niñas, se tomaron muchas fotos y hubo una en especial que causó la risa de los padres. Lisa cargaba a Jennie por delante y la ojiverde se abrazaba con fuerza en su cuello mientras miraba de mala gana a Dahyun, quien era cargada también por Lisa pero por la espalda, que igualmente miraba de mala manera a Jennie, mientras Lisa solo sonreía para la foto sin percatarse de nada.
Desde ese día Lisa se había echo una gran amiga de Dahyun.
Fin del flash back
_Lisa...¿estas bien? - preguntó Rosé, preocupada al ver a la rubia con los ojos cristalinos.
_¿Ah?...sí...estoy bien - sonrió débilmente - sólo recordaba - se limpió aquel rastro de llanto - vamos - se adelantó a la puerta, Rosé la siguió con la mirada observandola con tristeza, su amiga si que era alguien fuerte y valiente, perder a su novia días antes de casarse, perder a su hijo que había estado esperando por tanto tiempo y ahora sospechar que tal vez alguno de sus amigos tuvo que ver con el crimen, era algo difícilmente doloroso para cualquiera - ¿te quedaras allí? - Lisa se burló de ella y Rosé le sonrió.
_Vamos - caminó con ella abrazándola de los hombros y salieron de la casa.
Se desearon suerte y Lisa subió a su auto que habia traído la noche anterior y Rosé subió al suyo, ambas partiendo en diferentes direcciones, no sin antes despedirse desde el auto con una seña, como un soldado.
Lisa iba conduciendo, estaba realmente seria, se dirigía a la casa de su amigo Suga e intentaría ingresar a su casa a escondidas, ya que sabía que él trabajaba casi las veinticuatro horas al día, jamás se daba tiempo para él, siempre trabajo, toda su vida era trabajo. Aveces ni siquiera llegaba a casa a dormir por quedarse en su oficina estresado con muchos papeles, muchas veces la Secretaría de Suga la había llamado para que se lo lleve, era dueño de una pequeña empresa de Arquitectos y se dormía apoyado en su escritorio y no podía dejarlo allí. Lisa ni siquiera sabe cómo es que conoció con su ex Jin, pero lo hizo, hubo un tiempo en que dejó su trabajo como segunda opción y se enfocó en su novio, se veía realmente feliz, siempre sonreía y la llamaba para contarle emocionado sobre Jin y sus detalles, pero no sabe que sucedió que poco a poco volvió a ser un obsesionado con su trabajo, Jin intentó comprenderlo y apoyarlo pero trabajaba tanto que sentía que no tenía una relación, casi ni se veían y fue entonces que por más que le doliera tuvo que terminar la relación. Suga lloró mucho por él, Lisa estuvo a su lado para consolarlo hasta quedarse dormido pero al día siguiente alzó de nuevo la cabeza y no demostró ninguna debilidad, es como si hubiera llorado todo lo que podía esa noche para ya no hacerlo más.
A Suga lo había conocido en la secundaria, Lisa había decidido cambiarse de escuela a una más cercana a su casa, para poder ayudar un poco a su madre quien había puesto un nuevo negocio de panadería.
Flash back
Lisa, de quince años, salía de su nuevo salón de clases, orgullosa de si misma al mostrar sus conocimientos y ser felicitada por el profesor. Caminaba cerca del baño para caballeros cuando escucho unos ruidos extraños, parecían gruñidos. Se acercó un poco y esos ruidos se hicieron más audibles, le pareció escuchar rápidamente un "¡no!" que podría asegurar que fue callado de inmediato.
Sin importarle que fuera el baño para hombres, después de todo ella también tenía lo de ellos, ingresó en silencio y pudo observar como un chico era golpeado a puntapiés en el piso, siendo impedido de defenderse por dos chicos más, uno sujetaba sus brazos hacia atrás, dejando libre su estómago, donde el que estaba de pie lo pateaba y otro hacía presión con su palma de la mano sobre su boca, impidiendo que gritara.
Nadie se dio cuenta de la presencia de Lisa, excepto el chico que estaba siendo golpeado, quien lloraba y no dejaba de querer gritar, queriendo escapar, sus ojos reflejaban una gran agonía y era evidente que le estaba rogando por ayuda.
_¡muerto de hambre! - le gritaban - ¡eres una basura! - lo golpeó mas fuerte, Suga se removió del dolor.
Lisa reaccionó y no perdió el tiempo, botó sus cosas al piso y corrió donde el chico que estaba de pie y lo pateó por la espalda, logrando que cayera sobre su otro compañero, el que estaba presionando la boca de Suga la observó y se puso de pie, Lisa se puso en posición de pelea.
_Dale - lo retó y el chico rió.
_No golpeo a mujeres - se burló - chicos vámonos, esta mierda de Suga ya tuvo su merecido - Lisa los vio retirarse y ella poco a poco fue bajando la guardia - Ah se me olvidaba - volvieron y la morena volvió a alzar sus brazos - Suga - lo llamó y este lo miró - shhhhhhh - puso un dedo sobre sus labios, indicando silencio con burla.
_¡Eres un idiota! - gritó el chico con los ojos llorosos aún desde el suelo, sujetando su estómago - ¡me las vas a pagar! - gruñó con rabia, pero esto solo provocó mas risas de los chicos quienes se retiraron.
Ese dia Lisa había curado sus heridas, lo había cuidado en la enfermería y había sacado cara por él cuando el director no quiso hacer nada contra los culpables ¿razón? Los padres de esos muchachos eran los que mantenían la escuela.
Ambos se fueron haciendo buenos amigos, Suga era un chico muy dulce y sencible, a veces era un poco infantil a pesar de sus diecisiete años, como cuando gano por primera vez en un tragamonedas y sólo eran diez céntimos, sus ojitos le brillaron y brinco de la alegría como si hubiera ganado el mejor premio del mundo.
Suga le contó a Lisa por que lo golpeaban, todo era por ser pobre, había entrado allí por ganarse una beca por su inteligencia y ellos se enteraron "¿como un muerto de hambre podría juntarse con los de su alta clase?" Eran los comentarios de aquellos idiotas y además se burlaban de su vestimenta, Suga solo iba con un viejo pantalón y una polera que ya había perdido color, prácticamente el se criaba sólo ya que sus padres no le prestaban atención, había aprendido a cocinar desde los diez y trabajaba en un pequeño puesto de frituras para mantenerse. Lisa se entristeció por eso, ella no era millonaria pero tampoco le faltaba dinero, siempre iba bien vestida y tenía lo necesario, todo gracias al gran esfuerzo de su madre por querer darle un buen futuro.
Tiempo después ambos caminaban por él pasillo de la escuela, se contaban anécdotas muy graciosas y reían, cuando los tres bravucones venían corriendo desde atras, uno con un bate de béisbol y sin sentir ni un poco de sensibilidad, golpeó la cabeza de Suga, reventando su piel y cayó inconciente y sangrando. Lisa entre el pánico y la desesperación intentaba que Suga despierte, los chicos huyeron entre risas.
Suga fue llevado de emergencia al hospital.
Lisa estaba su lado, cuidándolo, el chico estaba despierto pero no decia nada, estaba vendado de la cabeza y es por que tenia doce puntos de sutura. Miraba solo hacia el techo y es que si se movía, le provocaba un inmenso dolor.
_Algún llegaré a ser más que ellos - habló - lo haré Lisa, se los demostraré - lágrimas caían de sus ojos - estaré por encima de esos idiotas - gruñó.
_Suga...tranquilo - apresuró a decir Lisa al ver sus latidos en la maquina, iban aumentando y no era bueno que se altere.
_Los haré lamentarse de haberme humillado por años - sollozó con rabia - lo haré - lloro - ¡serán ellos los que vendrán arrodillándose ante mi! - rompió en llanto - ¡verán como el muerto de hambre los superó en todo! ¡Seré mejor que ellos! ¡seré mejor que ustedes! ¡lo juro! - Lisa lo tomó de la mano para tranquilizarlo, ella también tenia los ojos llorosos y Suga se tranquilizó al verla, apoyando su otra mano sobre la de la rubia - lo prometo Lisa - su voz temblaba - lo lograré.
_Sé que lo harás amigo - le sonrió y el chico le devolvió la sonrisa - y estaré apoyándote siempre.
Fin del flash back
Lisa estacionó el auto a una esquina de la casa de Suga, llegó la hora de investigar.
_Lo siento amigo - susurró.
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